Bucky no dejaba de dar vueltas en su habitación como si de un león enjaulado se tratase.

Estaba nervioso, era más que obvio. ¿La razón? Una chica.

Salió de la habitación a grandes zancadas y se detuvo frente a la habitación de Lily. Levantó la mano listo para golpear la puerta, al instante se arrepintió y regresó por donde había llegado.

Era un domingo muy aburrido, la mitad del equipo habían salido a hacer sus cosas y sólo unos cuantos habían permanecido en la base.

Salió de su habitación en busca de algo interesante qué hacer y terminó en la sala. Donde para su sorpresa estaba Lily.

Estaba despeinada y aún usaba su pijama. Comía palomitas de maíz mientras miraba muy entretenida una película. Todas las luces estaban apagadas, por lo que la única iluminación provenía del televisor.

Bucky sonrió y se recargó en el marco para observarla.

Lily sintió una mirada sobre ella y busco al responsable. Sus ojos dieron con el soldado del invierno.

Se puso de pie y se acercó a él. Lo tomó de la mano y lo llevó al sofá.

Bucky no reprocho ni dijo nada, simplemente se dejó llevar.

—¿Qué estás viendo?— se atrevió a preguntar.

—Grandes héroes— sonrió.

Bucky sabía que la chica era muy ruda e incluso peligrosa, pero a veces se comportaba como una niña pequeña. Le gustaba.

—Oh...— dijo sin comprender y se dedico a mirar el televisor junto a la chica.

—Eres igual a Baymax— dijo sin mirarlo.

El hombre no sabía si eso era algo malo o bueno, así que prefirió permanecer en silencio.

La película finalizó y ciertamente Bucky no había entendido nada.

Lily se puso de pie para quitar el disco y poner uno nuevo.

—¿Monster Inc. o Chicken little?— preguntó al hombre.

Bucky no tenía ni la más remota idea de qué responder.

—Lo que que quieras— dijo.

—Creo que mejor pondré Shrek 2.

Colocó el disco y regreso a su lugar en el sofá. Pero esta vez más cerca de Barnes.

Juntos miraron la película. Bucky no pudo evitar sonreír al notar que la chica se sabía cada linea.

Después de esa miraron dos más. Para la segunda mitad de la ultima película, Lily estaba recostada sobre su compañero.

Bucky no reprochó nada ni exigió su espacio personal.

Había terminado la película cuando el soldado notó que Lily estaba dormida entre sus brazos.

Sin mayor problema, su puso de pie y cargó a la chica hasta su habitación.

Estaban por llegar cuando la Lily despertó un poco y miró a al hombre.

—Realmente eres como Baymax— se volvió a acomodar entre los brazos del hombre.

Lily lo tomaba con fuerza y no quería despertarla, por lo que durmió con ella en la cama. Hacía tiempo que no descansaba de verdad.

Cuando abrió los ojos, se dio cuenta de que ya estaba amaneciendo. Lily seguía dormida, sonrió un poco y le quitó un mechón de cabello que estaba sobre su rostro.

La mujer se removió un poco y abrió los ojos. Le sonrió a Bucky.

—Buenos días— lo saludó.

Y vaya que eran muy buenos días.

—Lo siento, no debería estar aquí.

El hombre estaba por ponerse de pie, pero Lily se lo impidió.

—Aquí estás perfecto.

Sin que Bucky se lo esperara, recibió un beso por parte de la chica.

Definitivamente allí estaba perfecto.