Un encuentro inesperado en Boston pt2
"Meredif olvida lo que dije es solo...." Addison no supo que más decir solo salió corriendo en dirección al baño.
"Addie!....Addison espera!" Grito meredith pero addison no reaccionó ante esto así que meredith corrió detrás de addison hasta el baño.
Meredith entró pocos segundo después que Addison al baño cerrando la puerta justo detrás de ella y trabandola para que nadie las interrumpieran "Addie que pasa?... porque dijiste esas cosas?"
Addison estaba completamente avergonzada no se suponía que dijera eso en voz alta, fue al baño para mojarse la cara y tomar un poco de aire ya que necesitaba un respiro después de que se dio cuenta lo que dijo
"Meredif... y-yo no quería decir eso en voz alta, lo lamento no quise incomodarte".
Meredith estaba un poco confundida y emocionada, addison no quería decir en voz alta eso pero lo pensó estaba pensando en ella y que nunca le haría daño.
"Addison no me incomoda, solo.... pensé que me odiabas, lo cual sería lógico digo te robe a tu marido, hice que medio hospital te tratara de puta, te mudaste a L.A. porque querías darnos un nuevo comienzo con derek y ahora terminamos y muchas cosas más" Meredith a estas alturas ya había empezado a divagar
"Meredif yo no te odio, probablemente no lo recuerdes porque estabas muy drogada como para hacerlo pero yo ya te dije que no te odio. Nada de lo que paso fue tu culpa, vos no tenias ningun tipo de compromiso conmigo Derek si, vos no hiciste nada fue culpa mia y de Derek" Addison quería decir algo para hacerla sentir mejor ya que como dijo antes ell no tuvo la culpa de lo que sucedió.
Mientras Addison halaba meredith no podia quitar la vista de los labios de Addison. Ella no sabia porque, era raro una mezcla de dos cosas, un pequeños sentimiento que habia estado latente durantre todo este tiempo y el hecho de Addison no la odiaba.
"Addison yo tampoco te odio" Meredith dijo esto lentamente mientas se acercaba más a Addison acorralando entre su cuerpo y el fregadero.
Meredith se había acercado tanto Addison que las respiraciones se mezclaban y la mujer pelirroja podía sentir el cuerpo de la mujer rubia presionando levemente sobre el de ella.
Meredith se da cuenta de que nunca ha estado cerca del Dr. Montgomery de una manera no profesional.
"¿Quieres que te dé un beso?" Meredith habla ahora.
Está segura de lo que habla con la voz más sexy que tiene, le ofrece eso que realmente quiere
"Si, Meredif porfavor" Addison tenía la necesidad de tener más contacto con Mer, no sabía en qué momento este deseo se volvió tan fuerte solo sabia que tenía que besarla y ya.
Ante esto Meredith cerró el poco espacio que queda entre ella y Addison con un beso lento pero apasionado.
La necesidad de contacto para las dos se volvió más fuerte y un beso por más caliente que sea no podía satisfacer esa necesidad.
Addison garro su cintura con una mano y con la otra tiro de su cabeza en un beso hambriento. Fue enloquecedor, libraron una batalla por quien quiera que se hiciera cargo, en la que Addison había ganado. Chupé la lengua de Meredith con ganas, haciendo que la rubia jadeara. Levanto a la rubia apoyando la sobre el fregadero que estaba detrás de Addison, sin despegar los labios de los de ella. La mujer pelirroja no podía soportar esa presión infernal en su centro.
Meredith le correspondió esta acción subiendo sus manos por debajo de la blusa de Addison tocando toda la espalda y regulando.
"Espera ... no podemos", susurró Meredith sin aliento.
- Sí, podemos, no puedo esperar más por esto, Meredith!
Acto seguido a esto Meredith retiro la blusa y el sostén de Addison y ella hizo lo mismo con la de la mujer más pequeña.
*POV DE MEREDITH*
"Esto es una locura", susurré.
"Lo sé", dijo con una sonrisa maliciosa.
Addison se inclinó hacia adelante, colocando pequeños besos en mi cuello, deslizando sus labios húmedos sobre mi piel. Cerré los ojos con fuerza, dejando escapar un gemido bajo de mi boca cuando sentí su lengua alrededor de mi pecho.
Cielos, ¿cómo podía ser tan buena?
La mujer lamió lentamente su pezón, deslizándolo sin prisa, mientras sus manos subían por mis muslos, apretando con fuerza. Me incliné para mirarla, y maldita sea, ella probó mis pechos con ganas, chupando el mismo con facilidad, luego mordiendo lentamente la piel enrojecida.
"Addison .." susurré, alcanzando su cabello.
Ella no respondió, se movió hacia su seno izquierdo, haciendo el mismo trabajo, succionando lo mejor que pudo, mientras su otra mano subía a su derecha, masajeándola con fuerza.
Dejé escapar un gemido arrastrado, agarrando con fuerza los mechones de su cabello. Podía escuchar el delicioso sonido de la succión que hacían sus succiones, el sonido mezclado con la música del bar que llegaba hasta el baño me estaba volviendo loca, ahora que había comenzado era imposible pararlo.
Addison soltó mis pechos, besando mi abdomen con sus besos, deslizando su lengua húmeda rápidamente sobre mi piel. Sentí mi sexo palpitar, queriendo sentirlo.
Mis manos fueron inmediatamente a su cabello. Tiré de los mechones rojos sedosos, usándolos para dirigir su boca a la mía. Ella gimió, haciendo que el beso fuera profundo, atacando mi lengua con movimientos lujuriosos. Sentí su golpe incontrolado contra mi pecho.
- Te necesito Meredith, te necesito.
Una de sus manos se abrió camino hasta mi pantalón para desabrocharlo y retirarlo junto con mis bragas.
Una vez retirados mis pantalones y mis bragas ella empezó a subir tocando todas mis piernas hasta la mitad, abriendo sin pudor.
Mi cuerpo estaba muy emocionado, estaba todo rojo, con fiebre. Su otra mano comenzó a masajear mis senos, haciéndolos insoportablemente sensibles al tacto.
"Estás toda mojada para mí", susurró, siguiendo sus ojos hasta donde estaban sus dedos. - Tú también eres hermosa aquí, suave, cálida.
Gemí cuando escuché sus palabras, cuando sintió sus dedos acariciarme, podía ser tan desesperadamente audaz. Agarré su cabello, y Addison se acercó, me besó el cuello, me mordió, probablemente dejando una marca que sería muy cuidadosa en disfrazar.
-¡Dios mío, Addison!
Sentí su cuerpo caliente contra el mío. Sus hábiles dedos frotaron frenéticamente mi punto de placer, causando una fuerte presión en mi vientre. Addison nuevamente disfrutó de cada gemido que escapaba de mi boca.
- Oh sí ... haz más...
¿Te gusta? ¿Te gusta Meredith? - dijo quitándose la falda y las bragas que llevaba.
Su voz era ronca, mientras sus dedos bajaban hasta mi entrada totalmente mojada, subiendo de nuevo a mi clítoris, frotándolo, repitiéndolo una y otra vez.
- Sí... me mordí el labio hasta el punto de casi dolerme, extendiendo mis manos sobre el frío fregadero cuando sentí sus dedos dentro de mí.
"¡Oh! Por dios, Addis ..."
Vi estrellas, cerré los ojos con fuerza, sintiendo el placer consumiendo cada célula de mi cuerpo. Sus dedos iban y venían lentamente.
- Eres maravillosa.
Addison susurró en mi oído, aumentando las embestidas dentro de mí. Arqueé mi cuerpo hacia atrás, abriendo la boca en una perfecta O. Era como si mi cuerpo ya no tuviera el control, el placer que sentía con esa mujer era extraordinario, ella sabía exactamente qué hacer, cuándo hacerlo.
- Maldita Meredith, eres tan buena, tan buena ...
Sentí que mi corazón iba a salir de mi boca, latía salvajemente en mi pecho, mi respiración estaba entrecortada, me contoneé hacia esa mujer que me daba tanto placer.
La mujer se acercó, dando besos por mi cuello, hasta su trozo. Donde finalmente llegó a mis pechos, Addison me recostósobre el fregadero, tomando uno de mis pechos en su boca, mientras sus dedos aún me penetraban.
La música seguía sonando de fondo, mis gemidoseran fuertes, simplemente no podía contenerlos. Sentí ganas de gritar de tal placer que ella me hacía sentir. Agarré su cabello rojizo con fuerza, obligándola a continuar con lo que estaba haciendo. El ruido de la succión era enloquecedor, no duraría mucho.
Hmm... eso! Oh!
Ese lugar que había estado frío hace unos minutos ahora estaba caliente, como una sauna. Sentí las gotas de sudor correr por mi cuerpo, que se movía cada vez que giraba rápidamente sobre sus dedos, todo era demasiado rápido, sentía el orgasmo construyéndose dentro de mí, la sensación se acercaba cada vez más.
¡Addison! ... Addison! - Gemí su nombre. - ¡Oh Dios
mío! Yo lo disfrutare ...
- Sí, disfruta para mí
Estaba a punto de explotar, y solo aumentó cuando ella masajeó mi clítoris y me metió los dedos a un ritmo constante, con prisa y deseo.
- ¡Por el amor de Dios! - gemi en voz alta.
Llegué al orgasmo con un grito ahogado, sosteniendo los bordes del fregadero hasta que mis dedos se decoloraron, moviendo mis caderas en sus manos tan rápido, olvidándome por completo de cualquier vergüenza o timidez. Mis ojos estaban fijos en los de ella, incapaces de desviarme, hipnotizados por el color oscuro que tomó cuando estaba tan complacida. En ese momento, ella tenía un poder total sobre mí, haría lo que ella quisiera y ella lo sabía.
Addison se puso de pie de nuevo y le acercó mi cuerpo, me sentía débil. Pero aún no había terminado, su boca devoró la mía en un beso impresionante. La mujer me sacó del fregadero colocandose ella sobre el, mientras mis manos se encargaban de quitar las pocas piezas que aún vestía.
Su boca junto a la mía, chupándome la lengua rápida y salvajemente, accediendo de nuevo a mi cuerpo con un fuerte calor.
¿Cómo podía hacer eso? Después de un orgasmo devastador, todavía la deseaba, la necesitaba.
- ¡Nunca me cansaré de ti Meredith, eres tan caliente!
Sonreí con satisfacción mientras miraba su hermoso cuerpo sobre el mío, era maravillosa. Addison Montgomery tenía un cuerpo que más le gustaría tener. Y en ese momento fue mío.
Deslicé mi lengua sobre su pezón rosado, su piel blanca. Luego chupaba fuerte, mientras mi otra mano masajeaba la otra mano.
- Por dios! Meredith.
Sus manos fueron a mi cabello, apretando fuerte, causando un pequeño dolor agradable. Motivándome aún más para chuparlo con ganas, cada movimiento que hacía, podía ver su rostro de placer y te garantizo que es maravillosa.
- Chupa así, así, fuerte.
Sentí que mi intimidad se empapaba de nuevo cuando la escuché necesitarme así. Bajé con una mano a su intimidad, sintiéndolo todo mojado.
- Tan mojado para mí Addison, y ni siquiera te he tocado todavía.
Froté dos dedos sobre el clítoris de la pelirroja, quien gimió suavemente, probablemente conteniendo todo el placer que sentía. Pero la torturaría, froté lentamente, hasta que escuché de su boca cuánto me deseaba dentro de ella.
- Hija de puta ..
Ella arqueó su cuerpo hacia atrás, dándome una vista completa de él. Podía ver las marcas rojizas provocadas por mí, alrededor del halo rosado de sus pechos. Deslicé mis dedos con algo de presión sobre el clítoris de Addison, pero lentamente, no siendo suficiente para hacerla correrse.
"Debería matarte, ciertamente debería", espetó.
- Di lo que quieras Montgomery, ambas sabemos que no harás nada.
Sus ojos me miraron con ganas, pude ver su mandíbula endurecida. Pero seguí masajeándolo lentamente. Movió su cuerpo sobre mí, pero necesitaba que fuera más rápido.
- ¡Mierda, fóllame! ¡Fóllame ahora! ¡Méteme los dedos!
Y así lo hice, invadí su intimidad con dos dedos a la vez, haciéndola gemir fuerte y fuerte. Addison clavó sus uñas con fuerza en mi espalda, girando sobre mí tan rápidamente, siguiendo cada estocada a un ritmo perfecto. Ella era maravillosa, mis dedos entraban y salían de ella rápidamente, estaba tan caliente y apretada.
- ¡Sí, oh Meredith!
Podía ver las gotas de sudor bajando lentamente por su cuerpo, Addison era la mujer más hermosa que jamás había visto.
¡Hazlo más rápido, fuerte! Ella ordeno.
Y lo hice, tan rápido y fuerte, fue alucinante. Sabía que estaba a punto de correrse, mis dedos estaban cada vez más apretados dentro de ella, se sentía maravilloso. Pero Addison me detuvo, sin entender nada, me acostó sobre el fregadero rápidamente, sentándose sobre mí, levantando una de mis piernas. Dejando que su cuerpo se ajustara al mío. Ella quería venirse conmigo.
Sus manos subieron y bajaron a lo largo de mi muslo, y luego su cuerpo comenzó a moverse sobre mí, frotando su sexo empapado en el mío.
- ¡Oh! ¡Dios!
La sujeté por la cintura, inclinándome, buscando más contacto, y ella ni siquiera tuvo que hacerlo, porque la mujer empezó a moverse muy rápido, con prisa y voluntad. La fricción de nuestros sexos era una locura, nuestros gemidos se mezclaban con la música del entorno.
-Joder, joder, joder! Eso. - maldijo, y rodó tan bien conmigo.
Con mis manos lo empujé hacia adelante y hacia atrás con fuerza, no tardaríamos en llegar al punto
Máximo.
-¡Oh! Este ... Addison... será ..
- Meredith, voy a disfrutar...
Ya ni siquiera sabía de qué estaba hablando, solo lo quería. Como si estuviera al borde de un precipicio, el clímax me golpeó, todo mi cuerpo comenzó a convulsionar, y luego el de ella también. Era una mezcla de gemidos, nuestros cuerpos luchando uno contra el otro locamente, frotándose con vehemencia.
- ¡Usted es tan caliente! Susurro, mordiendo la curva de mi cuello.
Mi espalda se arqueó. Súplicas roncas salen de mi boca. La tensión se extendió por mi cuerpo, provocando que me contrajera por completo hasta que explotó bajo tanta presión, sintiendo los pequeños músculos de mi vientre contraerse en un espasmo de éxtasis.
Addison detuvo sus movimientos lentamente hasta que se retiró de encima mio, su cuerpo estaba sudoroso y caliente. Se inclinó, besando mis labios lentamente, saboreando ese momento.
Me vaje del fregadero completamente desnuda. Sabía que me estaba mirando, con su mirada verde oscuro.
- ¿A dónde vas Meredith?
- Se acabó la diversión Montgomery, no podemos currucarnos despuésdel sexo en un baño.
- Tienes razón.
Ambas nos vestimos rápido y salimos del baño, fuimos directamente a la habitación para seguir la noche de la manera que lo estábamos haciendo solo que con más privacidad y más cómodas.
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HOLA,TENGO DOS COSAS QUE DECIRLES:
1. DISCULPEN LOS ERRORES DE ORTOGRAFÍA PASA QUE SE ME ROMPIO LA COMPU Y ESTOY ESCRIBIENDO DESDE EL CELULAR
2.QUERIA AVISAR QUE VOY A FIJAR UN DIA EN EL CUAL VOY SUBIR MIS HISTORIAS, VOY A SUBIR UNAñ HISTORIA POR SEMANA Y QUIZÁS SUBA ALGUNO ENTRE SEMANA PERO NO CREO QUE SEA MUY SEGUIDO.
LOS DÍAS QUE VOY A PUBLICAR SON LOS SÁBADOS, GRACIAS A LAS PERSONAS QUE LEEN.
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