-¿Qué se siente volar?- pregunté al rubio que estaba volando sobre mi.

-Se siente... Cómo si pudieras ser libre...

Aunque Warren siempre este feliz cuando estoy con él, no parece ser feliz...

-Hey, Warren...

-¿Si?- aterrizó frente a mi.

-¿Y si escapamos?

-¿Qué dices?

-Si, hay que irnos de aquí a un mejor lugar.

-Sabes que no puedo...

-Claro que sí, podríamos empezar una vida lejos de aquí

-No (T/N), no puedo hacer eso, pideme lo que quieras menos eso.

-Está bien... lo lamento...

Me recoste en el pasto mientras veía volar a Warren... él es un verdadero ángel caído del cielo.

Continuó volando por un par de minutos más.

-Warren- le llamé.

Enseguida se sentó delante de mi.

-¿Qué sucede?

-Bésame... -

Warren se sorprendió mucho ante mis palabras. Supongo que no esperaba que dijera eso. Sinceramente ni yo esperaba decir eso. Después de su cara de sorpresa, sonrió.

Tomó mi mejilla con delicadeza y poso sus labios sobre los míos. Realmente este era un beso de ángel. Fue lento y suave. Mucho mejor de lo que me podría haber imaginado.

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La alarma sonó y me desperté un poco alterada. Seguido tenía ese sueño de mi primer beso con Warren. Lo extraño mucho y no sé donde está. O tal vez si, pero después de que escapé de la Academia de Charles por que mi padre me estaba buscando, no supe nada de Warren ni de nadie más.

Los extraño a todos. Pero más extraño a mi ángel.