Odio no ser lo suficientemente mayor como para que Shota Aizawa me notara y no me viera como una simple estudiante.

Desde que entré a la U.A me había llamado la atención, ahora con diecisiete años sigue sin prestarme atención aunque esté a un años de ser mayor de edad.

-Aún no entiendo que le ves a ese viejo ojeroso- Dice Mina.

Yo suspiré.

-Yo veo lo que me atrae- Dije y miré a Aizawa que estaba acariciando a un gato que se apareció en nuestro entrenamiento.

-Oye, contrólate- Dice Mina.

Yo la miré y luego noté que mis orejas gatunas estaban hacia atrás y mi cola gatuna estaba moviéndose mucho.

Mi Quirk es que puedo transformarme en cualquier felino.

-Hm, ay ya, sigamos entrenando- Dije.

Mina asiente y yo me transformé en un chita en el momento que ella me tira ácido y la esquivé.

***

***

Me transformé en un gato negro normal y fui hacia Aizawa que estaba en la calle saliendo de una tienda con comida para gatos.

Yo iba caminando por el techo de una casa y lo veía pasar, mi cola se movía de un lado al otro mientras lo observaba.

Me sentía una acosadora... pero no me importaba.

No es como si hiciera esto todo el tiempo la verdad.

Escuché un bufido de otro gato atrás de mi y cuando me giré directo fue a atacarme, me cortó el costado y me lanzó del techo.

Me había tomado desprevenida.

-¿Huh?- Miré arriba.

Aizawa... me miraba fijamente pero yo vi nuevamente al frente cuando el gato se lanzó a atacarme otra vez.

Me hice a un lado y salí corriendo aunque mi herida sangraba bastante y dejaba unas pequeñas gotas de sangre.

Llegué hasta un callejón y me escondí allí, pensé en volver a la normalidad pero escuché pasos y vi una sombra en la entrada del callejón.

Me quedé quieta un momento, hecha bolita en mi lugar pero luego vi una mano frente a mi.

Miré más arriba y vi a Aizawa.

Miré su mano y me acerqué lentamente pero el dolor en mi herida me hizo caer al suelo.

Mi cuerpo, al ser más pequeño, no tenía tanta tolerancia con las heridas de este tamaño.

Mi vista comenzó a ser borrosa por la pérdida de sangre pero sentí las manos de Aizawa agarrarme con cuidado y sostenerme entre sus brazos cubriéndome y dejándome calentita.

***

***

Sentí que estaba en una superficie suave y calentita pero que a su vez tenía una venda alrededor de mi cuerpo.

Cuando abrí los ojos noté que estaba en una cama grande y cómoda.

Miré mi cuerpo y si, estaba vendada.

Escuché una puerta abriéndose y cuando volteé me sobresalté.

Aizawa salía del baño con solo una toalla alrededor de su cintura.

Las gotas de agua caían por su cuerpo de una manera que... si no me controlaba, me transformaría e iría a por él.

Saca ropa de su armario, mira hacia mi dirección y sonríe pero regresa al baño.

Sacudí mi cabeza para tratar de no pensar en el cuerpo de mi Sensei hasta que regresó con su ropa puesta.

Se me acerca y extiende su mano esperando que yo fuera la que tomara confianza y lo tocase, justamente hice eso, me rascó el cuello y bajo la mandíbula, yo ronroneé.

-Debes de tener hambre... - Dice y se aparta.

Sale de la habitación y yo espero un momento hasta que regresa con un plato con leche.

Lo deja en la mesita de noche y yo me subo a ella para empezar a tomar.

Aizawa agarra algo que estaba en el suelo y abre el cajón de la mesita, por curiosa miré lo que había adentro y casi me atraganto al ver una caja con condones.

Es normal... es... un adulto... puede hacer lo que quiera.

Cierra el cajón luego de guardar lo que había recogió del piso y se acuesta en la cama.

Yo, al terminar la leche, me subí sobre su cuerpo y me acosté escondiendo las patas bajo mi cuerpecito peludo y comencé a ronronear.

Aizawa me acaricia de nuevo y yo solo dejo que lo haga.

***

***

-Regresa a tu residencia y no vuelvas aquí, ____-

-Hm... -

-Reconocí tu forma de gata doméstica cuando te transformarte frente a tus compañeros ayer... -

No entendía nada, solo que al llegar, Aizawa usó su Quirk y consiguió que yo regresara a mi forma humana involuntariamente.

-Pero... Sen..sei... -

-Ya ríndete, no saldré con una niña-

Se da la vuelta para entrar, yo apreté los dientes y los puños.

-¡Pero... ! ¿Por qué... ? Estoy a un año de cumplir la mayoría de edad... ¿Por qué aún así no me acepta?-

-Eres mi estudiante y tampoco esperaré por ti. Eres hermosa, si, pero no por eso me arriesgará a terminar en la cárcel-

Mis orejas cayeron pero luego se me ocurrió algo que si sale bien... estaré feliz.

Aunque... tal vez pierda la poca dignidad que tengo.

-No hace falta que alguien se entere... si nadie se entera, usted estará bien- Dije mientras comenzaba a acercarme a él.

-No quiero estar en una relación, entiende-

-Pero no necesariamente debe ser una romántica... - Quedé frente a frente con Aizawa -Por favor... haré lo que usted pida, lo que sea... -

-Esas palabras son muy peligrosas... ¿Lo sabes, cierto? No deberías de andar diciéndoselo a cualquiera-

-No se lo digo a cualquiera, solo a usted... es al único al que quiero- Dije.

Él bufa y rueda los ojos.

-Ya te lo dije, rindete- Entra a la habitación.

Pero yo entré tras él por desesperación y cerré las puertas del balcón junto a las cortinas.

-Vamos... Sensei... se lo dije, puedo hacer lo que usted quiera- Dije y me comencé a agachar hasta arrodillarme frente a él y levanté mis manos pero él me agarra por las muñecas.

-Tsk ¿Por qué estás tan obsesionada conmigo?-

-Es que me encanta... y quiero estar contigo aunque sea de esta forma y a escondidas- Dije y apoyé mi cabeza sobre su mano que sostenía una de las mías -Cuando venía aquí en forma de gato, usted me daba leche... ahora quiero una distinta y prefiero sacarla yo misma-

Lamí su entrepierna sobre la tela rápidamente y él se contrajo, luego volví a acercar mi rostro y succioné, sentí como su miembro comenzó a ponerse duro.

-Por favor Sensei... usted podrá hacer lo que quiera conmigo... y por su mirada sé que tiene ganas- Dije.

Él aprieta los dientes pero suspira.

-Tsk... -

Sentí como fue soltándome las manos poco a poco pero al estar libre comencé a desabrochar su pantalón y luego saqué su miembro.

-¡Nhg!- Aizawa tira su cabeza hacia atrás en el momento que yo comienzo mover mis manos de arriba abajo, frotandolo.

Si bien nunca había hecho estas cosas... había visto e investigado lo suficiente.

Lamí el tronco y él se estremeció.

-A..Ah.. t..tu lengua... es áspera- Dice.

-Al ser mitad felina... tengo algunas características- Dije antes de lamer uno de sus testículos y comenzar a chuparlo.

Succioné y metí en mi boca sus testículos mientras con una mano seguía frotando su miembro hasta que decidí subir y meter su miembro en mi boca.

-Ah... - Me agarra la cabeza por detrás y sobresaltándome me comienza a embestir la boca.

Yo hice todo lo posible para no atragantarme.

Varias embestidas fueron necesarias para correrse en mi boca.

-Ah... Kitty... tú querías esto... ahora... trágalo, todo- Dice jadeando.

Yo tragué lo que estaba en mi boca y luego lamí todo su miembro hasta la última gota.

-Mhg... Si... así... -

Al acabar, me levanté y solo miré como Aizawa suspiraba mientras miraba al techo pero parecía reprocharse a sí mismo lo que acababa de pasar.

Se acomoda el miembro y los pantalones pero luego me mira y se queda pensativo hasta que se cruza de brazos.

-Tienes dos opciones... te quedas y te desnudas o... te vas y nunca más volver a hablar de esto y mucho menos a tener estos encuentros-

Yo no lo pensé ni dos veces y sonreí, llevé mis manos a los bordes de mi camisa y me lo quité, desabroché mi short e hice lo mismo.

Al estar completamente expuesta a Aizawa, él resopla y antes de que me diera cuenta, me sujetó ambas manos con una de las suyas y con la otra me ató sus cintas para luego atarme a una viga en el techo dejándome con los brazos arriba y sin poder hacer nada.

Aizawa se coloca detrás y sentí como comenzaba a deslizar sus manos hasta agarrar mis pechos y apretarlos ocasionándome un jadeo.

Masajea mis pechos y pellizca mis pezones hasta que baja una mano acariciando todo mi abdomen hasta mi intimidad.

Por inercia, cerré las piernas sin intenciones de dejarlo tocarme allí, pero ese solo fue un movimiento involuntario al no estar acostumbrada a esto.

-¿Qué pasa, Kitty... ? Tú quisiste esto... abre las piertas- Dice en mi oído con la voz ronca, yo no lo hice pero recibí una fuerte nalgada que me hizo soltar un gemido -No lo repetiré de nuevo-

Mis piernas temblaban pero aún así, separé las piernas y al instante y de forma rápida, mete dos dedos en mi al estar ya muy mojada.

-¡Ah... mhh!- Mordí mi labio inferior y sentí que Aizawa me besaba el hombro.

-Eso es... que linda gatita... -

Sigue moviendo sus dedos en mi y si no fuera porque estaba atada a la viga en el techo, ya me hubiera caído.

-Veamos que pasa si... -

-¡A..Ah... !- Me incliné hacia adelante pero levantando más el culo al momento que Aizawa agarra mi cola gatuna -A..Ahí n..no... ¡Nhg!-

-¿Ah? Con que eso pasa... - Aprieta y estira un poco -Esos gemidos serán un problema si queremos guardar silencio... -

Me ató la boca con lo que quedaba de sus cintas y volvió a agarrar mi cola.

Mis piernas temblaron y yo ronroneé pero la electricidad que pasaba por mi cuerpo me hacía ahogar gemidos más fuertes y sin aguantar más, me corrí.

Aizawa suelta mi cola y saca sus dedos para luego colocarse frente a mi. Me mira pero luego vuelve a sacar su miembro.

Me toma por el culo apretándome contra él, una de sus manos me levanta una pierna y yo intenté detenerlo y hablar pero entró en mi de una embestida bastante dura.

-¡Mhg!- Cerré los ojos con fuerza y apreté los puños.

Dolía horrible...

Mis ojos se llenaron de lágrimas y Aizawa, que estaba jadeando, me mira.

-¿Eh? No... me digas que eras virgen-

Agaché la cabeza y asentí ahogando un sollozo de dolor.

Escuche que él resoplaba y seca una lágrima que había escapado y rodado por mi mejilla.

-Tsk... eso tuviste que decirlo antes, niña-

Solté quejidos de dolor y no hice el intento de mirarlo ni de responder.

Resopla de nuevo.

-Oye- Traté de levantar la cabeza pero al segundo de hacerlo, él me abraza y yo abro los ojos de par en par.

Sentí que me soltó y salió de mi pero me obligó a enrollar mis piernas en su cintura, rodeé su cuello con mis brazos y escondí mi rostro allí también.

Sentí que me dejó en la cama y se levantó para quitarse el pantalón y luego se acomodó entre mis piernas de nuevo, estiró una mano hacia el cajón de la mesita de noche y sacó un condón.

Se lo puso rápidamente y luego sentí la punta contra mi entrada de nuevo. Agarró mis piernas por la parte de atrás de mis rodillas y las abrió más.

-Esta vez lo haré lento- Dijo.

Yo asentí y él comenzó a penetrarme.

-Mhg- Mis orejas cayeron hacia atrás y mi cola se enredó por el brazo de Aizawa.

Apreté los dientes con fuerza y traté de aguantar todo lo posible hasta que por fin estuvo completamente dentro de mi.

Se detuvo y esperó a que me acostumbrara.

-Empezaré... a moverme- Avisa.

Volví a asentir como única respuesta.

Sus caderas comenzaron a moverse en un vaivén lento y suave, entraba y salía de mi poco a poco y mis gemidos y jadeos empezaron dándole el incentivo de mejorar.

Sus embestidas eran lentas pero muy duras, sentía que podía llegar hasta lo más profundo en mi.

Él se inclinó sobre mi y entrelazó nuestras manos por encima de mi cabeza, nuestros cuerpos se movían de adelante para atrás y cada vez sentía que me encantaba más.

Sentí sus besos en mi cuello y como bajó hasta mis pechos en donde succionó mis pezones y mordió.

-¡Mhm! Ah... S..Sensei... -

-Kitty... -

Varias embestidas más y ambos terminamos por corrernos.

Aizawa salió de mi y se quitó el condón lleno de semen y lo tiró.

-Si vamos a hacer esto, no puedes decirle nada a nadie, ni siquiera a tus amigos- Dice.

-Lo sé- Dije asintiendo.

-También... no significa que te daré una mejor calificación o tendrás privilegios-

-También lo sé... Sensei... yo solo quiero pasar tiempo con usted, no me importa de que forma- Dije sonrojada.

-Entonces... ven aquí siempre que te lo diga, si faltas... tendrás un castigo-

Sin poder evitarlo ronroneé y mi cola gatuna se movió de un lado al otro.

Aizawa lo nota pero no dice más.

-Está bien- Dije.

-Ahora vete que ya es muy tarde-

-¿Eh? ¿No puedo quedarme?- Pregunté.

-No-

Bufé.

-Pero me la debe... usted me lastimó ¿Recuerda?- Dije en un intento de que me dejara dormir con él.

-Tu fuiste la que no me dijo que eras virgen, además... también fuiste tú la que inició esto-

Volví a bufar y me levanté resignada, me coloqué mi ropa y me acerqué al balcón.

-Bien... nos vemos mañana, Sensei-