ᴄᴜᴀʀᴛᴏ ➳ ❝ ᴠᴏʟᴠᴇʀ ᴀ ᴛɪ ❞.
La sensación de estar en un bucle es algo que no le desearía ni a mi peor enemigo.
Pero aún así, a pesar de todo, si volvieras a mi vida, te dejaría ingresar aún si no tuvieras invitación. Volvería a ti una y mil veces.
Nos pertenecemos.
—¿Irás a la junta de ex compañeros, Seok?
Dejé de escribir en mi computadora para voltear a ver a Jimin con una ceja alzada.
—¿Me ves con ganas de querer ir a una aburrida junta con gente que jamás me cayó bien?
—¡Oye! — mi amigo se ofendió tocando su pecho, dolido.
—Me refiero a los demás, tonto. La manga de séquitos de Jeong, tú sabes... — traté de explicarle, pero él ya me ignoraba. Respiré hondo y me acerqué a su lado — tú eres mi amigo, lo sabes, no estás dentro de ese saco, Jimin, como si quiera piensas algo así.
—Bueno... pero deberías ir. Así podemos ver que tal siguen toda esa gentuza — sonrió con malicia. Sabía a lo que se refería.
—No. No es que me repele, pero... no lo veo desde que terminamos y será extraño, no lo sé, me da cosita — confesé, rascando mi cabeza y bajando el tono de mi voz.
—Ah, Seok. Hay relaciones que terminan sumamente mal, la tuya no fue del todo caótica e incluso pueden aprovechar la instancia para decirse todo lo que quedó inconcluso en ese tiempo.
—¿Y eso sería...
—De tú problema... nunca le diste una razón realmente válida cuando terminaste con él, porque no querías herirlo — caminó hasta mi lado — pero te salió el tiro por la culata, amiga, pues lo heriste el triple.
—No fue nunca con intención... ¿Qué hubieras hecho en mi lugar? Me dijeron que la leucemia era agresiva, tuve miedo, no quería que sufriera e hice lo que para mí era correcto. Él merecía tener en su vida a alguien sin cáncer y sin depresión... en simples palabras a alguien sana — resoplé, levantando mis pies y colocándolos arriba de la silla, abrazando mis piernas.
—A eso me refiero sobre una razón... Se deben esa conversación. Jungkook quedó con una pésima idea del término y creyó que habías encontrado a alguien más.
—¿Cómo sabes todo eso? — indagué levantando mi rostro. El solo se encogió de hombros.
—Soy amigo de JungHyun, ¿no recuerdas? — dio una gran sonrisa.
—Claro... — rodé los ojos. Había olvidado ese pequeño detalle de que Jimin siempre fue muy amigo de mi ex cuñado. — pero volviendo al tema... sé que hice lo correcto, no me harás dudar de eso.
—No lo haré. Pero eso era algo que a Jungkook también le competía y viendo lo coladito que estaba por ti, hubiera sido ese apoyo que siempre necesitaste. Nos tenias a nosotros, tu familia, pero sé que te hizo falta él.
Preferí callar, porque todo lo que salía por la boca de mi mejor amigo eran verdades. Cuando me diagnosticaron mieloide aguda hace cuatro años, sentí que me habían arrancado algo y por primera vez en mi vida, tuve miedo.
Jungkook siempre insistió en que fuera a hacerme un chequeo médico porque que estuviera perdiendo peso tan repentinamente, también los moretones que se formaban de la nada, el cansancio que siempre tenía no eran normales y cuando decidí seguir su consejo, mis resultados fueron que tenía leucemia.
Me asusté tanto, que alejé a todos de mí, incluyendo a Jimin.
Entré en una depresión y me estaba hundiendo, me estaba echando a morir sin siquiera hacer el intento por realizarme el tratamiento y fue en ese momento que decidí terminar con la persona que siempre me brindó apoyo, no quería ligarlo a mí, quería que fuera feliz y renuncié a él.
Nunca le dije que estaba enferma y les hice jurar a mi familia que no le dirían nada, aunque no estuvieron de acuerdo, lo hicieron.
Fueron dos años de lucha, de quimioterapias, hasta una cirugía de trasplante de célula madres. Y hasta la fecha puedo decir que estoy sana, pero existe la posibilidad de una recaída.
Jungkook era insistente, no se daba por vencido con nosotros y durante seis meses siguió buscándome, llevándose siempre negativas de mi parte, hasta que un día dejó de insistir y por dentro, le agradecí. No quería que viera a la Seok con leucemia, débil, sin cabello a causa de las quimios.
Quería que se quedara con el mejor recuerdo mío.
—No quiero seguir hablando de eso, Jimin. Es un tema que aún es delicado para mí y tengo miedo de volver a verlo, de verdad que sí — sinceré haciendo un leve puchero. Había pasado mucho tiempo. De verdad no quería ver a la bola de inútiles que componían mi clase, que lamentablemente eran la mayoría... pero mi mayor traba para ir a esa junta tenia nombre y apellido.
Jeon Jungkook.
—Acompáñame — pidió sacudiendome de un lado a otro — y haré lo que quieras por dos semanas completas.
—Un mes...
—Tres semanas...
—¡Hecho! — estiré mi mano. La tomó dándole un leve apretón y juntamos nuestros dedos pulgares, sellando el trato. Fue una propuesta bastante tentadora y no pude rechazarla.
—Es hoy — apuntó con su dedo.
—Oh, eso es... — miré la pantalla de mi computador y luego nuevamente a él — ¿Qué mierda, Jimin? ¡¿Cómo que hoy?!
—Sellamos el trato, así que elige una vestimenta acorde a la ocasión, conociéndote irás de negro, como si estuviéramos en un velorio — entrecerró sus ojos. Reí levemente, esa era una idea genial.
—La cosa es que vaya, como vaya ya no te incumbe, Park — arrastré mis últimas palabras, sonriendo divertida.
—Ay, no...
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Jimin me miraba de reojo como si fuera la mujer mas loca de este planeta.
—¿Cuál es el problema, eh? Voy vestida cómodamente, no le veo lo malo a mi vestimenta — le recriminé ya cansada de que me observara.
—Me sorprende que vistieras bien — rió divertido — te ves muy bien. ¿Quién será la mas linda de esa fiesta? — tomó mi mejilla para comenzar a moverla de un lado a otro. Se la quité de un manotazo.
—Vista al frente Park, no llegaremos a esa reunión si chocamos.
Luego de que mi amigo condujera por veinte minutos, llegamos a la lujosa casa de Jeong. Claro, debía suponer que ella viviría en una casa así. Parecía una mansión, y solo la estaba viendo de lejos, ya que estábamos esperando que el guardia nos dejara ingresar a la propiedad y para eso Jeong debía darle autorización. Frunci mis labios al percatarme de todo aquello, llegaba al punto de ser cómico.
Cuando por fin el señor nos dio el pase y mi buen amigo aparcó el coche, bajé de el vehículo alisando mi ropa, como si tuviera alguna arruga. Me miré en el reflejo del vidrio y vaya... me lucí.
Im Seok debes devolverte, porque te pasaste, hermosura.
Ondas caían por mi espalda, un beatle color negro me acompañaba, junto con mis jeans ajustados del mismo color y unas botas que con solo una patada te llevaba de vuelta al útero de tu madre, ¿qué color? Obviamente negras. Lo único diferente era mi chaqueta, tres tallas mas grande de mezclilla, celeste... no, no, estaba divina.
Lo que mas amaba era mi cabello. Volver a tenerlo así largo era algo grandioso.
—¿Vamos, señorita egocentrismo? — Jimin colocó su brazo en forma de tasa para que yo me agarrara de ahí, lo cual obviamente hice.
—¿Tener el autoestima alto y amarme a mi misma es ser egocéntrica? Si es así, pues lo soy — respondí con suficiencia. Jimin rio negando con su cabeza.
—Me encanta esta actitud, espero siga así luego de ver a Jungkook.
Lo golpee en sus costillas para que dejara de parlotear. Estúpido Jimin, la inseguridad nuevamente se implantó en mí. Pero no lo demostraría.
—¿Qué puede salir mal?
●❯────────「⊙」────────❮●
Nunca hagan esa pregunta, porque sin duda es llamar gratuitamente a la desgracia.
Media hora llevábamos ahí y yo ya me había puesto a discutir con la idiota de SunHee, la mejor amiga de Jeong. Era tan idiota y tan desesperante, que tuve que pedir que se callara porque de su boca solo salían estupideces. Quería golpearme, no pudo y ahora estoy en la inmensa cocina ee ensueño junto a mi mejor amigo que me miraba como si quisiera matarme.
—Con tu mirada ya estaría tres metros bajo tierra — resoplé bebiendo un poco de cerveza — lo siento, ¿si? Me exasperó su voz chillona, ¿a ti no?
—Si, pero no por eso comenzaré a discutir, Seok — me regañó. Agaché la cabeza algo avergonzada.
—Okey, de ahora en adelante no diré nada más. Me callaré, no abriré mi boca bajo ninguna circunstancia.
—Una hora más y vamos por pizza, ¿que dices? — propuso sonriendo. Asentí efusivamente.
—Creí que nunca lo dirías. Oh, te amo Jimin — lo abracé con fuerza y él solo soltó una risotada.
—¿Dónde estará... oh, lo siento, no sabía que había gente y...
Me separé de inmediato al escuchar su voz, quedando petrificada, como si tuviera algún hechizo. No había pasado tanto desde que inició la reunión, pero asumí que no vendría al no verlo por ningún rincón de esta enorme casa. Y si, lo estaba buscando.
«Dejé que un par de años diluyeran
lo que sentía por ti.»
—¡Jungkook-ah! ¿Cómo has estado? — Jimin se separó rápidamente de mí, como si tuviera alguna enfermedad infecciosa y fue a saludar a mi ex novio.
—Jimin, tanto tiempo... yo... yo estoy bien y... ¿tú? — rascó su oreja con nerviosismo. Ah, te entendía por completo Jeon, estaba en la misma situación.
—Yo estoy realmente bien, hermano. Terminando mi carrera de psicología, me falta un semestre y comienzo mi práctica, genial, ¿no?
Jimin era el único que no podía sentir la incomodidad que había en este espacio. Hablaba como si sucediera nada extraño, como si Jungkook fuera una persona equis a quien no ve hace bastante. Algo casual.
Jungkook asintió y su mirada reparó en mí, mirándome de arriba hacia abajo.
—Eso es genial... yo venía a buscar unas cosas y... ¿Cómo estás, Seok?
Me sorprendí que me preguntara aquello. Pensé que no me dirigiría la palabra y se iría tal como llegó. Pero vamos, Jungkook siempre fue diferente. Era educado, muy, muy educado.
—Mmh, bien, Jungkook, gracias por preguntar — parecía una grabadora que tenía el mensaje predeterminado, todo mal — y... ¿y tú?
—Bien, gracias por preguntar — medio sonrió y sentí desfallecer.
Su sonrisa seguía siendo tan linda como la recordaba.
—Creo que olvidé unas cosas en el auto... si me permiten, vuelvo enseguida.
Lo miré realmente mal y él solo guiñó un ojo, saliendo rápidamente de la cocina.
Ahora solo éramos los dos y creo que nadie quería dar el paso de entablar una conversación. El ambiente aún no mejoraba y yo no ayudaba quedándome como estatua en un rincón.
—¿Qué ha sido de tu vida? — pregunté luego de unos minutos. Jungkook caminó hasta unos de los taburetes y se sentó ahí, girando en él.
—Bueno... estoy por terminar la carrera de comunicación audiovisual. Al igual que Jimin me queda solo un semestre. Ha costado, pero se está logrando que es lo importante — respondió juntando sus manos en su regazo — ¿y tú?
—Voy en mi tercer año de medicina especializada en oncología infantil — respondí orgullosa de la carrera que opté por estudiar. Ver a tantos niños con esta maldita enfermedad me hizo querer especializarme en esa área, quería ayudar.
—Wow, eso es genial, Seok-ssi.
Arrugué mi nariz al escucharlo decirme así. Nunca me gustó.
—No me digas así, sabes que no me gusta — pedí negando. Me dio una pequeña sonrisa.
—Lo sé, por eso lo dije — respondió y al ver mi cara de pocos amigos soltó una risotada — no es cierto. Pero volviendo al tema, te felicito por tus logros.
Mi pecho sintió algo extraño y las ganas de abrazarlo se hicieron mas fuertes. Si no fuera tan lindo todo sería más fácil. El me puede odiar en este momento, pero siempre sería cortés, amable y lindo, siempre seria diferente al resto y por algo me enamoré de él.
—Gracias, Jungkook... mmh yo pensaba que no vendrías, no te vi...
—¿Me estabas buscando? — me interrumpió levantando una ceja. Frunci mis labios nuevamente y sentí como mis mejillas se calentaron.
Atrapada.
—Ya me descubriste. Si, lo estaba haciendo — confesé y creo que lo pillé con la guardia baja porque vi como sus mejillas y orejas comenzaban a tornarse rojas. — es solo... que necesitaba hablar un tema contigo, sentía la necesidad de hacerlo.
—Hazlo. Te escucho — respondió rápidamente. Di un largo respiro antes de comenzar a hablar.
—Siento todo lo que sucedió entre nosotros, Jungkook — fueron mis primeras palabras, comencé a jugar con mis dedos de manera nerviosa — yo... yo te alejé porque creí que fue lo mejor, no lo estaba pasando bien y creí que merecías a alguien mejor que yo...
-—¿Mejor que tú? ¿Había alguien mejor que tú?
—No me interrumpas — apunté con mi dedo, sintiendo mi pecho palpitar con una fuerza descomunal a causa de sus palabras. Llamemoslo el efecto Jeon. — nunca fue porque tuviera a otra persona, jamás te hubiera hecho eso y creí que lo sabías — recriminé recordando las palabras de Jimin — estaba enferma, Jungkook. Me diagnosticaron mieloide aguda en unos de esos chequeos que tanto querías que me hiciera y yo...
—¿Estuviste enferma y me alejaste de ti? — volvió a interrumpir. El tono de su voz había cambiado, estaba dolido. Tenía todo el maldito derecho de estar así. Agaché la mirada.
—Merecías algo mejor y yo...
—¿No crees que eso era una decisión que yo debía tomar? — su voz sonó entrecortada y mis ojos comenzaron a nublarse a causa de las lágrimas acumuladas — Creo que siempre fui sincero y te demostré siempre cuanto te amaba, Seok. Hubiera estado contigo en todo momento, tú lo sabes...
—¡Lo sé! Tenia miedo. Miedo de que tu último recuerdo mío fuera alguien agotada física y mentalmente por el tratamiento recibido. Quería que recordaras a la Seok feliz.
—Tuviste que haberme dicho la verdad, tú me necesitabas y preferiste alejarme — se puso de pie y ahora lucía algo enojado — ¿sabes cuanto tiempo estuve pensando si había hecho algo mal? Estaba desconcertado, siempre creí ser un buen novio y que me hicieras a un lado dolió, Seok. Dolió como el infierno.
Ya no pude evitarlo y toda la Im Seok segura de hace momentos atrás se desvaneció dejando a una persona altamente vulnerable. La coraza desapareció y quedó la Im Seok que era cuando estaba con la persona que amaba.
—Lo siento — y estaba siendo sincera, desde lo más profundo de mi corazón — yo también te amaba muchísimo y por eso quise lo mejor para ti...
Un silencio sepulcral hizo presencia. Jungkook revoloteo sus cabellos aún luciendo molesto y yo mejor no quise decir nada más. Me echaría a llorar ahí mismo.
—Oh, aquí estás Jungkookie...
Una voz resonó en medio de nuestro silencio.
Una voz femenina.
Voltee a verla y ella iba directo a Jungkook, para darle un gran beso en su mejilla. Mi pecho dolió y sentí la necesidad de alejarla de él y limpiarle su rostro. Apreté mis puños sin quererlo y Jeon me miró algo apenado.
—Lo siento, yo... me distraje. Hyelin, ella es Seok, Im Seok. Seok, ella es Hyelin, mi amiga — nos presentó y su mirada cambió drasticamente. Me atrevería a decir que ya no estaba feliz.
Estiré mi mano, como manera de saludo. Estaba siendo educada, pero ella solo la miró. Chasquee mi lengua, dando una sonrisa. La educación cada vez estaba peor.
—Oh, así que ella es la famosa Im Seok — no mentía cuando digo que su semblante cambió.
—Wow, ¿soy famosa? Yo no lo sabía — chasquee mis dedos, luciendo decepcionada.
—Sé lo que hiciste a Jungkook. — respondió de manera tajante, mirándome mal. Levanté una ceja y volví a sonreír.
—Hye... no es el momento...
—¿Qué? Siempre es momento de decir lo mierda de personas que fueron en su momento — cada palabra salía con enojo. Vaya, estaba dolida más ella que el mismísimo Jungkook. Esto era increíble.
—Primero, no me conoces en lo absoluto. — me acerqué lentamente hacia ella — Segundo, tú falta de educación es tremenda y tercero... — nuestra proximidad cada vez era mayor — que no se note tanto lo enamorada que estás de él — susurré en su oído. Creo que el golpe que lanzó me hubiera llegado directo a mi pómulo sino hubiera sido por Jungkook que me tomó de la cintura para hacerme hacia un lado.
—¡Hyelin! —recriminó — no puedes llegar y tratarla de esa manera. Si te conté eso de mi vida fue por desahogo, porque necesitaba a una amiga, yo jamás trataría a una persona así, independientemente de las cosas que hayan pasado — finalizó tomándola por sus hombros.
No quise seguir escuchando. Venir hasta acá fue una pésima idea, lo sabía. Pero esto superó todo.
De Jungkook me esperaba un trato así, pero no de alguien que jamás en mi vida había visto. ¿Quién se creía? Estaba furiosa, intenté salir de la cocina para ir a buscar a Jimin y largarme de una vez por todas para comer pizza con tranquilidad, pero un mano detuvo mi paso.
—Seok, aún no terminamos de hablar — Jungkook tenía un semblante afligido.
«¿Y que sentido tiene esconderse? Todo el mundo sabe que tenemos asuntos pendientes y me arrepentiría si dijera que esto no es lo que podría haber sido.»
—Lo sé, pero una persona mal educada interrumpió, ¿qué quieres que haga? — solté todo como si de vómito verbal se tratara. La tal Hyelin me miró indignada.
—¿Dejarás que me trate así, Kook?
Rodé los ojos. Él detestaba ese apodo con su vida.
—Hye, necesito terminar de hablar con ella, por favor — pidió, sin soltar mi brazo. No lo negaré, por dentro tenía una fiesta y regocijo al ver la cara de esa idiota, pero por fuera seguía seria. Las ventajas de haber hecho un curso de actuación.
Salió a paso rápido de la cocina y nuevamente quedamos solos.
—Yo... lo siento por eso. Se desubicó demasiado, lo siento — hablaba de manera rápida lo cual me pareció muy... tierno.
—No debes disculparte, ella tuvo esa actitud, no tú — le resté importancia — es... ¿tú amiga? — indague mirando mis botas.
—Quise intentar algo con ella, no te voy a mentir.
Directo al grano. Wow.
—Oh, eso es bueno... es bueno que sigas con tu vida y...
—No debería ser bueno. — su rostro se volvió serio y lo miré confundida.
—¿Qué? ¿Cómo que no?
—Debería ser malo para ti, debería darte celos, decirme algo, recriminarme, cualquier cosa, excepto que me digas que está bien — este hombre si sabia como dejarme muda. Tenía el don, claramente.
—No digas tonterías — reí nerviosa — no puedo recriminarte nada cuando yo fui quien terminó todo esto, no tengo derecho, Jungkook.
—¿No te da celos? — su proximidad era peligrosa, no sé en que momento se acercó tanto al grado de tenerlo a solo centímetros de mi cuerpo, no respetando para nada mi espacio personal.
Que claramente no me molestaba en absoluto.
—Basta...
—¿Basta? No estoy haciendo nada malo — fingió inocencia.
—Estás haciendo que mi corazón se acelere, ¿como que no haces nada malo?
Se detuvo para mirarme con cariño. Esa mirada que siempre me dedicaba cuando me veía hacer algo ridículo o cuando le decía cuanto lo amaba.
Mi corazón siempre le perteneció, no habían dudas de aquello
—Te extrañé, Seok. No hubo momento en que no pensara en ti, vivías gratuitamente en mi mente y me atormentabas cada día — tomó mis mejillas, acariciándolas suavemente. Sentir su tacto nuevamente era la sensación mas bonita de vida. — y saber todo lo que pasaste, que me sacaras de tu vida sin pensar en mí, me molestó, aunque entendiera tu punto — aclaró cuando me vio abrir la boca para refutar — pero eso lo decidía yo, y esa decisión seria acompañarte siempre porque en las buenas estamos ahí , pero en las malas aún más, ¿no?
Cerré mis ojos con fuerza.
—¿Me amabas muchísimo? — preguntó.
—¿Qué clase de pregunta es esa? Claro que lo hice.
—¿Por qué sigues diciéndolo en pasado? ¿Ya no lo haces?
¿Ven a lo que me refiero? Es alguien que te deja sin palabras, es tan directo, tan él. Tan Jeon Jungkook que me volvería loca.
—¿A que estás jugando? — levanté mi rostro, observando sus ojos que brillaban con la intensidad de diez mil estrellas, quedando totalmente hipnotizada. Podía sentir su respiración en mi nariz, aún a pesar de mis botas gigantes no podía superarlo en el porte.
—A nada, ¿a que estás jugando tú? — contraatacó — ¿a hacernos los tontos?
—¿Por qué quieres saber si te amo o no?
—Porque yo en ningún momento dejé de hacerlo. Te amo como un loco, tal como hace cuatro años, ¿puedes creerlo? Eres mi persona, Seok. Teníamos un vínculo tan fuerte y lindo que es difícil olvidar o superar eso — sinceró. Y ya, ya estaba. Todo lo que quise retener momentos atrás explotó. Lágrimas ya estaban cayendo de mis ojos.
—Perdón — pucheree, tomándolo de su cintura para esconder mi cara en su cuello — perdón por el daño que te causé...
No respondió y se dedicó a acariciarme el cabello, esperando a que me calme.
—No pidas perdón. Dejemos todo en el pasado — se separó un poco, para observarme — aún no respondes a mi pregunta.
—Es responder a lo obvio — me encogí de hombros — jamás pude olvidarte, Jungkook. Jimin fue el causante de que viniera a esta reunión y te dijera toda la verdad, porque tú mente jamás tuvo que haber pensado que hiciste algo mal o peor, que te cambié por otro. Tú tenías todo lo que necesitaba, congeniamos de maravilla, ¿no es así? — nuevamente miré hacia arriba, para verlo asentir, abrazándome por la cintura.
—Me hiciste falta, mucha falta... — su barbilla tembló.
Hice lo que tanto tenía ganas de hacer.
Lo que en mis peores noches, cuando mi cuerpo estaba débil, cuando quería que el cáncer me llevara de una vez por todas, pensaba en Jungkook y como un beso suyo siempre me lograba poner de mejor humor.
Me puse de puntitas y conecté mis labios con los suyos, sintiendo una electricidad por todo mi cuerpo y como mi estómago estaba de fiesta. Las mariposas estaban de fiesta, volvió su dueño, el causante de que ellas existieran.
Sus manos volvieron a posarse en mis mejillas, acercándome aún más. Nuestros labios que tan bien se conocían conectaban a la perfección, siendo uno. Entreabrí mis labios para que su lengua se encontrara con la mía, perdiéndome por completo. Era algo que tanta falta me había hecho.
Se separó primero, dándome un beso en mi nariz, sonriendo como un bobo y no me burlo, porque podría apostar que tengo la misma sonrisa boba en el rostro.
Jungkook era mi persona y siempre lo sería.
«Estás atrapado en mi mente y no te puedo sacar de ahí.
Si pudiera hacerlo todo de nuevo, sé que volvería de vuelta contigo».
Uy, escuché back to you de mi reinota y me vino la inspiración 🙈.
La canción va mas de que la selina está en una relación tóxica, pues aja con el jostin, pero quise tomar algunos puntos y salió esto 💘.
Espero les guste, es soft, a que sí? 🥺🥰.
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