Steve Rogers
Pareja: Steve x _______
Partes:2/2
Título: Caminata
Advertencia: Smut
Total, Palabras: 1689
Narra Steve:
3:43 am y yo no podía dormir, puesto que tenía la perfecta imagen de mi novia dormida, se veía tan pero tan tierna, que no pude evitar sonreír como tonto enamorado que estoy. La tenue luz de la luna que se colaba por la ventana y se veía reflejada en su ya de por sí, hermoso rostro, haciendo que su piel se viese tan suave, bueno más de lo que ya es, además de que sus labios se observaban demasiado deseables, tan linda que es ella...
Por un momento, pude dormir, pero mi cuerpo me decía que ya me tenía que "despertar" sí, a las 5:54 de la mañana y me levanté. Al momento de levantarme, mi hermosa princesa se despertó
—Amor... ¿A dónde vas ahorita? Es muy temprano—Me preguntó adormilada y restregándose los ojos. Aún un poco despeinada y desarreglada, _____ se veía muy bien, y muy tierna
—Voy a correr, siento que no hice nada ayer ni antier y necesito moverme—Le respondí acostándome a su lado y acariciando su mejilla.
—¿No te moviste ayer ni antier? ¿Entonces qué pasó esas dos noches seguidas dentro de mí? —Me cuestionó de nuevo, a lo que no pude evitar sonrojarme por el recuerdo de la noche anterior.
—Awww, Steve, que lindo te ves sonrojado. —Alagó mi hermosa novia, ahora tocándome la mejilla para después plantarme un lindo y suave beso
—Te amo, hermosa—Le dije cuando nos separamos por la falta de oxígeno.
—También te amo, mi amor...—Respondió a mi novia y esta vez, yo le di un beso
Narra ______:
Verán, Steve y yo tenemos tres semanas de esposos, y sí, a lo mejor y es poco, pero nos acabamos de casar. Después de casarnos, tanto Steve como yo, nos retiramos del trabajo de ser un vengador, nos mudamos a una pequeña casa en el campo, así como Clint y su esposa. Y por si se lo preguntan por lo que dije, sí, ya habíamos tenido relaciones dos días seguidos, y pronto serían tres.
—Amor, anda, quédate, por favor, bebé—Le dije tratando que se quedara.
—No, hermosa, necesito moverme—Me respondió levantándose de la cama.
—Aquí puedes moverte, cariño—Traté de convencerlo.
—¿Ah sí? ¿Dónde? —Me preguntó curioso y dándose la vuelta para observarme.
—Dentro de mí, amor. —Contesté pícara, pues realmente quería que fuesen 3 días seguidos
—Dios, ______, estás loca—Respondió sonrojado, a lo cual, sonreí
—Sí, loca, pero por tenerte dentro de mí, amor—Continué levantándome y parándome a su lado, aun tratando de convencerlo
—¿Enserio, _____? ¿Tres días seguidos? —Me cuestionó dándose otra vez la vuelta para escoger algo de vestir e ir a correr.
—Sí, jamás me cansaría de ti y de tenerte dentro de mí. —Respondí y lo abracé por detrás. Posteriormente, se dio de nuevo la vuelta y me abrazó.
—Está bien me quedo—Me dijo para luego acostarse en la cama que compartíamos. A los segundos yo ya estaba acostada y abrazada de él.
Y pues...quería cumplir mi deseo, así que me separé y Steve se puso boca arriba, lo cual hizo que me fuese más sencillo que yo me pusiese encima de él.
—Ca-cariño, ¿Q-qué ha-haces? —Me preguntó sonrojado y nervioso, claramente.
—Nada, solo quiero que sean 3 días seguidos, anda, amor—Respondí tratando de sonar convincente, y parece ser que funcionó, pues Steve tomó mi cintura y empezó a hacer pequeños movimientos sobre su miembro. Steve gemía tanto, igual que yo al sentir su masculinidad levantarse poco a poco.
—Ay, ___-_____ e-estás lo-loca—Gimió Steve dejando de hacer ese tipo de movimientos.
—T-tú e-eres el que m-e me po-pone a-así—Respondí a su comentario mientras uno que otro gemido se me escapaba, y los cuales Steve callaba con un beso, mientras metía sus manos dentro de mi blusa de pijama con demasiado cuidado, como si fuese a lastimarme (Que, por cierto, mi blusa, estaba al revés, ahora que me daba cuenta, de eso Steve se rió.)
Mientras tanto, yo metí mis manos a su playera deportiva, la primera que encontró ayer en la noche después de lo que pasó entre nosotros. Me dispuse a sacar su camiseta, pero, como era evidente, me fue imposible esa tarea, puesto que él es mucho más grande que yo, y su cuerpo me lo impedía, así que él me ayudó separándose de mí, y quitándosela él mismo.
—Te amo, linda—Susurró a mi oído con la voz ronca
—También te amo, cariño—Le respondí para después darle un beso.
Amaba la parte salvaje de Steve, pero...a pesar de todo, él en la cama, seguía siendo todo un caballero, y eso, me encantaba más que nada.
La noche anterior, Steve me hizo sufrir torturándome lamiendo y chupando a su antojo mi feminidad antes de entrar en mí. Pero...ahora es mi turno. Empecé a besar su cuello, y luego a hacer un camino de besos húmedos desde su pecho desnudo hasta el borde de su pantalón de pijama, cosa que bajé y pude observar a detalle como su amigo rogaba por salir de su ropa interior, así que lo liberé bajando su ropa interior. Una vez cumplida mi misión y con el miembro de Steve liberado, empecé a hacer él va y ven con mi mano, mientras Steve gemía demasiado, para torturarlo aún más, introduje a Steve Jr. en mi boca, y continué con mi trabajo. Supe que Steve iba a llegar al orgasmo cuando me dijo:
—Santa mierda, voy a llegar, ________—Gimió y yo me separé
—Lenguaje, Capitán—Reprendí a mi esposo por su mal vocabulario
Steve comenzó a sacar mi blusa, puesto que no había podido unos momentos atrás, por la pequeña tortura que le había producido.
Masajeó mis pechos sobre la tela de mi sostén haciéndome gemir demasiado, pero después retiró este con demasiada dificultad. Se dispuso a ir haciendo un camino de besos húmedos desde mi cuello hasta mis pechos, donde se metió uno de estos a su boca, lo cual obviamente me hizo gemir más y más. Llegó a tal punto, que empezó de nuevo a besar todo mi abdomen y pasar hasta mi feminidad donde retiró mis bragas, además de que me hizo sufrir igual que ayer lamiendo mi parte baja, aunque a diferencia de ayer, esta vez, empezó a masturbarme metiendo uno de sus dedos dentro de mí. Sinceramente, al contrario de la primera vez, en este momento, estaba disfrutando demasiado esto, y para aumentar mi placer y, al parecer, mis gemidos, Steve introdujo otro dedo más en mí además de aumentar considerablemente la velocidad, al igual que mi placer y gemidos
—S-Steve, a-amor, vo-voy a lle-llegar, ahhhhhhhhh—Advertí mientras aún gemía.
—Solo resiste un poco más, mi niña bonita—Me pidió sacando sus dedos de mí y retirándose hasta la mesa de noche, donde al borde de esta, se encontraba reposando un paquete de condones, de los cuales ya habíamos utilizado dos. Steve quiso sacar uno, pero se lo impedí.
—Amor, quiero intentarlo sin condón e intentar también tener un hijo... ¿Q-qué dices? —Le pregunté sonrojada, pues ese era mi futuro ya planeado con él
—C-Claro, pri-princesa...—Me respondió para después volver junto a mí y posarse por encima de mí entró en mí no sin antes besarme
—Te amo, hermosa—Me dijo para ahora sí, entrar en mí de una vez por todas.
Entró, pero se detuvo, porque el tamaño de su amigo, era demasiado grande para mí, así que me tenía que acostumbrarme, pero en cuanto supo que yo ya estaba lista, empezó con embestidas suaves, que me hacían gemir más y más conforme su velocidad avanzaba.
Unas embestidas, gemidos, caricias, besos más y...
—Amor, amor, y-ya vo-voy a lle-llegar, ¡Ahhhhhhhhh! Ste-Steve...—Yo ya había llegado al orgasmo, y a los segundos, él también.
—¡Ahhhhhhhhh!, _______, acabo d-e de lle-llegar... Ahhhhhhhhh, linda —Gimió Steve, cosa que me encantaba oír.
Esperamos unos segundos, y sentí un líquido caliente entrar en mí, me estremecí, y Steve salió de mí.
—Te amo, hermosa—Me dijo Steve acercándose a mí y abrazándome por detrás. —Definitivamente, esto es mucho mejor que salir a correr—Argumentó Steve dándome un beso en la cabeza, eso hizo que me volteara para quedar frente a frente con el hombre que me volvía más que loca.
—Te amo, Steve, eres el único que me pone así de loca, y el día que me pediste matrimonio, no mentía, eres el primer novio que tengo que me importe tanto, además de ser el primero que, ame tanto. —Respondí y después le di un beso.
—________, te juro, que si en algún momento, llegamos a pelear, y me enojo contigo, solamente será por un momento, ya que contigo, no puedo estar enojado por demasiado tiempo, porque ante mis ojos, eres demasiado perfecta, y solo sé que te amo. También de paso, quería agradecerte, por todo, todo, cada pelea, cada beso, cada segundo que puedo pasar junto a ti, porque eso me hace valorarte y amarte más de lo que ya lo hago, Te amo, mi hermosa esposa...—Dijo y yo nada más pude besarlo con lágrimas en los ojos
2 semanas después
Me estaba sintiendo mal últimamente, puesto que, vomitaba a cada rato, no podía comer porque me asqueaba, me mareaba fácilmente, me dolía mucho la cabeza, en fin, toda yo, era un desastre.
Mi única explicación lógica para esto, era que estaba embarazada, o si no, que un mago me había hechizado, y que me hacía sentir mal. Por supuesto que esa segunda explicación no era en lo absoluto posible, así que decidí hacerme una prueba de embarazo. Pero como cada vez que me levantaba de mi cama, me sentía peor, tuve que llamar a Nat.
Teléfono:
—¿Hola?
—¡¡Natasha Romanoff!! Necesito tu ayuda urgentemente
—¿Quién es?
—Soy ______, ¿No tienes agregado mi número?
—¡¡¡_______!!!, Sí, si lo tengo, pero...no me fijé perdón, ya mismo voy para allá
Fin de la llamada.
1 hora pasó, y Nat ya había llegado...
Okey, esto me fue demasiado complicado...aún soy novata en esto...Y pues quiero 15 comentarios 8 votos en 2 semanas, y subo una tercera parte. Y ya sin más
FÁTIMA FUERA
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