Pietro Maximoff
Advertencia: contenido +16.
Aclaro que no soy muy buena con esto pero espero que lo disfruten. Se recomienda discreción y no leer frente a alguien más.
(T/N) nunca había llegado más allá de unos apasionantes besos y caricias superficiales con Pietro dentro de los meses que llevaban juntos.
No le molestaba, de hecho, le gustaba que Pietro le diera su espacio y no intentara nada que ella no quisiera.
Sin embargo, quería ir un paso más allá y no sabía cómo hacerlo. Era él quien se detenía justo en el momento más pasional, no lo culpaba ya que en él era más notoria la situación.
Aún así, no había muchas opciones para pedir consejo. No podía preguntarle a Steve por la situación en la que estuvieron en el pasado, tampoco le podía preguntar a Wanda, sería en extremo incómodo pues el platinado es su hermano.
Por otra parte, Natasha no estaba y no podía recibir su consejo. Banner era un caso perdido, (T/N) estaba segura de que en cuatro hiciera la pregunta, el doctor se pondría nervioso y le pediría que le preguntara a alguien más.
Su única salvación sería Stark, que era justo a donde se dirigía.
Lo encontró en su laboratorio trabajando en algo que desconocía.
—Hola, Tony— lo saludó.
—¿Qué hay?— la miró un momento y siguió en lo suyo.
—Necesito tu ayuda.
—No te prestaré dinero.
—No quiero tu dinero— dijo rápidamente.
—Entonces veré qué puedo hacer para ayudarte.
—¿Cómo le pido a un hombre que tenga sexo conmigo?
Stark frunció el ceño y la miró perplejo.
—No tendré sexo contigo, eres como diez años menor que yo.
—No quiero tener sexo contigo— contestó alterada y con la cara roja.
Tony se aclaró la garganta y limpio sus manos con una toalla que estaba sobre la mesa.
—Pues, solo llegas y se lo pides. Es normal que se hablen de esos temas entre pareja. Por ejemplo, a Pots le gusta...—
—No quiero saberlo— le interrumpió.
Levantó las manos.
—Tu preguntaste.
—Entonces, ¿sólo voy y se lo digo?
—No hay mejor opción.
Había intentado todo tipo de indirectas con Pietro, por lo que lo que decía Tony tenía mucho sentido.
—Gracias.
—Cuando quieras.
Salió de allí y fue a preparase mentalmente. No estaba muy segura de cómo se lo tomaría.
Por la noche, ambos estaban en la habitación del chico recostados muy juntos en la cama.
(T/N) dejaba suaves caricias en el pecho de su novio. No lo pensó más y se sentó sobre él.
Pietro la miró con una sonrisa.
La chica comenzó a besarlo lentamente y él recorrió la cintura de su novia.
(T/N) comenzó a levantar la playera de su novio, sintiendo el bien formado abdomen.
Paró de besarlo, sólo para poder sacar la prenda pero enseguida continuó.
Movió sus caderas, provocando una mayor excitación en el hombre.
Pietro se detuvo y la miró a los ojos.
—No quiero que pares— le murmuró la chica con la respiración irregular.
Sabía que su novio hacía aquello cada vez que estaba a punto de detenerse.
Comenzó a besar el cuello del hombre, succionando de vez en cuando.
—(T/N)— murmuró Pietro— ¿estás segura?
—Completamente.
Con un ágil movimiento, Pietro dejó a su novia debajo de él.
Atacó sus labios, lo que antes eran besos suaves, se tornaron más salvajes y llenos de necesidad.
(T/N) llevó sus manos al rostro de su contario pero esta las quitó rápidamente y las atrapó por arriba de su cabeza.
La siguió besando mientras que con su mano libre comenzó a levantarle la blusa y acarició su suave piel.
Sonrió al percatarse de que su novia solamente estaba utilizando aquella blusa.
Dejó de basarla en los labios y comenzó a besar su cuello siguiendo un camino hacia abajo.
Al llegar a sus pechos, mordió uno de sus pezones provocando un gemido en la chica.
Regresó a su camino de besos hasta llegar por debajo de su ombligo. Soltó las manos de su novia y con ambas manos bajó las prendas inferiores en un rápido movimiento.
Llevó su boca a la zona íntima de su novia, la chica sintió una gran electricidad recorrer su cuerpo. Se sentía increíblemente bien.
Sus músculos se contraían pidiendo por más.
Arqueo la espalda sintiendo el clímax muy próximo. Pietro se detuvo.
Se quitó las prendas que quedaban y comenzó a frotar su miembro mientras observaba a su novia.
La chica sonrió y se acercó para ayudarlo con aquel trabajo. Esta vez Pietro quedó recostado mientras su novia hacía el trabajo.
Dirigió su boca a la punta donde la recorrió con su lengua. Escuchó a Pietro gemir y luego sintió su mano en su cabeza.
Hacía tiempo que no hacía aquello por lo que al principio le costó trabajo pero se acostumbró y comenzó a meter y sacar de su boca.
Pietro la detuvo, ninguno aguantaba mucho más.
La chica volvió a tener la espalda contra la cama y Pietro le abrió las piernas.
Introdujo su miembro dentro de ella. Primero fue lento y luego lo hizo con más rapidez.
La chica llevó su mano a su zona íntima y comenzó a estimularse mientras Pietro la embestía.
Lo estaba disfrutando más de lo que hubiera imaginado.
Sus cuerpos estaban más calientes que nunca, deseaban que no se terminara ese momento de placer.
Pietro terminó, (T/N) sintió el líquido dentro de ella y luego todo su cuerpo se contrajo dándole una oleada de placer.
El hombre se dejó caer en la cama y miró a su novia con una sonrisa. Ella aún no recuperaba el aliento.
Ambos se recostaron de lado y se miraron.
—Te quiero— dijo ella.
—Te quiero más— contestó.
—¿Listo para la siguiente ronda?— habló mientras mordía su labio inferior.
—No necesitas decirlo dos veces.
Se colocó sobre ella y comenzó a besarla nuevamente.
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