||Superbat

°°Library°°

Bruce Wayne era un chico callado, muy atractivo y sobre todo demasiado inteligente, tanto que ninguna asignatura de su carrera universitaria le suponía un reto. Era por eso mismo que nadie notaba extraño el que el chico Wayne pasara todos los días y todo el día metido en la biblioteca, atribuían ese enorme intelecto a su gusto por la lectura, suponían que se dedicaba a leer libros complicados y rebuscados.

Cuán lejos de la verdad estaban, pues la verdadera razón de que Bruce se convirtiera en ratón de biblioteca era precisamente por el bibliotecario.

El encargado de la biblioteca era un estudiante de reportaje que, quién sabe de donde lo habían sacado. Al parecer era un granjero de un apartada ciudad llamada Smallville. El interés de Bruce se despertó cuando le llegaron los rumores de que el chico era demasiado buena persona y hasta lo apodaron Superman mientras él se había ganado el extraño apodo de Batman todo por una exhaustiva y casi obsesiva investigación que hizo acerca de los murciélagos.

Durante el periodo que duró esa investigación tuvo la oportunidad de visitar un par de veces la biblioteca, en esas visitas fue que escuchó cómo llamaban a ese simplón granjero. Pero como lo que salta a la vista no se puede negar, Bruce nunca pudo desentenderse de lo bien parecido que era ese chico.

Ahora se encontraba pidiendo ayuda del bibliotecario, alegando que no encontraba el volumen II del libro que leía en ese momento. Por eso Clark, el bibliotecario, estaba subido en una escalerilla intentando alcanzar el dichoso libro que estaba hasta el último peldaño del estante más alto y escondido de la biblioteca.

Bruce sonreía para sus adentros dándose cuenta de lo exageradamente fácil que era recibir la ayuda del "súper hombre", no obstante su sonrisa se hizo física y muy amplia cuando vio hacia arriba y se encontró con un perfecto trasero delante de él, viendo cómo el chico menor que él se estiraba tratando de alcanzar el libro, pudo ver en todo su esplendor todo el espectacular y bien esculpido cuerpo de Clark.

Lástima que solo duró un par de segundos antes de que Clark resbalara y cayera con todo su peso sobre Bruce.

Enfurecido se quitó al chico de encima —¡Ten cuidado Clark!— le gritó sin esconder su evidente disgusto, lo que no había tomado en cuenta era la posición en la que terminaron, con Clark encima de él protegiéndolo con su espalda de la pila de libros que cayeron seguidos de su propia caída.

—¿Sabes mi nombre?— Preguntó confundido el bibliotecario sonriendo tan radiante que Bruce lo pudo comparar solo con el sol, sin querer o quizás queriendo también se fijó en los preciosos ojos azules que se escondían detrás de unas gruesas gafas que se perdieron en algún punto del lugar cuando cayó al suelo.

—No te confundas Kent, yo sé el nombre de muchas personas.— intentó, por supuesto, hacer cómo si no fuera gran cosa saber su verdadera identidad pues todos se limitaban a decirle Superman.

—Sabes mi apellido...— Musitó con un extraño entusiasmo.

Bruce suspiró y se formó un intento de sonrisa en sus labios.

—Mucho gusto Clark Kent, soy Bruce Wayne.— A pesar no haberse movido en el rato que llevaban tirados en el suelo no se sentían para nada incómodos y una rara pero perfecta complicidad se formó entre ellos.

—Nuestros nombres forman una bonita rima ¿No lo crees?— Bruce quiso decirle que era ridículamente cursi, pero a cambio se limitó a asentir.

—Supongo que sí...—

—Batman y Superman no suena nada mal, tampoco.—

—¿Conoces el horrible apodo que me pusieron?—

—No eres el único que hace investigaciones, Bruce...—

En ese momento Batman se dio cuenta que su camino con Superman no se cruzó por casualidad.