Pero que bello día en Japón. Cielo despejado, sin mucho calor ni mucho frío.

Un día hermosamente perfecto.

Sobretodo para Jotaro Kujo, un biólogo marino de veintisiete años, casado con Noriaki Kakyoin de Kujo. ¿La razón de su felicidad y esa inusual gigantesca sonrisa en su rostro? Simple. Esa misma mañana su querido esposo le había dicho que sería padre, de nuevo. Está vez de una niña.

Solo esperaba que esta si lo quisiera y jo fuera como su primogénito, que lo quería patear cada cinco minutos.

Todo era verdaderamente hermoso. Y ahora iba camino a casa en su auto. En la cajuela llevaba como quinientas cosas para su hija no nata, otras mil para Jouta, su primogénito y otras mil para Noriaki.

Sin contar las otras mil que mando Joseph para sus bisnietos y las mil que mandaron los abuelos de sus hijos... Llevaba como dos camiones junto con el para llevar todos.

Una vez en su casa, a las afueras de la ciudad, y todo guardado/echado en algún lugar, el Kujo entró a la casa, siendo recibido por un peluche en la cara. —¡Tardaste mucho! — reclamo su esposo, luego, una bota llegó a su cara

—¡Sí, mucho! — exclamó su hijo

—Me tarde lo que tenía que tardar — respondió Jotaro mientras se quitaba su abrigo y sus zapatos para poder entrar a la casa

—¡¿Medio día para ir a comprar un helado?! — exclamó nuevamente, los últimos meses de embarazo eran difíciles

—¿Quieres que sea fácil conseguir helado en medio del invierno? — respondió, recibiendo a cambio un sartenazo en el rostro por parte de su cónyuge — ¿Tenía que ser el sarten nuevo?

—Sí, porque este resiste más — y se fue como si nada a comer su helado

—¡Yo también quiero helado! — pidió Jouta mientras seguía a su papi, como él lo llamaba, ¿y a Jotaro cómo le decía? Perro escandaloso, le diría perra, pero luego su papi no le da galletas

—Tú no, tú estás castigado por decirle perra a Pornaleff — respondió el pelirrojo

Y así amigos, es un día común durante el embarazo de Noriaki.

Fin.

Si, es el final, ¿qué?

¿Quieren un final triste?

Sí ustedes quieren.

Sigue bajando wey.

Un poco más wey.

Iniciar libros sin terminar otros es mi pasión xd.

Por ahora todo será felicidad c:

Claro, hasta que decida que ya fue demasiada xd

Por ahora disfruten, así que, byes