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Pov.____

—Aaagh~

—perra~

Puto calor.

—Aaagh~

—fea~

Estaba acostada en el suelo usando mi amado quirk de agua para refrescarme aunque el idiota tomaba mi mano haciendo que le lanzará agua al rostro.

—Aaagh~

—mierda~

Estamos así desde hace una hora.

—Me muero—me quejé.

—que bueno — respondió mientras se secaba del agua que le había caído con su mano.

—¿Como llegamos a esto?

Gruñó — por tu estúpida visita.

Flashback.

Bakugo caminó a la puerta al escuchar que su madre le gritó que abriera. Al verte a tí, hizo su nueva de asco ya que los habían dejado salir de la academia para visitar a su familia.

—Aaagh, ayuda—dijiste mientras unas gotas de sudor estaban en tu frente.

—ni mier...—se quedó pensando un momento— entra y no digas nada.

Tu feliz de la vida entraste, saludaste a Mitsuki y Katsuki te hizo subir rápido a su habitación.

Te acostaste en el suelo y él hizo lo mismo. Te mojaste un poco y uso tu mano para bajar un poco el calor que sentía.

Fin flashback.

...

Y ahora, estaban así.

Tocaron la puerta y los dos hicieron su mayor esfuerzo para voltearse sin pararse y ver quién era.

—hola chicos, les traje helado por el calor — dijo sonriente la señora Bakugo.

—largate bru...

—muchas gracias—dijiste mientras sostenias el plato con el helado con una gran sonrisa.

Bakugou se quedó pensando en lo rápida que fuiste ya que ni se dió cuenta cuando te levantaste.

—los dejo solos.

Viste como ella guiño su ojo haciendo que Katsuki se levantará enfadado cerrandole la puerta en la cara mientras tú comías tu helado. 

—maldita bruja, que molesta— gruñó.

—a mi me agrada.

—¡Y TU A MI ___!—escucheste a Mitsuki gritar desde el otro lado de la puerta— ¡NO LA DEJES IR KATSUKI!

—¡CIERRA LA BOCA Y DEJA DE ESPIAR!— le contestó su hijo.

Te levantaste y le  entregaste el otro plato de helado— se que lo necesitas, él te necesita — respondiste con una sonrisa.

Pov. ____

Escuché como chasqueó la lengua para después tomar el plato y empezar a comer helado.

Nos volvimos a sentar en el suelo mientras comíamos el postre, en eso...me llegó una idea para molestar a Bakugou.

—Katsuki.

—no me llames así fea — volteó a verme y yo lo manche de helado en su nariz.

—¿tu serás el próximo postre?—lo miré con una expresión pervertida.

No pude evitar reír al ver su expresión de enojo pero un poco sonrojado.

De repente sentí algo frío en la comisura de mis labios.

—oye...

Iba seguir hablando pero lamió donde tenía helado causando en ambos un gran sonrojo sintiendo mis orejas cálidas.

—ese tipo de venganzas, no vale —respondiste cubriendo tu rostro color tomate.

—a mi no me importa —contesto mientras cubría sus labios con su mano.

—¿Eh?

Chasqueó la lengua— no me importa, lo volveré hacer, joder.

Entendiste su punto, así que decidí seguir su juego.

Coloqué un poco del helado de Katsuki (ya que me terminé el mío) en mis labios, recarge mis manos en sus hombros y besé su mejilla. Al sentir el frío y mi acto, volteó a verme furioso y avergonzado.

—yo igual puedo seguir el juego —sonreí.

Al sentir que  tomó mis hombros, sabía que no terminaría bien, así que solo cerré mis ojos esperando lo peor.

—¡MGH!— traté de hablar por la impresión.

Estaba lamiendo lo que había sobrado helado de mis labios.  Estuve inmóvil sintiendo como él quitaba el sabor del helado de mis labios.

Se sentía tan bien que deseaba que eso durará para siempre.

Al sentir como él se estaba alejando, reaccioné rápido jalandolo de su playera para volver a juntar nuestros labios una vez más. Él sin dudarlo, siguió el beso.

Cada segundo que pasaba, iba subiendo la intensidad. En ese momento, Katsuki acariciaba mi espalda abajo de mi playera, yo acariciaba su pecho bajo su polera,me agarró de la cintura para subirme a su cama y dejarme abajo de él separándose un poco para tomar algo de aire y seguir con aquel beso que llevaba para algo más.

Esto iba muy rápido, hasta nuestra suerte lo sabía.

—Chicos~—se escuchó el chillido de la puerta abrirse haciendo que el de ojos rubí se separara rápidamente.

Al vernos la señora Bakugo los dos en la cama y con nuestras poleras desacomodadas se dió cuenta de lo que estaba pasando.

Golpeó a su hijo.

—No le hagas eso ahora a ___-san, es muy joven y debe pensar si quiere estar a lado de un malhumorado como tú el resto de su vida.

—¡y de una suegra metiche como tú!

—me-me gustaría— hablé mientras miraba a los Bakugou, ellos solo me miraban.

—a mí me gustaría tenerte en la familia— estaba en los brazos de Mitsuki en ese momento.

—¡Ya largo bruja!, ¡Dejanos solos!

—ahora ya no, quiero que dejen la puerta abierta, no quiero ser abuela tan pronto o al menos...usa un condón— susurró.

—¡YA LARGO!— gritó sonrojado.

—bien bien, pero no le grites a tu madre— y salió del cuarto.

Ví como él suspiró desde la puerta mientras estaba sentada en la orilla de su cama.

—¿y...ahora?— no sabía que eramos, amigos o algo más.

—¿Qué?

—¿Qué somos?

Gruñó— ni puta idea.

Me levanté y me acerqué a él, coloqué mis manos detrás de mí y solo me levanté en mis puntillas para besar sus labios.

—en punto medio.

Sonrió y colocó sus manos en mi cintura— Salgamos a comer los dos perra.

—tal vez —recargue mis brazos en sus hombros— debo preguntarle a mi mejor amigo.

— él dice que sí solo si es alguien igual de grandioso que yo.

Él y su gran ego.

—lo echaste a perder—fruncí el ceño.

—Aun así saldrás conmigo.

—porque digo no si sí.

Y una vez más, volvimos a besarnos.

Ese helado subió nuestro calor.

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