(Este es para @_slytherclaw )

Lo recordaba como nunca antes había pensado en alguien.
Sus lindas gafas cuadradas, su pelo rubio y liso, sus ojos azul oscuro que, al mirar fijamente, hacía que vieras un gran cielo al anochecer...

Él, solo él.

Suecia era la persona que más amaba en este mundo.

Dinamarca lo sabía, su corazón parrandero e imperactivo se había enamorado de la nación más helada y de pocas palabras que existía.

¿Cómo podía evitarlo?
La pobre nación femenina había conocido a Suecia desde que tiene memoría y estuvo toda su santa existencia junto a ella.

Aunque se escapara con el gordo de Finlandia (el cual odia). Aunque este la parara en sus locas aventuras por las montañas nevadas. Aunque lo llamara a las 4 de la mañana para que vieran la aurora boreal juntos. Aunque ella lo ignorara en las fiestas y se emborrachara como por 2 días. Aunque ella le peleó por decadas e hizo incontables guerras contra él
...
Aún así, siguió a su lado.

Ahora era el turno de Dinamarca de estarlo. Estar junto a él ¿no?

Se la debía. Le debía siglos de complañía.

Le debía literalmente la vida.

Y hoy, justamente hoy, tenía que cumplir su deuda.
Aguantar todo lo que pudiera, solo para... no quedar mal.

Y que, una vez más, ella no la estropeara.

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Noruega arreglaba el lindo vestido blanco de Dinamarca. Era muy largo y sin tiras, lo que lo hacía mucho más elegante y sofisticado de lo que ya era.

.- ¿Lista para hoy? No te ves muy entusiasmada.- Dijo la noruega. Dinamarca solo suspiró y se miró al espejo... ella no debería estar justamente allí, en esa iglesia. Simplemente no lo merecía.

.- Noru... quiero irme de aquí.- demandó, estuvo a punto de salir de la habitación pero Noruega la detuvo.

.- No le vas a quedar mal a Suecia, ha estado toda la vida con vos y ahora ¿Quieres dejarlo tirado?- Reclamó Noruega.- Eres una mal agradecida.

.- Le he hecho más mal que bien, y tú lo sabes... él solo lo hace por aducación, para invitar a todos los Nórdicos... pero me odia.

.- ¡No digas eso!- gritó.- Él te aprecia como nadie más lo ha hecho. Eres una de las personas más importantes para él. Así que cállate, deja de decir todas esas tonterías y sal, que ya casi empieza.

Las dos salieron y se dirigieron al lugar central, donde se haria todo.
Se dirigieron al altar y, ahí estaba: Suecia, su amigo, su compañero, su "hermano"... su amor platónico. Ella sonrió, y él también lo hizo, llegaron y se hicieron al otro lado que él. Suecia la miraba fijamente y le dijo "Gracias".

Y ahí venía la "novia" o mejor decir "El novio".

Finlandia se veía hermoso en ese traje blanco, venía acompañado de Estonia. Todas las naciones se levantaron a observar como el próximo esposo de su amor se acercaba al altar.

Debía aguantar... debía reprimir su amor... debía hacerlo por él... por Suecia.

La ceremonía pasaba, y ella estaba en su punto más alto de cordura. El padre llegó a la típica frase "Si alguien se opone a esta unión, que hable ahora o calle para siempre". Dinamarca estuvo a punto de gritar como loca sus pensamientos más profundos, llenar su cara de lágrimas de amor y rogarle al hombre de sus pensamientos que dejara a ese hombre y se viniera con ella. Pero... no lo hizo, no era capaz.

De repente, alguien llegó de un portazo a la iglesia, era Estados Unidos. ¿Qué hacía él aquí? Finlandia le dejó claro que si se aparecía en la boda lo mataría a punta de disparos.
Agarró la mano de Dinamarca y la puso frente al novio activo.

.- Ella tiene algo que decirte ahora.- Dinamarca se congeló, todas las miradas a ella. Sus lágrimas corrieron por sus pómulos sonrojados, sus brazos temblaban, al igual que sus piernas... y comenzó a recitar las palabras más ensayadas que un speaking de inglés:

Has estado conmigo toda mi vida.
Desde que fui hecha como nación y te encontré en ese bosque de nieve, supe que... debías estar conmigo por toda la eternidad.

Te he amado desde hace siglos y te he admirado por ser tú; tu sonrisa minúscula, tu gran pasiencia, tus incontables cualidades... tú eres la persona más hermosa de este planeta.

Por eso no quería que te independizaras de mi reino. Por eso me enojé y te busqué por todo el territorio nórdico cuando te fuieste con Finlandia. Por eso te llamaba a cada minuto del día para que salieramos...

Quiero estár contigo siempre...
Por favor...

Quédate conmigo, Belward.

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.- ¡Papi, Papi!- Dijo el pequeño niño de ojos azules.- ¿Podemos ir con mamá a la cita? ¡Yo se que a ella le dan miedo esas agujas y quiero protegerla!

.- Claro, Hijo.- Dijo su padre acariciandole el cabello, despeinandolo un poco.- Ve a ver si ya está lista.- El niño voló por esas escaleras y llegó al cuarto de su madre. Ella recogió el cabello con una moña y, al ver a su hijo, sonrió.- Vamos, Mami. Yo te protejeré.- Ella solo rió y bajó las escaleras.

Suecia la esperaba con ansias en la puerta. Dinamarca tomó su mano y le beso tiernamente los labios. El niño se hizo en el medio de los dos tomando con cada una de sus manos a sus padres.

Dinamarca había cumplido el sueño más inalcanzable de su vida... y todo gracias a un pequeño empujón.

Al fin y al cabo... si valió la pena haberle saldado ese trato... ¿no creén?

Hola gente.
Que pena con ustedes ¡Enserio!

El colegio ha estado de locos y me voy a morir de estres.

Pero bue' ya se va a acabar y en vacaciones les vengo con más actualizaciones.

Nos vemos, chau.