•『 Besos de fantasma 』•
【Toilet Bound Hanako-Kun】
"¿̷H̷a̷s̷ ̷e̷s̷c̷u̷c̷h̷a̷d̷o̷ ̷e̷s̷t̷e̷ ̷r̷u̷m̷o̷r̷?̷"
Los muertos pueden llegar a sentir pena por los vivos, en sus desgracias y en sus días malos, con las trágicas noticias que parecen mentira hasta con un inconveniente menor.
Así nacen los llamados "besos de fantasma". Aquellos moretones los cuales no tienes idea de cómo pudiste provocártelos, aparecen de la noche a la mañana y, en particular, al hacer presión sobre esos puntos no provoca dolor alguno.
No debes aterrarte si aparecen, muchos los consideran señales de que un espíritu te cuida y se preocupa por ti. Símbolos de buena suerte y de que vendrá algo mejor en los siguientes días.
Los muertos se preocupan por los vivos cuando incluso ellos, en sus lamentos eternos, sienten lástima por las personas que no tienen a alguien para desahogarse.
Por eso son indoloros, se diferencias de los espíritus malvados que persiguen y acosan hasta agotar a su víctima. Son la manifestación de un guardián que va más allá de esta vida y que se extiende hasta la siguiente. La señal de que puedes descansar en paz por un tiempo.
Es por eso que no debes rechazar al fantasma que vela por tu felicidad.
[...]
Hay quienes son muy sensibles a este tipo de cosas, personas que voltean en la dirección exacta si te le quedas viendo unos segundos, otros que pueden empatizar en una velocidad espeluznante al sentir que alguien está decaído; otros tienen el don de las palabras y puedo persuadirte dependiendo de tus intereses, cosas que leen de alguna manera.
Pero tú no eras ninguno de esos. Eras alguien que parecía desconectado del mundo casi todo el tiempo; podías quedártele viendo a alguien y no notarías que el ambiente cambia a ser incómodo, eras algo lento para hablar y constantemente perdías tu propio hilo en las conversaciones, siempre con esa mirada de somnolencia pura que cargabas a todos lados.
Eras (T/A) (T/N), el chico que nunca duerme. El que pasa de lado todos los problemas en la escuela y que es demasiado cool como para que tu actitud le parezca rara a alguien.
Tampoco se diría que eras alguien de apariencia promedio, mientras tú eras indiferente a tus rasgos a algunas de las chicas les atraía el aura de misterio y apatía que te definía, ojeras incluidas.
Tal vez por eso aquella chica estaba hablando contigo. Estaba frente a ti, haciendo ademanes con las manos de manera frenética y explicaba algo que le había provocado ampollas en los dedos.
Tu lápiz rodó por tu escritorio y no lo detuviste incluso cuando estaba al borde, cayó provocando un ruido tenue y cuando te agachaste por él descubriste quién era la chica con la que estabas hablando. Era "piernas de daikon".
—(T/A)-kun, ¿cómo te hiciste eso?— Sus ojos brillaban en curiosidad y una libera preocupación mantenía sus cejas curveadas en tristeza. Viste a dónde se refería, un moretón que ocupaba casi todos tus dedos de la mano izquierda, era leve y en realidad no lo habías notado.
—Uh... No lo sé, puede que de esa vez que me atrapé los dedos con la puerta de mi casillero.— Las palabras fueron despreocupadas y dirigidas a la pared. Tu mandíbula te duele luego de soltar un gran bostezo sordo del cual te disculpaste con la chica.
—¡¿Eh!? ¿Y-Y estás bien? ¿No te duele?— Negaste restándole importancia y seguiste escuchando las técnicas de jardinería que te contaba Yashiro. Sobaste con tu pulgar por encima de los moretones inconscientemente hasta que la del pelo grisáceo tuvo que regresar a su asiento.
Al igual que con lo demás, desconocías la naturaleza sobrenatural de tu escuela, no sabes lo qué es un misterio o un rumor y has vivido plenamente sin tener que saberlo.
Pero tal vez no se quede así por mucho.
Una presencia está sobre ti, poderosa y constante. Es aplacada con verte tranquilo y a lo mucho te ha espantado de vez en cuando por su forma de ser, bromista e incapaz de titubear una vez toma una decisión. Sientes que es una racha de mala suerte y no le das más vueltas.
[...]
Lo que primero fueron golpes por accidentes con sentido terminaron en lo que parecían heridas hechas en peleas callejeras. Moretones en tus brazos que excusaste diciendo que eran por jugar rudo con los hombres y algunos en tu rostro que defendiste diciendo que cuando te quedabas dormido haciendo la tarea tu cara caía de lleno contra la mesa.
Pero algo en Yashiro le decía y aseguraba que era algo más, algo que podría ser tan común como espectral en partes iguales, no se había enterado de nuevos rumores o si alguno se había modificado en los últimos días y sin Hanako contándole sobre eso no se enteraría.
¿Sería posible? ¿El primer chico que no le tiende una trampa o que no ignora su existencia estaba siendo intimidado? Formuló un plan excesivamente detallado sobre cómo te seguiría y, para el momento en el que los maleantes aparecieran, ella les plantaría cara por ti y entonces caerías ante ella por su valentía.
Sólo que ella no sabía nada sobre pelear, tal vez si se llevaba consigo las tijeras de jardinería podría verse más convincente.
La oportunidad de llevar a cabo su plan maestro se fue al caño cuando Aoi escuchó lo que sucedía y le contó sobre un nuevo rumor que justificaba todo de manera efectiva.
Está de más decir que Nene sintió alivio y decepción al mismo tiempo.
Pensó una y otra vez, los misterios que conocía sobre la escuela y cuáles podrían pasar desapercibido como para provocar aquellas marcas.
Entonces una idea resurgió en su cabeza como un baldazo de agua fría, no le pareció tan descabellada y eso fue suficiente como para ir corriendo a los baños del antiguo edificio.
Hanako apenas pudo pronunciar la primera sílaba del nombre de la chica antes de ser atacado de preguntas mientras lo sacudía.
—¿Cómo pudiste, Hanako-kun? ¡El primer chico que me nota y tú lo acosas! ¡Creerá que traigo mala suerte si le empiezan a pasar cosas desde que hablo con él!—
—¿Uh? ¡Pero Yashiro... !— Pretendió estar sorprendido hasta que la sonrisa pícara que siempre muestra salió a la luz.—... él apenas puede recordar que estás en su clase.—
—¡Hanako-kun!—
—Ya, ya. Tampoco es para tanto, ¿sabes?— Esquivaba con naturalidad los golpes débiles que la chica soltaba al aire; con las manos en la espalda miró hacia la ventana del baño antes de girarse de nuevo. Su expresión cambió en ese instante.—Son hechizos para hacerle sentir mejor.— Se apuntó así mismo y Yashiro se ruborizó al recordar ese momento. Eso era jugar sucio en todos los sentidos.
—Entonces es verdad, son literalmente besos de un fantasma... — Su enojo se disipó en segundos y ahora era una situación que la llenaba de curiosidad, ¿Hanako sintiendo pena por un chico al azar? Debía deberse a algo pero sabía que las motivaciones del espectro suelen enlazadas a su misterioso pasado. El terreno maldito al que no hay que cruzar y del qué hay que pretender que no existe.—Pero, ¿por qué (T/A)-kun?—
—Ah, es algo extenso como para explicar.— Para disimular un poco una de sus manos rascó su nuca y sus ojos exploraron el pequeño cuarto para evitar la mirada de Nene, su sonrisa nunca desapareció.—Pero se podría decir... que puedo percibir muy bien cuando alguien está pidiendo ayuda... —
Yashiro primero denotó su sorpresa antes de asentir con determinación. Cuando Hanako volvió a sonreír supo que le dejaba todo en sus manos.
[...]
Ella no era buena para disimular, pero tú tampoco no eras bueno para ver las cosas más obvias, así que todo terminaba compensándose.
Siempre que intentaba sacar el tema sobre cómo era tu rutina después de la escuela respondías siempre la misma secuencia de "llegar, comer, dormir, hacer deberes, cenar y dormir de nuevo", al querer profundizar para entonces ya habías perdido el hilo de la conversación y le pedías que repitiese su pregunta.
Así no llegaría a ningún lado.
Fue una semana entera de aprovechar de tu falta de percepción paranoica para poder verte a escondidas después de cada día común en la escuela.
Yashiro y Hanako no pasaban de la zona de los casilleros, atando cabos y fijándose en tu forma de caminar, en tu lenguaje corporal o incluso en la velocidad con la que salías de los límites de la escuela.
No puedes sentir la presencia de otras personas, no presientes cosas malas y no experimentas esa sensación de estar en compañía. Incluso si todos en ese lugar caminasen contigo camino a casa te sentirías en soledad, ¿por qué sería? Alguna vez escuchaste que la comida sabe mejor en compañía pero no notaste diferencia desde que Nene había empezado a hablarte a como estabas antes.
"Es (T/A), seguro está bien". Sin saber fachada que creaste sin querer de chico solitario trajo una sorpresa desagradable consigo. Algo lo suficientemente triste como para que los muertos sientan pena.
Algo para que Hanako tuviera su atención en ti. Recordándole a si mismo de alguna forma que aún no comprendía del todo.
[...]
Otro día pasó antes de que Yashiro te detuviera en pleno pasillo camino a tu club.
Tu peinado habitual no dejaba ver el nuevo golpe que había aparecido, en medio de tu frente y de un tono que era difícil de distinguir.
—¡(T/A)-kun! ¿Tienes un segundo?—
—¿Qué pasa, Nene-san?— En la cabeza de Yashiro había una celebración enorme y estuvo cerca de fantasear al escuchar su nombre saliendo de tus labios. Negó de inmediato y se obligó a permanecerse concentrada.
—¡Tengo... ! Uh, quiero decir, c-creo tener la razón de tus moretones extraños!—
[...]
—¿La escuela tiene misterios?—
Casi se cae de su silla cuando respondiste después de esa larga explicación, Hanako soltó una risa burlona mientras curioseaba alrededor tuyo. Esperaban una reacción diferente, pero eras tú, así que la lógica no aplicaría por ahora.
—Si... ¡y es por eso que debes saberlo! Sólo pasa cuando estás pasando un mal momento o cuando algo terrible pasará.—
—¿Entonces un fantasma de la escuela estaba siguiéndome y los moretones es su forma de consuelo?... —
—No lo digas así, le quita todo lo enigmático, (T/A)-kun... —
—Es mucho que procesar, uh... — Algo apenado giraste la cabeza hacia otro lado para rascar tu cuello, era la primera vez que Yashiro podía verte en otra faceta aparte de la del chico misterioso y callado. Por otro lado estabas pensando, ¿el beso de un fantasma? No sabias como tomarlo, solo esperabas que no fuese un espíritu aterrador.— Pero por ahora es lo más lógico, supongo.— Dejaste salir un suspiro antes de ponerte de pie y sonreírle levemente a la contraria.—Gracias por preocuparte, Nene-san.—
Yashiro rogaba porque te fueras de una vez por todas para poder sacar su emoción contenida.
Cuando estuviste por salir al patio te giraste de nuevo hacia Nene y, sin saberlo, también hacia Hanako. Titubeaste un segundo pero luego te acercaste.
—De casualidad no sabrás como, eh... ¿agradecerle? a un espíritu también, ¿o no?— La de hebras plateadas rio enternecida y no notaste cuando sus ojos comenzaron a centrarse a tus espaldas. Creíste que estaba tratando de recordar.—Hay muchos gatos callejeros por mi casa, ¿será que debo... ?—
—¡N-No, no, nada de eso! ¡Eh... !— Buscó a respuesta con el misterio a tus espaldas y, al darse cuenta de tu petición, sonrió.
Y ahí estaba Hanako, moviendo los brazos con ánimo y haciendo un círculo con sus dedos, para hacer el ademán de que comía algo y al final señalarte con todo su entusiasmo disponible.
No supiste si Yashiro te tomaba el pelo cuando dijo algo sobre donas caseras pero por si acaso lo anotaste en tu brazo no dominante.
No entendías muchas cosas y no intentabas hacerlo, pero no eras un malagradecido. La fachada que los demás te dieron debía desaparecer y ese era un buen primer paso.
Porque incluso los vivos caen en las palabras desmedidas de las personas que no conocen sus historias.
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¿Que puedo decir? Es una creencia que me contó mi madre hace mucho y quería escribir algo con ella u.u
Perdonen las incoherencias, investigué un poco en la wikia del manga y me spoilee unas cosas para tratar de no escribir algo tonto, pero no es lo mismo que a leer el manga.
Pero bueno, con esto me despido.
Sho lo lo!~
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