Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

némesis • gumrob

Título: Némesis

Ship: Gumball Watterson x Rob

De: El Increíble Mundo de Gumball

Nota: Aquí Gumball y Penny no serán pareja, para evitar malentendidos xd

—¿Quieres recordarme qué hacemos aquí?—preguntó el pez parlante con cansancio.

—Ya te dije, Darwin. Haremos que Bob vuelva hacer mi enemigo y todo volverá a ser como antes...

Su hermano soltó un suspiro. Desde que se entero que Bob ya no pretendía ser su enemigo si no de alguien más ha estado actuando como lunático, más de lo normal, totalmente obsesionado con eso.

—Mmm, estoy seguro de que no se llamaba así pero como sea. —rodeó los ojos. — ¿Estás seguro de que quieres que vuelva a ser tu enemigo? Sé que nosotros lo creemos para ser tu enemigo, pero ahora puedes deshacerte de él, porque, ¿en serio te sentías cómodo sabiendo que había alguien por ahí intentando destruirte... directamente?

—¡Por supuesto que sí! Todas las personas importantes tienen némesisis, y gracias a eso he pasado grandes aventuras. ¿Así que ya terminaste de hacer preguntas tontas o tienes algo más que preguntar?

—¿Era necesario esconderse entre los arbustos para espiarlo?—preguntó un poco incómodo.

—Veo que las preguntas tontas no pararon... ¿Y en serio esperaste a estar aquí para preguntar si eso era necesario?—alzó una ceja.

—E-Eh... sí. Es que que quería pasar más tiempo contigo, —confesó avergonzado. — aunque ahora solo estarás obsesionado con Bob-.

—¡SILENCIO DARWIN!—lo empujó—. Ahí esta Bob... ¡iré a saludarlo!—salió del arbusto.

—¡Espera, eso no era parte del plan!—se levantó quitándose las hojas de encima.

—¡No había ningún plan!—contestó sin dejar de correr hacía Rob con una gran sonrisa.

Darwin golpeó su frente.

—¡Heyyy, Bob! —saludo al acercarse a él.

Rob supo de inmediato de quien se trataba, reconocería esa molesta voz en donde esa, y aún más porque seguía llamándolo por el nombre incorrecto.

—Agh, es Rob. —se quejó—. ¿Qué quieres Watterson?—interrogó sin dirigirle la mirada.

—¿Ah? Nada, sólo paseaba por el parque como cada domingo esperando que nadie intente destruirme, —Rob rodeó el ojo—. y de repente me tope contigo, que casualidad, ¿verdad?

Sabía que hacía, pero no le seguiría el juego, tenía cosas de las que encargarse.

—Sí, como sea. Solo sigue tu camino y dejame en paz, estoy ocupado justo aho-.

—¡¿Ocupado?! ¡¿con qué?! ¿intentando destruirme? Podría ayudarte, ya sabes. —le guiño el ojo.

Definitivamente no quería su ayuda.

—No, no lo sé. Y no necesito tu ayuda, necesito que me dejes tranquilo de una vez. —continuo su camino con mal humor. Gumball siempre sacaba lo peor de él, aún hiciera la más mínima cosa.

Pero debía olvidarse de él, ya no tendría que ver nunca más con el felino ahora que había dejado de ser su enemigo. Su prioridad ahora era destruir a Banana Joe.

—¡Vamos, viejo, dejame ayudarte!—se acercó lo suficiente a Rob para jalar la bolsa de plástico que el chico traía lo suficiente causando que esta se rompiera dejando caer las cosas que traía en ella.

—¡¿Qué estás haciendo?!—enfurecido gritó tratando de recoger sus cosas.

—¡No te preocupes, te ayudaré!—exclamó ayudándolo a recoger las cosas—. Uh, me preguntaba qué habías comprado en esa ferretería. —comentó recogiendo una caja de clavos.

—¡Dame eso!—le arrebató dicha caja—. Espera un momento, ¿cómo sabes qué estaba en una ferretería? ¿tú... me estabas siguiendo?!

—¡Oh, vamos! No eres nadie para molestarte por eso cuando lo hacías siempre cuando intentabas destruirme, ¿lo recuerdas? Porque yo sí. —dijo con una sonrisa recordando aquellos tiempos... como si hubiesen sido hace bastante tiempo.

Rob dejó de escucharlo en cuento dijo esas palabras al principio de su oración;

"No eres nadie..."

No, de nuevo.

—Escucha, Watterson. No quiero volver a verte nunca más. Ya no me importas lo suficiente como para ser tu enemigo, ya no me importas ni un poco. Y que algo te quede claro; tú eres el que no es nadie. —escupió con amargura antes de retirarse del lugar llevando aquellas cosas con sus manos, no había comprado mucho para su suerte.

Gumball tenía un expresión neutral hasta que llegó su hermano.

—Vaya, nunca lo había visto así. —confesó sorprendido.

—Ni yo... ¿sabes lo qué significa?—sus labios formaron una gran sonrisa—. ¡aún me odia! ¡entonces aún tengo oportunidad de que vuelva hacer mi enemigo!

—Creo que no entendiste muy bien lo que pasó. —dijo mirando a su hermano mayor celebrar—. Pero que importa, nada de lo que diga te hará cambiar de opinión...

—Tienes razón, podía ver el odio en su ojo. —dijo emocionado.

Darwin rodeó los ojos.

[...]

Gumball maldijo en silencio.

Podría estar intentando que Rob vuelva a ser su enemigo, pero no... debía ir a la escuela.

—Espero que el que haya inventado la escuela, haya... ido a la escuela para darse cuenta de lo mala que fue su idea. —murmuró.

—Sí, creo que lo supo. —contestó su hermano frunciendo el ceño.

—¡No es justo! ¿por qué tenemos que venir tantos días a la semana? ¿por qué no sólo podemos tener clases dos veces a la semana y que los otros cinco sean nuestro fin de semana? ¡en lugar de eso tenemos que venir de nueve a cinco para hacer prácticamente nada! ¡Sólo venimos a perder el valioso tiempo que bien podría usar para que que Bob me odie de nuevo!—grito comenzando a llorar.

—Creo que perdiste el punto. —opinó con una ceja alzada. — ¿Y qué no te odiaba ya? La última vez que te vio no termino tan feliz... sobre todo porque tuvo que llevarse esas cosas filosas con sus manos porque rompiste la bolsa en donde las llevaba.

—No lo entiendes, hay una diferencia entre alguien que te cae mal a alguien que odias, sobre todo porque a la primera no la quieres cerca y a la segunda deseas que cosas muy malas le pasen... y yo soy la primera para Bob, él mismo lo dijo. Ya no le importo lo suficiente como para que intente destruirme...—siguió llorando.

—Oh, estabas escuchándolo. —comentó un poco sorprendido.

—Y ahora Bob esta por ahí intentando destruir a... Banana Joe. —miró con los ojos entre cerrados al mencionado entrar a la escuela, ya que se encontraban en el patio por la hora de descanso.

—¡No! Lo que sea estés pensando no lo harás. —ordenó con voz autoritaria al notar su mirada. Conocía a la perfección a su hermano y sabía que haría algo estúpido... como de costumbre.

—¿De qué hablas? No estoy pensando hacer nada malo contra quien me quito a mi némesis... —dijo molesto, pero al notar la mirada de desaprobación de su hermano sonrió nervioso—. Como sea, será mejor que entremos, el descanso ya casi termina y tenemos clase. —comenzó a caminar a la escuela con una sonrisa.

Esto no de veía bien, lo sabía.

Miró el reloj y Gumball tenía razón, era hora de la clase. Oportunamente era su favorita, lo que lo haría olvidarse de las locuras de su hermano al menos por un rato.

(...)

Darwin sonrió en grande.

Estaban en la piscina para su clase de natación después de que todos de pusieran su traje de baño.

—¿Ya he dicho que esta es mi clase favorita?—preguntó sin quitar su sonrisa.

—Mmm, me pregunto por qué es tu favorita...—dice con sárcasmo—. Tal vez sea porque eres el mejor en ella.

—No es mi culpa ser el mejor, específicamente en esta clase. Todo lo he logrado con mucho esfuerzo y dedicación...

—Viejo, eres un pez... literalmente, ¡obviamente vas a ser el mejor!

—Silencio Watterson. —le ordenó el entrenador al felino—. Darwin, ven aquí y muéstrales a tus compañeros lo que practicamos en la anterior clase.

—Claro, coach. —respondió con una sonrisa y se acercó a ellos.

Gumbal rodeó los ojos y se cruzó de brazos. Observó de reojo a cierta banana y aprovechó que estaban ocupados en otra cosa para acercarsele y poner en marcha su plan...

Si Banana Joe ya no estaba, entonces Bob no tendría a nadie para destruir, así que volvería a ser el némesis de él.

Esa era la lógica de Gumball, como siempre llevándolo al extremo.

—Oye, Joe. —lo llamó. Él mencionado volteó a verlo.

—¿Qué pasa Gumball?

—Necesito tu ayuda, verás, se me cayó un centavo a la piscina y no quiero mojarme porque-.

—Porque eres un gato y ellos odian mojarse, ¿no?—cuestionó con una sonrisa.

—¿Qué? Claro que no, ¿de dónde sacaste esa información?—al ver al contrarió fruncir el ceño relajo su gesto—. Digo... sí, odiamos mojarnos. Como sea, ¿podrías recuperarlo por mí, Joe?—preguntó con una sonrisa "inocente".

—Claro que sí, amigo. —se aproximó a la piscina.

Gumball sonrió y fue acercándose lentamente a él dispuesto a empujarlo, pero algo o más bien alguien lo interrumpió.

—Watterson y Joe, vengan aquí y pongan atención en la clase. Esto les podría servir si una manada de perros-.

—Nos persigue, sí, sí, ya sabemos. Ahora vamos, coach. —respondió el felino. Al ver que el entrenador dejó de prestarles atención, volteó de nuevo.

—Aquí esta tu moneda, viejo. —dijo Joe saliendo de la piscina, dejando a Gumball sorprendido.

—¡¿Qué? ¡pero...!—suspiró—. Gracias. —tomo la moneda con una sonrisa forzada.

—No hay de que, para eso están los amigos. —dicho eso fue con los demás.

—Pude haber acabado con él. ¿Y de dónde salió esto?—murmuró molesto tirando la moneda, que al parecer existía, de nuevo a la piscina.

—¡Ven aquí de una vez, Watterson!—al escuchar ese grito rodó los ojos, sin embargo, obedeció.

« Esto no acabaría aquí, porque cuando se trata de acabar con alguien Gumball Watterson no se rinde... O al menos no después del primer intento »

(...)

Como bien pensó, Gumball no se dio por vencido y comenzó a tratar de destruir nuevamente a Banana Joe a como de lugar.

Ahora mismo se encontraba escondido detrás de uno de los libreros de la biblioteca, le había dejado una nota a Joe para que se vieran ahí.

Al ver que había entrado se preparó.

—¿Gumball? Encontré tu nota anónima. —buscó con la mirada al nombrado. — ¿Hola...?

Gumball arrojó con todas sus fuerzas el librero a Banana Joe tratando de no gritar. Pero el que si grito fue Joe, quien cubrió su cara con sus manos esperando el impactó, pero lo habían empujado antes de que el librero cayera y lo aplastará.

—¿Alan... ? ¡Me salvaste!—dijo sorprendido por lo que acababa de pasar. — Muchas gracias. —el globo sonrió.

—No hay nada que agradecer, estabas en peligro y por supuesto que iba ayudar a un amigo.

—Mmm, me pregunto cómo se habrá caído ese gran librero...—comentó colocando su mano en su boca, pensando.

Lo siguiente que escucharon fue un grito de frustración de Gumball al ver que su plan nuevamente no había funcionado, pero lo ignoraron.

« ¿Qué era esto? ¿reunión de gente que más odio? » Pensó molesto.

—Bueno, si ves a Gumball dile que lo veré luego... y que escribió mal mi nombre. —le pidió a Alan antes de salir de la biblioteca.

El felino salió de su escondite y se dirigió a la salida también.

—Oh, hola Gumball, justo Banana Joe te mencionó. ¿Estás bien? ¿el librero no te-.

Alan no terminó su pregunta debido a que Gumball lo hizo explotar.

—Eso es por salvar a mi víctima. Pero no te salvarás la próxima vez Banana Joe, ¡te destruire! —exclamó con una sonrisa maliciosa y comenzó a reír.

Pero al escuchar a la bibliotecaria acercarse y gritar por el librero caído huyó despavorido.

(...)

Gumball continuó con su plan de diferentes formas, pero siempre había algo que terminaba arruinandolo todo o salvando a la Banana de su trágico final. Comenzó hartarse de eso y decidió ir con el plan b.

Banana Joe caminaba por el pasillo silbando una canción, al pasar por las escaleras Gumball apareció de la nada y le dio una patada que hizo que cayera por estas hasta un caja con hoyos.

Se apresuró a cerrarla mientras Joe gritaba por ayuda.

—¡AJÁ, TE TENGO!—festejó a pesar de sus gritos. —Vamos viejo, normalmente no es tan complicado hacerte daño pero hoy lo estás haciendo muy difícil, así que coopera. —dijo poniendo estampillas a la caja—. Espero que te vaya bien en brasil. —sonrió.

Estaba apuntó de llevarse la caja cuando alguien lo detuvo dandole un golpe en la mejilla.

Darwin.

—¡¿Pero qué te pasa, viejo?!

—¡¿A ti qué te pasa?! ¡te dije que lo que sea que estés pensando no lo hagas!—le quitó la caja.

—Oh, vamos. Apenas estás haciendo algo para detenerme, obviamente no te interesaba. —se cruzó de brazos.

—¡Me encerraste en el armario del conserje en cuanto supe que planeabas! Por suerte Rocky me pudo sacar luego de olvidar las llaves de la escuela. —explicó abriendo la caja y dejando salir a Banana Joe.

—¡¿Qué te sucede, Gumball?!—preguntó mirándolo furioso. —¡Después de lo mucho que te he ayudado hoy tratas de enviarme a brasil en una caja!

—No es nada personal, Joe. Es sólo que te estás interponiendo entre una persona y yo, y la única forma de que ya no sea así es acabandote.

—Suena muy personal. —comentó Darwin.

—No sé de que estés hablando, pero Gumball Watterson, a partir de ahora serás mi... ¡némesis!—grito alargando la última palabra y alejándose lentamente de ahí.

—Vaya la ironía... —murmuró—. Como sea, ya me aburrí.

Gumball notó la mirada de desaprobación de su hermano.

—¿Qué? ¡Vamos, no es para tanto!

—¿¡No es para tanto intentar acabar con Banana Joe!? Es nuestro amigo.

—Por favor, si yo o Bob no lo intentábamos, algo, o incluso él mismo, lo haría primero...

—Esa no es excusa para intentar destruir a alguien, Gumball. Deberías olvidarte de Bob y tu obsesión con que vuelva a ser tu enemigo.

—¡Jamás! ¡Bob volverá a ser mi némesisis cueste lo que cueste! No me importa si intentar deshacerme de Banana Joe no funcionó. ¡No me rendiré!

Darwin suspiró.

—De verdad no entiendo porque es tan importante para ti...

—Oh, el pequeño he inocente Darwin Watterson no entiende porque es importante tener un némesis. —infló sus mejillas fingiendo ser él.

—No, no lo entiendo.

—¡Ya te lo dije! Las personas importantes lo tienen y yo soy una de ellas.

—Solo en tu mundo más bien...

—¡Exacto!—sonrió en grande. — Así que si me disculpas, tengo que hacer que un corazón frío me odie. —se despidió y se fue.

El pez anaranjado sabía que si esto no paraba sería mucho peor que lo que ya había hecho con Banana Joe, pero también sabía que su hermano no se detendría hasta conseguir aquello que elevará lo que más tenía... su ego.

Así que decidido, también comenzó a crear un plan para acabar con esto de una buena vez.

Escuchó unos gritos provenir de donde se fue su hermano.

—Quizás sea mejor hacerlo ya...

[...]

Darwin siguió a Gumball, el cual seguía a Rob, que seguía a Banana Joe, que también seguía a Gumball.

Varios némesisis.

« Esto es tan ridículo...» Pensó Darwin.

Justo se topo con Joe, que traía con el un lanza dardos y planeaba lanzarselo a Gumball, pero falló y le dio a un árbol, que rebotó y le terminó dando a si mismo, haciéndolo caer.

« Tal vez no tanto como creí... »

Sacó las dos cartas que tenía preparadas para su plan y lo puso en marcha.

—¿Uhm...? ¿qué?—sacó su teléfono, que no dejaba de vibrar, de su bolsillo. — Oh, nuevo mensaje. —abrió sus mensajes y un pedazo de papel brinco del teléfono a su rostro. Lo tomó y leyó.

Mientras que Rob, que estaba escondido en unos arbustos, recibió también el "mensaje".

—Ring, ring, nuevo mensaje de un amigo. —músico con voz robótica cerca de él.

—¿Qué? Yo no tengo amigos, ni teléfono... ¿de dónde viene esa voz?—cuestionó mirando a su alrededor, pero lo único que recibió fue un papel estrellarse en su ojo.

Darwin sonrió y comenzó a marcharse de ahí mientras escuchaba el grito del chico.

Las cartas invitaban a ambos chicos a un lugar en concreto alegando ser Rob (o "Bob") y Banana Joe respectivamente.

—¡Sí, finalmente!—exclamaron ambos.

Gumball celebró y mientras caminaba se topo con Banana Joe desmayado en el suelo.

—Yo lo dije, se haría daño a él mismo tarde o temprano. —comentó y siguió su camino.

El pez anaranjado rápidamente fue al lugar de encuentro, no podía ser su casa porque Rob pensaría que se trataba de otro plan de Watterson... Y lo era, pero de Darwin Watterson.

¿Y qué mejor lugar para reunirse que en la banca en la calle donde Rob juro convertirse en su némesis?

—Gracias por venir Leslie, contigo en el violín y está puesta en escena funcionará. —agradeció terminando de arreglar los bocadillos y un pequeño mantel que puso en medio de la banca

—No es nada Darwin. Pero dime, ¿para quién es esto? ¿planeas juntar a Gumball y Penny por fin?

—Oh no, sí es para él, pero también es para un sujeto llamado Bob. Y es para que vuelvan a ser enemigos y Gumball deje de comportarse como un maniático. —agregó con una sonrisa.

—Siento que debería estar sorprendido pero conociéndolos ya nada lo hace, pero te apoyo en que Gumball deje de actuar así.

—¡Gracias! Ahora solo debo prepararme. —se ocultó detrás de la banca y se colocó una túnica negra.

—¿Vas ayudarlos o a espantarlos?

—Lo siento, no tenía un smoking así que tome el de papá, pero como ninguno le queda desde que subió de peso ahora usa estas túnicas en su lugar.

—Eso explica porque mis padres en la última reunión escolar dijeron que vieron a una versión de la parca grande y rosa. —comentó con el ceño fruncido.

—¡Ahí vienen!—señaló a Gumball y Rob que venían de direcciones opuestas hacia allí. — Empieza a tocar, yo terminaré de prender las velas. —Leslie obedeció y puso dos en la banca y las prendió.

Estos en cuanto llegaron y se vieron hicieron una expresión de emoción y enojo.

—¡Bob, sí viniste!—exclamó el felino emocionado.

—¡Es Rob! ¿¡Y tú qué haces aquí!? ¿¡Tú me enviaste ese mensaje de Banana Joe que decía que quería verme para enfrentarme como trampa!?

—¿Qué? Claro que no, tú me mandaste un mensaje diciendo que querías verme para volver a ser mi némesisis. —contestó confundido, pero rápidamente cambió su expresión a una de molestia. — ¿¡Y podrías dejar de tocar eso, Leslie!?

—Puff, no saben lo que es bueno. —obedeció rodeando los ojos.

—Por cierto, ¿qué es todo esto?

—Es una treta, para que ambos vinieran aquí. —contestó Darwin apareciendo a su lado.

—¡AHHH! ¿¡Qué haces vestido así!?—interrogó Rob espantado.

—Viejo, te ves como alguien que está a punto de hacer un ritual de iniciación o de entrar a una escuela de magos. —comentó con una ceja alzada. — Espero que hayas lavado eso antes de usarlo después de papá. Y sobre los mensajes, eso explica porque tenía tu letra. —colocó su mano en su mentón.

—¡Agh, debí saber que esto era otro plan de ustedes! ¡lo que sea que estén planeando no me interesa!—intentó marcharse pero Darwin no lo permitió.

—¡No, esto tiene que parar ya! Deben arreglar sus problemas, ¿y qué mejor que con una agradable cena en una banca?

—Ni hablar.

—No se ve muy cómodo.

—¡SIÉNTENSE!—gritó asustando a ambos, que por miedo obedecieron con rapidez. — Ahora, pueden hablar civilizadamente con música de acompañante. —le indicó a Leslie que siguiera tocando.

—¿Esto es por como me comporte, no?—preguntó Gumball.

—Exactamente. —asintió con una sonrisa. — Por favor, inicien.

—¡Esto es ridículo! ¡Todo esto es porque él no puede aceptar que dejé de ser su enemigo! ¡pero no importa cuánto se intente esforzar no funcionará!

—¡Vamos, Bob! Debe ver una forma, ¡yo sé que dentro de ti aún hay odio por mí y que quieres seguir siendo mi némesisis!

—¿¡Cómo podría si quiera serlo!? No solo no recuerdas mi nombre ni sabes decir némesis, ¡si no que tampoco eres capaz de tomarme enserio! Te conozco muy bien, eres egoísta y solo piensas en ti mismo, y el que sea tu enemigo solo te hace agrandar tu ego y por eso quieres que vuelva hacerlo, ¡pero no será así, Gumball Watterson! ¡Ya no soy un don nadie, yo también importo fuera de tu mundo!

« Wow, sí que lo conoce bien » Pensó Darwin mirando a ambos con preocupación.

Leslie había dejado de tocar, y estaba presenciando lo que más amaba... Chisme.

—No es por eso, no lo entiendes...

—¿Qué? ¿qué cosa no entiendo?—frunció el ceño molesto.

—Que... No me enoja que ya no quieras serlo porque no seré alguien importante como las personas que los tienen, si no porque...

—¿Qué...? ¿¡QUÉ!?—gritó esperando una respuesta.

—¡Porque eres lo más interesante que me ha pasado, ¿¡okey!?—respondió por fin. — Me puso celoso que quisieras ser enemigo de alguien más y por eso intenté acabar con Banana Joe, pero la verdad es que, ¡yo soy el don nadie! Sí, todo el tiempo estoy involucrado en aventuras pero sigo siendo un fracasado. Tenerte como enemigo me hizo sentir importante por ti. Y a pesar de todo, al menos no eres un perdedor como yo...

Todos quedaron sin habla ante sus palabras, y sin duda la música que Leslie decidió tocar para ambientar ese discurso ayudó a que fuese más dramático..

Rob recordó las palabras que le dijo la última vez que se vieron. Tampoco sabía que pensar, por un momento creyó que estaba mintiendo... pero ya lo conocía bien para saber cuando lo hacía, además de que estaba a punto de llorar, lo que comprobaba más que no mentía.

—¿Te pusiste celoso por eso? Creí que solo querías que volviera a ser tu némesis para alimentar tu ego, no imagine que fuese tan importante para ti.

—Créeme, lo es. —Darwin asintió. Aún estaba sorprendido por la forma en la que su hermano se abrió, era la primera vez, y probablemente la única, en la que hablaba así de cómo se sentía. Aunque era algo habitual en él hacer cosas así por sus celos y envidia.

—Pero está bien, dejaremos de serlo. Entiendo que ahora odies a Banana Joe, es alguien bueno para odiar aunque sea difícil de destruir. —dijo con los ojos llorosos.

—Sí... Bueno, es mejor que me vaya ya.

—Sí, de acuerdo. —resistió las lágrimas.

Darwin y Leslie sentían que veían a una pareja separándose, lo cual era cierto pero en otro contexto. El drama los había envuelto y querían llorar también.

—¡Gumball Watterson, pagarás por lo que me has hecho! ¡ES TU FIN!—un grito de furia proveniente del otro lado de la calle los alertó, voltearon encontrándose con Banana Joe.

—Ah, despertó...

Éste se acercó hacía el gato azul con intenciones de atacarlo y sin dejar de gritar, pero antes de que lo consiguiera el de la voz hermosa, Rob, le dio una patada, igual a la que le dio Gumball en la escuela, y lo rebotar desde un auto hacía el cielo.

—Rob, ¿me salvaste...?—preguntó éste embobado.

Éste lo observó sorprendido ya que lo había llamado por su nombre.

—Para ser sinceros, no estabas en ningún peligro. —comentó Darwin, pero Gumball lo ignoró.

—¡Me salvaste, significa que te importo!—dijo emocionado.

—¡No es así! ¿Lo olvidas? Él es mi enemigo... Aunque, ahora que acabé con él y no tengo más enemigos... supongo que podría volver a ser tu némesis. —propuso avergonzado.

—¡CLARO QUE SÍ!—Gumball sonrió en grande y fue abrazarlo, para pesar de éste.

—No lo entiendo, ¿es un final triste o un final feliz?

—Es un final y basta. —respondió Darwin a la pregunta de la flor mientras observaba esos dos.

Un rato pasó, Rob y Leslie se fueron, Gumball y Darwin se quedaron solos en aquel lugar.

—Así que...—se acercó a su hermano, que seguía viendo por donde su némesis se fue.

—Sip, de nuevo somos némesisis.

—Me refería a que... ¿Ahora te gusta, no es así?

—Oh sí, definitivamente me gusta.

Después de tres días terminando de escribir esto lo conseguí terminar! Xd

Explico rápido: Esto era un borrador de un libro que tenía de la pareja pero que nunca seguí ni publiqué, así que como estoy rescatando escritos así lo edite como un os y le di un final xd

Antes eran 4 capítulos, así que es por eso que duró mucho, perdón jsjs

Se me hace curioso que no haya tanto material de este ship, del que si lo hay más para mi sorprenda es para el ship de Gumball x Chico Salchicha 🤔

Que si soy sincera nunca los shippee, but si llegué a leer un libro de ellos y aunque sí me gustó, prefiero esta pareja jsjs

Enfin, seguiré esperando la película pero ver a estos dos personajes juntos otra vez 🙏

Las últimas líneas son referencias a Los Simpson y Amphibia, tres programas GOD junto a Gumball, yES

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro