ᴘʀɪᴍᴇʀᴏ ➳ ❝ ꜱᴇᴄʀᴇᴛᴏꜱ ❞.
Creo que todos algunas vez han escuchado hablar del sube y baja de la vida... que en un momento puedes estar en la plenitud, estar en lo más alto, siendo feliz pero de un momento a otro, puedes estar en el suelo, con un golpe que te duele hasta el alma. Y eso también ocurre con el amor, algunas veces estás en el climax perfecto, en donde todo es felicidad, tal cual una utopía, pero eso cambia cuando menos uno lo espera, convirtiéndose en toda una distopía.
Quizás yo me estaba echando a morir por algo tan básico como que el chico del cual estoy enamorada hace tres años no sabe de mi existencia, por lo que lo mío no era una utopía ni una distopía, no era... nada.
Quería ser como esas chicas de las películas, que lograban conquistar al chico de sus sueños, un espíritu de lucha, de querer triunfar a pesar de las adversidades... La adversidad aquí sería que la mayoría de las mujeres del instituto estaban detrás de él. ¿Y cómo no? Si era tan noble, lindo, buen deportista y también buen estudiante, ¿hay algo que no hiciera bien? Era totalmente perfecto.
No me consideraba una mujer fea... para nada. Pero la mente es muy poderosa y al haber tantas chicas que gustaban de él, no podía evitar compararme con ellas... es algo dañino, que hace que me ponga en duda ciertos aspectos de mí.
—¿Ya estás pensando en él nuevamente? — la voz de mi mejor amigo resonó por toda mi habitación logrando que pudiera disipar tales conflictos que tenía mi mente — dile que pague alquiler, ya que no sale de esa cabezota tuya — bromeó sentándose a los pies de mi cama. Lo miré mal, para luego lanzarle una almohada, que con éxito cayó de lleno en su cara. Sonreí con satisfacción. — ¡Que agresiva! Los chicos no andan detrás de mujeres que tienen un nivel alto de agresividad, te dejo el dato — siguió molestando mientras acariciaba su mejilla.
—Los chicos tampoco andan detrás de hombres tediosos y molestosos — ataqué resoplando. Taehyung me dio una mirada burlona.
—Pues eso no lo dice Suhoo, ni tampoco Yeonjun y tampoco...
—Entendí, Taehyung... — lo callé antes de que me diera su extensa lista de todos sus ligues.
Es que mi amigo si tenía suerte con los hombres, tal cual el dicho "dónde pongo el ojo, pongo la bala", y no dudaba en alardear con eso. Lo que sí, era un secreto que Taehyung era gay, por eso siempre tenía chicas a sus pies y es que el idiota es muy guapo, no solo se ligaba a los homosexuales de aquel instituto, sino también a los heterosexuales, haciendo que su pecho se infle de orgullo por lograr "voltear" a los chicos.
—Creo que lo intentaré con Jungkook... — me dio una mirada suspicaz, esperando mi reacción, lo cual obviamente fue lanzarle otra almohada con más fuerza que la anterior, logrando que se cayera de la cama — eres una bestia, una bestia con demasiada fuerza Park Hyori — me apuntó con el dedo desde el suelo.
—Ni te atrevas, Kim Taehyung... yo sé que tú eres capaz de todo — chillé cruzandome de brazos. Él solo soltó una carcajada.
—Eres mi mejor amiga, boba. Jamás te haría eso. Solo yo te puedo aguantar y solo tú me puedes aguantar, somos un equipo desde segundo grado, ¿no es así? De cuando me defendiste de todos los niños que me hacían bullying solo porque me gustaban las princesas y tú no tuviste miedo de golpearlos, aunque eran cinco chicos... ahí lo supe... supe que tenía que tener a alguien con esa fuerza para que me defendiera — rió y se colocó de pie.
—Tuve que haber dejado que te golpearan, idiota — refunfuñé — quizás no serías un maldito arrogante ahora...
—Por favor, ya admite que me amas.
—Cuando lo haga, te lo diré — fue mi turno de molestar y ahora él me lanzó la almohada, impactando en mi frente, logrando que cayera hacia atrás y me golpeara con el respaldo de la cama. — ¡Imbécil! — exclamé riendo a causa del dolor. Y solo lo vi tendido en el suelo, parecía un gusano por como se revolcaba soltando grandes carcajadas.
—Oh, hubiera grabado ese momento. Hubieramos tenido material para reírnos y no ese video de cuando Sunmi se cayó en la cafetería del instituto. Nos falta algún video reciente.
Estuve de acuerdo en eso. Sunmi era la idiota más grande que puede haber.
Se cree una superestrella e intocable, siempre está molestando a los demás y claramente no nos hemos salvado de sus burlas. Pero como somos, nos importa bien poco lo que diga y siempre le hacemos frente a sus comentarios. Para nosotros fue lo mejor cuando iba discutiendo con el que era su novio en ese entonces y se cayó frente a todos. Claramente Taehyung grabó tal momento y cuando nos sentimos tristes, siempre saca a relucir tal video.
Risas infaltables.
—¿Mañana vas al instituto? Recuerda que tenemos prueba de historia, no debes faltar. Tus notas de por si son asquerosas Hyori — me reprochó como si fuera mi padre. Y es que claro, se está burlando de mi padre — si no subes tus notas me veré en la obligación de castigarte y tú bien sabes que no quieres que suceda eso, ¿no?
—Debo confesar que esa es una muy buena imitación de papá. Te la doy Kim — choqué mi puño con el suyo, riendo — pero respondiendo a tu pregunta, si iré. Debo ver a Jungkook, es mi serotonina diaria — bromee.
—Ajá, dilo como broma...
—Recuerdame el porqué sigo siendo tú mejor amiga — pedí apretando el puente de mi nariz.
—Solo porque me amas y ya. No hay mucha explicación — respondió en total tranquilidad — y porque tus padres me aman. ¿Sabías que me invitaron a almorzar hoy?
—¿Y porqué yo no sabía eso? — enarqué una ceja.
—Soy el hijo que no pudieron tener...
—Pero si eres mas femenina que yo — molesté dando una risotada.
—Ellos no lo saben, así que con permiso... — caminó hasta la puerta como si fuera tal pasarela y volteo a mirarme — iré con mis padres, si quieres unirte, baja, adoptada...
Decidí arreglarme un poco para así bajar. El día domimgo era habitual que tuviéramos un día familiar y el almuerzo era por ley. Creo que olvidé mencionar que mis padres adoraban a Taehyung, lo amaban. Por eso cuando estuve en la planta baja el panorama que había ya era una costumbre.
Taehyung cantando karaoke junto a mamá.
SunHee, mi hermana menor, tenía una mirada de adolescente embobada al ver al amor de su vida frente a ella. Pobre, si tan solo supiera... y papá, bueno, él también miraba embobado a Taehyung.
Mi familia era algo particular, pero estaba agradecida de tenerlos en mi vida.
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—Como amo los días lunes, me encantan los días lunes. ¿Ya dije que me fascinan los días lunes?
La ironía estaba presente en cada palabra que salía de la boca de mi amigo. Y es que apenas nos bajamos de su auto no ha parado de maldecir. Y es que cualquier ser humano racional detesta este día y más por tener que levantarse temprano para realizar actividades donde tenias que ir por obligación.
—Ya, basta. Con tus comentarios haces que los odie cada semana un poco más — le dije arrastrando mis pies hasta la entrada del instituto. Tenía diecinueve años y creo que no los aparentaba, todo porque podía parecer un poco inmadura al lado de Taehyung. Nos encontrábamos en cursos diferentes, pero siempre en los recesos estábamos juntos.
Decir que estaba estresada por todo lo que se avecina era poco.
Época de exámenes, se viene la prueba de aptitud escolar, ya no podía más y todo para ingresar a una buena universidad. No era la más estudiosa, pero trataba de dar lo mejor de mí.
—A tus doce se encuentra Romeo. Mira disimuladamente por favor — pidió cerca de mi oído, para que nadie a nuestro alrededor escuchara. Me ordené un poco mi cabello y mi ropa, para levantar mi vista y encontrarme con mi Dios Griego. Tan bello, con su cabello peinado muy bien, sus jeans apretados que daban lugar a mi imaginación al ver sus muslos tan... grandes, su hoodie una talla más grande que se veía muy cómodo. ¿Qué sería tener un hoodie de Jungkook y no devolvérselo jamás? Esos piercings que adornaban su rostro y también sus orejas, lo amaba. Tal malditamente inancalzable. — creo que tienes un poco de baba, limpiate, adicta — molestó nuevamente cerca de mi oído.
Lo fulminé con mi mirada solo por interrumpir mi placer visual. Cuando pasamos por su lado, nos dio un asentimiento de cabeza, el cual imité de manera rápida. Creo que esa era nuestra única interacción y aún así mi corazón latía de manera desenfrenada... estaba perdida, sin dudas.
Cuando llegué a mi aula, di un sonoro suspiro y me despedí de mi amigo. Había algo positivo en esto y es que Jungkook es mi compañero de clase. Ahí estaba todo el día dedicándole miradas.
Si tan solo tuviera el valor de hablarle, estoy completamente segura que se enamoraría de mí... soy tan graciosa que su día sería felicidad por el solo hecho de hablar conmigo, ¿qué mejor que eso? Hacer que olvide sus problemas por reír, para mí era lo mejor del mundo entero.
Hoy nos tocaba exponer sobre la contaminación global y cuales serían nuestras soluciones.
Bostecé al escuchar a todos los demás, pero cuando fue el turno de Jungkook, fue casi instantáneo que mi sueño desapareció y me dediqué a escucharlo. Él era muy seguro de sí mismo y es que estaba improvisando, lo sabía, porque yo también hacía lo mismo. La manera es que se desenvolvía era magnífica y terminó dando un gran punto para una posible solución. Todos aplaudimos, otros con más afección — aquí me incluía — pero cuando la profesora indicó que era mi turno, lentamente dejé de hacerlo.
Pasé al frente, recibiendo uno que otro comentario de la odiosa de Sunmi, pero no me importaba.
—Veamos como lo hace la mosquita muerta... —fue el último comentario que dejaría pasar. Me crucé de brazos y reí.
—Veamos. Dudo que entiendas algo, con lo idiota que eres, tus neuronas no logran a hacer sinapsis. Que pena por ti, Sunmi — hice un falso puchero tocando mi pecho de manera dramática. Escuché las risas de los demás y también vi la sonrisa que dio Jungkook, tapando su boca para que nadie lo viera. Hizo que me colocara nerviosa, respiré hondo y comencé con mi presentación.
Improvisar ya era algo de mí y admitía que me iba de maravilla cuando debía hacerlo. La profesora me felicitó por mi trabajo y todos aplaudieron, todos... mis mejillas se tiñeron de rojizo al ver como Jungkook aplaudía mirándome con una sonrisa. Dios... si pudiera expresar cuanto lo amaba en este mismo momento, lo haría.
—¿Estás bien? — me preguntó la señorita Choi al ver que aún no me iba a mi puesto — estabas diciendo algo como lo amo, lo amo...
—Oh, s-si, tuvo que haber escuchado mal... a lo mejor dije "lo hago" - respondí nerviosa. Me dedicó una mirada de duda y me mandó a mi asiento, lo cual acepté rápidamente.
Qué pena.
Así la clase avanzó, en momentos en donde casi me dormía, pero logré salir viva de aquella tortura.
-Aquí está el amor de mi vida - Taehyung me tomó de los hombros y respiró con dificultad - ¿ven? Aquí está mi novia, pueden dejarme tranquilo...
Unas tres chicas me dieron miradas asesinas, para seguir su camino. Fruncí mi ceño y quité sus manos de mi anatomía.
—¿Qué rayos pasó ahora? - pregunté colocando una mano en mi cintura.
-Lo mismo de siempre, mujeres locas. Por eso no me gustan... ¿Vamos a desayunar algo? muero de hambre - pidió pestañeando varias veces, queriendo parecer adorable. Lo miré mal, pero acepté de todos modos. Comida era comida.
Caminamos hasta el casino riéndonos de la clase del otro. Según él mi clase era mas divertida porque siempre ocurrían cosas y eso la volvía mas interesante. Estaba tan sumida en la conversación, que no escuché a Taehyung y cuando lo hice, ya fue demasiado tarde. Había chocado contra alguien de manera tan fuerte que quedé algo aturdida. Tiré mi cabeza hacia adelante, soltando mil maldiciones por el dolor que sentía en mi nariz.
-¡Idiota! ¿No puedes fijarte? - exclamé aún con mi cabeza agachada. Esto dolía mucho.
-Hyori... cariño...
-¡Me duele mi puta nariz! ¿Y si quedo como Voldemort? Dios, no. Y todo por culpa de un imbécil que...
-Lo siento, ¿te encuentras bien?
Abrí mis ojos de manera increíble y tapé mi rostro, lloriqueando en silencio al escuchar su voz. Aún no levantaba mi cabeza y ahora menos quería hacerlo. Era una idiota.
-Y-yo... yo...
-¿Quieres ir a la enfermería? Venía distraído, lo siento - tomó mi hombro de manera suave y sentía que me iba a derretir en ese mismo momento. Levanté lentamente mi rostro y aún así me maree - uh, creo que si deberíamos ir...
-¿Por qué... por qué lo dices? - toqué mi nariz, ya que aún dolía mucho y al ver mis manos, las vi de color rojo. Miré a Taehyung y el negó con la cabeza. -¿es... es sangre?
-Mmh, sí. Vamos, creo que se rompió algo ahí...
-Es... es sangre... yo no puedo, no puedo ver la sangre - todo me daba vueltas. Justo ahora tenía que hacer el ridículo.
-¿Por qué no? - Jungkook preguntó de manera cautelosa, afirmando mi brazo.
-Le tiene una clase de fobia y ella se... desmaya.
Fue lo último que escuché de mi amigo antes de caer en la inconsciencia. Ojalá no despertar jamás, la pena que sentía era mucha y no creo que pueda volver a ver a Jungkook por la misma vergüenza.
Era el peor día de mi vida.
●❯────────「⊙」────────❮●
—¡Por fin despertaste! — la alegre voz de mi mejor amigo hizo que por fin pudiera abrir mis ojos. — ¿adivina qué? Grabé cuando estabas en el suelo, así nos reímos de tus desgracias.
Me senté de manera cautelosa en la camilla de la enfermería y noté como sentado en la silla, unos metros más allá estaba Jungkook. Mi rostro volvió a teñirse de rojo al recordar todo.
—Que vergüenza, Taehyung —susurré tapando mi rostro — tantos años queriendo tener una interacción y justamente tenía que ser ésta, al parecer la vida me odia — hice un puchero. Tae rió y me me dio un leve golpecito en mi cabeza.
—Te esperó afuera. Estaba bastante preocupado — dijo lo último en voz baja — olvida lo que sucedió y aprovecha esta segunda oportunidad que te está ofreciendo la vida.
Salió de aquella sala, dejándome a solas con Jungkook. Le dediqué una tímida mirada y él se acercó con precaución.
—¿Cómo te sientes? — preguntó tocando su cabello de arriba hacia abajo — discúlpame... no fue con intención. Estaba distraído hablando con mis amigos que no me fijé que había alguien frente a mí... yo... yo lo siento...
—No, no... discúlpame tú a mí... y-yo también iba centrada en la conversación que mantenía con Taehyung — no quería tartamudear, pero era inevitable. Respiré profundo — lo siento por tratarte de aquella manera, estoy muy avergonzada — confesé agachando la mirada, sintiendo como cada vez mi rostro se ponía rojo.
—Tú novio en vez de ayudarte comenzó a grabarte cuando estabas en el suelo desmayada.
—Si, eso es porque... — callé al escuchar tales palabras salir de su boca. Lo miré confundida sintiendo como mis comisuras comenzaron a temblar, y ya no pude resistirlo más,, solté una carcajada — no, no. Él no es mi novio...
—¿Ah no? — abrió sus ojos de manera abrupta — Oh, cielos, yo... lo siento, pensé que... — su balbuceo solo lo hacía ver mas adorable de lo que ya era y su sonrojo aún más.
—Es mi mejor amigo — aclaré, al dejar de reír.
—Eso dicen siempre al comienzo, luego se convertirán en novios...
Enarque una ceja y sonreí. ¿Qué era lo que estaba escuchando?
—Bueno, pero eso es lo que somos — me encogí de hombros — ¿Quieres que te cuente un secreto? Pero promete que no le dirás a nadie — apunté con el dedo y él asintió rápidamente. Le puse mi dedo meñique y el captó enseguida, uniendolo con el mío, para terminar juntando nuestros dedos pulgares, en una promesa que a mi parecer, era inquebrantable al realizar tal acto — No le gustan las mujeres — confesé. El abrió los ojos como platos.
—Y-yo lo siento, no lo sabía... soy un idiota — agachó su cabeza — no lo parece, de verdad es lo que dicen todos, que ustedes son novios, que se ven bien juntos...
—Es que Taehyung no quiere decirlo aún. Sabe como es la gente, muy cruel. Él es feliz así, ligandose al chico que quiera sin darle explicaciones a nadie — sonreí y él me sonrió a mí. Comenzó a mover su pie con rapidez y mordía su labio.
—Entonces... ¿estás soltera?
Me sorprendí ante esa pregunta y mi nerviosismo comenzó a reinar nuevamente en mí. Nunca habíamos cruzado palabra alguna mas que el asentimiento de cabeza y ahora, que me preguntara por esto, hacía que mi cuerpo tuviera todo tipo de reacción.
—Mmh, sí. No he tenido muy buena suerte con los hombres — mentí mirando hacia otro lado. Su mirada puesta en mí estaba logrando cosas. — y... ¿tú?
—Oh, también. No he tenido mucha suerte con las mujeres — me imitó y ambos reímos. — Mmh, ¿me dejarías invitarte un café? Por lo que sucedió, una manera de disculparme — volvió a rascar su cabello y evitó el contacto visual. Verlo de aquella manera, tan tímido, hacia que mi corazón latiera desbocado.
Diablos, lo amaba un poco más.
—Eh... sí, si, ¿por qué no? me gustaría ir por un café — me golpee mentalmente por no saber elegir las palabras correctas para expresarme de mejor manera. No podían culparme, cualquiera en mi situación estaría de la misma forma.
—¡Genial! — su emoción me extrañó un poco, pero no dije nada. Me tendió su mano y con algo de duda, la acepté, y solo el toque de sus manos mandó un choque eléctrico desde mi cabeza, hasta la punta de mis pies — digo, me parece bien...
Con la ayuda de su mano, logré colocarme de pie. Me maree un poco y aún me dolía levemente mi nariz.
—¿Puedo preguntar con que parte de cuerpo choqué?
—Con mi pecho.
—¡¿Tú pecho?! ¿Es de acero o algo así? — pregunté mirándolo de arriba hacia abajo. El río.
—Eres graciosa. Me agradas —dijo tocando su oreja, la cual tenía muchas perforaciones en ella — siempre has llamado mi atención, ¿sabes?
—¿Qué? — no quería emocionarme, porque fácilmente podía estar mal interpretando sus dichos. No dejé de mirarlo en ningún momento. Sus mejillas estaban algo sonrojadas y estaba evitando mi mirada. — no bromees con esas cosas — dije dando una risita nerviosa.
—No es broma. Hablo totalmente en serio - al momento en que sus ojos conectaron con los míos, supe que era cierto. Dicen que la mirada es lo mas sincero de nuestro cuerpo y mierda, creo que es así — siempre me ha gustado tu espontaneidad, lo graciosa que eres y que no le temes a nada. Podría decirse que te admiro en secreto.
Estaba totalmente sorprendida ante esta manifestación. ¿Qué se suponía que debía responder a ésto? Él ha sido mi amor secreto durante tres años, si de admirar se habla, yo lo he hecho tres años seguidos.
—Vaya...me has dejado sin palabras — comencé a jugar con mi pie y a mover los dedos de mis manos — porque tú eres el que ha llamado mi atención hace bastante tiempo, para ser sincera...
—¿Yo? Si solo soy un tipo común y corriente sin ninguna gracia, mis amigos dicen que soy un poco gruñón.
—Discrepo en eso. Siempre he encontrado que eres una persona que irradia felicidad, tienes un aura muy bella Jungkook — y podría decirse que el nerviosismo fue disminuyendo poco a poco. Sino, ni loca estaría diciéndole tales cosas — y creo que tus amigos estarían de acuerdo conmigo y también todas las chicas a las que les gustas.
—No me importan las demás chicas, en sí no me importan las chicas — se encogió de hombros. Y puede que con lo último mi estado de ánimo decayó al máximo. Tal como lo había expresado en un principio, el sube y baja de las emociones. — quiero decir...
—Tranquilo, entiendo — le sonreí falsamente — debemos ir a clases, creo que ya perdimos demasiado...
—No, Hyori, me expresé mal — su nerviosismo era palpable — demonios, me colocas muy nervioso, que actuó como un idiota frente a ti...
—¿A que te refieres?
—¿Puedes tener alguna idea de cuanto desee el momento de hablar contigo? — sí, señoras y señores, creo que moriré aquí — pero siempre estabas con Taehyung y por los comentarios que habían también llegué a creee que eran novios. Los chicos me animaban a hablar contigo, pero existía un miedo al rechazo.
—Jungkook...
—Eres la chica que siempre me ha gustado. Eso no quiere decir que te golpee a propósito, debo recalcar eso — sonrió levemente — pero sí debía aprovechar este momento para hablar contigo, para poder dejar el miedo atrás y si soy rechazado, no me importa, pero ya soy feliz con poder entablar una conversación.
Mi estado de escepticismo no me permitía gesticular palabra alguna. ¿Estaré soñando? Quizás aún estoy tendida en la cafetería siendo el hazme reír de todos. ¿Taehyung aún me estará grabando?
—Alto ahí velocista — bromee un poco, para alivianar el ambiente — no puedes llegar y decirme esas cosas. ¿Sabes que me derrito con facilidad? Haces que mi corazón salte de alegría.
—Tú...
—Me gustas hace tres años, Jungkook. Siempre tuve miedo al rechazo, quizás si hubiera tenido el valor de hablarte antes, nos conoceríamos a la perfección.
—¡No puede ser! — se lamentó, tapando su rostro — esto me pasa por ser un cobarde...
—Fuimos cobardes — reí — así que... ¿Es una cita en la cafetería?
Me dedicó la sonrisa mas bella que pudiera existir, para asentir muchas veces.
—Es una cita.
Ya no me importaba el golpe en mi nariz ni haber hecho el ridículo en frente de todos. Si el resultado fue este, lo haría las veces que fueran necesarias. Caminamos a paso lento hasta el salón en donde era nuestra próxima clases, hablando de nosotros para conocernos mejor y también, cuando llegamos, se sentó junto a mí, haciendo que todos en el aula nos dedicaran miradas confusas. Y claro, Sunmi que me asesinaba con su mirada.
Ah, Taehyung, tenemos tanto de que hablar.
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Salió esto a causa de mi desmotivacion diaria KAJDKSJ esperando el comeback de mis reyes 🤴.
En mi mente Hyori es mi diosa Jihyo, pero pueden imaginarla como gusten 💝.
Pueden escribirme de que les gustaría que fuera el próximo one shots y así plasmarlo, no sé si les gustaría 🤩.
Eso me retiro, adiosssss 😘💝.
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