La competencia de los Potter
Hace unos años, James y Lily tenían a un pequeño de un año con el cabello revuelto y unos ojos verdes, al que le gustaba montar escobas de juguetes rompiendo todo a su paso y ver las chispas de colores que James hacía salir de su varita. Pero todo se acabó cuando un asesino loco mató a sus padres, dejándole a Harry una cicatriz en la frente cuando intentó matarlo a él sin éxito.
James y Lily habían estado tramitando la adopción de un bebé en un orfanato mágico y, después de que Agustin estuvo a prueba una semana viviendo felizmente en la casa del Valle de Godric, obtuvieron la aprobación para firmar la adopción oficial. La entrega del bebé era dos días después de la tragedia, por ello, el hermano de Harry no se encontraba en casa ese día afortunadamente y el destino llevó a ambos chicos a vivir a la casa de unos tíos muggles en Privet Drive. Allí crecieron sin saber que existían los magos, yendo a la misma escuela muggle que su primo Dudley.
Agustin decidió buscar la aceptación de sus tíos al ver que mostraban aversión hacia ellos, acabó por creer en la ideas de mantenerlos alejados de "esa gentuza", como decía el tío Vernon, aunque no entendía a quiénes se refería exactamente. Por esa razón era más allegado a los Dursley que Harry, quien era considerado un caso perdido por Vernon y Petunia, por lo tanto, para Agustin también. Le encantaba que Harry lo sorprendiera mirando televisión o sentado en la mesa junto a los Dursley sintiéndose un miembro más, mientras que Harry se encerraba bajo la escalera todo el día, ayudando a regañadientes a tía Petunia o arrancando de Dudley. En cambio, Agustin ocupaba una habitación pequeña después de haber compartido incómodamente la alacena con su hermano.
Su intención no era desplazar a Harry, sólo intentaba demostrar que era mejor que él.
Estaba muy fusionado con los ideales que les inculcaban cuando comenzaron a llegar cartas por montones. Se sorprendieron al descubrir que estaban dirigidos a los dos Potter. Sin embargo, tío Vernon no los dejó abrir ni una sola y se los llevó lejos de allí, a una cabaña endeble sobre una roca en el mar, bajo una tormenta terrible.
Era el cumpleaños de Harry cuando llegó un gigante llamado Hagrid a entregarles personalmente las cartas y, como de costumbre, los Dursley no lo saludaron como lo hacían con Agustin; pero ese intimidante visitante le había regalado un pastel hecho por él mismo.
Agustin estaba oculto detrás de los Dursley cuando vio que su regordete primo quería comerse el pastel, hubiera deseado detenerlo, pero estaba muy ocupado escuchando la historia que el gigante le contaba a Harry, su historia. Que sus tíos no le contaran la verdad influyó en que Agustin aceptara asistir al colegio de magos finalmente, sintiéndose decepcionado. Era verdad que ellos podían hacer cosas que los otros niños no podían.
En Hogwarts, Harry destacó más por su historia y por sus habilidades mágicas, incluso, tenía amigos al no estar Dudley espantándolos. Fue seleccionado a Gryffindor, mientras que él a Slytherin, lo que los tuvo distanciados un tiempo.
Cuando supo que a Harry le habían a permitido estar en el equipo de quidditch, sintió una punzada de celos que aumentó más aún cuando venció a un troll con sus amigos y ganaron puntos por rescatar la Piedra Filosofal al final del curso.
Intentó destacar en las calificaciones estudiando mucho, además, intentó ingresar al equipo de quidditch de Slytherin hablando con Dumbledore, pero no se lo permitieron. Sentía que la rivalidad entre ellos aumentaba con la difícil que a él le resultaban las cosas.
Un día él se encontraba triste en el jardín de Privet Drive, pues los Dursley los ignoraban completamente. Harry se acercó a él de forma insegura y acabo dándose cuenta de que Agustin estaba arrepentido por haberse comportado mal con Harry y agradecido porque él no le hubiera guardado rencor. Entonces, acordaron acompañarse mutuamente.
De ahí en adelante, Harry fue el protegido de Agustin. No dejó arriesgarse en sus travesías en la Cámara de los Secretos, aunque no evitaba que llegara con información de la biblioteca sobre ella. Lo ayudó en las pruebas del Torneo de los Tres Magos, permitiéndole acercarse a Hermione al pasar mucho tiempo haciendo los deberes juntos. Era una chica impresionantemente inteligente.
—Harry, aunque no quieras te ayudaré con la misión que te dejó Dumbledore, pero tienes que contarme más sobre ello, o si no, no podré hacerlo —le decía insistentemente.
—Ya te he dicho, Agustin, que no quiero que te arriesgues. Y, por lo mismo, no quiero decirte de qué se trata. Es por tu bien —respondía exasperado Harry. Pero al ver que su hermano volvía a replicar, le dice:—. Está bien. Te lo contaré, pero no puedes venir conmigo, te necesito en Hogwarts, ¿entendido?
Fue un año oscuro. Después de la muerte de Dumbledore, Snape había hecho del colegio un internado militar donde les permitían practicar maldiciones imperdonables con los alumnos más pequeños.
Agustin estaba demasiado ocupado contándole las noticias a su hermano por lechuza. Le daba información que obtenía de los libros de la biblioteca para que Harry pudiera cumplir con su misión. Siempre utilizaba un lenguaje clave, porque las lechuzas eran interceptadas buscando algún indicio de Harry.
También participaba en la radio clandestina comunicando las noticias por las que pasaba el mundo mágico y aprovechaba de enviar mensajes encubiertos a Harry.
Agustin fue esencial para que El Elegido lograra destruir todos los horrocruxes.
Además, luchó hábilmente contra Bellatrix en la batalla que se desató en Hogwarts más tarde, antes que la señora Weasley.
—¿No tienes nada mejor? —rió Bellatrix mientras le lanzaba maldiciones—. Potter tenías que ser. Acabarás muerto igual que tus padres —lo provocaba con malicia.
Un rayo verde pasó rozando su oreja.
—¡Basta! —gritó desesperadamente el chico.
La apuntó valeroso con su varita, de la cual salió un rayo rojo que le golpeó a la mortífaga en el pecho haciéndola caer inconsciente al suelo.
—¡Déjamela a mí, Agustin! —exclamó la señora Weasley apartándolo—. Ve con Harry.
Pero el mundo se le cayó a los pies cuando supo que Harry había muerto al entregarse a Voldemort. Y, minutos más tarde, se sorprendió al verlo revivir para batirse en un duelo a muerte contra el mago oscuro, venciéndolo. La comunidad mágica estaba a salvo al fin.
Hola, lectores.
Este es uno de los primeros one-shots que escribí hace algunos años (¿se nota? xD), así que perdonen si no es tan buena la trama.
¿Les gustó? ¿Qué les pareció la idea de que un hermano de Harry compitiera contra él?
Los leo en los comentarios.
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