Peter Pevensie
Pareja: Peter x _______
Advertencia: Me dolió, pero ni modo...
Título: Un ángel no debe llorar.
Canción: un Ángel No Debe Llorar—Los Bondadosos.
Nota: No voy a poner la canción, pero, pondré en negrita (como aquí) la letra de la canción, y, en letra normal, lo que dice Peter.
___________
—¡Maldita sea, Peter, que no quiero que ella se te acerque y ya! —Gritabas enojada... Te sentías mal, pero, él parecía no entender muy bien.
—¿¡Por qué!? ¡Tú estás todo el tiempo con Edmund y yo no te digo nada! ¿¡Por qué ahora que tengo una amiga me quieres alejar de ella!? —Respondió con el mismo tono aquel Pevensie que tanto amabas. Debemos admitirlo, eso dolió más que cualquier otra cosa.
—¡Porque se nota a leguas que ella te quiere, y no como amigo! —Dijiste con el mismo tono.
—¡Debes entenderlo, _______, a Edmund le gustas tú también, y yo, o te digo absolutamente nada! —Gritó en defensa Peter.
—¡Peter, Edmund, tiene novia, ¿Lo olvidas?! —Recalqué para hacer entrar en razón a Peter.
—¡Eso no quita el hecho de que esté enamorado de ti! —Volvió a gritar Peter. Esta vez, sentiste aún, peor.
—¡Edmund me quiere COMO HERMANA!—Remarcaste el "hermana" porque parecía que no había otra forma de que él entendiese.
—¡Y a todo eso! ¡¿Por qué odias tanto a Isabella?!—Subió aún más la voz... Claro, si eso era posible.
—¡Por mis inseguridades, Peter! ¡Tú más que nadie sabes que jamás me ha agradado mi cuerpo, porque me siento ballena, mi cabello y ojos son de un café normal, nada en especial! ¡Hasta mi piel es mas bronceada que la tuya, la de Helen, la de Susan la de Lucy, la de Edmund! ¡PETER, ODIO MI CUERPO! —Dijiste en un grito desgarrador, te sentías más que quebrada. —¡Me siento fea! ¡Siento que cualquier chica con ojos azules, rubia, y esbelta te quitará de mi lado! ¡Por eso tengo miedo! ¡Porque me creo mas que fea! —Soltaste en un nuevo grito, más que desgarrador. —¡Tu más que nadie sabes lo que he pasado solo para seguir viviendo! —Lloraste amargamente.
—¡Sigue creyendo eso, entonces!—Terminó de matarte Peter con su tono indiferente y enojado... Te sentías aún peor. Solo te diste media vuelta, y caminaste hasta que te adentraste en tu propia habitación de Cair Paravel.
Cerraste la puerta con cerrojo, para que nadie te molestara, y, después te tiraste bruscamente hacia tu cama esperando que, en la caída, el golpe afectara tu cabeza y así, por fin, fallecer, pero no, no sucedió así. Te fuiste hasta un rincón de tu cama, solo para llorar, mientras escuchabas unos pasos desesperados por los pasillos.
Pasaron quizá dos horas, hasta que llamaron para comer, agradeciste a quien fuese que estuviera allí fuera, pero al tiempo te disculpaste, ya que no querías comer con tu novio. Solo querías estar sola.
Escuchaste unos gritos y dos golpes... Te asustaste, pero, decidiste ignorarlos. Por lo menos 15 minutos después, se escucharon tres voces, que, fácilmente pudiste reconocer.
—________—Llamaron tus tres amigos, Edmund, Susan y Lucy.
—Chicos, no quiero hablar.—Dijiste apagada. De verdad no querías hablar.
—Vamos, déjanos estar contigo—Dijo Edmund. —Lo necesitas, sabemos que Peter te hizo daño—Continuó después de un suspiro.
—_____, Peter no importa, aquí estamos nosotros, abrenos, por favor —Dijo la pequeña Lucy.
Decidiste hacerlo, y, cuando por fin abriste, la primera en lanzarse a tus brazos, fue Lucy.
Le correspondiste, y después llegó Susan y, por último, Edmund.
Tres días después...
Aunque habían pasado más de 72 horas, te seguía doliendo como el mismísimo infierno, y, aunque pareciera que no, a Peter también le dolía. Cada noche, se encerraba en su habitación, en una esquina solo para dedicarse a llorar y, al día siguiente, solo fingir que todo estaba bien.
Pero, simplemente, Peter ya no podía más... Se sentía salo y vacío desde que tu ya no le abrazabas, o lo besabas.
Simplemente se sentía solo, triste y sin nadie, ya que sus hermanos estaban de tu lado, al saber que Peter era el que te había hecho sentir mal, lo dejaron del lado, solo Para intentar apoyarte.
Él decidió parara aquel martirio, y, por fin, hablar contigo.
—______–Llamó a tu puerta, tratando de que su voz no se quebrara.
—¿Que quieres? —Dijiste fría. —¿Vienes a romperme otra vez? ¿A decirme que siga creyendo que soy fea? —Tu voz esta vez se quebró.
—Necesito hablar contigo, por favor. —Esta vez, su voz se escuchó más que quebrada.
—No, Peter, no quiero salir más herida... Por favor, hay que dejarlo así... Enserio —Respondiste esta vez, sin poder evitar llorar.
—____, sabes que no me iré de aquí hasta que me abras—Dijo Peter mientras recargaba su cabeza en la puerta desesperado y triste a la vez.
Tu cuerpo y la necesidad de verle y estar cerca de él, fueron más fuertes que tu misma conciencia, así que, te levantaste de la esquina de tu cama y abriste la puerta.
A los segundos, un cuerpo fue lanzado sobre ti. Peter se había dedicado a abrazarte, solo porque lo necesitaba y te extrañaba demasiado.
—No me gusta estar peleado contigo
No me gusta verte triste mi amor
Como pude ser tan grosero contigo?
Si tú conmigo eres un ángel de Dios
Ven abrázame mi amor
Y
deja de llorar
Sonríe por favor
Levanta tu mirar
Y déjame limpiar
Con besos esas tiernas lágrimas
Como pude ser tan grosero contigo?. Ni si quiera yo mismo me lo explico. Por favor, _________, mi niña, mi princesa, mi reina, mi amor, mi todo... Perdóname, enserio... Yo... No sé que fue lo que pasó... Me sentí de repente a tan celoso, tan triste, tan solo, tan... Tan mal que... Que no supe controlar mis palabras.—Lloraba mientras te abrazaba, sin embargo, y aunque tu querías, no correspondías a su abrazo, no sabes si era por orgullo, o si era porque simplemente no quieras salir más lastimada. —Y es que un ángel no debe llorar. No debiste hacerme caso
Me debiste de ignorar. Todo lo que dije, que Edmund te quería, lo dije por los malditos celos que me mataban, sentía que él te arrebataría de mi lado, y, me sentía mal, enserio, perdóname, cuando me dijiste aquello de que te odiabas, me sentí impotente... Porque, mi boca dijo otra cosa, que te hirió más, pero mi cabeza pensaba en decirte que para mí tu eres lo mas importante y hermoso que tengo en mi vida. Te extraño, no había noche que no llorara por ti hasta quedarme sin lágrimas, solo para que el día siguiente, me notaran feliz. ________, me odio tanto solo por dejarte ir y hacerte sentir mal. Odio eso, por favor, mi niña, mi hermosa, mi amor, mi mejor amiga, mi vida entera, mi corazón, mi todo, mi alma, perdóname, cielo mío, perdóname, por favor —Él lloraba en tu pecho mientras tu solo pudiste corresponder al abrazo, por que sí, para ese momento, ambos seguían abrazados, aunque sólo para ese momento, tú correspondiste.
—Te amo, no quiero que los celos de ambos terminen esta relación que tenemos desde los diez años—Repondiste mientras sacabas alguna que otra lágrima, y, reías por el recuerdo de su primera etapa de noviazgo.
Sin previo aviso, Peter sólo levantó su cabeza, y, se lanzó a tus labios, y, aunque tardaste unos segundos en responder, terminaste por hacerlo, mientras pasabas tus brazos por su cuello. Él posó su brazo derecho en tu cintura y el izquierdo en tu mejilla, profundizando el beso... Algo que ambos necesitaban desde hacía tres días atrás. La falta de oxígeno se hizo presente, pero la ignoraron hasta que ambos podían morir asfixiados por la falta de aire.
—Un Ángel No Debe Llorar y menos si es por un estúpido como yo—Sentenció Peter juntando sus frentes, mientras los brazos de ambos seguían donde mismo, y así, lograron otro beso.
Al final, el jamás te hizo llorar nuevamente... Porque ese era su lema...
Un algel no debe llorar... Y menos si es por un idiota como yo...
_________
No tengo mucho que decir, solo que me dolió escribir esto... So...
FÁTIMA FUERA
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro