Voices
Gulf estaba llegando a su límite y no pudo evitar que las lágrimas se deslizaran por sus mejillas.
Se encontraba en el departamento que compartía con los chicos. Pero a pesar de limpiar por aqui, cocinar algo, escuchar musica y ver películas para distraerse, las inseguridades volvieron a llenar su mente.
¿Y si lo estoy obligando a salir conmigo?
Gulf llevaba meses de relación con Mew, esto era un secreto para todos menos para sus amigos y familiares quienes los apoyaban y solo eso bastaba para ellos , pues tampoco querían hacer su relación pública.
A pesar de esos hermosos meses de relación, nuestro pequeño Gulf se preguntaba si realmente Mew lo quería.
Siempre que lo abrazaba o trataba de besarle, este lo alejaba; cuando quería mostrar un poquito del amor que le tenia frente a las cámaras, este se volvia mas frio y junto a una sonrisa lo apartaba. Tal vez por que el sabia lo que pasaría si los descubren y quería ahorrarse las molestias. Aunque se le hacia raro ya que el mayor siempre a sido una persona que constantemente le tenias que mostrar y dar cariño, lo cual al principio a Gulf le molesto pero cambió por el con el paso del tiempo.
Pero esto no evitaba que Gulf se llenará de miedos e inseguridades.
Quizá solo a mi me gusta y no me rechazó por lastima.
Gulf tapó sus oídos, tratando inútilmente de callar las voces en su cabeza, estaba agotado, ya no quería pensar . . . . ni sentir.
Su mente siempre había sido un lío, pero era peor ahora. Las pesadillas eran seguidas, además de que se sentia inutil e inservible.
Mew era su ángel y demonio, con su sonrisa lograba detener las voces. Pero con sus acciones lograba que estas aumentaran.
Era jodidamente exquisito pero venenoso. Disfrutaba de él a pesar del daño que le hacia.
Grito.
- ¡Paren por favor!
Sus manos apresaban con fuerza su cabeza, las lágrimas se intensificaron y de su boca solo salían quejidos. Su cuerpo temblaba sin parar.
Escucho pasos y algunas risas, abrazo sus piernas, ocultando su rostro.
Los chicos ingresaron pero guardaron silencio al ver al castaño quien estaba en medio de la sala, abrazando su piernas.
- ¿Gulf, estas bien? - la voz de Mild expreso lo que los demás querían decir.
El nombrado alzó su cabeza.
Ojos rojos e hinchados, lagrimas aun recorriendo sus mejillas, labio levemente herido, respiración agitada y cuerpo temblando.
Pero sonrío.
- Estoy bien P'Mild- dirigió su mirada hacia su pareja, quien le miraba con preocupación - Mejor que nunca.
Por que estaba bien.
Mientras el estuviera todo estaba bien.
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