Human! Hornet -≫ Hollow Knight
-≫ Pedido hecho por: Lesu2003
-≫ Advertencia: Drabble
-≫ Relación: Amistosa / Rivalidad / Insinuación
-≫ Número de palabras: 1650
▰▰▰▰▰▰▰▰▰▰▰▰▰▰▰▰▰
El paisaje frondoso con su vegetación abundante me dio la bienvenida al sendero, pintado con la naturaleza única de esa zona.
Lo que alguna vez estuvo lleno de caminos claros y bien marcados ahora estaba siendo consumido por todo tipo de plantas. Hace tiempo que el reino de Hallownest había caído por la infección, no estuve presente en la época de oro de estas ruinas, pero recorrí cada extremo para descubrir su historia cuando llegué sin saber cómo realmente.
Con ello tuve ciertos encuentros inesperados que terminaron de alguna u otra manera interesantes.
Una silueta a toda velocidad dejó un rastro de hojas cuando cruzó entre los matorrales, tal fue su rapidez que el aire se partió en su desplazamiento. Todo para terminar en una parte elevada justo frente mío, el brillante rojo de la tela en sus ropajes contrastaba al igual que su cabello largo y plateado. Su expresión permanece estoica como siempre pero siento como me fulmina con su vacía mirada.
Encima mío se encontraba uno de los encuentros que este reino me había regalado. Una diestra guerrera con la alguna vez tuve mis diferencias (aún las tenemos pero en menor medida, si se puede decir de alguna forma.) que ahora me retaba en silencio.
Aún no tengo una explicación concreta a nuestras batallas, podría parecer un simple entrenamiento, pero sé que es una cuestión de honor. Ser vencido por un forastero en tus propias tierras es una desgracia poco favorable; pero ser cuestionado por tus habilidades o el arma que empuñas tampoco es un insulto infantil que le puedas decir a alguien y esperar que se ría. Tal vez eso inició todo, una confrontación de muchas anteriores que solo terminan en empates sin méritos.
Sin aviso o señal, lanzó su aguja a mi dirección con su típico hilo atado a esta. La esquive a tiempo y vi como se abalanzaba hacia dónde la afilada punta se había enterrado, ahora estábamos a escasos metros uno del otro, listos para reaccionar. La lanza en mis manos estaba bien sujetada y lista para apoyarme en la pelea.
—No necesito tu presencia merodeando por los alrededores, el fantasma es suficiente distracción para mi deber.— Desenterró su aguja del suelo teñido en verde y ahora era yo a quien apuntaba con esta. Me acusaba de algo que no entendía, más por su costumbre de querer apartarme de los supuestos acontecimientos que estaban por llegar. Lo malo -para ella- es que eso solo alimentaba mi curiosidad.
—¿El pequeño viajero?— Me atreví a preguntar.—¿Por qué a él no lo intentas regresar a Bocasucia como lo haces conmigo? ¿Tiene una misión que cumplir?— Indagué.
—Incluso a él debo frenarlo, lo que hace, su meta y razón de existir, viene con él y no puede evitarlo... —Su voz siempre era una combinación entre apagada y seria, como si en todo momento estuviese narrando una leyenda. Su agarre bajó un poco al divagar en sus palabras, pero pronto se reincorporó hacia mi dirección con rigidez.—Tú, en cambio, solo buscas problemas.— Terminó con rencor y tomando una pose de defensa.
—Lamento ser un usurpador que llegó a tu reino, pero hasta que no descubra lo que busco, me temo que tendremos que repetir esto las veces que sean necesarias.— Sus oscuros ojos se entrecerraron para lanzar su arma a mi dirección, esquivé la ida pero no la vuelta cuando jaló del hilo.
Corrí a su dirección y extendí la punta de la lanza, aunque lo esquivó cuando puso su arma de por medio para defenderse.
Estaríamos así por un rato, como de costumbre. Estaba confiado de que de nuevo se trataría de un empate, con ella saliendo columpiada de mi vista.
Me confié de más aquella vez.
[...]
Sentía algo sobre mi pecho, era que trepaba con lentitud sobre mi cuerpo que yacía en el pasto.
¿Qué había pasado?
Una sombra atravesó mi borrosa visión y espantó a lo que sea que estaba sobre mi. Mis ojos se fueron adaptando hasta distinguir al pequeño "fantasma" mirándome desde arriba.
—¿Uh?— Me enderecé y el viajero se apartó unos pasos sin despegar su atención.—¿Pequeño fantasma? ¿Sabes qué pasó? Creo que he perdido el conocimiento.— Permaneció estoico y apuntó a mi costado, había una de esas corazas que usan los errantes para sus diarios. Primero titubeé pero cedí a la tentación de levantarla, la tomé sin saber qué podría ser.
Hubiese preferido no hacerlo, se trataban de las palabras escritas por la misma guerrera que al parecer me había vencido esta vez. Eran finas y parecían algo temblorosas, echas con prisa diría yo.
No puedo transcribir del todo lo que dice, más que nada eran ataques y palabras crueles. Junto con la misma frase que me mandaba a regresar a Bocasucia. Mi espíritu cayó en picada, yo no la consideraba una rival, menos una enemiga. Era admirable desde mi vacía perspectiva, diestra y enigmática, te atraía con su sutileza y cuando te das cuenta te atrapó con su hilo como toda una cazadora.
Bueno, esas palabras podrían sobrar un poco. Eso no evitó que suspirara con pesar, ahora no me tomaría en serio, y eso era lo que más destrozaba.
Miré al caballero a mi lado y me levanté por completo. Mi lanza no estaba y tampoco mi mapa, si su plan es que ruegue por regresar a la superficie tendrá que ser más creativa con ello.
Miré a los alrededores y sin éxito alguno planeaba rendirme por no tener señales de mi preciada lanza. Así hasta que la pequeña vasija a mi lado tiró de mis ropajes y señaló a un punto lejano en las alturas una vez tuvo mi atención.
Ahí estaba mi arma, encajada entre las copas y rodeada de lianas, su color azulado resaltaba levemente entre el verde del fondo. Miré al pequeño fantasma y pensé en una solución rápida.
—¿Me ayudarías?— Apunté al mismo sitio pero su respuesta fue una negación con si cabeza.—Puedo darte algo de geo, por favor, pequeño viajero.— El entusiasmo en él se avivó con facilidad y pronto estaba ayudándole a llegar a mi arma.
[...]
La ceniza caía sin pausa alguna, llenaba el suelo y me sentía perdido en una tormenta cruel. Sin mi mapa llegar al límite del reino fue casi imposible, lo bueno es que me encontraba en ocasiones a aquel amable cartógrafo dispuesto a dar ayuda a quien estaba perdido. Incluso, por un corto tiempo, acompañé al pequeño fantasma en su viaje, ahora que los caminos se separaron debía seguir con mi búsqueda.
Y, por otro lado, las palabras de Hornet nunca abandonaron mi cabeza, resaltaban cada vez que podían, cada vez que me enfrentaba a algún infectado o a un simple monstruo. Ahora mi confianza era menor a cómo había comenzado, dudaba cada movimiento y por alguna razón me daba un pesar enorme recordar aquella batalla.
Me importaba lo que ella pensara de mi, quería que me viera como yo la veo a ella. Lo malo es que será más difícil de lo que alguna vez pude imaginar, pero aceptaba ese reto, algún día lo lograría. Pensar positivo era de lo mejor que hacía y no dejaré que esta esperanza se vaya.
Giré mi cuerpo hacia la derecha y un estruendoso impacto metálico se generó a mis espaldas. Miré sobre mi hombro y se dejó relucir el largo aguijón que, por la forma en la que se había encajado en el suelo, diría que apuntaba a mi espalda baja.
Me estaba dando un serio deja' vu en ese instante.
—Debí arrastrarte yo misma a Bocasucia si hubiera sabido que regresarías.— La ceniza que caía se acomodaban en su largo cabello, su ropa se removía a la par y me quedé completamente hipnotizado. Ahora la tenía literalmente a mi lado, recuperando su arma y mirándome fijamente.
—Tendrás que perdonar a un viajero perdido.— Me acomodé en mi lugar y removí mi máscara, algo que ella nunca se atrevería a hacer.—No tuve más opción que seguir al pequeño fantasma, ¿puedes culparme luego de que me dejases sin forma de ubicarme?— Vi como meditó en silencio para luego buscar algo entre su traje.
Extendió su mano con el mapa que había perdido, bien doblado y para nada maltratado. Lo que en un principio pensé que estaría destrozado en miles de pedazos en realidad se encontraba con ella, por alguna razón que no entendía o era capaz de imaginar.
—Ahora, largo.— Esas mismas palabras fueron las que pronunció cuando acepté lo que me extendía, directo y sin dudarlo, como lo hacía siempre. La vi girarse lista para lanzar su aguijón y salir columpiada con él, la detuve sin saber qué estaba atorado en mi garganta, impaciente por salir.
—¿No le concedes a tu rival una última batalla?— Dije al notar que no me atrevía a despedirme. Lo primero que inundó mi cabeza fue aquella pregunta que, si la analizaba, era muy tonta.
—¿Rival?—
—Eso es lo más adecuado que se me ocurre.—Admití.— La verdad es que no lo pensé, retiro lo dicho. Ya me iré... — Y entonces fue su turno de detenerme.
—Más que rival te llamaría... —Hizo una pausa que me dejó expectante por lo que vendría.—Recordatorio.—
—¿Recordatorio?— Asintió.—¿De qué cosa?—
—De que aún hay razones por las que buscar una solución a la infección.— Con eso dicho, lanzó su aguijón y salió del lugar, perdiéndose entre la ceniza.
Ella es Hornet, el resultado de una alianza inesperada. Una guerrera con un destino y una razón de luchar.
Yo soy un viajero, no tengo nombre, no tengo hogar. No hay algo que me ate a esta tierra y aquí estoy de cualquier forma.
Y así lo quiso el destino, cruzó caminos incompatibles y terminó en este raro encuentro. No me quejaré, tampoco replicaré.
Si esta es la razón por la que fui guiado a este reino en ruinas, la disfrutaré todo lo que pueda.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro