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ꜱᴇɢᴜɴᴅᴏ ➳ ❝ ᴘʀᴏʜɪʙɪᴅᴏ ❞

¿Alguna vez has sentido que has querido algo que no puedes, ni debes tener? Algo que deseas con todas tus fuerzas, lo anhelas tanto que solo te queda manifestar con que algún día la situación pueda cambiar, pero es imposible, debes resignarte por completo, porque es algo totalmente prohibido.

Quizás nunca tuve que haberla mirado de otra forma, pero... ¿cómo no hacerlo? Si cada vez que la observaba en silencio y disimulo, su belleza resplandía de sobremanera. Tan hermosa, pero tan inalcanzable a la vez que me daban ganas de llorar.

Como la primera vez que la vi en la universidad, también era de primer año. Por su rostro me pude percatar que estaba nerviosa y algo asustada, quizás por experimentar esto que era algo nuevo para nosotros. Y quise hablarle, quise ayudarla aunque también fuera nuevo en todo esto, pero quise que supiera que había alguien dispuesto a ayudarla... pero mi cobardía ganó. No pude hacerlo y solo me dediqué a admirarla en secreto con el pasar de los días. Un mes completo que en cada actividad que hacía, ahí estaba su loco admirador secreto. Quise contarle a Namjoon que me había enamorado de alguien que no sabía de mi existencia y quería que me diera consejos, si es que lo que estaba sintiendo era realmente  posible, pues el siempre tenía las palabras correctas.

Pero cuando le iba a decir, él me contó que estaba conociendo a una mujer espectacular, hermosa y que estudiaba en el área de salud y todo se fue a la mierda...

ꜰʟᴀꜱʜʙᴀᴄᴋ

Estaba desesperado buscando a Namjoon por todos los pasillos de la torre de nuestra especialidad, fracasando en el intento. ¿Dónde se encontraba? Fui hasta el patio de la universidad intentando encontrarlo ahí, hablando con alguna chica.

Hasta que lo divisé caminando hacia nuestra torre con una gran sonrisa en el rostro y haciendo un tipo de baile. Mi ceño se frunció al verlo tan... feliz. Y no es que él no lo fuera, sino que al estar aquí, con los estudios presentes, ha estado más estresado de lo normal y su ánimo es algo turbulento. Cuando estuvo lo suficientemente cerca de mí, me dio un fuerte abrazo, bailando nuevamente.

—Jungkook-ah, estoy muy feliz — su rostro irradiaba felicidad y ya la duda estaba presente.

—¿Y eso a que se debe? Te estaba buscando como un loco, necesito contarte algo y me des tus sabios consejos — hice un leve puchero golpeando su hombro. Pero él no borró su sonrisa a pesar que lo golpee.

—Yo también debo decirte algo... — su emoción era palpable y quería saber las buenas nuevas que traía mi mejor amigo.

—Dale, tú primero. Suéltalo Kim, ¿qué sucede?

—Hace unos días atrás llevo observando a una chica del área de salud, cada vez que estábamos en recesos, tenía la necesidad de buscarla con la mirada y es que... mierda, si la vieras, es muy hermosa hermano — mordió su labio, volviendo a sonreír — hoy me atreví a hablarle y pedirle una cita, ¿y adivina qué? Aceptó gustosa — dio pequeños aplausos y fue mi turno de sonreír. Me gustaba verlo de esa manera.

—¿Quién es la afortunada?

—Soyoon. Im Soyoon del área de salud — y solo con eso, fue suficiente para que mi sonrisa se borrara poco a poco.

No podía ser cierto.

Y así fue como me enteré que mi mejor amigo le gustaba la misma chica que yo.

Fue jodido, dolió y lo peor es que lo único que hice en ese entonces fue felicitarlo. ¿Qué demonios debía hacer? Él fue más rápido y con una mejor iniciativa. Mi maldita cobardía no me permitió hacer lo que hizo Namjoon mucho antes y sí, me arrepentía, me arrepentía de no haberlo hecho con anterioridad, porque verlo en los recesos de nuestras clases como la buscaba, se abrazaban y besaban, hacía que doliera cada parte de mi cuerpo, sobre todo mi corazón. Por instinto bajaba la mirada, no quería verlos hacer sus demostraciones en público, pero aún sin yo quererlo, mi vista terminaba en ella observándola como siempre, en secreto.

Y terminó el año, él le pidió ser su novia hace tres meses, pidiéndome ayuda para llevar a cabo su cometido, sujetando un gran cartel que decía con una bonita caligrafía; “¿quieres ser mi novia?”, escrito claramente, obvio, por mí. No lo negaré, por dentro estaba llorando al escuchar que Sooyon dijo que sí, pero preferí callar mis sentimientos y felicitarlos a ambos, deseando con todas mis fuerzas haber sido el protagonista en ese momento y que ella me hubiera dicho que sí a mí.

Pero todos estos pensamientos son malos, yo debería superarla y dejar que sean felices juntos, pero al parecer soy demasiado egoísta como para hacerme a un lado o superarla, mierda, la amo. Llevo casi un año enamorado de ella, enamorado de la novia de mi mejor amigo y no podía hacer nada contra eso.

Las vacaciones no se hicieron esperar, donde nos daban un receso de un semanas para recargas energías y tener un buen inicio escolar. Estábamos en época invernal aún, pero ya se estaba despidiendo para darle paso a mi estación favorita, la primavera.

Diariamente Namjoon me llamaba para estar con ellos, pero sinceramente ser el mal tercio ya me estaba molestando. No me llevaba mal con Soyoon, claro que no y es que eso era peor. Nos reíamos mucho estando juntos y me sirvió muchísimo para conocerla y ratificar lo ya antes mencionado, la amaba aún más.

Hoy volvió a llamarme para que fuéramos al parque de diversiones y me dijo que Soyoon llevaría a una amiga, Songyi. La había visto otras veces en compañía de Soyoon en la universidad, era muy linda, pero para mí, nadie le hacía competencia a ella.

Acepté ir solo porque iría ella y no sería el chico soltero que siempre es el mal tercio. Así que me arreglé para llegar a la hora acordada a tal lugar. Jeans rasgados dejando a vista mis muslos, zapatillas, polera y una chaqueta de mezclilla encima. Me vi en el espejo y no me veía nada de mal. Sé lo que tengo, sé que soy apuesto, quizás debería darme una oportunidad con otra persona, conocer a más gente y así evitar pensar en Soyoon, que ocupaba la mayor parte de mis pensamientos. Negué con la cabeza aún viéndome en el espejo, tomé el frasco de perfume para rociar gran cantidad de este mismo en mi ropa y cuello. Me di una última mirada en el espejo, tomé las llaves de mi casa, también las llaves del auto de papá y me despedí de mamá, diciéndole que volvería temprano.

Llegué al lugar acordado, viendo como Namjoon conversaba de manera muy alegre con Songyi e incluso posó su brazo alrededor de su cuello. Mis alarmas se activaron y comencé a ver hacia todos lados para ver si Sooyon venía y viera tal escena, que para cualquiera, daría que pensar. Como no la vi cerca, decidí ir hasta ellos, para que Namjoon se pudiera controlar. Al verme llegar rápidamente quitó su brazo e hizo como si nada hubiera sucedido.

—Hola, ¿todo bien? — pregunté saludandolos a ambos y noté la mirada incómoda de Songyi.

—Que bueno que llegaste, Jungkook — respondió ella tomando mi brazo, alejándose un poco de Nam.

—Hola hermano, no te vi llegar — respondió el rubio de mi amigo, estirando su mano para darme un apretón. — solo falta Soyoon, nuevamente se tardó esa mujer. Es quinta vez que llega tarde a una salida — bufó algo molesto.

—¡Siento la demora! — aquella voz, la reconocería a millas de distancia. Tan dulce y sofisticada. Mi cabeza giró de manera automática y la vi llegar algo agitada. Se veía condenablemente preciosa, con su pantalón ajustado a la cintura y un croptop color amarillo. Su maquillaje sutil pero los labios maquillados de un rosa que lo hacían ver aún mas apetitosos y su cabello peinado en dos trenzas que caían perfectamente por su espalda. Todo de ella era completamente perfecto — me tardé mas de lo esperado en arreglarme, lo siento mucho.

Se disculpaba, pero había valido la pena todo el tiempo invertido porque, diablos, no mentía cuando decía que lucia muy hermosa.

—No te preocupes, yo llegué hace poco tiempo igual — traté de animarla y que no sintiera pena. Su respuesta fue darme una cálida y amable sonrisa.

—Ya vamos, ¿no? Se hará mas tarde — Namjoon tomó la mano de Soyoon y pude notar como su mirada cambió. Quizás estaba esperando algún cumplido de su novio y es que es exactamente lo que yo haría, presumir lo que tengo y lo hermosa que es. — te demoraste demasiado, cariño. Vamos, vamos...

Ella solo le siguió el paso sin decirle nada más y yo me fui junto a Songyi unos metros más atrás, hablando una que otra trivialidad.

—¿Puedo decir una cosa? — pidió mirándome, sin dejar de caminar. Asentí. — tu amigo es un verdadero idiota, lo siento que lo diga...

Debía sorprenderme antes sus palabras, pero es eran comentarios que siempre recibía mi amigo. Siempre lo defendía, pero últimamente se estaba comportando como todo un patán y eso era algo que no podía aceptar.

—No entiendo que le pasa — confesé con pesar.

—Sooyon nos quería salir con él, ¿sabes? — confesó y mi mirada se clavó rápidamente en ella — y ahora me siento culpable de que tenga que pasar por estas cosas, yo fui quien la llevó a su lado, por así decirlo. La orillé a eso, ella estaba muy bien con su soltería y con ella misma...

Agaché la mirada, algo triste al escuchar todo aquello. Han sido meses tortuosos para mí y saber que ella no lo estaba pasando bien este último tiempo hacía que mi pecho doliera. No podía imaginarla triste por un algún comentario fuera de lugar de Namjoon o quizás por alguna discusión tonta que últimamente estaban teniendo.

—Y  sé que estás enamorado de ella — fue lo último que dijo.

—¿Q-qué? No... no digas tonterías... E-ella es novia de mi... de mi mejor amigo — balbucee las palabras, golpeandome mentalmente por ser un idiota y no poder hablar correctamente en un momento como este. Suspiré con desgano — no se lo digas, por favor... — supliqué juntando mis manos. Ella río levemente y volvió a tomar mi brazo.

—Tú secreto está a salvo conmigo.

—¿Cómo lo supiste? — pregunté cabizbajo — creía que no era tan obvio.

—Sabes disimular muy bien, pero debo confesar que soy una mujer muy observadora. Cada vez que ellos estaban juntos, tú solo mirabas a mi amiga y eso era algo que hacías con frecuencia. Tus ojos demostraban fascinación...

Ahora estaba totalmente avergonzado. Mis mejillas estaban algo rojas y mis orejas también. Carraspee levemente, haciendo que sin querer Sooyon volteara y viera nuestros brazos entrelazados, me miró por unos segundos y volteó con rapidez. ¿Qué fue eso?

Llegamos al parque de diversiones y debo confesar que la salida fue mucho mas amena con Songyi. Era una buena chica y se podía decir que me saqué un peso de encima, como si algo sumamente pesado estuviera sobre mis hombros día a día, pero que ella supiera todo hacia que esa carga desapareciera.

Fue un día divertido, pero al parecer para Sooyon no lo fue tanto. Su frente tenía un leve fruncido, creí que lo estaba pasando bien también.

—Jungkook-ah, ¿podrías llevarte a las chicas? Me surgió un problema, debo ir...

—¿Qué paso? — la voz de su novia denotaba preocupación — ¿Todo bien?

—Si amor, no te preocupes. Te llamaré en un rato — y se acercó hasta ella para besarla. Cosa que no observé, me giré para no presenciar. Era un sufrimiento gratuito si miraba.

—Gracias, Jungkook. Cuídate, Songyi — le dedicó una mirada intensa y ella solamente le dio un asentimiento.

Ingresamos al vehículo y primero pasamos a dejar a Songyi, que vivía bastante cerca del parque. Se despidió de su amiga y a mí me dio un sonoro beso en mi mejilla, acto que me sorprendió.

—Nos vemos en otra oportunidad, Kook — dijo usando un tono de voz bastante tierno — ahora tengo tú número, te escribiré. Ten dulces sueños — fue lo último que dijo para bajarse del automóvil.

No me dio su número, ¿por qué habrá dicho tales cosas? Estaba tan ensimismado que no percaté que Soyoon me miraba con una ceja enarcada.

—Al parecer tuvieron química ustedes — expresó con algo de recelo en su voz. Es segunda vez en el día que no entendía sus gestos ni palabras. ¿Qué significaba todo esto?

—Es bastante agradable — sinceré echando a andar el vehículo nuevamente — tenemos mucho en común...

—Ya veo — fue todo lo que dijo para cruzarse de brazos. La miraba de reojo y era increíble que aún tuviera su frente arrugada.

—Quedarás con esas marcas de expresión si no alivianas tus facciones — bromee un poco, para aligerar el ambiente que sin darme cuenta estaba siendo un poco incómodo.

—¿Te gusta Songyi? Digo... ¿quieres intentar algo con ella?

Sus preguntas me sorprendieron y abrí los ojos muy grandes al darme cuenta de lo que provocó Songyi. Todo lo hizo a propósito, para ayudarme.

Soyoon nunca había dado una indicación de que yo le interesara y a juzgar por su actitud el día de hoy, me dio luz verde para mi ingenuidad y hacerme ilusiones quizás donde no había nada.

—Es bonita, simpática, le gusta sacar conversación — quise seguir el juego, aunque no estaba mintiendo en nada — ¿crees que yo le interese?

Me dio una rápida mirada, para morderse el labio y comenzó a mover su pierna con  exasperación.

—Mmh, no...

—¿No?

—No lo sé, no me dejaste terminar la frase — miró por la ventana y yo festejé para mis adentros.

Un momento... ¿qué estaba haciendo? esto estaba realmente mal, yo no debería estar feliz por esto. La culpa siempre llegaba a atacarme de una manera feroz al tener esos pensamientos.

Uno no elige de quien enamorarse. Yo la vi primero, pero fui mas lento y un estúpido total.

—Oye, ¿estás bien? Te noté muy extraña el día de hoy — quise sacar platica, ya estábamos llegando a su casa.

—Mmh, sí. Todo bien, no te preocupes — respondió algo escueta. Fue mi turno de enarcar una ceja. Okey, esto nonme estaba gustando.

—¿Segura? — inquirí nuevamente, deteniendo el movimiento del auto. Se giró y nuestras miradas conectaron de una manera única. — eh... hoy te veías muy linda. Namjoon no te elogió, pero lo hago yo — quise ser sincero por primera vez y vi como sus ojos se aguaron — ey, ¿estás bien? — me acerqué un poco mas a ella, tomando un mechón de su cabello, para colocarlo detrás de su oreja. Sooyon negó con cabeza y se hundió en mi hombro para echarse a llorar. Y a mí me partía el alma escucharla sollozar.

Solo me dediqué a estrecharla en mis brazos como pude, ya por la posición me incomodaba un poco, pero dejé que tuviera su momento de tristeza.

—¿Me quieres contar? Sabes que puedes contar conmigo, al final de cuentas, somos amigos, ¿no? — dije con algo de pesar.

Amigos...

Solo estoy triste, estoy en mis días, lo siento por preocuparte — se separó de mí, limpiando su rostro para no dejar huellas de aquellas lágrimas.

—Me preocupa escucharte llorar de tal forma — otra confesión que salió sin yo quererlo. Cerré mis ojos con fuerza, tan idiota.

Volví a sentir su mirada en mí y lentamente abrí mis ojos, para también mirarla.

—¿Por qué eres tan lindo? — abrí mis ojos a más no poder al escuchar eso, y creí que se disculparía y decir que no quería decir aquello, pero nada salió de sus labios.

Solo me miraba de una manera tal malditamente cautivadora, como si fuera una sirena que ocupa sus encantos para que los hombres caigan.

Y yo caí de un décimo piso.

Nuestros rostros cada vez estaban mas cerca y quería alejarme, ya que hasta podía sentir su respiración chocar en mí, algo dentro escondido muy en el fondo, me decía que esto estaba mal y debía retroceder.

Pero hice todo lo contrario.

Fui el primero en tocar sus labios y se sintió la gloria. Levanté una mano y la posé en su mejilla. Creía que se alejaría y me daría una buena bofetada, pero quizás era el día de las sorpresas. Enredó sus dedos en mi cabello, profundizando el beso, que no dudé un segundo en seguirle el ritmo, aunque fuera un beso pasional, donde yo estaba demostrando cuanto anhelaba todo esto. Mi lengua pidió permiso para entrar, la cual fue aceptada con gusto. Miles de emociones estallaron en todo mi ser al besar a la mujer que amaba con locura. Era una sensación única que no sabía describirla con exactitud. Al parecer ninguno de los dos quería separarse, pero juro que yo lo intenté al tener una pizca de remordimiento, pero Soyoon no me lo permitió. Tomó mi rostro con más fuerza y siguió besándome, ¿y quién era yo para negarme?

Seguimos besándonos unos minutos más, minutos en los que fui feliz. Cuando se separó, vi como sus labios estaban algo hinchados, quizás como estarían los míos.

—Dios... yo, lo siento tanto — se tapó su rostro. Y no, maldita sea, no quería que se arrepentiera de esto. — Jungkook, perdóname, yo...

—Yo quise hacerlo. No tengo nada que perdonarte porque fui yo el primero que te besó — volví mi vista hacia el frente, para sacar el freno de manos y comenzar a manejar — perdóname tú a mí. No volverá a pasar... me dejé llevar.

Me adelanté a los hechos. No quería escuchar sus lamentos. Se arrepentía de esto y dolía... dolía bastante.

No dijo ninguna palabra hasta que estuvimos fuera de su casa.

—Jungkook...

—No pasa nada. Ve. Que tengas bonita noche — la corté. Dio un suspiro de desgano, para salir del auto y cruzar hasta la entrada de su casa.

Fui un estúpido.

Golpee con furia el volante. No logré nada, solo sentir culpa por haber besado a la novia de mi mejor amigo.

Esto debía terminar. Debía ponerle un fin a mis sentimientos que solo daño me han hecho. Ojalá tener el poder de no tener sentimiento alguno, pero era algo imposible, no éramos máquinas.

Apoyé mi cabeza en el volante y me di un leve golpe con él.

Eres un idiota, Jungkook.

Lo era, no había dudas.

●❯────────「⊙」────────❮●

El mes había transcurrido demasiado rápido y yo evité todo contacto con Namjoon y Soyoon.

No tenía la cara de ver a Namjoon la verdad. Mi mejor amigo desde que teníamos trece años y yo arruinando nuestra amistad por una chica.

Mi humor había cambiado un poco y quizás estaba mas gruñón.

A la semana del mejor beso que tuve en mi vida, le pedí el número a Songyi para hablar con ella y confesarle la estupidez que había hecho.

No me juzgó, es más, me felicitó por tener las agallas. Me hacía muy bien hablar con ella. Ha sido mi cable a tierra para no mandar todo al demonio.

Soyoon muchas veces intentó hablar conmigo, pero me hacia mal verla. Es por eso que la he evitado tanto como a Namjoon.

No podía ser su amigo, no mientras tuviera estos sentimientos y que lucharía con todas mis fuerzas para que desaparezcan.

Nos tocaba clase con los instrumentos. Estábamos estudiando música y es la mejor decisión que pude haber tomado. Quise ir antes a la sala para poder tocar un poco la batería y estar solo un momento. Pero creo que fue una pésima idea.

Más al ver a Namjoon junto a Jeongyeon besarse como si el mundo se fuera acabar. Carraspee fuerte para que notarán mi presencia, lo cual funcionó y ambos se separaron asustados.

—Hermano, me asustaste — fue lo único que dijo. Solté una risa nasal, negando con la cabeza. Le di una mirada a la chica, quien salió rápidamente del aula, esta ni siquiera era su torre.

—¿Desde cuándo, Namjoon? — pregunté, intentando calmarme. Él solo ladeó su cabeza.

—Tres...

—¿Tres qué? ¿Tres días?

—Tres meses — y juraría que lo golpearía.

—¡¿Qué demonios, Namjoon?! ¿Cómo pudiste hacerle esto a Soyoon? — furfullé con furia. Él me miró descolocado por haberle levantado la voz.

—¿Qué diablos te pasa? ¿Por qué le das tanta importancia?

—Soyoon es una chica increíble. Tenías la oportunidad de tu vida al tenerla contigo y no la aprovechaste...

—¿Qué quieres decir, idiota? ¿A caso te gusta mi novia?

Quizás me arrepentiría o... quizás no.

—¿Sabes qué? No, no me gusta...

—Y entonces porque...

—La amo, Namjoon — confesé por fin —la amo desde el primer momento en que la vi y eso fue apenas entramos a la universidad...

—Debes estar bromeando — rió, pero al ver mi cara, poco a poco dejó de sonreír — porque eso es lo que es, ¿verdad?

—Jamás he hablado tan en serio en mi vida — me encogí de hombros — ¿recuerdas cuando te estaba buscando de manera desesperada porque quería contarte algo? Te iba a contar de ella — di un largo suspiro — pero tú te habías adelantado y yo quise salir del camino para no interferir entre ustedes dos. Renuncié quizás a mi felicidad, por mi amigo. Pero esto le hace sentir muy enojado, que quizás yo pude aprovacharlo, pude aprovechar el tiempo con ella...

—Eres un maldito traidor, Jungkook — masculló furioso — ¿Qué clase de mejor amigo eres?

—Alguien que siempre respetó tus sentimientos y te puso delante siempre — me intenté defender — nunca intenté hacer algo, siempre fui un espectador. Y ahora encontrarte haciendo ésta estupidez me deja un sabor amargo en la boca... tú no aprovechaste lo grandiosa que es Soyoon y decidiste engañarla, cosa que yo jamás hubiera hecho. Porque ella merece el mundo entero y no solo pedazos...

Un gran golpe estalló sobre mi mejilla y lo dejé pasar. Mi único delito fue enamorarme de la persona incorrecta. Le di una última mirada antes de salir de la sala, quizás nuestra amistad estaba rota con todo esto y me encontré con Soyoon afuera, con sus ojos humedecidos.

—Lo siento mucho — fue lo único que le dije, con algo de pesar de verla de aquella forma, antes de salir de aquel edificio.

Perdí a un amigo y nunca pude tener nada con el amor de mi vida.

Algo dentro mío decía que lo merecía y quizás sí.

Me enamoré de lo prohibido, pero fue algo que no pude evitar.

A pesar de todo, lo siento, Namjoon.

●❯────────「⊙」────────❮●


Nuevamente me había aislado de todos, dos meses habían transcurrido desde la pelea con Namjoon y definitivamente todo se quebró. No me dirige la palabra y la verdad tampoco me apetecía hacerlo.

Una amistad de años echada a basura.

Supe que Soyoon terminó con Namjoon al escuchar todo aquel día y Songyi fue la mas feliz al enterarse, hasta hoy me dice que luche por el amor de su amiga. Pero me sentía tan mal conmigo mismo, que desechaba en el momento cualquier tipo de alas que quisieran darme.

—Eres un tonto — me dijo por quinta vez Songyi, dándole un gran bocado a su sandwich. Claramente era la única que no entendía el “quiero estar solo”. — de verdad que no te fijabas en nada...

—¿A que te refieres? — pregunté confundido, robandole una papa de su plato, por lo cual me gané un golpe en mi mano. La miré mal.

—Nunca te fijaste en las miradas que te dedicaba mi amiga, ¿no?

—¿Miradas? ¿Estás loca o algo? Por si recuerdas, yo la pasaba observando y nunca me dedicó una mirada que fuera con otro significado  — terminé de decir, cruzandome de brazos.

Songyi solo rodó los ojos.

—No sabes ver mas allá. Ella siempre estuvo enamorada de ti, no te lo dije pero al comienzo ella te encontraba muy guapo, pero Namjoon fue el que comenzó a cortejarla y no tú... por eso le dije que le diera una oportunidad, a ver en que terminaba... y terminaron de novios — su rostro se desfiguró un poco al recordar todo — fui una pésima amiga — chilló apoyando su cara en la mesa donde estábamos comiendo.

—No lo eres. Creíste que estabas haciendo lo correcto. No pasa nada...

—Ash, eres tan bueno. Tú siempre fuiste el chico correcto.

Decidí ignorarla y seguir comiendo. No quería escuchar tales cosas, aún me hacían mal.

El día transcurrió normal y yo rápidamente salí para ir a casa a descansar. O intentar hacerlo.

Estaba durmiendo algo mal por siempre estar pensando demás. No podía evitarlo.

Estaba tan sumido en mis pensamientos que no escuché como tocaron repetidas veces la puerta de mi habitación.

—Hoy no cenaré, mamá — respondí antes que intentara convercerme de que comiera. Pero los golpes no cesaron. Me levanté algo ofuscado para responde nuevamente — dije que no qui...

—Hola...

Me quedé estático en mi lugar. ¿Esto era real?

—¿Qué haces aquí? — no lo admitió, pero en su rostro se notó que le dolió el tono que utilicé y me obligué a mi mismo a no ser un idiota — lo siento, yo...

—No te preocupes... yo, yo... vine a hablar contigo, ¿puedo pasar? Tú madre me dejó pasar, me dijo que se iba de compras...

Lo dudé un segundo, pero de todas maneras me hice hacia un lado, invitando a que pasara. Mi madre obviamente la conocía y claramente intuía los sentimientos que yo tenía hacia ella.

Agradeció tímidamente y se sentó en la orilla de mi cama.

—¿Qué te trae por acá? — aún estaba algo sorprendido. Me senté justo al lado del respaldo de mi cama, algunos metros nos separaban.

—Tú — respondió sin más — eres tú y nadie mas que tú. Haces un remolino con mis emociones y luego me dejas caer fuerte...

—No entiendo, sé mas clara — pedí arrugado mi frente. Ella juntó sus labios en una fina línea y podía jurar, a juzgar por su mirada, que quería golpearme.

—Escuché todo aquel día, ¿lo sabes, verdad? — preguntó moviendo su pierna, y eso lo hacía cuando estaba nerviosa. — escuché decirle a Namjoon cuanto me amabas...

—No quería colocarte incómoda o algo así...

—Y fui feliz — reconoció, haciendo que sus mejillas tornaran un color carmesí — era lo que siempre quise escuchar. Yo hace mucho tiempo que quise terminar con Namjoon, pero no sabía cómo hacerlo y con eso, solo logré prolongar todo. Yo nunca estuve enamorada de él, pero lo quise. Nunca experimenté las tal anheladas mariposas, el sentirme emocionada al verlo... como lo hice contigo...

Todo su relato fue un balde de agua congelada.

—Soyoon, yo...

—¿Cómo querías que estuviera cuando estaba enamorada del mejor amigo del que se supone que era mi novio? Me negué a sentir todo esto, juro que lo hice... Pero mientras mas compartíamos, mas difícil se hacía. Ese día que nos besamos tuve una jauría de animales revoloteando en mi interior y no sabes lo bien que se sintió, pero me sentí culpable... ¿Crees que me arrepentí de aquello? No, para nada. Solo confirmé lo que tanto quise ocultar y es que te amo, Jungkook. Te amo. Lo siento por tardar tanto en decírtelo, lo siento mucho...

No quería que mi cuerpo reaccionara ante sus palabras, pero no pude evitarlo. Estaba completamente feliz. Mis comisuras temblaron y le di una pequeña sonrisa.

—Yo me tardé mucho, siempre me gustaste, Soyoon. Conecté contigo desde el primer momento en que te vi, lo siento yo por ser un idiota...

Se acercó rápidamente a mí, para tomar mis manos.

—Ambos lo fuimos. Yo por haberle dicho que sí a Namjoon por presión y tú por no invitarme a salir antes. Ambos fuimos unos tontos — hizo un leve puchero.

No pude evitarlo más. Me he estado torturando a mi mismo a causa de mis sentimientos y la culpabilidad que aún sentía. Pero, ¿no tenía derecho a ser feliz con la única mujer que he amado?

Quería ser feliz. El amor duele, pero mis días sin ella eran grises, duele el amor sin ella. Ella era mi luz, ya no todo estaba oscuro si Soyoon estaba en mi vida.

Tomé su rostro y la besé con pasión, sin perder un minuto más. Tuve que esperar un año para probar sus labios por primera vez y ahora dos meses para volver a sentir la electricidad recorriendo todo mi cuerpo. Todo tan mágico, tales como fuegos artificiales en mi interior. Se subió a horcajadas encima de mi y profundizó aún mas el beso. El cúmulo de emociones era sublime y si estaba soñando no quería despertar jamás.

—Te amo. Te amo como no tienes idea, Im Soyoon — reconocí, por fin lo hice mirándola directamente a los ojos, sin miedo. — y se siente maravilloso poder confesarlo de una vez por todas.

Me dedicó una mirada tan hermosa y tan sincera y lentamente se quitó la playera que traía puesta. La admiré bobamente, viéndola en aquel sujetador rojo.

—Quiero ser tuya, Jungkook — y con esas simples palabras, la cordura se fue.

Era tan preciosa, tal como un tesoro y yo el afortunado de tenerla.

Me deshice de toda su ropa, para admirarla. La amaba tanto, tanto, que dolía. Fue mi turno de desnudarme y colocarme con paciencia el preservativo que gracias a Dios nunca los saqué de mi mesita de noche.

Y en aquel lugar, fuimos uno. Sintiendo como si no hubieramos vivido algo tormentoso y ahora solo había un gran arcoiris.

—Nunca me dejes ir, Jungkook — pidió cerrando sus ojos, y noté como una lágrimas caía por su rabillo. La sequé con mis labios y volví a besarla, sin detener mis movimientos.

—Nunca. Te lo prometo. Yo iré tras de ti siempre, siempre Sooyon. — declaré.

Y quizás, como leí alguna vez;

Todos queremos lo que no se puede, somos fanáticos de lo prohibido y el amor mas intenso se oculta detrás de un silencio profundo.

Aquí comenzaría nuestra historia.

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Y buala, salió esto ajioajio, espero les guste 😮‍💨🤩.


Im Sooyon ✨.

Jeon Jungkook ✨.


Kim Namjoon ✨.

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