; ᴘᴀʀᴛᴇ ᴅᴏꜱ.
Día tres.
Sonyi se encontraba jugando a las escondidas con el pequeño Jungwon.
Jungkook por otra parte se encontraba haciéndole su leche ya que despertó muy temprano y Sonyi dijo que le daba miedo hacerle algo que no se tomara. Resopló apoyado en el mesón, ¿algo que no le gustara? Solo era echarle cinco cucharadas de leche a un pote de plástico, ¡Jesús! El estrés comenzaba a estar presente y los ahogos de pronto lo invadieron.
No, no, no. No podía salir de aquí y dejar a solas a Sonyi con el pequeño.
Tomó la mamadera en sus manos verificando que estuviera a la temperatura perfecta y fue hasta la sala. El panorama que veían sus ojos era a la rubia dentro de una gran caja de cartón — el como la obtuvo es un enigma — y al pequeño Jungwon golpeando ésta mientras soltaba carcajadas cuando Sonyi sacaba su cabeza diciéndole buu. Bajó la mirada nuevamente al sentir como esa escena le removía el corazón y de manera rápida disipó pensamientos que solo lo hacían recordar cosas que jamás volvería a tener en su vida.
O eso es lo que se había prometido.
—La leche está lista, ¿quién quiere leche? — habló para que su mente dejara de martirizarlo.
Apenas había dicho leche y Jungwon corría en dirección al pelinegro con una felicidad tremenda. Jungkook rió divertido al ver como le quitaba el biberón de las manos y él mismo se acostaba en la alfombra acolchada para tomar la leche tranquilamente mientras escuchaba una canción infantil.
—Wow... realmente tienes el maldito don.
—Ya te dije que no lo llamaría don, es más bien... tener el conocimiento y saber que hacer en situaciones como estas y no quedarme asustado ante lo desconocido — explicó con calma sentándose en el sofá, admirando sus calcetines.
—Lo siento por no ser una gran ayuda — la rubia imitó al pelinegro y se sentó justo a su lado. — crecí sola, nunca me relacioné con niños, solo tenía mente para estudiar y ahora trabajar. Esto ha sido muy repentino, es algo totalmente nuevo para mí.
Jungkook la miró de soslayo y juntó sus manos en la altura de su estómago.
—Deberías hacer un esfuerzo entonces — no entendía la necesidad que sentía por decirle estas cosas y que puede que después se arrepienta — me estoy llevando todo el trabajo yo porque tú no tienes iniciativa. Siempre esperas a que los demás den el primer paso, nunca te arriesgas a nada.
—¿Aún estamos hablando de los cuidados al bebé, Jungkook? — cuestionó Sonyi dolida ante las palabras que salían de la boca del pelinegro y eran como dagas que iban directo a su pecho. Su vista se nubló levemente y negó rápidamente intentando ahuyentar la debilidad que estaba teniendo en este preciso momento.
—Esto es totalmente jodido — resopló frotando su rostro — trataba de no toparme contigo en ningún lado y ahora... tenemos que estar bajo el mismo techo.
—¿Tú crees que yo quise esto? — frunció el ceño y rió de manera sarcástica, casi divertida fingiendo que nada sucedía en su interior — estamos ayudando a nuestros amigos, ¿no? Deja tus malditos rencores de lado y piensa solo en Jungwon — se levantó del sofá y caminó hasta donde estaba el pequeño quien ya había terminado su leche, para tomarlo en brazos — por él estamos acá.
Subió con él para sacarle el pijama y dejarlo presentable para una de las tantas videollamadas que hacía Hana. El idiota de Jungkook siempre lograba solo con algunas palabras hacerla sentir como la peor mierda del planeta.
—¿Podqué etas dollando?
Detuvo sus movimientos cuando estaba sacando el pañal y con su antebrazo lo pasó por su mejilla en donde confirmó que efectivamente estaba llorando. Apretó sus labios mirando a su ahijado y el sentimiento de pena la inundó en lo más profundo de su corazón.
—L-lo siento, cariño. Me duele un poquito el pecho y eso me provoca ganas de llorar. Es algo extraño, pero estoy bien — le explicó intentando dar una sonrisa.
—El tio Dungkook te mida mucho. Me dusta juga con el tio Dungkook.
Sonyi tuvo que hacer un esfuerzo sobrehumano para entender lo que el pequeño estaba intentando decir, pero lo comprendió perfecto y sonrió, esta vez de manera genuina.
—¿Sí? A él también le gusta jugar contigo. Es un muy buen tío, ¿verdad?
Jungwon asintió efusivamente y la rubia comenzó a jugar con él mientras lo vestía, haciéndole cosquillas provocando que las divertidas carcajadas resonaran por toda la habitación. Su celular comenzó a vibrar y atendió rápidamente.
—Mira quien está aquí. Le cambié ropita, está presentable para hablar con mamá y papá. Se ha portado muy...
Miró la cámara de su celular y la sonrisa que tenía en su rostro poco a poco fue desapareciendo al notar el semblante que tenía su mejor amiga. Sus ojos completamente hinchados, como si no hubiera dormido durante la noche y solo hubiera llorado.
—Sonyi... papá falleció — dijo como pudo entremedio del llanto. Namjoon estaba a su lado acariciando los hombros de su esposa, quien lucía desconsolada.
La rubia no sabía que decir ni como reaccionar. Carraspeó levemente su garganta.
—¡Jungkook! — gritó hacia abajo, pero nadie respondió de vuelta — espera cariño, no me cuelgues.
Dejó el celular en el mudador y tomó al pequeño en brazos para bajar la escalera y buscar al pelinegro, que no estaba por ningún lado. Arrugó su frente cuando vio un papel en el mesón. Lo tomó con duda.
Saldré un momento para despejar mi mente. Tendré mi celular apagado, volveré en un rato.
Arrugó el papel con la mano que tenía libre y lo lanzó a la basura. Grandísimo idiota, siempre hacia lo mismo. Si tenía algún problema lo más fácil para él era escapar. Respiró profundamente y Jungwon la miraba atentamente, sus pequeñas manos reposaban en los hombros de la rubia.
Subió nuevamente y dejó a su ahijado jugando con los montones de autos que tenía. Tomó el celular y solo vio a Namjoon que se le veía completamente afligido.
—Yo... fui a buscar a Jungkook pero al parecer salió a comprar...
—No te preocupes. Sonyi, hoy será un día algo pesado aquí. Hana quiere ayudar a que su padre tenga un velorio como corresponde y quiere ayudar en todos los preparativos... — comenzó a explicar pasando sus manos por su rostro — le dije que alguien más puede encargarse, que ella descanse un poco. Pero no escucha, es como si estuviera haciendo los preparativos para un cumpleaños... no quiere aceptar que su padre ha partido y me duele verla de aquella manera.
Sonyi apretó sus labios y sintió como sus ojos se humedecían. El señor Baek lo era absolutamente todo para Hana y le dolía que ella tuviera que pasar por esto tan terrible como lo era perder a alguien a quien amabas con todo tu corazón.
—Y-yo entiendo. Jungwon está bien, se adaptó con nosotros, ustedes hagan lo que tengan que hacer, ¿sí? No se preocupen — de manera rápida secó la lágrima que había caído — cuídala mucho, ¿bueno? Te va a necesitar mucho. Dile que la amo, que todo estará bien.
Namjoon asintió mordiendo su labio evitando demostrar que toda esta situación igual lo ponía en un estado completo de tristeza. Pidió despedirse del pequeño Jungwon diciéndole que pronto estaría aquí, me despedí de él y miré a mi ahijado, quien no tenía conocimiento alguno de lo que sucedía.
A veces se extrañaba ser niña y no tener preocupación sobre situaciones que te dejaban rota.
—Bueno... ¿qué hacemos ahora?
No era la mejor niñera... absolutamente no, pero trataba de colocarle el empeño suficiente para que Jungwon no se aburriera. Jugó con él hasta que llegó la hora del almuerzo. Ella cocinó y le dejó una porción a Jungkook por si llegaba con hambre, pero aquello no sucedió, él no llegó para el almuerzo, tampoco para la cena y dudó en marcarle a su celular, pero lo hizo de todas formas no recibiendo respuesta alguna.
Resopló con fastidio.
—No puedo creer que te has vuelto a cagar Jungwon. Huele terrible — se tapó el puente de su nariz. Se seguía sorprendiendo de lo fuerte del olor.
Un pañal con mierda de Jungkook podría ser utilizado como un arma mortal.
El pequeño se rió y corrió por la casa evitando que la rubia lo atrapara.
—Ven aquí, debes cambiarte el pañal.
En una, se le perdió de vista a lo cual comenzó a mirar por todos los lugares, por cada rincón, pero no aparecía.
—Jungwon, me rindo, ven aquí.
Silencio.
Silencio absoluto.
Fue hasta la puerta y salió a la entrada viendo a los alrededores. No creía que pudiera haber salido sin escuchar el sonido de la puerta cerrarse, ¿verdad? No podía ser tan idiota.
Cerró la puerta y corrió hasta las habitaciones de la segunda planta, viendo debajo de las camas, en los armarios y nada.
—¡Jungwon, esto no es gracioso! — exclamó de manera nerviosa. Tomó el celular y volvió a marcar el número de Jungkook, quien ahora tenía su celular apagado. Lo lanzó con rabia hacia la cama — ¡idiota, eres un gran idiota Jungkook!
Posó sus manos por su cabeza y trató de tranquilizarse. Respiró profundamente y pensó en que lugar habitualmente Jungwon se escondía cuando no le gustaba alguna comida que dejó preparada Hana. Bajó de manera tranquila las escaleras y de manera sigilosa llegó hasta el mueble de la isla, justo debajo del fregadero. Se agachó y con cuidado abrió la puerta, un grito la hizo caerse hacia atrás. Vio su zapatilla que tenía algo café en ella y su vista se posó en el suelo, casi al lado de ella, en donde estaba el pañal abierto con una gran cantidad de mierda en él.
Jungwon se lo había quitado.
—¡Jungwon!
El día terminó siendo mas agotador de lo que ella pensó.
Jungkook con algo de dificultad caminaba hasta la entrada de la casa, no podía insertar la llave en el maldito agujero.
Estaba ebrio, muy ebrio.
Soltó una pequeña risa al ver que al final la puerta se abrió sola, como por arte de magia. Pero enseguida borró todo atisbo de diversión al ver una silueta frente suyo, quien lo miraba con cara asesina.
—Eres un estúpido. ¿De verdad te fuiste a un maldito bar?
El pelinegro se sorprendió un poco ante el tono utilizado de la chica.
—No... fui a beber con un amigo.
—Pudiste haber avisado, ¿sabes? Así hubiera evitado preocuparme por alguien a quien no le importa en lo mas mínimo el sentir de la otra persona — Sonyi estaba furiosa. Demasiado furiosa. Fue un día difícil, enterarse de lo de Hana, cuidar sola a Jungwon que no se la puso fácil. Logró hacerlo dormir con la canción que Vin Diesel cantó en aquella película de Disney, con coreografía incluida.
Estaba cansada, física y mentalmente.
—Lo siento. Me molesté y quise salir a tomar aire.
—¿Por qué sigues haciendo eso? No cambias tus actitudes — reprochó en un tono cansino.
Jungkook levantó una de sus cejas y sonrió de manera divertida.
—Cambié muchas cosas de mí. Solo que tú nunca las veías — sus palabras salían algo arrastradas, pero no lo suficiente. Eran entendibles.
—El beber con demasía, el que si algo te molesta no lo hablas, prefieres el camino fácil, huir...
—Porque así podía evitar... que dijeran que se habían cansado de mí — se encogió de hombros — pero no funcionó. Se cansaron de todas formas.
Sonyi se acercó un poco más y cruzó sus brazos, relajando un poco la expresión dura que tenía.
—¿Podemos hablar sin discutir? — pidió dando tregua a esta guerra absurda que se había creado.
—Eso depende de ti.
La rubia caminó hasta el sofá y se sentó en posición indio. Estaba muy abrigada. Luego de que Jungwon le tirara la mierda, tuvo que bañarlo, cambiarle ropa y luego hacerlo ella en tiempo récord, bañándose en el baño de arriba, dejando la puerta de la habitación de Namjoon y Hana cerrada, para que así evitara que el travieso bajara las escaleras y pudiera tener algún accidente.
Fue muy agotador.
—No quiero tener una mala relación contigo, Jungkook. Estoy muy cansada de toda esta situación. Sé que soy una persona que no demuestra al cien sus sentimientos, pero me dolía que todo hubiera terminado mal entre nosotros...
Jungkook se sorprendió ante las palabras que salían de la boca de Sonyi y sin querer su mente divagó a esos tiempos.
Tiempos en donde por primera vez fue verdaderamente feliz.
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—Namjoon, no quiero ir a esa fiesta — el pelinegro veía como la pelirroja que estaba a su lado le daba pequeños besos en su pecho y de manera pícara iba descendiendo. Aclaró su garganta cuando llegó hasta su bulto y comenzó a tocarlo — yo tenía otros planes...
—Hana llevará a su amiga. No quiero que se sienta como el mal tercio. — explicó — no pretendo que tengas una buena relación. Solo ayúdame que no sea un encuentro incómodo, ¿sí?
Vio la hora en el celular. 10:03 pm. Mordió su labio cuando sintió como su miembro estaba siendo succionado de una manera brutal.
—Déjame pensarlo. Llámame en veinte.
—No, responde ahora.
Jungkook gruñó y suspiró pesado.
—Está bien. ¿A qué hora es?
—En media hora.
—¿Qué?
—Incluso sabía que terminarías aceptando y estoy fuera de tu departamento. Ven a abrir.
El azabache colgó la llamada dejando a Jungkook sorprendido. Frotó su frente con la yema de sus dedos y se incorporó levemente.
—Linda, creo que no podremos continuar hoy. — dijo en un tono bastante lastimero. Odiaba dejar una noche de sexo inconcluso.
—No seas aburrido, hagamoslo rápido.
—Debo alistarme. Si quieres, puedes venir mañana — guiñó un ojo y besó la mejilla de aquella preciosa mujer que vio en su empresa. Era una de las modelos recién integradas.
—Okey. Lo haré — sonrió de manera coqueta comenzar a ponerse su vestido que él tan pronto como cruzó la puerta se lo había quitado.
Escuchó el timbre y caminó a paso arrastrado con la mujer al lado. Ella se despidió con un beso en la comisura de sus labios cuando la puerta fue abierta. Namjoon rodó los ojos ante lo que presenciaba. Su mejor amigo no cambiaría nunca.
—Espero que por lo menos sea divertido. ¿Viste a esa mujer? — apuntó con su barbilla — no pude hacer nada por tu inoportuno llamado.
—¿Cuándo sentarás cabeza?
—¿Y terminar todo idiota como tú? No gracias — soltó una risa cuando su amigo lo miró mal.
—Sonyi es guapa. Puede caerte bien — dio una sonrisa mostrando sus hoyuelos. No admitía que hacia esto para juntar a su amigo con la mejor amiga de su novia. Aunque podía intuir qué el sabía de algo.
—Como digas — resopló — iré a ducharme y ponerme algo presentable.
Namjoon volvió a sonreír para lanzarse al sofá de cuero que tenía su amigo. Algo le decía que podía ser una noche muy divertida.
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Llegaron a la famosa discoteca ubicada en Gangnam en donde se sentía un ambiente muy alegre. Jungkook miraba a los alrededores observando todo el lugar. Muchos ojos estaban posados en él y es que eso es algo de lo que siempre provocaba.
—Jungkook, ¿qué tal?
Saludó a Hana con un beso en la mejilla y tocó su cabeza.
—Bien. Pero me obligaron a venir, eh.
La castaña sonrió y miró a su novio, quien se encogió de hombros.
—Sonyi no tarda en llegar aquí, fue por un trago.
El pelinegro asintió mirando a una chica alta que no le quitaba la vista de encima. Ella estaba bailando de una manera muy provocativa logrando que su interior se removiera.
—Jungkook, ella es Sonyi, Sonyi, él es mejor amigo, Jungkook.
Volteó su rostro al escuchar la presentación encontrándose con una rubia en su campo de visión. Vestía con un vestido negro que dejaba a la vista su escote y también sus tatuajes en los brazos. Jungkook tragó saliva con algo de dificultad y respiró profundamente.
—Un gusto, Jungkook — hizo un signo paz con sus dedos como modo de saludo — espero podamos llevarnos bien.
Y eso es lo que se esperaba que sucediera aquella noche, pero fue un total fracaso al plan que habían creado Namjoon y Hana. Jungkook intentó coquetear con Sonyi, pero no esperaba una negativa por parte de ella y lo mandó literalmente a la mierda, discutieron en frente de todas las personas y fueron echados de aquel lugar por el mismísimo gerente. La rubia se fue echa una furia y Jungkook por su lado también, dejando con un tremendo dolor de cabeza a sus amigos.
Dos meses transcurrieron para que volvieran a toparse cuando Jungkook fue al restaurante en donde ella trabajaba por pura casualidad. Ella estaba de mesera con un traje que se le pegaba a su figura y pensó en su interior como algo tan banal se lograba ver fenomenal en aquel cuerpo. Había llevado a una chica a cenar, pero quiso molestar a la amiga de Hana haciendo que ella lo atendiera, y cuando tenía la comida frente, la probó.
—Atiendes muy mal — le dijo a la rubia quien mantenía la sonrisa en su rostro, pero él sabía que se estaba aguantando a darle un puñetazo. Eso lo hizo divertirse aún más — quiero hablar con el gerente de este local, es inaceptable que tenga gente así trabajando.
—Bueno, estás hablando con ella — le respondió sonriendo abiertamente esta vez — ¿algo mas que acotar, señor?
Jungkook borró su sonrisa poco a poco y negó de manera divertida, levantando sus brazos en señal de rendición.
Cualquiera que los viera pensaría que eran polos totalmente opuestos. Como el agua y el aceite, como perro y gato. Jungkook iba a la casa de su amiga, y ahí estaba ella, invadiendo cada lugar en que él se encontraba.
Poco a poco dejó de parecerle tan irritable, se reía de las bromas que ella hacía, lograba entablar una conversación amena con la rubia y ella poco a poco se fue relajando también con la compañía. Jungkook con el pasar de los meses sentía que no solo estaba invadiendo esos lugares... sino que también su corazón.
Se comenzó a sentir extraño cuando no la podía ver algún día, iba a su trabajo solo para quedarse hablando con ella, salían a lugares sin que Namjoon y Hana lo supieran. Es algo que jamás en su vida había experimentado y se sentía bien. Dejó de salir con chicas y solo le dedicaba tiempo a Sonyi, aunque no fueran nada.
—Estoy harto de fingir que nada pasa cuando estoy contigo, cuando solo provocas que mi corazón se alborote con tu sola presencia — confesó en una de las tantas salidas que tenían. Ambos habían ingerido alcohol, lo cual hizo que Jungkook se pudiera desenvolver de mejor manera.
—Estás borracho — la rubia sonrió, pero por dentro sentía su corazón latir con frenesí — dilo cuando estés sobrio.
—A la mierda todo. Me gustas, me encantas.
—Jungkook, alguien te puede oír.
—¿Y qué? Que sepan que me gusta alguien, que estoy loco por Kang Sonyi — la vista estaba posada en ese rostro angelical y lentamente descendió hasta los llamativos labios los cuales siempre quiso probar — ¿Qué tiene de malo?
—Que eres alguien aclamado.
—Aquello no me importa — se acercó peligrosamente tomando su mejilla con una mano — sé que yo también te gusto, dejémonos de tonterías. ¿Qué sucede si nos arriesgamos? ¿Quieres intentarlo conmigo?
Sonyi se sintió desfallecer. No quería admitir que había caído en los encantos de un egocéntrico, pero... cuando estaba con ella demostraba su verdadera personalidad. Sin miedo acercó más su rostro, teniendo la iniciativa de depositar un tierno beso en los labios del pelinegro. Era la primera vez que se besaban y se sentía genial.
—¿Eso es un sí?
—¿Tú que crees? — preguntó divertida.
Jungkook sonrió abiertamente y la besó con ganas, como siempre lo soñó. Se sentía tan surrealista que sentía que em cualquier momento despertaría... pero era real. Todo esto era real.
—Creo en el destino — la rubia le dijo cuando estaban tomando un helado en un mirador, observando la ciudad. — es algo muy romántico.
—No creo que sea algo muy romántico la verdad — refutó lo que acompañante estaba diciendo.
—Retráctate. — lo apuntó con la cuchara de su helado. Jungkook sonrió divertido para besar los labios de la hermosa chica de manera fugaz.
—Digamos que conozco a una chica en Seúl y nos enamoramos. Tú dirías que es por el destino, ¿no es así?
—Sí.
—Okey. Eso significa que yo no tuve nada que ver en ello, que el resultado estaba predeterminado, ¿correcto?
—Pues... si. Eso es el destino — Sonyi no entendía a donde quería llegar.
—Entonces, ¿qué hay de romántico en eso? — preguntó con una sonrisa en sus labios mirando hacia el frente — Porque cuando sacas la elección de la ecuación, solo somos marionetas en unos hilos cósmicos siendo movidos hacia una elección predestinada. — miró a Sonyi que escuchaba atentamente sus palabras — Pero si hay, ¿qué? Cuatro mil millones de mujeres en el mundo y yo elijo a una, por sobre todas las demás... — recalcó lo último mirándola fijamente — Eso... eso es romántico.
Quedarse embelesada ante esas palabras era poco para lo que realmente estaba sintiendo. Asintió con una sonrisa tonta y se acercó a besarlo, de manera suave, demostrando en aquel beso lo feliz que se encontraba.
Y así transcurrió el tiempo.
En donde compartían momentos, risas y muchísimo sexo. Jungkook comenzó a verse más pleno y todos se preguntaban el porqué ya no tenía citas ni salidas con famosas idols, modelos o actrices. Considerado el sex symbol ya no andaba en esas pistas y nadie comprendía nada.
—¿Me dirás con quien sales?
—Pronto — le respondió a su mejor amigo — le pediré que sea mi novia.
—Ah, por fin sentaste cabeza hermano. No sabes como me alegro — Namjoon revolvió su cabello y siguieron conversando de cosas triviales.
Quería que Sonyi fuera su novia, pero no esperaba que cuando se lo dijo a Namjoon, todo comenzará a tornarse gris. Ella casi nunca tenía tiempo, abriría otro restaurant y debía centrarse en eso.
Y lo entendía. No eran tan hijo de puta para no comprender que el trabajo es trabajo.
Solo que no pensaba que cambiaría todo de manera tan rápida. Cuando Sonyi se quedaba en su departamento, se iba sumamente temprano porque ella no podía llegar tarde a ningún lugar. Comenzaron las discusiones, cuando las tenían Jungkook se iba a cualquier bar cercano para no cometer estupideces, tampoco quería escuchar que Sonyi no quisiera continuar con lo lindo que fueron construyendo. Pero Jungkook cometió el peor error en un acto de arrebato puro.
—¿En algún momento seré tu prioridad? — cuestionó en una de las tantas discusiones — lo preguntaré ahora para no sufrir mas adelante... ¿Tú trabajo o yo?
—¿Qué? ¿Cómo puedes preguntarme algo así?
—Solo responde y pongamos un punto final a esto.
La rubia se abrazó a si misma con ganas de llorar. No quería que las cosas terminaran así.
—Jungkook, no hagas esto.
—¿Hacer qué? Sin que digas algo, ya sé la respuesta — sonrió de manera triste, aguantando las ganas de llorar que tenía en ese preciso momento — nunca seré tu prioridad...
—Es mi trabajo. Luché demasiado para tener todo lo que hasta ahora tengo. Papá me heredó el restaurant, pero yo lo saqué a flote, logrando que fuera de cinco estrellas, van artistas, famosos, yo... Yo amo mi trabajo...
Jungkook chistó y asintió.
—Entiendo. Solo espero que en un futuro sepas que puedes tener una vida fuera del trabajo. Eres tan cuadrada, no puedes dividir tu tiempo...
—Quizá esto fue un error — soltó la rubia — yo no tuve que tener un desvío. Tú no tuviste que haberte fijado en mí.
—Pues es tarde, ¿no crees? — las palabras que salían de los labios de Sonyi lo estaban hiriendo profundamente — me fijé en ti, quería que fueras mi novia, quería que esto fuera oficial...
—Jungkook...
—Olvídalo. Entiendo. Entiendo todo completamente. Tú céntrate en tu trabajo y olvida que todo esto sucedió — caminó hasta la puerta del departamento de la rubia, tomando el pomo de la puerta, dudando en abrirla. Sabía que al salir todo terminaría de forma definitiva — solo espero que no te arrepientas de todo esto.
—Algún día me lo agradecerás.
Fue la respuesta que lo impulsó a salir definitivamente de aquel lugar. Lugar en donde compartió tantas cosas junto a aquella mujer. Momentos que debía olvidar porque por primera vez no fue puesto en primer lugar.
Primera vez que le gustaba tanto alguien y terminó con el corazón hecho pedazos.
Nunca tuvo que haberse topado con Kang Sonyi.
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—Fuiste alguien importante que marcó mi vida y rompiste mi corazón. Perdón por tener algo de rencor.
De cierta forma agradecía haber bebido, es la única manera en que podía expresar sus sentimientos de forma genuina, como tal cual se estaba sintiendo sin sentir vergüenza.
—¿No crees que llegaste a ser mucho mas exitoso de lo que ya eras en ese momento luego de eso? — preguntó observándolo atentamente.
—Mierda, Sonyi, me imaginé una maldita vida a tu lado.
—Yo dije que algún día me lo agradecerías, Jungkook — recordó las palabras de aquella noche en donde todo terminó — te enfocaste en tu trabajo, eres mas exitoso. Solo... no creí que volvieras a ser el imbécil de un comienzo.
—Volví a ser yo — respondió tajante — yo tampoco tuve que haber tenido un desvío. Nunca tuve que dejar que entraras en mi corazón, nunca tuve que...
Calló y negó fervientemente su cabeza.
—No quise que las cosas terminaran así — todo lo que decía lo decía desde el fondo de su corazón — fuiste alguien importante en mi vida, también la marcaste. Ha transcurrido año y medio desde que todo terminó, pero de alguna u otra forma termino pensando en ti. Sobre todo cuando veo tus polémicas con mujeres.
—Quise olvidar lo que tuvimos. Quise borrar cada rastro de ti... fracasando en el intento — le confesó.
Sonyi lo observó. Él aún estaba de pie, no se veía bien, nada bien la verdad. Se levantó con algo de duda deñ sofá y se acercó a él de manera cautelosa.
—Si bien fui la causante de que lo nosotros terminara, no quise que interpretaras que nunca sentí algo real por ti — se detuvo cuando estuvo lo suficientemente cerca de su anatomía — fue difícil cuidar a Jungwon el día de hoy.
Jungkook soltó el aire que sin querer estaba reteniendo en sus pulmones y agradeció que cambiara el tema de conversación.
—Lo siento. Lo siento mucho por dejarte todo el trabajo.
—Tranquilo. Creo que igual lo merecía, tu te estabas llevando todo el crédito y eso no podía permitirlo — intentó bromear y sintió calidez cuando escuchó al pelinegro soltar una risa.
—¿Sufriste?
—Con decirte que no podía encontrarlo y cuando lo hice, me lanzó su pañal con caca — levantó su pulgar indicando que todo estaba perfecto — y no quería dormirse, así que tuve que cantarle el baila peter panda.
Jungkook no pudo evitar soltar una carcajada.
—¿Por que no me bailas a mí? Quiero dormir.
—Solo Jungwon fue el privilegiado. —De pronto, todo se tornó un ambiente cómodo. Sonyi borró su sonrisa y aclaró su garganta — mmh, el padre de Hana falleció. Creo que mañana puede venir Namjoon a buscar a Jungwon y todo... esto, habrá terminado.
Jungkook dejó de reír.
—¿Ella... está bien?
—No. Pero estoy segura que podrá sobrellevar aquel dolor. Ella es fuerte, muy fuerte.
Ambos se quedaron en silencio y Jungkook rascó su oreja.
—En el fondo no quiero que esto termine...
—¿Qué?
—Si esto termina, yo... no volveré a verte, o al menos no de esta forma.
—¿Siendo un fracaso cuidando bebés?
—Siendo la persona entre cuatro mil millones de mujeres que pesar del tiempo transcurrido, tiene mi corazón por completo.
La rubia se sorprendió, pero mas lo hizo cuando sintió unos fríos labios que estaban posados en los suyos, reviviendo todo lo que en algún momento sintió.
O quizás, nunca dejó de sentir.
Algunas le habían atinado y aquí está el contexto de como se conocieron y como terminó todo mal.
Donde hubo fuego cenizas quedan, chama.
Perdonen la demora :( espero les guste ✨.
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