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Peter y Pietro no eran para nada parecidos, salvo que les gusta la misma chica.

Azura es la hija adoptiva de Tony Stark y es toda una genio en cuanto a computadoras se trata. Siempre ayuda a su padre cuando se trata de nuevos proyectos.

Azura a tenido una estrecha amistad con Pietro, algunos años atrás estuvo a punto de morir por proteger a Clint y siempre estuvo con él durante su proceso de recuperación.

A Peter recién lo conoce gracias a su padre, ya que lo invitó a unirse a los vengadores. La chica siempre había admirado a spiderman y que ahora estuviera en el mismo equipo que ella, le emocionaba.

Por otro lado, Peter y Pietro no se soportan ver ni en pintura. Pietro lleva enamorado de Azura desde hace años y Peter se enamoró de ella desde que Tony se la presento hace algunos meses.

Ahora mismo los dos hombres se encuentran en la misma habitación retándose con la mirada y pese que Peter se siente muy intimidado hace lo posible por no apartar sus ojos del contrario.

Azura apareció con una tableta en las manos.

—Hola, chicos— los saludó y miró a Peter— ¿no deberías estar en la escuela?— dijo al comprobar la hora.

Pietro soltó una risa burlona y Peter lo miró mal.

—Tengo que hablar con el señor Stark— dijo y le dedicó una pequeña sonrisa a la chica.

Peter era realmente adorable.

—Entiendo, mi padre se va a desocupar en media hora— miró a Pietro— iré a dejar la tablet y nos podremos ir.

—Aquí te espero— dijo muy orgulloso el hombre.

Peter lo miró perplejo, ¿tendría una cita con Azura?

La chica se marchó y cuando dejaron de escuchar sus pisadas, Peter habló.

—¿Tendrán una cita?— preguntó lo más normal que pudo.

—¿Celoso, Parker?

—No, sólo preguntaba.

—En ese caso, sí. Tendremos una cita y pienso pedirle que sea mi novia.

Allí estaba, todas las oportunidades de Peter se habían ido por la basura. Era mejor darse por vencido y aceptar su derrota.

—Cuídala, no la conozco tanto como tu pero enserio creo que ella es única. Es muy inteligente que no necesita de nadie, además de que es una buena compañera y sabe trabajar en equipo. Siempre ayuda a los demás sin esperar nada a cambio— Peter miraba a la nada y una sonrisa se formó en los labios del chico.

Pietro lo notó, ese brillo especial en sus ojos.

—Estoy lista— dijo Azura regresando.

Los dos chicos la miraron. Pietro se puso de pie y tomó su sudadera con una mano.

—Vamos— dijo Pietro— el mandado no se hará solo.

Peter lo miró sin comprender.

—Deja de quejarte, Maximoff. Tu fuiste el que se ofreció a acompañarme al super.

Pietro le sonrió mostrando los dientes.

—Claro que lo hice.

De pronto, Peter se sintió aliviado y a la vez estúpido por decirle aquellas palabras a Pietro.

—Deberías quedarte a cenar con nosotros, Peter— le dijo Azura antes de salir.

—Por supuesto que se quedará— dijo Pietro mientras le guiñaba un ojo al chico.

Peter asintió y los otros dos se fueron.

Pietro y Azura hicieron las compras para la semana. A la chica le encantaba estar con él, siempre se divertían fuera lo que hicieran.

Habían terminado de hacer las compras y ya estaban de regreso. Pietro la detuvo antes de que entraran al edificio.

—Azura— la llamó y dejó la caja de las compras en el suelo— hay algo que debo decirte.

La nombrada se detuvo y miró al chico.

—¿Qué pasa?

—Me gustas— dijo de pronto— sé que te gusta alguien más pero quería que lo supieras.

Azura se acercó más a Pietro y lo abrazó.

—Gracias por decírmelo.

Pietro sonrió de lado. Recogió la caja del suelo y caminaron a la cocina.

—Parker es un buen sujeto.

—Lo sé— sonrió mostrando los dientes— sin querer escuché lo que dijo sobre mi hace rato.

Pietro rió con fuerza. Entraron a la cocina, donde estaban Tony, Peter y Wanda.

Azura comenzó a acomodar las cosas en su respectivo lugar.

—Olvidé el cereal de Steve en el auto— dijo al notar lo que faltaba— iré por él o se quedará un mes como ocurrió con el jamón de la otra vez.

Pietro rió con ganas al recordar aquella ocasión.

—Pero el cereal no va a apestar el auto.

Azura rió y fue en busca del producto. Lo encontró en la cajuela.

Al dar vuelta se encontró con Peter. Dio un salto por el susto.

—Peter, me asustaste.  

—Lo siento— dijo apenado.

—¿Está todo bien?

—Sí, es sólo que... ¿necesitas ayuda? Soy bastante fuerte y puedo llevar lo que sea.

A Azura le pareció bastante tierno aquello.

—Toma, hombre araña— le lanzó la caja de cereal.

Peter sonrió y juntos comenzaron a caminar.

—Azura— la llamó.

—¿Sí?— lo miró.

—Ammmm... ¿te gustaría ir a...— no tenía ni idea de a dónde invitarla a salir. Debió pensar en aquello antes de abrir la boca.

Azura lo miró expectante mientras Peter seguía pronunciando la "a".

—Me gusta el cine— dijo al notar que no cambiaría de vocal.

—Eso, hay que ver la nueva de Star Wars.

—Me gusta Star Wars.

Se sonrieron y continuaron con su camino. Peter estaba más contento que nunca.

Tendría por fin una cita con la chica que le gustaba, ahora sólo faltaba la aprobación del señor Stark.

Pero después se preocuparía por ello.

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