-a mis brazos pedazo de oso gigante - abro los brazos de par en par y el dios rubio me abraza por la cintura elevandome del suelo- cada día estás más alto.

-lo se- se acerca a mi y susurra - es por el pelo.

Suelto una carcajada.

Loki carraspea, Thor y yo nos damos la vuelta.

-oh, perdóneme su majestad - hago una reverencia - me alegra volver a verte Loki doki.

-es Loki a secas.

- que soso- le doy un codazo - encima que te saludo como un rey.

-¿me has saludado como un rey?, pensaba que te habías tropezado.

Gruño y le empujo.

-al menos lo intento.

Ahora quién carraspea es Thor.

-¿qué tal si nos vamos mi lady? - me tiende el brazo

-vamanos- me agarro como una garrapata a él.

-que brazacos- sonrie- dime, ¿qué te pinchas?

-¿pincharme?

-si, ya sabes- finjo que me inyecto algo en el brazo.

-no me inyecto nada, esto es puro musculo natural - hace várias poses enseñando sus músculos naturales, flexiona sus brazos una y otra vez - y deberías ver el resto, yo mismo me sorprendo cada día.

Se ríe de sí mismo para luego mirarme.

-menudo bobo estás echo.

-es verdad, esto de aquí - se señala- es mágico.

-¿mágico?

-mágico, si- me guiña un ojo - puro y duro musculo.

Flexiona un brazo mientras el otro permanece estirado.

-justo lo que dije antes, eres un oso gigante.

Pongo las manos en mis caderas y espero a que termine su sesión de poses.

-¿un oso tendría estos músculos?

-no.

-¿un oso tendría este pelo sedoso? - Niego con la cabeza.

-¿un oso podría hacer esto?

Me coge de la cintura con una sola mano y me besa. Básicamente me deja sin aire en cero coma dos y si no fuera porque besa demasiado bien me hubiera separado.
Por fortuna es asombroso besando y si por mi fuera me hubiera desmayado por falta de aire aquí mismo.

Aparte de ser el dios del trueno también debería ser el dios del beso.

-definitivamente un oso no podría hacer eso.

Recupero el aire perdido, pero bien invertido antes de hablar.
Antes de darme cuenta me aprieta ambos lados de la cintura y su mano sube y baja dando a entender que queire más, se acerca y  yo le detengo con un dedo en los labios.

-alto ahí, algunos no tenemos pulmones de dios.

-yo tengo musculos de dios.

Y otra vez las poses, a este paso parecerá un culturista.

-mira esto, y esto, este es el mejor ángulo, lo he comprobado en el espejo.

-¿en cuál de los mil espejos que tienes?

-puff, no tengo mil espejos - se apoya una mano en la cintura - tengo más.

Me mofo de su inocencia y le acaricio el pelo despeinandolo, noto que tiene una nueva trenza diferente a todas que le hice anteriormente.

-¿quién te ha echo esta trenza?

-oh, una chica.

-ah, una chica - me cruzo de brazos- ¿Qué chica exactamente?

-la de pelo largo, con la piel pálida y los labios así - hace un pico con sus lábios.

-¿y con que derecho te toca el pelo y te hace un trenza?, que por cierto, no es nada atractiva.

-pues lo hace con mi derecho, además, se lo pedí yo.

-¿Qué de qué?

-se lo pedí yo, porque quería hacerme algo diferente por ti.

-¿porqué?, así estás bien.

-se que estoy bien - que sinceridad la suya- pero tu te vas a otro planeta, conoces nuevas culturas, conoces a nuevas personas y yo me quedo en Asgard, esperándote.

No se me ocurre nada que decir, solo me acerco y lo abrazo. Estrujo al oso puro musculo contra mi.

-aunque no lo creas, eres un oso.

Se rie de mi comentário y me duvuelve el abrazo, aplastandome más de lo necesario.

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