Bucky Barnes
(T/N) se miraba los moretones por todo su cuerpo con ayuda del espejo del baño, se veían realmente horribles y resultaban aún más dolorosos pero debía ocultarlos antes que Bucky despertara y los viera. El hombre se sentiría extremadamente culpable y no la volvería a tocar, probablemente nunca.
Y eso es lo que menos quería (T/N), el sexo con el soldado resultaba gratificante para ambos, pero no siempre podía controlar la fuerza de su brazo metálico, lo que dejaba terribles marcas en su piel. Debía ocultarlas hasta que desaparecieran y si alguna se le escaba, siempre estaba la excusa de que se había golpeado con algo.
Sin embargo, ahora que se miraba en el espejo, eran unos terribles moretones que ya se habían tornado de un horrible color negro. Suspiró frustrada, no había manera de cubrir eso con maquillaje.
La chica asomó un poco la cabeza por la puerta del baño para asegurarse que Bucky seguía dormido. Así era, sonrió un poco al verlo roncando y con las sábanas cubriéndolo solo hasta la cintura dejando al descubierto todo su pecho.
Salió con sigilo para buscar ropa que pudiera cubrirla lo suficiente y al obtenerla, regresó al baño para cambiarse. Se sentía ridícula, habían anunciado que llegarían casi a los cuarenta grados toda la semana y ella estaba usando una blusa de manga larga y que cubrían por completo su pecho, encima una sudadera deportiva y junto con unos pantalones deportivos que pronto comenzarían a calentarle las piernas.
Al menos logró cubrir las pequeñas marcas en su cuello con maquillaje y así salió. Dejó un beso en la frente de su novio y con rapidez fue en busca de algo para desayunar.
Al llegar al comedor, escuchó las risas de Wanda y Natasha. Se acerco a ellas y sirvió un poco de jugo en un vaso cuando llegó a su lado.
—¿Por qué estas usando eso?— habló Natasha con desagrado— te morirás de calor antes de llegar al mediodía.
Dejó salir un largo suspiro y levantó un poco la manga de la sudadera y blusa, dejando a la vista una marca color negro. Luego les dio la espalda para levantar las prendas y mostrar otras marcas en sus caderas.
—Oh— dijeron ambas a la vez, dando un sorbo a sus bebidas.
—Sí, "oh"— esta vez ella le dio un largo trago a su jugo de betabel— Bucky fue un poco más agresivo a noche y me lastimó más de lo habitual. No quiero hacerlo sentir mal si ve las marcas que me dejó.
Ambas asintieron compresivas.
—Podríamos salir, así no lo tendrías que ver hoy— sugirió Wanda.
—Me encantaría, pero quisiera regresar a dormir. Le pediré a Steve y Sam que se lleven a Bucky para poder ir a la enfermería y luego a descansar todo el día.
—De hecho, Steve salió con Tony y parece que Sam sigue en una misión.
—Oh...
Sirvió cereales en un bowl, hablar con las chicas siempre la animaba muchísimo y esa no fue la excepción. Casi una hora después, Buky apareció y se acercó a dejar un beso en la cabeza de su novia.
—Hola, cariño— saludo la chica— no te quise despertar para que descansaras un poco más.
—Está bien, gracias.
Tanto Wanda como Natasha ahogaron una risa. No se terminaban de acostumbrar a ver un lindo y amable Bucky, el cual sólo se presentaban con esa chica. Todos sabían que ella era la única por la que James perdería su dignidad sin el mayor problema y eso resultaba bastante lindo. El hombre no le daba ni los buenos días a cualquier otro miembro del equipo, salvo Steve.
El hombre se sentó en la mesa y también sirvió cereales para desayunar.
—Bueno, Wanda y yo iremos de compras. ¿Segura que no quieres venir?
—Diviértanse.
Ambas mujeres le dirigieron una mirada de ánimo y se fueron del comedor, dejando solos a la pareja.
—Entonces, ¿estaremos solos?—preguntó Bucky sin mirar a la chica pero con un tono de esperanza.
Ella no pudo evitar reír, parecía casi un cachorro.
—Sí, eso creo— pero estaba buscando alguna excusa para mantenerlo lejos— aunque, ¿no tenías que ir por esa cosa para pulir tu brazo?
El hombre la miró y dio un leve asentimiento con el ceño fruncido.
—Es cierto, tal vez sea buena idea que vaya hoy que no tengo nada que hacer.
Un par de horas más tarde, la chica se escabulló a la enfermería y se recostó en la camilla más alejada dándole la indicación a FRIDAY de que no le dijera a absolutamente nadie su paradero.
Sin dificultad, la chica encontró algunos analgésicos que tomó sin necesidad de agua. Se recostó en la camilla y luego de fijarse que el aire acondicionado estuviera encendido, se quedó dormida.
Abrió los ojos abruptamente y casi da un salto de la camilla, pero al instante se quejó del dolor.
—¿Qué tan malo es?— escuchó la voz de Bucky y casi se queda blanca por la impresión.
El hombre estaba sentado en una silla junto a ella, con la piernas ligeramente abiertas y recargado en sus codos.
—Buck... ¿qué... qué haces aquí?
Su vista rápidamente viajó al reloj de la pared, había dormido más de tres horas.
—No has contestado mi pregunta— su tono era serio y distante.
La chica negó.
—James... estoy bien, me di un golpe cuando iba para el cuarto. No es nada.
—(T/N), no me mientas. Por favor— el hombre ya se comenzaba a odiar— muéstrame.
Trató de resistirse y se puso de pie de un salto, el hombre también se levantó y miró a su novia con gran seriedad mientras se cruzaba de brazos.
—Mejor... vamos a la habitación a ver una película— lo tomó de la mano pero este se quedó estático.
—(T/N)...— usó su tono de advertencia.
Se dio por vencida. Un nudo se formó en su garganta cuando se quitó la sudadera y levantó las mangas de la blusa.
James frunció el ceño, era evidente que estaba asustado por las tremendas marcas. Se acercó a ella con un solo paso y levantó su blusa sólo un poco.
—Yo hice eso— murmuró.
Ella negó con rapidez y abrazó el brazo de su novio.
—James, no. Te juro que no me duele, no es nada.
—¡Te lastimé!— gritó, la chica tembló un poco y se encogió en su lugar. En seguida se maldijo— me tienes miedo.
Los ojos de (T/N) se llenaron de lágrimas y negó nuevamente tratando de acercarse al hombre pero este dio algunos pasos atrás.
—James...—
—No es la primera vez, ¿cierto?
Se miraron fijamente un largo momento en absoluto silencio.
—No.
James suspiró molesto, llevando sus manos a su cabeza. Comenzó a temblar, su rostro se tornaba rojo y las lágrimas alertaban a salir.
—Soy un monstruo.
Otro ataque estaba por llegar.
—Ey, no— lo tomó de las mejillas— mírame, Buck, mírame— él lo hizo— tu eres una buena persona. Yo te amo, ¿bien? Yo sé que tu también me amas, ¿no es así?
Asintió apenas. Lo abrazó con un poco de dificultad pues él se resistía.
Poco a poco, él se calmó.
—Lo siento— dijo finalmente.
—Está bien.
Se volvieron a mirar, (T/N) unió sus labios con los de él y al separarse juntaron sus frentes.
—Debes decírmelo si vuelve a ocurrir, no puedo controlarlo si no me dices cuando te estoy lastimando.
—Lo haré, lo prometo.
Volvieron a unir sus labios en un cálido beso.
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