Seamus y Dean se encontraban en el gran comedor tomando su cena. Había sido un día bastante largo y pesado, para su fortuna pronto podrían ir a dormir.

-¿Me estás escuchando?- preguntó Seamus llamando la atención de su amigo.

-Claro- contestó, tomando un bocado de su comida.

-No tienes remedio- dijo Seamus y se concentró en su comida. 

-¿Ya conseguiste pareja para el baile?- preguntó Dean.

-En realidad no, la chica con la que quería ir ya tiene pareja.

-Eso sí que es triste.

-Mira quien lo dice, tu no puedes ni acercarte a preguntarle.

Dean rodó los ojos. Era cierto, quería invitar a Diana, una chica de ravenclaw pero no tenía el suficiente valor para acercarse.

-¿De qué hablan?- preguntó Neville, quien tomó asiento frente a los dos amigos.

-Del baile- dijo Seamus- Aún no conseguimos pareja, ¿y tu?

-Ya, se lo he pedido a Ginny Weasley. Claro que sólo como amigos.

-Incluso Neville tiene pareja- dijo Dean molesto.

-¿A quién quieres invitar- preguntó Neville.

-A Diana, la chica de ravenclaw- contestó Seamus en lugar de Dean.

-Sí, la chica más hermosa de todo el colegio.

-Pues parece que ese chico de Durmstrang se te va a adelantar- dijo Neville.

Rápidamente Dean miró hacia el lugar, y era cierto. Un chico de Durmstrang hablaba animadamente con Diana. 

Dean suspiró bastante frustrado y recostó su cabeza sobre la mesa.

Al día siguiente, Dean se encontraba caminando hacia su clase. En el pasillo, vio a Diana quien se encontraba con su grupo de amigas.

La chica miró a Dean por un momento. Los intensos ojos negros de la chica hipnotizaron por un momento al moreno.

La conexión entre sus miradas se rompió y Dean continuó con su camino.

-¡Dean! Espera- lo llamaron.

Dean se detuvo y miró con sorpresa a Diana.

-Hola, Diana.

-Hola- contestó ella con una gran sonrisa.

-¿Está todo bien?

-Sí... es sólo que- pausó un momento- no sé cómo decirlo.

-Tranquila, sabes que puedes decirme lo que quieras.

-¿Ya has conseguido pareja para el baile?- esa pregunta tomó por sorpresa al chico.

-No, aún no- dijo.

La sonrisa de Diana se hizo más grande.

-Pues, por si te lo preguntabas yo tampoco tengo pareja aún.

Sin más palabras, la chica se dio la vuelta y regresó con sus amigas.

-¿Y eso qué significa?- dijo en un susurro.

-Que quiere que la invites- dijo una voz a sus espaldas.

Miró a Neville.

-¿De verdad?

-Por supuesto.

Dean sonrió emocionado y se fue corriendo a su clase.

No podía dejar de pensar en la manera en que se lo pediría.

A la hora de la comida, Dean miró en dirección a la mesa de la chica, Diana siempre estaba con su grupo de amigas y Dean no era precisamente muy valiente para pedírselo con todas esas chicas a su alrededor.

-Seamus, necesito de tu ayuda- le dijo Dean a su amigo.

-Claro, ¿qué necesitas?

Dean, con ayuda de Seamus idearon un plan. Que básicamente constaba en hacer algunas explosiones y hacer que las chicas se dispersaran un momento para poder hablar a solas con Diana.

El plan fue todo un éxito.

Durante la pequeña explosión, Dean tomó a Diana y la alejó un poco de su grupo.

-Diana- le habló a la chica una vez que estuvieron lejos de los demás- Tu...

-¿Yo?

Diana rió, Dean moría de los nervios.

-¿Quisieras ir al baile de navidad conmigo?

-Claro.

Ambos sonrieron.

-¡Diana!- la llamó una de sus amigas.

-Lo siento, me tengo que ir.

Besó la mejilla de Dean y se fue corriendo.

Dean estaba más que encantado y feliz. Iría al baile con la chica de sus sueños.