Cuando Kion empezó a recobrar el conocimiento sintió un dolor punzante en todo el cuerpo pero sobre todo en el hombro donde tenia la marca de la guardia. No quería abrir los ojos pero se obligó a hacerlo, tenía que ver que tan dañado estaba. Enseguida notó la cantidad abundante de hojas curativas en la mayor parte de su cuerpo pero había una zona que no tenia hojas, la marca de la guardia tenia una herida que parecía profunda atravesándola por completo, un cruel y permanente recordatorio de lo que había pasado, el dolor de la muerte de sus padres aun estaba ahí y no pudo hacer nada para evitarlo. Trató de levantarse, el dolor en sus patas era terrible, apenas logró ponerse en pie, pero al intentar caminar cayó con un grito de dolor, una de sus patas estaba fracturada, no podía moverse, sin embargo el grito llamó la atención de Timon y Pumba que estaban ahí en cuestión de segundos.

-¡chico despertaste!- dijo timon abrazandolo –creimos que habías muerto- soltó un poco triste.

-te encontramos muy herido, lo único que se nos ocurrió hacer fue llevarte a nuestra cueva, ponerte unas hojas que sabíamos ayudarían a sanar las heridas y esperar a que despertases- dijo Pumba con una cara de preocupación, sin duda ya habían asimilado lo que le había ocurrido a Simba.

-dijiste algo antes de desmayarte, ¿que fue lo que pasó?- preguntó el suricato, queriendo cerciorarse de no haber escuchado mal, aunque algo en su interior le decía que así había sucedido.

Kion les contó todo, desde la muerte de sus padres y la caída del reino, hasta finalizar con lo que le dijo su padre antes de morir y como logró salir de ahí con vida, las lagrimas no tardaron en brotar y al terminar el relato estaba llorando a mares

-mira Kion, se que piensas que es tu culpa pero no lo es –dijo timón con las lagrimas amenazando con salir de su rostro –se que si Simba estuviera aquí te diría lo mismo que yo, lo importante ahora es que debes recuperarte, mantenerte sano y dejarlo todo atrás-

-Timón, se que el pasado debe dejarse atrás y vivir con lo que tienes por delante, ¿pero como vivir si el reino por el que luchaste, tu familia y amigos están muertos?- preguntó Kion con la voz quebrada.

-chico, el pasado duele pero si hay algo que nosotros aprendimos de tu padre es que la vida te puede dar golpes fuertes y huir no ayudará en nada, pero del mismo pasado se puede aprender, no te enfoques en lo malo solamente, trata de recordar las cosas buenas que en el pasado te hicieron sonreír aquellas enseñanzas que tu padre te dio y todos los seres por lo que aun te queda vivir- dijo el jabalí con una lagrima de fuera, nuestro amigo león se mostró con una cara de odio y rencor que daba miedo.

-fue Zira quien los mató, vengaré la muerte de todos cuando esté completamente recuperado, se los debo por tantas cosas que hicieron por mi- habló el con la voz llena de ira.

-por ahora limítate a descansar Kion, estás muy lastimado- sugirió una voz desde afuera de la cueva.

-¿Qué...? ¡Bunga!- gritó el de melena roja sonriendo con rostro soñador al ver a su mejor amigo sano y salvo... o no tanto pues un par de hojas colocadas en su brazo le indicaban que estaba roto.

-el único y original mi amigo- respondió el tejón con una pequeña sonrisa, aunque por mucho se veía que estaba triste –se que no te gustan los insectos pero hasta que estés recuperado es lo que podrás comer- dijo él dejando una pequeña hoja de insectos frente a Kion.

-solo espero que sea pronto...- comentó Kion con desagrado obligándose a comer lo que le habían orecido.

-UN PAR DE SEMANAS MAS TARDE...-

-no te apresures tanto chico, tómalo con calma- dijo Timon, ayudando al león a levantarse, sus heridas se habían curado y su pata se encontraba mucho mejor. Aun dolía, si, pero eso era mejor que estar sin hacer nada.

-estoy bien Timon, ahora solo necesito un lugar donde pueda entrenar mi velocidad y mi fuerza- pidió Kion sonriendo un poco.

-creo que conozco un lugar Kion, pero no estoy del todo seguro- respondió Bunga con una pequeña muesca de duda.

-muéstramelo- pidió Kion amable pero decidido.

El joven tejón guió a su amigo directo a un prado despejado con algunas maderas de troncos viejos, un lugar que era casi perfecto para entrenar velocidad y resistencia, para entrenar la fuerza se podía observar con claridad un par de rocas pesadas. Algo por ahora difícil para Kion, pero nada que el tiempo no pudiese solucionar, en poco tiempo se acostumbró al lugar.

-este es el lugar donde yo solía jugar cuando era mucho mas pequeño, me volví muy ágil practicando estos circuitos, aunque creo que para ti será un poco mas fácil- aseguró el tejón avanzando a su objetivo.

-me quedaré a entrenar por un tiempo, espero que no te moleste- comentó Kion con seriedad mientras memorizaba el circuito.

-¿correrás ahora?- preguntó Bunga sorprendido, pues esperaba que Kion se recuperase por completo.

-claro que si- respondió Kion preparándose para correr –debo recuperar mis atributos naturales pues se debilitaron bastante al estar completamente inmóvil- se detuvo y cerró los ojos –además debo vengar la muerte de todos- esto lo dijo ya en un tono mas sombrío, el cual hizo que Bunga se pusiera ligeramente nervioso.

-está bien Kion, te ayudaré un poco con esto, prepárate a correr- aceptó el tejón sonriendo débilmente. En poco tiempo el de pelaje dorado se encontraba recorriendo el circuito, decidido a vengar a todos.

OK OK, ANTES DE QUE ME AVIENTEN SUS NOKIAS Y SUS MARTILLOS DE THOR, LAMENTO HABERME AUSENTADO, PERO MI IMAGINACIÓN QUEDÓ IGUAL QUE MI CUARTO DESPUÉS DE SER RECOGIDO POR MI MADRE: TAN LIMPIO QUE NO ENCONTRABA NADA xd, WENO A LO QUE IBA ES, LO SIENTO, Y PARA COMPENSARLOS LES VOY A DEJAR EL SIGUIENTE CAPITULO AHORA YA, ASÍ ES, DOS CAPITULOS EN UN DÍA :D 

ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO Y SI ES ASÍ NO OLVIDEN DEJAR SU HERMOSA ESTRELLITA Y COMENTAR QUE OS HA PARECIDO, SIN MUCHO MAS QUE DECIR ME DESPIDO, UN ABRAZO UN SALUDO Y LOS VEO EN UNOS MOMENTOS! CHAUCHAU!