Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Steve Rogers

—Nat, te he dicho un millón de veces que no me interesa salir con nadie.

—Estás literalmente casada con tu trabajo... necesitas salir un poco más.

—Natasha, en serio. No más citas a ciegas.

La pelirroja rodó los ojos.

—Sí, claro. Lo que digas.

—Nos vemos luego, tengo que ir a entrenar.

—No te sobre-esfuerces.

Raisa comenzó a correr, volteó y se despidió con la mano. La chica es agente de SHIELD, y como bien lo había dicho su mejor amiga, literalmente estaba casada con su trabajo. No había nada más en su vida y para ser sinceros, no había nada que le interesara más.

• • •

Natasha lo había logrado, luego de insistirle durante semana Raisa había aceptado una cita a ciegas.

—No lo sé, Nat. Me siento ridícula usando un vestido tan... entallado.

—Luces bellísima, ese chico es perfecto para ti. Es un amigo y también tardé una eternidad en convencerlo.

—¿Lo ves? Él no quiere salir conmigo.

—Raisa, suficiente. Si no te sientes cómoda te puedes ir de allí.

La nombrada suspiró rendida. A sus 24 años sólo había salido con un chico, el cual fue cuando tenía 15 y no pasó nada más que tomarse de las manos.

—Bien... lo haré.

Natasha se le sonrió a su amiga. Raisa había sido su mejor amiga desde hace años y quería verla feliz, que se despegara un poco del trabajo y se divirtiera más.

—No necesitas armas, sólo irás a cenar.

La pelirroja extendió su mano, Raisa la miró mal y sacó su arma y se la entregó.

—También la navaja.

Raisa rodó los ojos y se la entregó.

—Prometo que no traigo más.

—Bien. Entonces, es la hora.

Natasha era la más emocionada.

Llegó al restaurante, no estaba segura de a quién buscaba exactamente pues Natasha no había dicho mucho.

—¿Tiene reservación, señorita?— preguntó el mesero. 

—Oh... sí— dijo un poco dudosa— busco a... creo que su nombre era Stephen o Sven... Steve, Steve Rogers.

El hombre miró su libreta y asintió.

—Claro, ya llegó. Sígame por favor.

Raisa asintió y caminó detrás del mesero. Pararon junto a una mesa.

El hombre que estaba sentado se puso de pie inmediatamente al notar a las dos personas.

Se notaba muy nervioso.

El mesero ayudó a sentar a Raisa y se retiró.

—¿Steve, cierto?

—El mismo. ¿Raisa?

—En persona.

El ambiente era realmente incómodo, no sabían cómo comenzar una conversación.

—¿De dónde conoces a Natasha?

—Estudiamos juntas en Rusia.

—Que bien.

—¿Qué hay de ti?

—Hace un par de años.

Raisa no podía negar que el chico era realmente atractivo, además le parecía un poco conocido.

—No tengo ni idea de qué ordenar— dijo Steve.

—Ni yo— ambos rieron— conozco un lugar de comida china muy bueno cerca de aquí.

—Me gusta la comida china.

Se sonrieron y se pusieron de pie.

Habían pasado casi tres horas, se la estaban pasando muy bien y Steve era el chico más lindo y atento del universo.

—Espero que me des la oportunidad de tener otra cita— dijo Steve.

A veces hablaba como si fuera del siglo pasado, pero a Raisa no le importaba, de hecho le parecía bastante lindo.

—Me gustaría mucho.

—Entonces... te llamaré.

—Estaré esperando.

Se sonrieron, Raisa entró a su casa y Steve sonrió. La había pasado realmente bien con ella.

• • •

Era un martes por la mañana, Raisa estaba en las instalaciones de SHIELD caminando a paso rápido. Nick Fury la había mandado a llamar.

Dejó salir un suspiro y llamó a la puerta.

—Adelante— abrió la puerta y se encontró con su jefe.

—Señor.

—Descanse.

Raisa tomó posición de descanso.

—¿Me llamó señor?

—Sí. Raisa, él es el capitán América— la chica no había notado la presencia del hombre.

—Capitán— dijo en forma de saludo.

Steve se dio cuenta que no lo había reconocido, pero sinceramente le había sorprendido verla allí.

—Ella es Raisa Ivanov. Raisa, el capitán irá a una misión y necesita apoyo. Me gustaría que lo acompañaras, eres de mis mejores agentes y confío en que ayudarás al capitán.

—Es un honor, señor.

—Bien, ve a prepararte. Salen en una hora.

Raisa asintió y dio media vuelta. En cuanto estuvo fuera de aquella habitación se fue corriendo, estaba emocionada por trabajar con el capitán.

Se puso el equipo adecuado y se armó con lo necesario. Una hora más tarde estaba en el hangar lista para salir. Ya le habían dado el archivo de la misión y era algo bastante sencillo.

Subieron a la nave, Steve conducía y Raisa era copiloto; llegarían en un par de horas.

—¿Y hace cuanto que trabajas en SHIELD?— preguntó el de orbes azules.

—Toda mi vida— rió— como dice mi mejor amiga Natasha, estoy casada con mi trabajo.

Steve sonrió.

—¿Qué hay de los chicos?— se golpeó internamente— quiero decir... eres muy bonita e inteligente y... seguramente hay un chico en tu vida.

Raisa se sonrojo.

—Hay... un chico. Sólo hemos salido un par de veces pero es muy lindo y creo que me gusta. De hecho lo conocí gracias a Nat... y no sé porque te hablo de esto, seguramente piensas que soy una niña enamorada.

—Para nada.

En realidad, Steve estaba contento de escuchar aquellas palabras. A él también le comenzaba a gustar esa chica y quería seguir conociéndola.

• • •

La misión había terminado, Steve y Raisa estaban agotados.

Estaban sentados en un tronco recuperando el aliento. Estaban muy cerca el uno del otro.

Se miraron, no dijeron ni una sola palabra. Poco a poco comenzaba a acercarse.

Sus labios se unieron por un segundo, pero Raisa lo alejó.

—Yo... lo siento, no puedo hacerle esto a Steve.

El capitán sonrió.

—¿De verdad son tan irreconocible?

Raisa lo miró sin comprender hasta que el capitán se quitó el casco.

—Steve...— dijo en un suspiro.

Los dos sonrieron mostrando los dientes.

Volvieron a unir sus labios, esta vez profundizando más el beso.

Estaban perdidamente enamorados el uno del otro.

>>> InfernoEditorial

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro