—¡Aghh esto debe ser una broma! –gritaba el más joven del grupo por tercera vez.

Todos le veían o desinteresados o curiosos, debido al videojuego que tenía en sus manos.

Una linda tarde después de que todos salieran de clases en el restaurante de Joe, comida italiana ofrecida por el propietario; siendo ellos los únicos ahí por esa vez.

Desde el camino, Miya había contado a Reki y Langa que había descargado un nuevo videojuego para su consola, algo fuera de su línea de confort, un videojuego de peleas en modo historia.

—Será pan comido, me retaron a intentarlo, pero no creo que sea tan difícil para mí –alardeaba a sus mayores con sonrisa felina.

Vaya que se equivocó… bueno por lo menos paso los primeros 4 jefes… de 28 en total.

Se le veía realmente frustrado mientras el único que le veía con burla era Reki, soltando risillas burlonas.

—Pensé que dijiste que sería pan comido –hablaba el oji-ámbar hacia el azabache–. Parece que para este tipo de juegos eres un slime.

—¡No soy un slime en esto tu golem! –exclamó enojado y pinchando los ojos del pelirrojo en venganza.

—Wow, Miya, tranquilo, tampoco hay que ponerse tan agresivo, es solo un simple juego –comentaba el peli-verde poniendo el postre en la mesa.

—¡Ugh jodete papá! –respondió sin pensar.

—¡Miya lenguaje! –regañó de regreso.

—Tú no eres mi verdadero papá –rezongaba el azabache.

—¡Eso es- ¿Qué me acabas de decir? –Joe se sintió herido y ofendido.

—Mamá me compra juegos –arremetió el oji-verde.

—Ya les dije que no me metan en su juego de figuras paternas –se metió el peli-rosa fruncido levemente el ceño, estaban armando toda una escena para los demás.

—A tu cuarto ahora jovencito –regañó Joe.

—¡Aquí ni siquiera tengo cuarto! –exclamo Miya.

—Cierto es algo en lo que debo pensar luego –habló nuevamente el adulto haciendo pose pensativa.

—Si ya terminaron de jugar a la casita, probablemente yo conozca una estrategia para que Miya gane –interrumpió nuevamente Cherry acercándose al menor con abanico en mano.

—¿Ves? Te dije que mami es mejor –habló el joven con su típica mirada felina cuando se salía con la suya.

—Y tú no me llames mamá –regaño el peli-rosa golpeándole levemente en su cabeza con su abanico–. ¿Es Street Fighter?

—Mjm, lo adaptaron a consola –comenzó a hablar cuando el de lentes se sentó a su lado–. Son los 28 clásicos.

—Uhh y es Zangief, mi especialidad cuando estaba en la escuela –se les acercó el peli-verde poniéndose a la derecha de Miya.

—Sonaste como todo un anciano papá –dijo el estudiante en tono de broma.

Joe soltó una risita.

—Si estas peleando con Ken Masters es una buena elección, Ryu también pero bueno, esa era la especialidad de Kaoru.

—Concéntrate Miya, Ken Masters o no, hay un combo que siempre derrota a Zangief –comenzó a explicar Cherry.

Los otros tres acompañantes veían la escena divertidos mientras comían el delicioso postre italiano preparado por el dueño. Miya parecía el hijo de ambos.

—¡Lo logré! –exclamó feliz y miro a ambos adultos–. Son los mejores.

—No es justo yo también quiero –decía Reki acercándose–. Joe, enséñame trucos con el skate –pidió.

—Créeme, no quieres aprender las brutalidades de este gorila, será mejor si eres preciso –comentó Kaoru.

—¡Oye el niño me pidió consejos a mí, no a ti cuatro ojos!

—Yo quiero ambos –pidió Langa con un brillo en los ojos.

Shadow era el único que veía entretenido. Sip, definitivamente esos dos eran los padres del grupo.

Ahhh~ Matcha matchablossom..

Son hermoso los dos
(￣▽￣)

¿Que les digo? Esta pareja me conquistó al instante apenas vi sk8. Y desde hacía meses quería dedicarles un libro de one-shots.

Son uno de mis ships favoritos, rápidamente se ganaron mi corazón.

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Te agradezco y te adoro personita que me lee

🖋️༆━━ Miss Writer
💋