Eres dulce. Muy dulce. Y me encantas por eso.

Siempre eres amable con todos, incluso conmigo, que he tratado de matarte alguna vez. Ahora no podría imaginarme estando sin ti y tus dulces besos. Cuando me despiertas con besos sé que esa mañana sera muy buena.

Me siento como una niña tonta y enamorada cuando pienso en ti ¡Casi haces que me sonroje y pierda mi seriedad!

Me pregunto cuantos besos tendrás que dar hasta que tu dulzura acabe, espero que eso nunca pase. Espero que siempre seas así, mi querida manzanita.

~•~

No sé que escribí... Pero algo escribí jajaja.