Alex Summers
Alex ha estado raro últimamente.
No habla con nadie en la escuela y desaparece muy a menudo. Nadie sabe a dónde va, sólo desaparece derrepente.
─Hey Alex, ¿a dónde vas?─ preguntó Scott.
─Tengo que salir─ respondió abriendo la puerta.
─Alex, has estado muy raro últimamente, a todos nos preocupa, ¿estás bien? ¿te pasa algo?
─Claro que estoy bien, no es nada─ miró su reloj por un momento, ya era tarde─ de verdad tengo que irme ahora- dijo un poco preocupado.
Alex estaba a punto de salir pero Scott se lo impidió
─¿Qué es tan importante que no lo quieres decir?
─Pronto lo sabrás, pero este no es el momento y de verdad, me tengo que ir ahora─ sin dejar decir algo a Scott, salió corriendo.
─¡¡Peter!!─ gritó Scott.
─¿Qué quieres? Tengo una pizza esperando en mi habitación.
─¿Quieres saber que trama mi hermano?
─Suena interesante, espera un momento.
Salió corriendo y enseguida regresó con un trozo de pizza y una gaseosa en lata.
─En marcha─ salieron de la escuela.
Scott se subió a la espalda de Peter y comenzó a correr hasta encontrar a Alex, a quien no tardaron en encontrar.
Alex se dirigía al hospital, entró corriendo y fue con la recepcionista.
─¿Dónde esta la señorita Lyns...?
─Alex, por aquí─ dijo Charles antes de que la resepcionista respondiera.
─Charles, ¿cómo está ella?
─Te está esperando, los dolores son muy fuertes, ya no agunta más─ sonrió─ la segunda habitación, corre.
─Gracias, Charles─ Alex se dirigió a la habitación a toda prisa, Charles se quedo afuera esperando noticias
─Chicos, sé que están allí, y no deberían─ dijo Charles─ Peter, Scott, salgan ahora.
Los dos chicos se dejaron ver.
─¿Qué hacen aquí?
─Es que... Alex ha estado muy raro últimamente y me preocupé por él así que le pedí a Peter que me acompañara y seguirlo.
─Ya veo─ los miro un poco mal─ es hora... no era el momento para que se enteraran de esto, pero ya que están aquí, les pido que no le digan nada a nadie.
Los dos chicos se miraron un poco extrañados y luego asintieron.
El doctor salió de la habitación y miró a Charles.
─Todo salió bien, pueden entrar, pero no hagan ruido.
─Gracias doctor─ dijo Charles─ vamos chicos, guarden silencio.
Los tres entraron a la habitación y vieron a Alex junto a una chica en una camilla sostenindo un bebé.
─No entiendo nada─ dijo Scott.
─¿Qué eres idiota? Por que creo que yo también, no entiendo, ¿qué sucede aquí?─ dijo Peter
─Es mi hija─ dijo Alex— y mi esposa.
Scott y Peter se quedaron boquiabiertos.
─Cierren la boca─ dijo Charles─ Felicidades Sara, es muy linda tu hija.
─Gracias Charles, ¿la quieres cargar?─ preguntó Sara.
─Me encantaría─ se acercó y tomó a la bebé en sus brazos.
─Esperen, ¿alguien nos podría explicar?─ dijo Scott.
─¿Tu eres Scott, no?─ dijo Sara─ Alex me ha contado mucho de ti.
─El pan de aquí es bueno─ dijo Peter comiendo, todos lo miraron─ lo lamento, continúen.
─Te explicaré─ dijo Charles entreagando la bebé a Alex─ Tu hermano y Sara se casaron hace dos años, pero lo quisieron mantener en secreto ya que la señorita es hermana menor de Erick, y bueno, esto era lo mejor.
─Oh... esto es muy inteso─ dijo Peter.
─Así que soy tío─ dijo Scott.
─Lamento no decirlo─ dijo Alex─ ¿quieres cargar a tu sobrino?
─¿Yo? Ah... está bien─ dijo Scott.
Alex le entregó a la pequeña y Scott la miró con mucha ternura, unas lágrimas salieron de sus ojos.
─¡Oigan! Yo no la he cargado, no es justo─ dijo Peter.
─Y no lo harás, eres un peligro para ella─ dijo Scott y todos rieron pero enseguida le dieron la bebé a Peter quien al verla sonrió.
─¿Cómo se llama?─ preguntó Scott.
─Diana─ dijo Sara.
─Bonito nombre─ dijo Charles.
Peter regresó a la bebé con Alex.
Estuvieron unos minutos más ahí y después se marcharon, dejando a los padres con su hija.
─Te amo Sara, me haces el hombre más feliz del mundo y ahora tenemos una hija.
─Yo te amo más Alex, me hace feliz que seas el padre de mi hija.
Los dos chicos se besaron y la bebé comenzó a llorar
─Creo que es un poco celosa─ dijo Sara.
─Las dos son mis hermosas princesas─ la bebé río.
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