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El cliente frecuente

Harry atraviesa un gran crush en uno de sus clientes, se sabe de memoria su pedido y cada aspecto de su rostro. Tan solo desea abrazarlo, besarlo y llenarlo de amor. Louis Tomlinson, el chico del café negro sin azúcar y tres panecillos de limón.

3803 palabras

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Café negro sin azúcar y tres panecillos de limón para llevar, era lo que siempre pedía. Harry ya se lo sabe de memoria. Aunque piensa que los panecillos de limón no van con el café, él espera escuchar ese pedido con ansias.

El chico de siempre, a la misma hora.

Solo faltaban diez minutos para que la campanita de la puerta sonará y él aparecería con esa sonrisa tierna de siempre. Le miraría con esos lindos ojos azules llamativos y le daría los 'Buenos días' con esa dulce voz.

"Siempre lo esperas con ansias" Niall, compañero y mejor amigo de trabajo, le mira con burla mientras prepara una malteada de fresa. "Solo para verlo unos minutos".

Harry juega con su delantal con nerviosismo, su mirada verdosa aún enfocada en la entrada.

"Harry..." Niall llega a su lado. "Esa atracción que le tienes desde el primer día ha subido de nivel". Toca un botón y el número en la pantalla superior cambia.

"¿Por qué lo dices?"

Niall entrega el pedido y alza su ceja, mira unos segundos a su compañero. Harry mordía su labio inferior, sus ojos estaban brillantes... Todo por la espera del chico frecuente.

Su boca se abre para hablarle pero la campanita de la entrada le interrumpe. Harry jadeó soltando el delantal, se acomoda sus cabellos y el pequeño gorro que le acompaña. Niall en cambio, gira sus ojos y da la vuelta para seguir con los pedidos que tiene pendientes.

La entrada era épica para Harry, era como si pudiera ver mariposas, flores y hojas mientras el castaño caminaba hacia la caja. El rizado jura que oye a alguien tocando un violín.

Nunca había fila cuando él llegaba, Harry procuraba dejarle el campo libre atendiendo rápido a los demás. Claro, haciéndole más pesado el trabajo a Niall.

"Buenos días". Su dulce voz, esa dulce voz era la que a Harry le encantaría escuchar mientras están en su departamento. Mientras él hace la cena y el chico le cuenta de su día.

"Hola... Buenos días" acomoda un poco lo que tiene al frente para calmar el nerviosismo y el temblor de sus manos.

"Me gustaría, por favor, un café negro sin azúcar y tres..."

"... Panecillos de limón" Harry le interrumpe mientras escribía la orden. El castaño le regala una sonrisa divertida.

"¿Soy muy predecible?"

"Un poco..." Muerde su labio, termina de escribir el pedido. "¿Para llevar, cierto?"

El castaño ríe despacio mientras asiente. "Eso es correcto, creo que debería cambiar mi orden". Ladea un poco su cabeza mientras mira el menú que se extiende en la gran pantalla arriba de la caja. "Mmm, no. Me sigue gustando mi pedido".

Harry le entrega el recibo y el número de turno, el castaño le entrega el pago de lo pedido. "Es un pedido bastante... Especial" murmura mientras coloca el pedido del chico a la vista de Niall.

"¿Por qué lo dices?" Mira de reojo la pantalla de turnos, su número era el 27.

Marcaba el 25.

"Um, bueno..." Se acomoda un rizo, "me parece extraña la combinación de los panecillos con el café, no quiero ofender ni nada, solo que no es algo que yo mezclaría..."

El chico mueve su cabeza un poco, estirando sus labios mientras sus ojos se entrecierran. Chasquea su lengua y le sonríe, sus labios estirándose lentamente.

"¿Lo has probado?"

Harry, quién se había perdido en el movimiento de todas las facciones del chico, parpadea ante la pregunta. "¿La combinación?" El castaño asiente. "No, no lo he hecho".

"¿Entonces cómo sabes que no te gusta? Puede sorprenderte el sabor".

Niall le entrega un pedido, Harry mira el número de turno y presiona el botón. El número 26 aparece en la pantalla y una chica con cabellos azules es quien reclama el pedido.

Su atención vuelve al chico castaño. "Hmmm, bueno..."

El chico ríe nuevamente, sus dedos juegan con el papel que el trabajador le había entregado. "Estás juzgando una mezcla sin siquiera probarla..."

Harry se siente avergonzado. Niall le entrega el pedido del chico y vuelve a su lugar con una sonrisa en sus labios.

"¿Lo siento...?" Titubea un poco mientras entrega el pedido.

El castaño vuelve a reír, esta vez un poco más silencioso. Toma el pedido en sus manos y ladea su rostro un poco.

"Está bien, deberías probarla y ahí me dices qué tal" da un paso hacia atrás. "Hasta luego, muchas gracias".

"¡Adiós!" Carraspea. "Gracias por comprar aquí, que tengas un lindo día".

"Igual tú" Le dedica una mirada por unos segundos, después se aleja y sale de la cafetería.

Harry suelta un suspiro y deja caer su cuerpo en la encimera, sus manos van a su rostro. Su corazón estaba acelerado y su estómago revuelto.

Niall se acerca y palmea dos veces la espalda del rizado. "Hoy es legendario, deberías anotarlo".

Harry le mira con curiosidad. Se levanta y frunce su frente.

"Voy a anotarlo yo, entonces" se encoge de hombros. "¡Es un gran logro! Hablaste con tu crush por primera vez en estos cinco meses desde que empezaste a trabajar aquí... Felicidades" besa juguetonamente la frente del rizado.

Harry lo empuja, suelta un resoplido. "Idiota" Niall se aleja con una risotada y los dos vuelven a su trabajo.

◖⁠⚆⁠ᴥ⁠⚆⁠◗

El castaño vuelve a entrar, Harry le observa como tiene costumbre. Hoy sí había fila, se le hizo demasiado difícil atender rápidamente. Niall se encontraba preparando de aquí para allá junto con otro trabajador que dobló turno.

El rizado entrega y recibe pedidos, la fila se va acortando y el turno del chico castaño está por llegar. Ya siente los nervios en su estómago, y puede ver el sudor en sus manos.

Niall le pasa un pedido bastante grande, Harry lo anuncia y un hombre alto lo recibe. El turno del chico llega y Harry le sonríe como es costumbre.

"Buenos días, bienvenido... ¿Lo mismo de siempre?"

El castaño ladea un poco su cabeza, algo que ha encantado a Harry desde el primer momento que lo hizo.

"Quiero el mismo café, por favor, pero..." Mira el menú unos segundos antes de mirar al chico que le atiende. "Bueno, ayer me has dicho que los panecillos no se mezclaban con el café".

"Oh, pero no lo dije de mala manera" Harry le interrumpe, de su frente cae una gota de sudor. "Cada quien tiene sus gustos, no tenemos las mismas papilas gustativas... Umm".

Niall detrás de él se ríe a carcajadas, Harry puede sentir sus mejillas rojas.

Dios... ¿Qué está diciendo?

El castaño ríe. "Bueno, creo que es cierto..." Rasca su barbilla. "Lo que quería decir era, bueno... Conocer lo que a ti te parece que se mezcla con mi café".

"Oh..." Harry se mueve un poco en su lugar, intentando no lucir nervioso. "Bueno, creo que las galletas de avena quedarían bien" sonríe.

"Bueno, entonces quisiera tres galletas de avena, por favor" entrecierra un poco sus ojos y le da una sonrisa pequeña.

Harry anota el pedido y se lo pasa a Niall, el rubio ya tenía preparado el café así que solo busca las galletas y las empaca. Pone el pedido a un lado de Harry y le da dos golpecitos en el brazo.

"Aquí tienes" le entrega el pedido.

"Vaya, eso fue rápido" saca su billetera y paga. "Muchas gracias..."

"Harry" dice rápidamente.

"Harry... Muchas gracias Harry, mañana te diré cómo me fue con la mezcla" sonríe un poquito más y da dos pasos atrás, agita su mano y camina hacia la puerta. Antes de salir, gira y mira al rizado "Soy Louis, por cierto" y de ahí sale de la cafetería.

Harry aún miraba la puerta, había una joven que esperaba que le atendiera. Pero en lo único que podía pensar era en Louis.

Louis... 

Ahora ese nombre era su favorito.

◖⁠⚆⁠ᴥ⁠⚆⁠◗

Al día siguiente, Harry se encontraba tomando su desayuno junto con Niall. Tenían una hora antes de abrir completamente la cafetería, ya habían barrido y organizado las mesas. Todo estaba limpio.

"¿Si combinan?" Niall pregunta, con su café negro en su mano derecha y una pan con queso a un lado de su boca.

Harry le mira con una pequeña mueca, estaba masticando aún un panecillo de limón. El sabor era diferente, y mezclándolo con el café sin azúcar... Era espantoso.

"Bueno..." Limpia sus comisuras con una servilleta mientras mira a su amigo. "No es tan horrible..." Niall se desata en una gran carcajada, casi ahogándose con el pan.

"¡Lo odias!" Harry ríe un poco con él, alejando el pequeño plato con los dos panecillos de limón, acerca el azúcar y endulza su café. El rubio inhala fuertemente, tratando de calmar su risa, exhala y toma de su café. "Quiero ver cuando se lo digas, seguro sudarás como pollo".

"¿Tú crees que me pregunte?" sus mejillas se colorean.

Niall bufa. "Tus mejillas están por explotar" el rizado lleva su mano a una de sus mejillas y pucherea. "Yo creo que lo hará, también creo que te dirá sobre las galletas de avena".

Harry solo asiente, perdiéndose en sus pensamientos mientras observa su bebida. Podía escuchar el masticar de su amigo rubio y algo del exterior a través de la puerta cerrada. Mientras terminan su hora de desayuno, Harry piensa el día que conoció al que se convirtió en su crush.

Era su segunda semana en el trabajo, estaba realizando turno doble porque necesitaba ese dinero para poder pagar la renta que se le acumulo en su departamento, antes de decidir mudarse con Niall. Estaba cansado, ojeroso y, en ese momento, sin ganas de vivir, cuando él entró.

Parecía brillar, traía consigo una pequeña mochila azul, vestía unos vaqueros y una camisa deportiva. Lucía tan hermoso que había quedado en un trance, tendría que estar atendiendo a un viejo cascarrabias que le estaba acabando la paciencia, pero se encontraba en ese trance. Viendo a ese chico entrar.

"¡Pero préstame atención! Jóvenes incompetentes" el viejo sacó de trance al rizado.

"Lo siento, señor" carraspea y borra nuevamente otro pedido. "¿Qué sería?"

"¡Ya lo dije! Un té de manzanilla y cuatro panes agridulces".

"Claro, señor" intenta no soltar un suspiro, era el cuarto pedido y esperaba que no lo cambiara. Gracias a lo que sea, no lo hizo y pudo despachar al viejo rápidamente.

Su mirada pasa a la fila para dejarla caer en el chico que había llamado su atención, estaba a tres personas para llegar a él. Se puso nervioso y atendió con una leve torpeza, Niall se había burlado un poco pero lo ignoró cuando el turno del chico llegó.

"Buenas días" su voz, Harry quería llorar, su voz era tan preciosa. "Me gustaría un café negro sin azúcar y tres panecillos de limón".

Él no había hablado, se había quedado sin voz. Le entendía sin siquiera mirarlo, estaba tan nervioso que cuando el chico se fue, él soltó un gran suspiro y tomó una de las galletas del mostrador.

El chico seguía viniendo todos los días, a la misma hora y por el mismo pedido. Harry no pudo evitar caer por él,  por sus mejillas, sus pómulos, sus ojos y su sonrisa. Todo de él.

Ahora le gustaba trabajar, más que todos esos minutos donde el chico, ahora Louis, aparece. Su mirada perdida en el reloj y al segundo, perdida en las manos de Louis. Justo como en este momento.

"Despabila" Niall le pega en su cabeza, alejándose con una risa.

Harry mira a su alrededor, Louis estaba viéndolo con una sonrisa. Sus mejillas se colocan rosadas. "Lo siento, ¿me decías algo?"

Louis niega. "Recién es mi turno".

"Oh... Lo siento" ríe por su nariz. "¿Lo mismo de siempre?"

"Sí, aunque agrega tres galletas de avena" la sonrisa se vuelve tierna y sus ojos azules parecían brillar. Jesús bendito, Harry quiere besarle toda la cara. "No voy a negarlo, fue una excelente combinación".

"Sabía que te iba a gustar" presiona algunas teclas de la computadora. "¿Entonces sin panecillos?"

"Oh, si, con panecillos. Los tres de siempre" Harry asiente y realiza el pedido, observa de reojo a Louis, ¿se veía nervioso o estaba imaginando? "¿Tú... Mmm, ¿probaste los panecillos de limón?"

Ante esa pregunta, siente el sudor caer por su espalda y la sonrisa de Niall clavada en su cuello. Saca el recibo y número de turno con algo de nerviosismo, lo estira hacia el castaño y lo mira unos segundos con una mueca.

"Sí... En mi desayuno" da dos pasos atrás para colocar el recibo de lo pedido cerca de Niall y vuelve a su puesto.

"No te gusto" Louis afirma con algo de decepción, aunque mantiene esa tierna sonrisa pequeña. Harry quiere que la tierra se lo trague.

"¡Sí! Sí... Bueno no" rasca su nuca mientras ríe nerviosamente. "Lo probé pero..."

"Esta bien, esa combinación no es para todos" se encoge de hombros. "A Zee tampoco le gusta y se burla cada día cuando llego a la oficina. Aunque ayer tomó una de mis galletas de avena, esa si le gusto" había empezado a divagar, Niall lo noto a leguas. Mientras Harry, él se quedó estancado ante el Zee.

¿Quien era Zee?

"Disculpa, ¿ya ordenaste?" una joven pregunta a Louis, Harry apenas se da cuenta de la fila detrás del castaño.

"Oh, lo siento. Sí, ya pedí" se hace a un lado y deja que la chica empiece a pedir. Harry se ocupa atendiendo, mirando de reojo al castaño que jugaba con sus dedos y le miraba de vez en cuando. En un espacio libre, antes del turno de Louis, Harry le habla.

"Creo que los panecillos quedarían bien con leche" el castaño se acerca y realiza una mueca pensativa.

"Quizás tengas razón" el pedido ya estaba listo y Niall es quien se lo entregó junto con otros tres anteriores. Harry observa como Louis lo toma entre su mano y sonríe amable a su amigo. ¿Así o más hermoso? Su atención vuelve a caer en él y Harry juega con su delantal por el nerviosismo. "Quizás podamos, algún día, hablar más sobre combinaciones y eso... Sí".

Niall deja de preparar un pedido para mirar a Louis y después a Harry, sus cejas se alzaron ante el tono de voz del castaño. Harry en cambio sentía que iba a tener un paro cardiaco, ¿Qué significaba lo que dijo? ¿Acaso lo está invitando a salir?

"Oh... Sí, sería genial... Sí" carraspea y traga saliva. "Yo, tengo un descanso de una hora a las cinco..."

"¡Genial! Estaré aquí a las cinco, entonces" por Dios, ¿Qué acaba de pasar?. El celular del castaño suena y Louis realiza una mueca al mirarlo. "Debo irme, nos vemos a la cinco" se aleja y sale de la cafetería mientras observa su celular.

No había clientes por el momento así que Harry pudo colapsar en el mostrador, su corazón estaba a mil y sus manos temblaban. Niall se acerca a él y coloca su mano en la espalda de su amigo.

"¿Qué acaba de pasar?"

"¡No lo sé!" Lloriquea. "Lo veré a las cinco... Oh, mi Dios" se levanta bruscamente y toma por los hombros al rubio. "¡Lo veré a las cinco, Niall!"

"Es como una cita, ¿no?"

"¿¡Lo es!? Oh, santa caca" lleva sus manos a sus rizos. "Nunca pensé llegar tan lejos, ¿qué me voy a poner? Dios mío, voy a entrar en pánico".

Niall detiene su paseo de un lado a otro, toma las manos del rizado y lo hace mirarlo. Los pedidos pueden esperar un momento. "Primero, no tienes que ponerte nada, vendrá en tu hora de descanso. Segundo, van a hablar sobre combinaciones por lo que escuche, aunque podría ser una gran mentira" ríe pero vuelve a tomar postura al ver el puchero de su amigo. "Ya Hazz, todo saldrá bien. Tú le dirás que el pastel de arándanos sabe mejor con leche que con chocolate y él te dirá que es mentira y ya".

"Niall" lloriquea.

"Tranquilo... Créeme, por lo que note también le atraes".

"¿Si?" le mira con ilusión. Niall asiente y le da una gran sonrisa mostrando sus dientes, Harry suspira y asiente también.

"Ahora, volvamos al trabajo que este negocio no se atiende solo" da dos golpes en los hombros de Harry y gira hacia su lugar para seguir con los pedidos. Harry atiende normalmente mientras en su cabeza hay un caos completo.

◖⁠⚆⁠ᴥ⁠⚆⁠◗

El reloj marcaba las cinco, Harry se quita su delantal y sonríe hacia Jessica. Camina en dirección a la pequeña cocina y toma una bolsa de papel con su nombre, estaba a punto de sentarse en uno de los muebles cuando Niall aparece por la puerta con una sonrisa de oreja a oreja.

"Él está aquí" solo dice eso antes de desaparecer. Harry siente las mariposas en su estómago y sus manos ya habían empezado a sudar. Toma su bolsa y sale de la pequeña habitación de descanso.

Camina hasta el mostrador y observa a la gente mientras sale de el por una pequeña puerta en una esquina. Puede ver a Louis sentado en una de las mesas del fondo, cerca de la gran ventana. Niall le golpeó el hombro amistosamente.

"Le dije que irías hacia él en un momento, pidió lo mismo de siempre y dijo que te esperaría" Harry traga saliva y Niall ríe un poco. "Tranquilo, no es como si fuera tu crush".

"Eres un idiota, ¿lo sabias?" El rubio se carcajea y se aleja para volver a su trabajo. Harry podía sentir pequeñas gotas de sudor en su frente mientras caminaba hacia el castaño. Su corazón martillaba en sus orejas.

Louis nota su llegada porque se levanta y le sonríe. "Hola" le saluda, él le devuelve el saludo y se sienta en la silla de al frente. Deja su bolsa de papel en la mesa y observa a Louis sentarse sin dejar de mirarlo.

No se dicen nada, Louis lo miraba de vez en cuando y Harry había empezado a sacar lo que sería su merienda. Era un silencio algo incómodo, pero en cierto tiempo no lo era. Harry lo aprovechaba para mirar un poco al castaño y viceversa.

El rizado deja la bolsa a un lado y sonríe ante su merienda, un trozo de pastel de fresas y un vaso de leche, también algunas galletas de avena y un panecillo de limón.

"Oh, un panecillo" Louis lo nota y Harry siente sus mejillas más rojas.

"Sí... Quería probar mi teoría de que combina bien con leche" agita su vaso de leche y Louis le sonríe, arrugando las esquinas de sus ojos.

"Bien, dime que tal" toma una galleta de su bandeja y la muerde, sin dejar de mirar como el rizado mordía el panecillo y bebía la leche.

"Estoy en lo correcto" dice sonriendo. "Deberías probarlo, es una buena combinación" deja el panecillo en la bandeja y toma una galleta.

"Genial, lo haré" acaba su galleta y bebe de su café. "Yo... Bueno" mira su comida.

Harry juega con su galleta de avena mientras esperaba a que Louis hablara. Él era tan bonito y delicado, lo quiere tanto en sus brazos. "¿Qué sucede?" decide preguntar ante el silencio de 10 segundos que se formó.

Louis suelta un suspiro antes de hablar, no le mira y eso le hace fruncir el ceño. "Bueno, eh... Esto era una excusa" ríe nervioso, Harry le mira sin entender. "Yo... Quería pedirte una cita pero me puse nervioso y dije que podríamos hablar de combinaciones y..."

Espere un momento, ¿escuchó bien?

"¿Una cita?... Tú..." El corazón está por salirse, Harry puede sentirlo en su camisa.

"¿Sí...?" Louis muerde su labio. "Bueno, tú me atraes desde hace tiempo y yo... Jesús, soy un atrevido, lo siento. Quizás ni eres gay y yo aquí tratando de pedir una cita" ríe y muerde un poco brusco su galleta.

Harry parecía en otro universo, la galleta había quedado olvidada y sus ojos solo miraban a un nervioso Louis. "¿Te atraigo desde hace tiempo?" no podía pensar, estaba recalculando.

"Sí... Desde que entré a la cafetería ese día" ahora miraba alrededor, intentando calmar el nerviosismo. "Siempre he venido a esta cafetería, pido lo mismo y me voy. Todo a la misma hora cada sábado... Pero cuando entre esa vez y te vi yo quedé flechado, aunque no me habías mirado siquiera".

Auxilio, Harry estaba por morirse.

"Vine el sábado siguiente y Niall me dijo que tú no trabajabas los sábados así que empecé a venir todos los días de la semana. Y trataba de hablar pero casi no me mirabas, Niall me decía que tomara valor y lo había hecho, ayer iba a hablarte pero tú lo hiciste primero" ríe. "Y solo no quería perder la oportunidad... Lo siento si soy muy atrevido".

Harry había empezado a tener un tic en el ojo, su corazón estaba a una velocidad no acta médicamente y estaba en un trance, repitiendo todo lo que escuchó en su cerebro.

"¿Niall sabía que yo te atraía?" Louis asiente luciendo como un niño pequeño.

"Lo notó bastante rápido, también porque me conoce desde siempre y le tengo confianza".

"¿Qué acabas de decir? ¿Conoces a Niall desde siempre?"

"Eh... Sí, ¿él no te lo dijo?" mira un poco confundido al rizado.

"Dios mío, me voy a desmayar" se deja caer en la mesa dramáticamente. Louis le mira preocupado.

"¿Estás bien? ¿Estuvo mal todo lo que dije? Lo siento, no debes corresponder".

Levanta la cabeza y mira al lindo castaño, él se mordía los labios y miraba un punto en la mesa. Jesús, en serio quiere besarlo. Esto era una gran oportunidad y no iba a perderla, aun con ganas de mear mira a Louis y toma las manos del castaño con delicadeza.

"¿La cita aún sigue en pie?" Louis le mira con los ojos abiertos, las mejillas del castaño se volvieron rojas y Harry quiere que estén así siempre.

"Sí..." Sonó tembloroso. "Sigue en... En pie... ¿Tú aceptarías?"

"Como sabes, mis sábados son libres" sonríe, mostrando sus dos hoyuelos.

"El sábado estaría bien, sí" ríe un poco. "Entonces, ¿es una cita oficial?"

"Lo es... Mi hora está a punto de acabarse, si quieres podemos conversar" deja las manos del castaño y toma su galleta nuevamente, tenía sus mejillas rojas y las mariposas en su estómago estaban por salir por su boca.

Se pasaron el resto de hora conversando y riendo un poco, Harry le confesó que también se siente atraído hacia él desde el primer día y Niall lo sabía. Los dos carcajean al ver que el rubio estuvo en medio de los dos, y Louis se despide dejando la cita pendiente para el sábado.

Harry volvió a su turno y pellizco bastante fuerte a su amigo rubio, Niall grito bastante pero después se larga a reír mucho más fuerte. Al fin y al cabo, Harry tendrá su primera cita con el lindo chico castaño.

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Holis! Parce, siento que no escribo en años jajajaj espero que este bloqueo que he estado teniendo se vaya a la mierda🥺

¿Qué les pareció esté? A mi me gusto🤷🏻‍♀️

¿Es mi impresión o Louis cada vez está más bueno?😌🧎🏻‍♀️

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