James Potter
Sophie Black es la hermana melliza de Regulus.
La chica siempre había sido bastante seria aunque notablemente más agradable que su mellizo pues siempre estuvo dispuesta a ayudar a los demás sin importar su estatus sanguíneo.
De alguna manera, Sophie y James Potter tuvieron una relación. Potter realmente la adoraba y aunque Sirius y Regulus se sentían extraños con esa relación no dijeron nada y dejaron que su hermana estuviera con él.
Al principio todo era fantástico, ambos se llevaban de maravilla y aunque no daban muestras de afecto en público, en privado todo era más cursi.
Pero todo cambió cuando James comenzó a mostrar mucho interés por Lily Evans, esa chica pelirroja amiga de Severus Snape.
Potter comenzó a ser más distante con Sophie y ella realmente no lo entendía. Su relación estaba de maravilla o al menos eso pensaba ella. La chica Black no conocía a Lily, pero le habían llegado muchos rumores de que su novio y la pelirroja habían estado pasando mucho tiempo juntos.
Sophie y James caminaban tomados de la mano por el pasillo, estaba más vacío de lo habitual sobretodo porque era martes y a esa hora por lo general, el castillo estaba repleto de estudiantes.
Black se armó de valor y detuvo su caminata, llamando la atención de Potter. El chico la miró confundido pero le dedicó una gran sonrisa y se acercó a ella para darle un rápido beso.
—¿Está todo bien, Sophie?
James tomó ambas manos de la chica y la miró ligeramente preocupado.
—Hay algo que quiero preguntarte— habló con suavidad, bajando la mirada.
—Sabes que puedes decirme lo que sea— la miró con atención.
—Hace tiempo que... siento que eres distante conmigo, ¿está todo bien?— lo miró a los ojos— ¿hice algo mal?
El azabache se sorprendió ante sus palabras, ¿cómo le iba a explicar que ahora estaba enamorado de alguien más?
—Por supuesto que no, Sophie...—
—Quiero la verdad, James— lo interrumpió— por favor, no me mientas.
Potter miró el rostro de su novia, la chica tenía los ojos rojos y parecía estar a punto de soltarse a llorar. No quería lastimarla, no a ella, la adoraba demasiado pero era mejor dejarla ir ahora.
—Sophie, sabes que te quiero. Pero hay alguien más.
La chica separó sus manos de su contrario y abrazó sus brazos mientras bajaba la mirada. Un par de lágrimas llegaron al suelo de piedra.
—¿Es Lily?
El pecho de Potter dolía, se sentía horrible y cerró los ojos con fuerza cuando le comenzaron a picar.
—Sí— su voz salió en apenas un suspiro, escuchó un sollozo de su contrario— Sophie, lo siento.
La chica levantó la mirada y limpió sus lágrimas con la palma de su mano. Le sonrió un poco al azabache y asintió.
—Está bien, espero que todo salga bien con ella— le dio una palmada amistosa en el brazo— adiós, James.
Dio media vuelta y contuvo con todas sus fuerzas las lágrimas acumuladas. Se esforzó por no voltear y cuando menos de dio cuenta, ya estaba en su dormitorio, llorando con una almohada aferrada a sus brazos.
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Aunque a James le dolió la ruptura, él parecía estar más calmado y llevaba todo con tranquilidad.
Ahora coqueteaba más descaradamente con Lily, tal vez lo había hecho sólo un poco cuando aún estaba con Sophie pero ahora que ya estaba separados podía hacer lo que se le diera en gana.
Tanto Sirius como Regulus, fueron un gran apoyo emocional para su hermana. La chica estuvo realmente mal durante varias semanas y fue su mellizo quien más la ayudó a sobrellevar todo. Después de todo, una relación de dos años no se olvida de la noche a la mañana.
Habían pasado poco más tres meses cuando Sophie regresó a la normalidad, ver a James y Lily juntos ya no le afectaba como al principio y fue capaz de seguir con su vida.
Incluso, había comenzado a tener 'algo' con un chico de Hufflepuff.
Pero James no soportaba eso. Le molestaba de sobremanera ver a Sophie con otro chico, no tenía ningún derecho para molestarse pero le hervía la sangre cuando aquel sujeto acariciaba el cabello de ella.
Sophie caminaba a paso rápido por el pasillo, James la seguía de cerca y cuando la alcanzó, la tomó del hombro para detenerla.
—¿Qué te pasa James?
El hombre se cruzó de brazos y la miró furioso.
—No puedes salir con ese sujeto.
Lo miró mal.
—No tienes ningún derecho de decirme con quién puedo o no salir.
—Por favor, Sophie— la tomó de los hombros— no salgas con él.
—Basta, James— empujó los brazos de su contrario— fuiste tu quien terminó con lo nuestro. Déjame ser feliz.
No esperó a que le contestara nada y se marchó a paso rápido. ¿Cómo se atrevía a decirle algo así?
Sin embargo, no fue la última vez que hizo aquello. Siempre que James veía a Sophie con algún chico, se acercaba a ahuyentarlo. Black estaba realmente harta de eso y no comprendía la actitud tan infantil de Potter.
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Sirius, Remus e incluso Peter también ya estaba hartos del drama que hacía James por ahuyentar a los pretendientes de Sophie. No lo entendían y estaba dispuestos a hacerle frente.
Los tres entraron a la sala común, allí estaba James y rápidamente lo agarraron de los brazos para llevarlo al dormitorio.
—¿Qué les pasa?— habló molesto Potter cuando lo soltaron.
—Más bien, ¿qué te pasa a ti?— fue Sirius el primero en tomar la palabra— James, eres mi mejor amigo, pero quiero mucho a mi hermana y parece que no quieres que sea feliz.
James miró a sus tres amigos.
—No sé de qué hablan.
—James, ¿aún amas a Sophie?— preguntó Remus con precaución.
James comenzó a reír mientras llevaba un par de dedos al puente de su nariz y su otra mano a su cintura.
—¡Si!— gritó, las lágrimas se acumularon en sus ojos— ¡Me equivoqué! Nunca debí dejarla, nunca debí lastimarla y nunca dejé de amarla. Creí que estaba enamorado de Lily pero no es así, ni siquiera me llevo bien con ella y sólo busco a Sophie en ella— sollozo y rápidamente limpió sus ojos con la manga de su camisa— pero debo aceptar que Sophie ya no me quiere, que ya me superó. Eso me duele.
Se sentó en el borde la cama.
Los tres chicos miraron a su amigo con algo de pena.
—Tal vez puedas arreglar las cosas con ella— dijo Remus, tomando asiento junto a su amigo.
James miró esperanzado al castaño.
—No quiero que te acerques a mi hermana— habló Sirius bastante serio— yo estuve con ella cuando terminaron y realmente sufrió. No quiero verla nunca más de esa manera. James, no te acerques a ella, por favor, te lo pido como los mejores amigos que somos.
Las lágrimas se derramaba silenciosamente de los ojos de James.
—Bien— le costó decir esa simple palabra— te prometo que no me volveré a acercar a Sophie nunca más.
Sirius asintió.
Remus los miró preocupado y fue el primero en salir de la habitación.
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Pd. Dejaré final abierto :)
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