[Komine 10]

"Todo sería un poco más fácil si no fueras… si no fueras un brujo"
Si de por sí papá estaba molesto porque su querido hijo no le prestaba atención a las mujercitas, que porque estaba de maricón hablando más con chicos e incluso coqueteando de vez en cuando con ellos.
Eso no pasaba, ni que su hijo fuera así como para atreverse a coquetear con los varones de su comunidad, una, no se llevaba bien con ellos, apenas y solo intentaba hablarles y ellos solo lo ignoraban, dos, esa era la impresión que imaginaba su padre.
Papá estaba molesto, porque según, te estás juntando mucho con los brujos de la ciudad, no creas que pasase desapercibido porque de que de enteró se enteró, sabe que de vez en cuando uyes a la ciudad en vez de ir a cazar con los de tu especie.
¿Acaso quieres que te atrapen, que te asesinen, no vez que los brujos y nosotros los hombres lobo no nos llevamos para nada bien, enloqueciste?
Esa fue la primera advertencia. La segunda fue más severa.
¿Que tienes un amigo brujo?
¿Quién fue, quien fue el bastardo que le contó a mi padre? Pensó guardando su coraje pero no lo demostraría en la vida real.
Entonces el hombre creyó darse cuenta.
¿Acaso tú, te gusta, hay algo entre ese brujo y tú…?
No alcanzo a responder.
¡Pues te prohibo hablar nuevamente con ese brujo, tienes prohibo incluso volver ir a la ciudad!
Pero, el muchacho protestó. Y todo estaba decidido así como había dicho el padre pero en contra de su voluntad.
Antes de irse mencionó algo grotesco, lo escupió incluso con coraje.
Si tanto quieres un novio, al menos te lo perdonaría un poco si tan solo fuera un hombre lobo como nosotros…
Lo odiaba.
Odiaba no poder ser feliz con quién casualmente una vez la vida los presentó. Odiaba que él fuera tan, tan conservador. ¿Acaso no le gustaba ver qué su hijo fuera feliz con quién sea que fuera, fuera lo que fuera?
Mencionó llorando levemente recostado en el hombro del otro varón.
"Si tan solo pudiera dominar mi maldición…" suspiró el brujo. "Así mi apariencia podría ser parecida a la de un hombre lobo…"
"Espera, ¿qué, de qué maldición? ¡Nunca me constaste algo así!" Reclamó el chico.
"Eh, bueno, fue algo de hace varios años…" Evidentemente quería evadir esa pregunta, tal vez le avergonzaba, o no estaba listo para contarle a alguien más, además era la primera vez que lo hacía.
"Pero me hace tener la apariencia como la de un hombre lobo… excepto sin la transformación completa. En realidad nunca intenté lo último pero supongo que sería como un, ¿Gato?" Susurró lo último más para sí que para su amante.
El chico lobo se incorporó de inmediato. "¿Puedes mostrarlo?"
"No, lamentablemente no es una transformación que pueda controlar…"
"…Que lástima"
Volvió a ese tono triste de antes.
"Casi teníamos la solución…"
No realmente, aunque su apariencia fuera como la de un hombre lobo aún tenía sus problemas, problemas que había estado pensando el brujo desde hacía mucho rato.
Incluso con la transformación sus ojos seguían siendo de color verde, y ningún hombre lobo, mas que los brujos tenían ojos verdes. Tampoco evidentemente podía transformarse en lobo, solo era una pequeña parte de la apariencia. Y por último, ¿Qué dirían, que había sido un infiltrado en la comunidad de los brujos, o que de pronto llegó a la comunidad de hombres lobo y…?
Espera, esa última parecía demasiado aceptable. Solo faltaba que el brujo supiera dominar aquella transformación, o como el llamaba maldición.
"…Lo intentaré" mencionó al final el brujo.
El otro se sorprendió y luego sonrió "o-ok, ¡ten suerte!" Mencionó al final.
"Por el momento tengo que irme, mi madre deberá llegar en unos momentos y no puedo arriesgarme a que no me encuentre"
"Vale. ¡Oh! Y creo que no deberíamos vernos toda esta semana, digo, solo para no levantar sospechas. Ya fue muy arriesgado venir justo hoy que mi padre me impuso ese ultimátum"
"Umm, es una lástima pero no hay nada que hacer. Así que hasta la siguiente semana"
"Sí…" se acercó y le dió un pequeño beso en la mejilla. Luego ambos se levantaron del piso de aquella cabaña abandonada.
Ambos volvieron a casa. Y de ahí no fue para nada bien.
¿Quién diría que la extricta madre del brujo se enteraría que su hijo se veía con uno de los enemigos, un hombre lobo?
Mamá había llegado más temprano a casa, y eso porque tenía una invitada especial.
Es una bruja poderosa, y sabe hacer las mejores posiciones de la ciudad, es reconocida en todo Terranevo, mencionó. Seguro ella sabrá cómo quitarte esa maldición de encima.
Que horror, si su hijo no era normal en primer lugar, era peor sabiendo que tenía esa desagradable maldición en que podía tener la apariencia como un hombre lobo. Si alguien los descubrieran los culparían de traición y perderían su lugar en la alta sociedad. Que horror.
No puede ser, si encuentra la cura nuestro plan se arruinaría. El muchacho estaba molesto, tan solo estaba ideando algún plan rápidamente para al menos escapar.
Intentó ganar algo de tiempo hablando con la mujer: se llamaba Camille, también trabajaba como sanadora, y que casualmente una vez transformó a su amiga en hombre perro por error en una posición.
Ahí estaba, tal vez podía delatarla con eso a su madre y así su madre perdería confianza con ella y la echaría de ese reciente trabajo.
Estaba pensando justo en eso hasta que la mujer siguió hablando.
Se llama Sera y es mi novia actualmente. Perdón, solo me sentía emocionada de contarle por fin a alguien que estoy saliendo con ella. Aunque tal vez no lo entiendas.
…Brujos no pueden salir con nadie más que no sean brujos…
Lo sé, por eso es mi secreto, siempre decimos que somos amigas.
En ese caso, ¿Puede guardar un secreto, mi secreto a cambio del suyo? La mujer asintió. Estoy saliendo con un hombre lobo… y la maldición, pensamos que si yo pudiera parecer como ellos él no tendría problema con su padre.
Oh, en ese caso, ¿Te parece si digo que nunca hubo una cura para tu maldición?
Te lo agradezco.
Pero a la mañana siguiente la mujer ya no volvió. En cambio su madre lo enfrentó.
Si encuentran la cura para tu maldición ya no podrás seguir viéndolo, ¿verdad? La mujer sonrió en victoria y luego río malvadamente.
El brujo solo la miró enojado. De seguro lo había estado escuchando hablar con aquella bruja Camille.
Tranquilo, nadie va a saberlo, solo obligué a la mujer a que siga buscando el antídoto y una vez que tu maldición se cure ya no podrás regresar a verlo nunca más. Ja.
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Finalmente el chico lobo descubrió quien había sido el bastardo que le había estado contando a su padre las veces que se veía con aquel joven brujo.
Se trataba de, sorprendentemente una chica. Trató de averiguar la razón por la que le hacía eso pero al principio su estúpida excusa era "los brujos y los hombres lobo no pueden estar juntos, solo trataba de protegerte". No era cierto.
Sophia, como así se llamaba la chica solo sentía envidia, porque había pasado por algo similar y ella no pudo salirse con la suya, así que se propuso que si ella no había podido tener su amor con un brujo nadie más de su comunidad lo haría.
Después de saberlo se convirtió como en un vigilante del chico lobo. Vigilaba siempre que él no se alejara a la ciudad ni se encontrara con aquel chico. Nada. Pero aunque algunas veces no estuviera al tanto de él, siempre iba y le contaba a su padre que habían estado juntos, aunque no fuera cierto.
Hacían semanas que no se veían.
Y él lo extrañaba demasiado. Extrañaba hablar con alguien. Se sentía tan solo con tanta gente alrededor…
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No hay un antídoto señora.
¡Mentira! Ustedes tratan de engañarme para salirse con las suyas. ¿Por qué estás en su lado?, no es justo, los hombres lobo son nuestros enemigos.
!¿Quieres callarte de una vez?! ¿No lo entiendes? Es la primera vez que hablo con alguien a quien no le molesta mi estúpida maldición, ni que sea un brujo que no puede usar magia y somos felices juntos. Pero, ¡Oh! Sorpresa, nuestros padres odian que estemos juntos solo por un estúpido conflicto entre ustedes que a nosotros no nos afecta.
El chico uyó de casa entonces, con ese coraje mencionó en camino una y mil veces cuánto odiaba a su madre. Odiaba tener quince y no poder hacer nada al respecto, no poder salir de casa así como así. Pero, no lo podía creer, ya había salido de casa.
Fue y buscó a su amado, buscó a Lumine, solo quería ir y abrazarlo, habían pasado tantos meses que no se veían, sentía como si nunca lo hubiera conocido y solo hubiera sido producto de su imaginación.
Se transformó en forma en que su apariencia fuera como la de un hombre lobo, solo por si acaso se encontraba con uno de ellos, porque había corrido directo a la comunidad donde vivían los hombres lobo. Solo que nunca llegó.
Se sentó cerca de un árbol y estuvo llorando ahí un buen rato, minutos, pocos minutos, hasta que sintió la presencia de alguien.
"Hola, ¿…Estás bien?"
Preguntó el chico lobo de cabellos blancos al jovencito que lloraba bajo el árbol.
Kody alzó la mirada y de repente reconoció al joven.
"…¿Lumine?"
Una gran sonrisa se formó en su rostro y se levantó rápido para abrazarlo. Segundos después Lumine lo reconoció y al fin pudo corresponder a ese abrazo.
"Ko-Kody?, Pero, ¿cómo?"
"No lo sé. Solo sé que quiero quedarme en tus brazos por siempre" susurró el brujo.
Hubieran durado un rato más en ese momento tan agradable sino fuera por la amiga de Lumine quien lo había estado buscando desde hacía un rato. Se separaron lo más rápido que pudieron.
Lumine, finally te encuentro. Espera, ¿Quién es tu amigo? Era un hombre lobo pero extrañamente nunca lo había visto en su vida.
Ambos homosexuales se voltearon a ver tratando de inventar una buena coartada. Al final fue Kody quien habló. Parecía haberse inventado una muy buena coartada, como si la hubiere ensayado por meses quizá.
"El pueblo de dónde vengo fue tomado y destruido por brujos. He uido y he sido el único sobreviviente de mi comunidad".
Fue algo muy convincente. La comunidad de lobos lo aceptó y lo dejó quedarse porque "¿Cómo dejarían a uno de los suyos morir solo?"
De ahí fueron unas semanas tranquilas. Ambos chicos se la pasaban siempre juntos, hablando, riendo, ignorando a casi toda la multitud que los rodeaba, a veces ignorando varias tareas que no deberían, pero era por un bien mayor. Según Kody no podía transformarse normalmente por el síndrome de Leinh, y tampoco iba a mostrar esa forma en ningún caso porque le avergonzaba. Esa era una coartada más.
Pero no importaba porque todos los dejaban en paz y la mayoría se alegraba de ver qué Lumine al fin tenía un amigo cercano, todos excepto una sola persona.
¿Puedes dejar de fingir y decirme la verdad?
El chico se tensó un poco.
No sé de qué hablas.
Ese chico, Kody.
¿Qué tiene?
No es solo tú amigo, ¿Verdad?
Al fin se decidió por decir la verdad, o un poco de la verdad.
Bueno sí, Kody es mi novio. ¿Algún problema?
Sí.
¡Habías dicho que no te importaba si era un hombre lobo!
¡Pues si me importa porque al final eres un desperdicio de hombre!
Silencio.
El muchacho iba a decir algo más hasta que se escuchó un estruendo afuera. Los brujos atacaban la comunidad.
Muertes, destrozos, los lobos llevaban ventajas en tiempos y luego parecían perecer.
Y entre todo eso los que pudieron, los más jóvenes pudieron escapar, entre ellos ambos amantes.
De ellos no supe mucho después del insistente. Solo que Lumine se lamentó por la muerte de su padre y esa estúpida última charla que ambos tuvieron. Kody siguió la farsa de fingir ser un hombre lobo entre los que escaparon. Solo que más tarde se enteraron de que en realidad era un brujo y que su madre era la que había causado aquel ataque en la comunidad de los lobos. Volvieron a unir después de eso.
Y ahora sí de ahí no supe más de ellos…

|Tiene puto potencial para hacer una historia más larga y más organizada pero soy muy floja para hacerlo.
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Me salté ocho partes jaja perdón.
| 26-04-22 • 05-05-22
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