Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Robert Pattinson

Pareja: Robert x Caro
Canción: Litte Things
Para: cmmv2004 ;) ❤️
Advertencia: Pues... Considerando que a ella no le gusta mucho el romance... ¿Cursi y empalagoso?
______________________

Carolina terminó de vertir el agua caliente sobre su taza favorita antes de colocar la pequeña bolsa de té comercial.

— Es... Gracioso, ¿sabes? — soltó al aire.

— ¿Qué cosa, cariño? — inquirió el castaño bajando su taza.

— Soy... La novia de un inglés y sigo tomando té comercial — dijo la azabache con una sonrisa divertida.

Robert la siguió con una pequeña risa. — ¿De chocolate o vainilla? — inquirió la morena sacando dos paquetes de galletas.

El castaño se levantó para abrazarla. — Las que tú quieras, Carol — sonrió. — Te amo — susurró en su oído.

— ¿Sabías que... Las mariposas que sentimos en el estómago, son realmente las neuronas intestinales estimuladas por neurotransmisores? — soltó de pronto.

— ¿Ah sí?... Bueno, creo que mis neurotransmisores estomacales están muy activos cuando estoy junto a ti — sonrió ligeramente.

— ¿Y has escuchado sobre la teoría de Everet? — murmuró torpemente. No era algo difícil de descifrar que la cercanía del castaño la ponía más que nerviosa.

— Hablas sobre eso todo el tiempo, literalmente — dijo el ojiverde sosteniéndose de la cintura de la azabache.

— Yo... Lo siento — susurró bajando la mirada.

— ¿Pero sabes? Amo eso de ti... — sonrió ligeramente dejando un beso sobre la coronilla de la chica. — Amo... Cuando estás tan nerviosa que empiezas a intentar cambiar de tema — seguidamente dejó otro beso sobre el mismo lugar. — Amo cuando esos mismos nervios te hacen mover así tus manos — dijo antes de poner un nuevo beso, esta vez, sobre la frente de la chica.

— Robert, te lo suplico, para — pidió cerrando fuertemente sus ojos.
Los lentes que reposaban anteriormente sobre el puente de la nariz de la chica, habían bajado hasta la punta de esta.

Robert solo subió estos con la punta de su nariz. — Y sobre todo, todos, y toda cosa, te amo a ti — murmuró bajando hasta los labios de la azabache.

De pronto, interrumpiendo el momento, un sonido lo suficientemente desconcertante y ruidoso los hizo sobresaltar. — ¡Carajo! — exclamó en español. El agua había empezado a tirarse debido al hervor. Había dejado la flama encendida y el agua en el mismo lugar, haciendo que esta de pronto hirviera.

— Me encanta cuando hablas español, te ves jodidamente sexy — soltó Pattinson.

— Cállate, ¿no ves que casi quemo la casa? — inquirió Caro exagerando las cosas.

— Linda, es solo un poco de agua — dijo el castaño con una sonrisa burlona.

Robert volvió a abrazarla por la cintura, esta vez, Caro estaba vuelta hacia la estufa, mientras él se sostenía a su cintura.

Empezó a tararear una pequeña canción, muy especial para ambos. Litte Thingsde One Direction.
No había letra, solo se limitaban a tararearla.

Después de un tiempo, volvieron a sentarse, compartiendo nuevamente una charla de esas que nunca tienen fin.

— Amor — llamó el castaño. — Sé que esto no tiene nada que ver con lo que estábamos hablando — dijo refiriéndose a su platica sobre el quidditch.

— Sí, bueno, dudo mucho que tenga que ver con Harry Potter — interrumpió la azabache acomodándose en el pecho del chico.

Hacía unos minutos que se habían trasladado al sillón para hablar, y ahí se habían quedado.

— Pero... ¿Puedes ponerte esto? — pidió el castaño extendiendo una camisa suya hacia las manos de la azabache. — En los ojos — especificó.

Caro solo lo veía extrañada. — ¿Confías en mí? — preguntó Robert, a lo que la mexicana rápidamente asintió. — Póntelo — ordenó.

La chica obedeció amarrado bien la playera a su cabeza.
— Bien, toma mis manos — pidió extendiendo estas hacia ella, quien torpemente las tomó. Le ayudó a levantarse del sillón dando un pequeño tirón. — Sígueme, nena — susurró acomodando a Caro de una manera en la que ella quedara al frente.

— Robert Douglas Thomas Pattinson, si me caigo, te mataré — amenazó la chica extendiendo sus brazos.

— Confía en mi, nena, no te voy a dejar caer, nunca — murmuró nuevamente en su oído, causando que un escalofrío recorriera la columna de la pelinegra.
Torpemente llegaron hasta lo que, según Caro, era el jardín.

— Rob... — a penas pudo murmurar, quizá no era precisamente la cosa más romántica que existía, pero era suficiente para ella.
Camino de velas hasta... Donde parecía haber una pequeña caja.

— Nena, quiero que me escuches, necesito gritarlo... — dijo deteniendo a la azabache y regresandola hasta donde había empezado en camino de velas.

— Pero... Robert... — intentó decir la chica.

— No, pequeña, escúchame — reprimió. Caro no dijo nada más. — Tus manos caben en las mías, como si estuvieran hechas solo para mí — empezó tomando las manos de la chica. — Y mira, esto estaba destinado a ser... Estoy uniendo todos esos pequeños puntos en tus mejillas, y ahora todo tiene sentido — dijo dando un paso hacia atrás, haciendo que la azabache diera uno hacia adelante. — Sé que nunca has amado esas pequeñas arrugas de tus ojos cuando sonríes — siguió soltando una de las manos de la pelinegra para acercar la suya hacia su rostro y acariciar el lugar donde se formaban dichosas arrugas.

— Rob, por favor, dime que no es lo que estoy pensando — pidió ella, como rogando, sin dejar de observar a la cajita y después al castaño.

— Cariño, escúchame, por favor — riñó el castaño. — sé que nunca has amado ni tu estómago ni tus muslos — señaló arrastrando sus manos hasta la cintura de la chica, mientras daba otro paso en reversa.
— Mucho menos los hoyuelos en tu espalda al final de tu columna, pero yo los amo, y los amaré hasta el final, no dejaré que... Esas pequeñas cosas pasen desapercibidas — habló, mientras veía como los ojos chocolate de aquella mujer que tanto amaba, empezaban a empaparse. — Yo... Estoy tremenda, loca, profunda, incondicional y estúpidamente enamorado de ti... De esa extraña manía de tomar una taza de té antes de ir a la cama, quizá esa sea la razón por la que hablas en tus sueños, aunque no son cosas que entienda, las guardaré, esas pequeñas conversaciones, los secretos, los guardaré, a pesar de que nunca las entienda — mientras hablaba, seguía dando pasos hacia atrás.

Su sonrisa se iba desvelando junto a la luz de la luna y las velas que cada vez se intensificaban más y más. — Y sé que nunca has amado el sonido de tu voz en una cinta, o un mensaje, te aterra ver tu peso sobre una báscula, y todavía te exiges meterte en esos jeans de hace años — dijo bajando una mano esta vez hacia la pierna de la azabache, o hasta donde está alcanzaba, mientras seguían retrocediendo. — Pero tú, tú eres perfecta para mí, todo eso que tú ves como imperfección, para mí es precisamente lo que te hace perfecta, por eso me enamoré de ti — ya faltaba poco para llegar a la caja que tanta curiosidad le causaba a la pelinegra.
Robert volvió a pasar su mano, esta vez hasta encontrar la mano de la pelinegra. — Nunca te has tratado bien, ni te has amado la mitad de lo que yo te amo, pero necesito que lo hagas, que te ames tanto como yo a te amo a ti, quiero que abras los ojos y te des cuenta de lo mucho que eres para mí, lo perfecta y hermosa que eres ante mis ojos — de pronto habían llegado a la cajita tirada en el piso.

Robert se detuvo y la tomó entre sus manos. — Cierra los ojos, amor — pidió, e inmediatamente Carolina lo hizo. — escúchame, solo eso, escúchame — ordenó. — I won't let these little things slip out of my mouth, But if it's true, it's you, It's you, they add up to, I'm in love with you, And all your little Things... — cantó terminando por fin la canción.
De los ojos cerrados de la chica, brotaban mares de lágrimas. — Son lo que te hacen perfecta para mí, y son lo que me hacen pedir... Una vida junto a ti — finalizó. — abre los ojos...

Carol no dudó en hacer lo que el castaño le había pedido.
Y ahí estaba él, en una típica posición, de rodillas, con la pequeña caja entre sus manos.
— Carolina Hernández Hernández, ¿quieres pasar el resto de tu vida conmigo? — hizo aquella pregunta tan difícil de hacer.

Caro, por su parte, estaba en shock, sin poder responder siquiera... Sus manos temblaban igual que sus piernas, sus mejillas estaban empapadas en lágrimas, y su cuerpo no reaccionaba.

— ¿Nena? — llamó Robert borrando su sonrisa al ver como la azabache no contestaba.

— Robert... — murmuró a penas audible, las lágrimas bajaban a mares de sus ojos. Y tras unos segundos más de silencio, Caro pudo responder. — Sí, Robert, sí — a penas pudo murmurar.

Robert se levantó riendo nerviosamente para abrazar a la azabache y poder dar vueltas con ella entre los brazos. Ambos estaban temblando de la emoción, felices porque... Estaban junto a la persona más importante en su vida.

Torpemente, Robert atinó a poner el anillo sobre el dedo angular de la pelinegra.

— Te amo — dijo en un susurro el castaño.

— Te amo — le correspondió la morena.

El ojiverde, tomando el rostro de la chica, se acercó a besarla.
Era todo como la primera vez, como su primer beso... Se sentían en Marte y más allá, porque al menos hablando por Robert, eso era lo que la azabache le causaba.

______________________

¡¡Sorpresa para la mejor amiga del universo entero!!
cmmv2004 sé que no es mucho pero... La idea la tenia desde hace tiempo, y bueno... Espero que esto te anime... Por lo menos un poquito, que no te quepa ni la menor duda de que te amo demasiado, y pues... Siempre estoy aquí ❤️

En fin, espero que les haya gustado por lo menos un poquito, y bueno... Sho me voy ❤️

FÁTIMA FUERA

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro