ɴᴏᴠᴇɴᴏ ➳ ❝ ᴠᴇʀᴅᴀᴅ ᴏ ʀᴇᴛᴏ ❞
—Te reto a que vayas donde Jeon Jungkook y le pidas el número.
Me quedé quieta en mi lugar observando a mis dos amigas que tenían una sonrisa divertida en el rostro. De pronto, jugar esta mierda no estaba siendo tan divertida.
—¿Qué?
—Lo que escuchaste Lena. Ve donde Jeon Jungkook y pídele el número.
Solté una risa nasal mientras colocaba una mano en mi cintura, negando de manera ferviente.
—¿Ustedes quieren que me mande a la mierda frente a todos? — cuestioné con mi frente arrugada.
Jeon Jungkook era el chico más inalcanzable de esta vida. Sin exagerar. Ninguna chica se atrevía si quiera a respirar a su lado si no querían llevarse una mirada asesina.
Es alguien muy guapo pero bastante extraño. Irradiaba una energía oscura, no solamente en su vestimenta. Lo veía a lo lejos y muchas veces quise llegar a su lado para preguntarle de su vida. Pero sería ahondar mucho en un tema que no me compete en lo absoluto.
También quería resguardar mi integridad al cien.
—Pero si tú quisiste jugar a esto — me apuntó Yunjin, divertida por toda esta situación — debes atener las consecuencias, querida Lena.
—Puedo hacer lo que ustedes quieran por una semana completa, solo... eso no — bajé el tono de mi voz — Saben como es él. Saben que la gente no le gusta mucho. Siempre está con Taehyung y Jimin, con nadie más...
—Lena, entonces no sabes jugar. Sabes que estas cosas son así. Yo besé la mejilla de Namjoon cuando tu me pediste eso en un reto. Quedé como la loca que besa a chicos de la nada — extendió sus brazos, sonriendo nasalmente para luego borrarla completamente — Namjoon cada vez que me ve, se aleja. ¿Y tú te estás negando a esto? Eres una pilla.
—¡Vamos! Sabes que no es así — comencé a explicar — esto es diferente. Namjoon se lleva bien con todos, Jungkook con solo dos.
—¿Y eso que tiene que ver?
—Que Jungkook me aterra — sinceré.
—Ow, pobre — Solhyun hizo un pequeño puchero — pero de esta no te salvarás. Ve, ahí está. Estaremos observando todo.
Literal me empujaron en dirección al chico tremendamente apuesto. Vestía jeans negros y una camiseta del mismo color y unas botas muy... muy grandes. Los tatuajes en su brazo llamaban muchísimo mi atención y me preguntaba si tendría otros en lugares mas... escondidos.
Me fui acercando a paso muy lento hasta ellos. Taehyung fue el primero en reparar en mí y pude sentir como mis piernas comenzaron a temblar de manera drástica. Entraría en un estado de demencia si Tae me dedicaba esa mirada.
—¿Se te perdió algo, niña?
La voz ronca de Kim me hizo volver en sí. El niña llamó mi atención. Yo era su compañera de clase, lo más probable e incluso factible es que ni siquiera se percatara de mi presencia, por eso la pregunta algo pasivo-agresiva.
—Yo... bueno, yo venía...
—Habla bien, no te comprendo — fue el turno de Jungkook de hablar y podría jurar que me moriría aquí mismo. Volteé mi cabeza para encontrar a Yunjin y a Solhyun con sus pulgares arriba, como una manera de darme ánimos y decir que lo estaba haciendo genial.
Son un par de cabronas. Me vengaría de esto.
—Jungkook, ¿me darías tú número de celular? — formulé la pregunta de manera rápida y pude maquillar mis nervios muy bien.
Jimin ahogó una carcajada y me miró, negando con su cabeza.
—Tienes agallas, niña.
—Tenemos la misma edad. No soy niña — espeté furiosa. Me cargaban los hombres con esa actitud. — además le hablo a Jungkook.
El susodicho giró su rostro y sus ojos conectaron con los míos, tan penetrantes que podían ver todo tu interior. Tan llamativos que te hipnotizaban por completo.
—¿Por qué quieres mi número?
Su voz. Mierda, su voz haría que tuviera un orgasmo aquí, justo ahora. Apreté mis piernas y mordí mi labio con fuerza.
—Quiero jugar videojuegos. Supe por unas chicas que te gustaba.
Mentí, pero a la vez no. Amaba los videojuegos. El abrió sus ojos con una inminente sorpresa y sonrió de manera ladina.
—¿Y para eso necesitas mi número? — enarcó una ceja tratando de encontrar algo que le dijera que yo estaba de broma y que sin duda quería su número para tener sexo.
—Sí. ¿Por qué otra razón lo querría? — pregunté con total calma. Si demostraba que estaba nerviosa esto se iría al carajo. Él me mandaría a la mierda en un abrir y cerrar de ojos, siendo la total burla por culpa de dos brujas.
—No lo sé, dime tú — encogió sus hombros — nunca me has dirigido la palabra y ahora quieres mi número.
—¿Cómo quieres que te hable si te apesta la sociedad en sí?
—Tienes un punto — concedió, sonriendo — okey, te daré mi número.
Sentía que mi mandíbula se desencajaría aquí. Eran tres pares de ojos absortos de impresión. Taehyung lo miraba extraño, Jimin algo expectante y yo... bueno, yo estaba esperando que dijera que me dejara de estupideces, que eso jamás pasaría y dejara de ser una niña soñadora.
—¿Estás bromeando, verdad? — solté una risa nerviosa — si me mandas al demonio que sea en voz baja, no quiero que nadie mas escuche — le dije en un tono de voz apenas inaudible, mirando a mi alrededor.
Ya tenía una que otra mirada puesta en mi persona y en la situación que estaba ocurriendo justo ahora.
—Estoy hablando totalmente enserio, boba — respondió ladeando su cabeza — me hubiera parado de aquí apenas te vi caminar en mi dirección.
—Pero si no estabas mirando.
—Apenas te vi caminar, volteé mi rostro — volvió a encogerse de hombros — no creí que vendrías donde mí.
—Creíste mal — estaba admirando plenamente mi capacidad de mantener la compostura en un momento como este, aunque me quisiera hacer en los pantalones debido a la tensión que había.
Soltó una risita nasal y me observó.
—Anota.
Sin perder más tiempo saqué mi celular anotando el número del chico más codiciado de la universidad bajo la atenta mirada de mis amigas, quienes pude divisar como sonreían abiertamente.
Reto cumplido.
Pov; Jeon Jungkook.
—¿Me explicas que rayos sucedió en en el receso? porque creo que no entendí.
Rodé los ojos ante la pregunta de Jimin.
—No sucedió nada importante. Yo dándole el número a una chica, fin.
—Claro, eso es lo raro — habló esta vez Tae, como si eso fuera lo obvio.
Les sonreí maliciosamente a ambos y como respuesta entrecerraron sus ojos.
—¿Qué planeas?
—¿Qué quieres hacer, Jeon?
—Llevarla a la cama — sonreí — he escuchado varios comentarios de tipos que están embobados con ella.
—Pues... es muy linda — asintió Park — vale, es muy sexy.
—Lo es — concordé — pero yo ni loco le hubiera hablado por mi cuenta. Creo que esto me cayó del cielo o algo así.
—No creo que puedas llevarla a la cama, amigo — Taehyung me quería bajar de mi nube soñadora de una sola patada.
Le di una mala mirada.
—¿Por qué?
—Por que no se ve como ese tipo de chicas. Es más, si creo eso de que es fan de los videojuegos.
Estuvimos fuera del salón de clases en donde Taehyung compartía clases con... no recuerdo el nombre y unas ganas me invadieron de entrar e inspeccionar todo alrededor.
—veinte mil wones a que puedo lograrlo. — estiré mi mano. Jimin soltó una carcajada mientras negaba con la cabeza y Taehyung miraba mi mano con una sonrisa.
—¿Quieres perder dinero? Está bien, acepto.
Nos dimos un apretón fuerte de manos para sellar el trato. Hoy comenzaría mi misión de conquista. Cuando me proponía algo, lo lograba, sin importar qué.
Caminé solo hasta la torre de artes y terminé mis clases con total normalidad. Me despedí de los chicos y comencé a caminar hasta mi casa. Tenía un buen empleo que me permitía alquilar un lugar no tan grande, pero bastante cómodo para mi solo.
Cuando las cosas con tu familia son tan caóticas que solo generan estrés, lo mejor es irse de ahí, aunque cueste. Pasé hambre y frío los primeros meses, pero ahora podía decir que logré todo aquello a base de mi propio esfuerzo.
Mi familia se podía ir a la mierda, menos mi abuela. Hasta el día de hoy me envía dinero a escondidas de mi padre, quien le tiene estrictamente prohibido ayudarme o siquiera verme.
Menudo gilipollas.
Al llegar tomé mi celular esperando tener algún mensaje o una llamada, pero no había absolutamente nada. ¿Para que mierda me pidió el número si no llamaría? Lancé mi celular a la cama y tomé un paquete de ramyeon de la alacena, tenía hambre.
Un tono de notificación me alertó por completo. Avancé rápidamente a la cama y lo tomé entre mis manos. Mi sonrisa se agrandó al ver que era un número desconocido.
¿Te gustaría venir a mi casa a jugar videojuegos?
17:24 pm.
Enarqué una ceja divertido.
Disculpa, ¿quién eres?
17:25 pm.
No sabía su nombre y no quería ser descortés — valga la redundancia —, sin embargo, tenía un leve interés por tener dicho conocimiento.
Soy Lena, la que te pidió el número el día de hoy, ¿no recuerdas?
17:26 pm.
Guardé inmediatamente su contacto con su nombre para no olvidarlo.
Tuviste que haber dicho eso del comienzo. Y respondiendo a tu pregunta; sí, me gustaría ir a jugar. ¿Me mandas la dirección?
17:27 pm.
Bangbae-ro #1345, piso siete, departamento 45.
17:28 pm.
Creo que mis mejillas dolían de tanto sonreír. Estaba tan metido en mi mundo que no me percaté que estaba saliendo olor a quemado. Saqué rápidamente la olla que solo tenía los fideos pegados ya que el agua se había evaporado por completo.
Pero no importaba.
No importaba cuando me sentía un triunfador completo.
Ah, Taehyung, me deberás dinero.
Pov: Choi Lena.
—No estoy segura de aquello, Solhyun — dije retocando mi maquillaje mientras tenia una videollamada con mis mejores amigas.
—¿Por qué no? Te miro y puedo percibir lo necesitada que estás. El último chico fue tu feo ex novio, ese que nunca pudo lograr que tuvieras un orgasmo, el muy infeliz — hizo una mueca — en parte es bueno que se haya ido con otra, ¿no? Otra chica está sufriendo en el sexo justo ahora por culpa de Hyunjin.
Sonreí divertida y asentí. La verdad él me hizo un favor al irse con otra. Yo no sabía como terminar con él y eso fue como una ayuda divina.
—Pero esto es diferente. No quiero que Jungkook me vea como una tipa necesitada, iug, no — negué, para aplicarme un poco de rubor en mis mejillas — realmente lo invité a jugar videojuegos.
—Aburrida — canturreó Yunjin — Jeon Jungkook es todo un adonis y fuiste la gran afortunada de tener su número de celular, él va a ir a tu casa que está sola, tus padres no están y no volverán en quizás cuanto... Y tú... ¿Quieres jugar videojuegos con él?
—¿Qué tiene de malo? — jugué con ellas.
—Aish, no puedo creerlo — Yunjin negó con su cabeza con una sonrisa en el rostro — hagamoslo mas divertido entonces.
Por la sonrisa de Sol, pude entender que ella había captado su frase.
—Lena — me llamó Yunjin — ¿verdad o reto?
Las miré fijamente mientras me colocaba labial en mis labios haciéndolos ver algo voluminosos. Sonreí divertida nuevamente por las ocurrencias de mis amigas.
—Reto.
Ambas chillaron con emoción.
—Te reto a que tengas sexo con Jeon Jungkook.
Y aquí vamos de nuevo.
Pov: Jeon Jungkook.
—¿Y que tal?
—¿Es buena?
—Dinos algo. No te pagaré ninguna mierda si no abres tu boca, Jeon — observé a Taehyung con tranquilidad. Me senté en un banco fuera de mi torre para tomar un cigarrillo, prenderlo y darle una calada profunda.
—Es buena.
—Eso no suena como si fuera algo cierto — Jimin me escudriña con la mirada — ¿Qué sucedió?
—Nada. —dejándolos completamente confundidos — Eso sucedió, absolutamente nada — sonreí negando con mi cabeza, dándole otra calada a mi cigarrillo.
Llegar no me resultó difícil. Luego de ducharme por unos diez minutos y ponerme guapo y verificar que efectivamente estuviera el condón en mi billetera, salí rumbo a su departamento.
El conserje ya sabía que vendría, por lo cual no me hizo mayor problema para ingresar. Piso siete, departamento 45.
Estando fuera dudé un poco en tocar el timbre, pero algo dentro de mí estaba muy emocionado. Puede ser la parte necesitada, la cual no ha tenido sexo en algún tiempo y que haya un juego de por medio lo hacía aún más entretenido.
Al tocar, una Lena vestida casual, pero definitivamente eso la hacía lucir aún mas hermosa estaba parada frente a mí. Un estilo despreocupado, pero sin duda bello.
—Pasa.
Le hice caso inspeccionando el lugar. Para ser un departamento era muy acogedor y tenía mas espacio que mi pequeño cuarto. Tenía un aspecto monocromático, ya que todo era gris, pero lo hacía ver elegante.
—¿Estás sola?
Asintió levemente y pude notar como se sonrojaba.
—Mamá siempre acompaña a papá cuando tiene un viaje al extranjero. Piensa que de esa manera él no podrá engañarla.
—¿Y tú crees eso?
—Una persona infiel es infiel en cualquier lugar — se encogió de hombros — eso nadie lo cambiará. Ni aunque estés a su lado veinticuatro siete, siempre buscará la manera de traicionar.
Reflexioné sus palabras y estuve de acuerdo. Mamá le era infiel a papá y aunque un tiempo dejó de hacerlo, volvió a traicionar a la persona que se suponía amaba con todo su corazón.
Él nunca creyó en mis palabras y ahora es conocido por tener los cuernos del tamaño de un antílope.
—Bueno, ¿jugarás conmigo?
No lo hice con la intención de que tuviera otro significado esa pregunta, pero tampoco me molestó formularla.
Ella podría jugar todo lo que quiera conmigo. En la cama. Juntos.
—Tengo la computadora en mi habitación y también la consola.
El destino quería que yo concluyera esto. No tenía pruebas pero tampoco dudas.
La seguí hasta su habitación y una enorme cama era lo primero que percibí. Tendríamos mucho espacio cuando le esté sacando la ropa o quizás para probar cosas diferentes.
El solo pensamiento hacia que me calentara y comenzara a tener una creciente erección en mis pantalones. Puse mis manos abajo para evitar que ella lo notara.
Me pasó el mando de la consola y la miré dudoso. Ella se acostó en la cama muy relajada y palmeó su lado para que la imitara.
—Si te gano en este enfrentamiento, tú invitas la cena, si te gano yo, compraré lo que tú quieras.
Casi me ahogo con mi propia saliva. Realmente jugaremos, no puedo creerlo.
—Creí que bromeabas con que jugabas videojuegos.
—Con eso no se bromea.
Solté una risa burlona.
—¿Quieres un PVP?
—Por supuesto.
Mordí mi labio y asentí, sonriendo. Sorprendido es algo poco a como realmente quedé al ver lo buena que era en esto. Me pateó el trasero sin esfuerzo alguno y yo tendría que comprar para cenar.
No recuerdo la vez que sonreí de manera tan genuina con alguien que no fueran mis amigos y hacerlo en este preciso momento hizo que me replanteara la razón del porque estaba aquí. La real razón.
Miré de reojo a Lena que estaba concentrada en la partida de Apex y me quedé algo atontado viendo su perfil y un sentimiento extraño me embargó.
—¿Que te parece si pedimos pizza? — pregunté al momento en que ambos ganamos por tercera vez consecutiva la partida. Sus ojos se encontraron con los míos y asintió con frenesí.
—La pizza suena genial.
—Hermano, ¿me estás diciendo que jugaron videojuegos en vez de tener sexo?
—Sí. Eso es exactamente lo que dije.
—Pero... ¿qué? ¿Ósea así de fácil gané veinte mil wones? — Taehyung estaba algo sorprendido, pero sin duda feliz al sentirse victorioso.
—Aún no ganas nada, Kim. No pusimos tiempo, aun puedo lograrlo.
Quizás estaba siendo un bocazas. Lena definitivamente no era de esas chicas que tenían sexo en la primera oportunidad que tuviera. Habían transcurrido unos días desde aquella vez, pero nunca dejamos de mensajearnos. Se puede decir que la he ido conociendo un poco y es alguien diferente.
Muy diferente al resto.
—No puede ser...
Miré de inmediato a Jimin quien tenía una sonrisa maliciosa. Comenzó a hacer un baile y me apuntó con su dedo.
—Te gusta la chica.
Abrí mis ojos con sorpresa y observé mis alrededores procurando que nadie oyera las estupideces que estaba diciendo mi amigo.
—¿De que demonios hablas? — susurré, algo molesto.
—Jungkook, a ti no te importa nadie mas que tu mismo — abrí mi boca ofendido — sin ofender.
—Gracias — rodé los ojos — eso no es cierto. Es solo que las chicas de aquí son algo... muy intensas. Por la misma razón dejé de tener sexo casual. No me gustaba que me pidieran algo que no podría darles. No soy de relaciones, me conocen.
—Exacto. Te conocemos — apoyó Taehyung — ¿por qué razón te mensajeas con ella?
—¿Y ustedes como saben eso?
—Acabas de confirmarlo — sonrió abiertamente.
Touché.
—¿A que va todo esto? — pregunté cansado del interrogatorio.
—Que dentro de ti sabes que Lena no es como las demás chicas y quizás estés dudando de esta apuesta. Si es así, dame de una vez mi maldito dinero — Taehyung estiró su mano con una expresión divertida.
—Ganaré esto, idiota. Ya verás — relamí mis labios — demostraré que las idioteces que salen de sus apestosas bocas son una total mentira.
Pov: Choi Lena.
—Esto en definitiva no es a lo que te habíamos retado.
Solhyun me molestaba al ver que no dejaba mi celular de lado.
Había transcurrido un mes desde aquel día que le pedí su número telefónico y ahora éramos como los mejores amigos del mundo.
Debo decir que me sorprendió darme cuenta y aceptar que Jungkook es totalmente diferente a como lo pintan aquí. Solo su fachada es aterradora, Jeon es alguien gracioso, inteligente y el compañero perfecto de videojuegos.
Rodé los ojos y miré a mis mejores amigas.
—No todo es sexo, Sol, basta. Esa cabeza pervertida que tienes, una mente muy sucia, eh.
—No puedo comprender como no te lo has tirado, Lena. Es que tu aguante es tremendo — Yunjin miraba el cielo, haciendo un puchero.
—Me gusta su compañía — me encogí de hombros — es un gran chico. Tiene muchas cualidades positivas y...
—¡No puede ser!
Salté ante su grito, sintiendo como mi corazón comenzaba a latir por estar asustado.
—¿Por qué gritas? — cuestioné colocando mi mano en mi pecho — mierda, casi me cago en los pantalones, Solhyun.
—Él... el chico oscuro, el guapo, te gusta Jeon Jungkook — me acusó con una mirada inquisitiva.
—¿Qué? N-no, no es así.
—¿Por qué tartamudeas?
—Por que tu cara me pone nerviosa — me defendí.
—O la pregunta te pone nerviosa.
Me quedé en silencio y solté un suspiro.
—La primera vez juro que tenía la intención de que fuera sexo, lo juro — levanté mi mano — pero luego lo pensé y dije: “quizás el no me vuelva a contactar si solo tengo sexo con él" — movía mis manos intentando explicar mi punto, sintiendo como mis mejillas se calentaban ante las miradas divertidas de mis amigas — entonces recurrí a mi plan B.
—¿Plan B?
—Sí. Has que caiga primero — sonreí — logré mi primer cometido, que es que no me mandara a la mierda. Lo impresioné con mis dotes en los juegos y... con eso me di cuenta que es alguien diferente.
—Tu plan B te está yendo fatal — rió Yunjin, colocando una mano en mi hombro.
—¿A que te refieres?
—Pues... tú caíste hace rato, Lena.
—¡Eso no es cierto! — exclamé arrugando mi frente. Eso no era verdad. Jungkook es un buen amigo, pero no había caído ante él.
Eso no.
—Sonríes cuando te mensajeas con él. Va casi todos los días a tu casa para jugar y cenar juntos, sin darte cuenta sacas a Jungkook hasta en la sopa — comenzó a enumerar Sol.
Y yo... no me había percatado de todas esas señales.
Tapé mi boca y comencé en un estado de negación.
—Eso no puede suceder.
—¿Por qué no? — preguntaron ambas al unísono, haciéndolas sonreir.
—Porque... Porque él se alejaría de mí.
Mi pecho comenzó a doler al solo pensar en esa posibilidad. Sin querer me había acostumbrado a su presencia. A que ganarámos las partidas en Apex, a que él cocine, yo cocine o simplemente pidamos algo para comer.
La soledad que comencé a sentir en la casa, desaparecía instantáneamente al tener a Jungkook ahí.
—Lena... — Yunjin me miró con compasión y acarició mi mejilla — no está mal tener sentimientos por alguien.
—Pero ese alguien es el mismísimo Jeon Jungkook, Yun — el miedo me invadió de pronto — ¡Dios, lo acabo de admitir!
—Y no se acabará el mundo.
—Lena, verdad o reto.
—Solhyun, no estoy para esos juegos.
—Verdad o reto. — volvió a insistir, moviendo sus cejas de una manera graciosa.
—Reto.
—Te reto a decirle a Jungkook lo que sientes.
La observé como si fuera la chica mas extraña del planeta y negué con la cabeza sonriendo.
—Olvídenlo.
No le admitiría a Jeon Jungkook que comencé a tener sentimientos por él. Sería un pequeño secreto que guardaría hasta que mi corazón no lo resista más.
Pov: Jeon Jungkook.
Me dirigía a casa de Lena luego de no haber venido hace dos semanas.
Estaba algo agotado que los chicos me molestaran con que tenía sentimientos hacia ella y eso es algo que no puedo aceptar.
Yo estaba bien solo. No me hacía falta nada. ¿Por qué de pronto sentía necesidad de verla? ¿De enviarle mensajes? No podía permitir tener tales sentimientos, no debo.
Estaba aterrado.
Es por eso que me dirigía a zanjar este tema de una vez por todas. Ganaría la apuesta de Taehyung y me olvidaría de ella, y todo lo que está provocando en mi interior.
Apoyé mi frente en la puerta y dudé en tocar. Sabía que estaba sola, sus padres volvieron a irse como siempre. Y aunque es algo que a muchos les gusta, sabía que a Lena no le gustaba estar sola. Por esa razón si no iba, le hacía videollamadas con el fin de aunque no estuviera físicamente, de todas formas estaría acompañada.
¿Y así dices que no te gusta?
Tres meses habían pasado sin siquiera dimensionar el tiempo. ¿Cómo mierda llegué a este punto? Solo era una maldita apuesta, no se suponía que ella me lograra cautivar con sus chistes, ni con lo buena que es jugando, lo bella que es por dentro y por fuera, que le diera igual comer como si mañana se acabara el mundo... no se suponía que debía pasar esto.
Toqué el timbre con pesar y unos segundos más tarde, su rostro iluminó mi campo visual. Mi corazón comenzó a latir desenfrenado, pero sintiéndose bien con tan solo verla.
La había extrañado.
—Hola — movió su mano, algo tímida — no sé que habré hecho para que no me contestaras los mensajes, creí que estabas molesto.
Negué rápidamente mi cabeza.
—Tú no hiciste nada. Solo... estaba algo ocupado y... — agaché la mirada, sintiendo mis manos sudar — necesito corroborar algo.
—¿Qué cosa?
Movía mi pierna con impaciencia, esperando el momento indicado para atacar y lo hice, de un momento a otro estampé mis labios junto a los suyos, sintiéndome realmente bien por poder besarla como es debido. Ingresé con ella a tropezones al departamento cerrando la puerta con cuidado.
Me sorprendió que ella me lo devolviera tan rápido, como si tuviera la misma necesidad, la misma urgencia de besarme.
Tomé su rostro suavemente, besándola de una manera apasionada, como si solo existiéramos nosotros dos en el mundo. Su lengua fue la primera en invadir mi espacio y yo estaba realmente gustoso.
—Besas... tan bien — susurró a centímetros de mi rostro, separándose solo un poco. Su mirada era de deseo y estaba roja, haciéndola ver tan hermosa.
—¿Beso bien?
—Más que bien — sus labios rozaban los míos, en un juego bastante peligroso.
Sabía que si no nos deteníamos, esto acabaría de otra manera. Una manera de la cual no me quejo, en absoluto. Sentía mi cuerpo arder, quería más, quería más de ella. Fui nuevamente el primero en besarla, llevando mis manos a su espalda baja, para meter mis manos en su interior, tocando su piel, la suavidad de ésta. La erección que tuve fue instantánea, ya no podía dar marcha atrás.
—No sabes como me pones, Lena — gruñí, mordiendo su labio inferior con sutileza.
—¿Cómo te pongo?
Tomé su mano izquierda, viéndola fijamente a los ojos y lentamente la bajé para que ella misma comprobara de las palabras que salían de mi boca. Dio una media sonrisa mientras sonreía divertida.
Le divertía tenerme así.
—Si no me pones un alto, lo tomaré como que quieres seguir con esto — le dije respirando de manera agitada. Vi como frunció su ceño y con ambas manos me empujó para caer en el sofá. Se subió a horcajadas y se quitó su playera sin pudor alguno.
Observé su anatomía, luciendo solo el sujetador color negro que le sentaba de maravilla.
—Claramente quiero seguir con esto, Jeon.
Sonreí abiertamente para besarla nuevamente y terminar con esto de una vez por todas. Este maldito juego con Taehyung me llevó a conocer de mejor manera a Choi Lena y ya no podía negarlo.
Estaba perdido por ella.
Pov: Choi Lena.
Estando acostada junto a Jungkook mientras él me acariciaba tiernamente mi espalda confirmé que él me encantaba.
Jeon Jungkook me volvía completamente loca.
Levanté mi rostro unos centímetros para besarlo dulcemente y con algo de miedo. Aún existía ese miedo de que él se levantara y me dijera no podía seguir con esto.
—Debo confesarte algo.
Su voz me hizo tener miedo. Lo miré directamente a los ojos.
—Dime.
—Promete que no vas a interrumpir nada de lo que te diga — pidió retirando un mechón de cabello que se había adherido a mi cara.
—Lo prometo.
—Cuando me pediste el número, yo ya sabía de ti. Te veía con tus amigas y siempre me pareciste alguien sumamente atractiva, pero jamás intentaría algo más allá. No estaba en esos pasos y te veías alguien diferente a mí — iba a replicar, pero colocó un dedo en mis labios impidiendo que dijera palabra alguna — quería acostarme contigo y saciar las ganas, hice una apuesta con mi amigo. Creí que sucedería la primera vez, pero vaya que no fue así — sonrió. — te lo confieso, porque fue gracias a eso que pude conocer a una mujer tan increíble...
—Jungkook...
—Shh — unió su frente con la mía — me negué a sentir esto. No quería, te lo juro que no. ¿Pero como no iba a caer si tienes todo lo que me gusta?
Mi estómago comenzó a sentirse extraño y sentía unas enormes ganas de llorar, porque gracias a esto confirmo que no era solo yo con esas dudas, yo era solo yo quien había mezclado sentimientos.
El plan B había resultado de todas formas.
—Yo también te pedí el número por jugar verdad o reto con mis amigas —confesé, riendo un poco, amortiguando las ganas de llorar que sentía justo en este preciso momento — después me retaron a acostarme contigo, ¿que demonios tienen nuestros amigos? — pregunté soltando una carcajada. Jungkook rió escondiendo su rostro en mi cuello, logrando hacerme cosquillas — quise conquistarte, hacerte caer primero, siendo que la que estaba cayendo primero era yo — me encogí de hombros — tú también tienes todo lo que me gusta. Me gustas, Jungkook y quiero que sigamos jugando videojuegos, cenando juntos y compartiendo mas momentos, juntos.
Sus ojos brillaban con demasiada intensidad. Se podía notar que estaba feliz y yo también lo estaba.
—Elige, verdad o reto — jugó, besando mi mejilla.
Sonreí y le dediqué una mirada pícara.
—Reto.
Se separó lentamente de mí, apoyó su codo en el almohada y reposó su cabeza en su mano. Tan atractivo tenía que ser.
—Te reto a que seas mi novia.
Mi barbilla tembló levemente y me acerqué para besarlo. Logré tumbarlo nuevamente quedando de espaldas y me subí encima, para verlo directamente a sus ojos.
—Reto aceptado.
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