Charlie Weasley
Antes de comenzar: estoy re-leyendo todos los libros de HP y estoy enamorada de Charlie ♡ si alguien conoce un buen fic de este sensual Weasley, comente ;)
Yo les recomiendo uno, se llama "Sonríeme" y es de MarieWeasley [no me pagan por la propaganda :'v] pero de verdad es muy buena. Vayan a leerla si aman tanto como yo a este pelirrojo. Actualmente la historia está en edición y no está completa, pero les prometo que valdrá la pena esperar.
***
Camille Scamander se encontraba en su estudio, mirando por la ventana mientras sostenía un vaso de agua entre sus manos.
El atardecer se miraba realmente hermoso ese día, y Camille nunca se perdía uno.
La casa de la chica estaba muy bien escondida entre un extenso bosque, nadie, salvo algunas personas, sabían llegar allí. Y es que la casa de Camille era un refugio en caso de emergencia para los miembros de la orden de fénix.
Hacía un par de días que la castaña se había unido a dicho grupo y no dudó ni un segundo en ofrecer su casa, Dumbledore aceptó agradeciendo a la chica, pues la casa estaba en un lugar bastante seguro y funcionaria bastante bien en caso de que alguien se encontrase en peligro.
Camille dejó el vaso, ahora vacío sobre el escritorio junto a ella y cerro la ventana. Ya estaba oscureciendo y la temperatura bajaba notablemente.
Esa noche seria oficialmente presentada ante los demás miembros de la orden.
Amarró su cabello en una coleta bastante floja y se colocó una capa gris bastante linda. Finalmente guardó su varita y salió de la casa, no sin antes poner algunos hechizos de protección.
Desapareció y enseguida apareció afuera de Grimmauld Place, número 12. Albus Dumbledore la esperaba.
Ambos entraron a la casa, la cual tenía un aspecto bastante desagradable. Caminaron hasta llegar al salón principal donde habían otras personas que no eran completamente desconocidas para la chica.
-Muchos de ustedes ya la conocen- dijo Dumbledore- pero para los que no, ella es Camille Scamander la nueva integrante de la orden.
Se escucharon unos murmullos, pero enseguida Nymphadora se acercó y le dio un reconfortante abrazo a su amiga.
Camille se presentó con los desconocidos y cuando terminó Dumbledore volvió a hablar.
-En este pergamino está escrita una dirección. Lean, recuerden y destruyan el pergamino cuando todos lo hayan visto. Es una casa de seguridad en caso de que alguno se encuentre en peligro.
Tal como dijo el anciano pasaron el trozo de pergamino de mano en mano y una vez que todos lo leyeron, este fue cremado.
Los presentes comenzaron a retirarse, al final sólo quedaron en la sala Camille, Charlie Weasley y Sirius Black. Los dos primeros se notaban incómodos y Black pudo notar la tensión entre ambos.
-Camille, querida si necesitas algo estaré arriba. Estas en un casa.
-Gracias Sirius.
El peli negro asintió y se retiró de la sala. Cuando Sirius recién había escapado de prisión, se había refugiado en casa de la chica y tenían una buena amistad.
Charlie sonrió a la chica y esta le devolvió el gesto. Enseguida los dos se unieron en un abrazo.
-Estas aquí...-le dijo Charlie en un susurro.
-Estoy aquí- contestó la chica sin romper el abrazo.
Estuvieron así un par de segundos más y se separaron.
-Me alegra verte después de tanto tiempo.
-Lo mismo digo, escuché que te volviste dragonalista.
-Así es, vivo en Rumania... pero debido a los recientes suceso estaré por aquí algún tiempo.
Camille sonrió con un toque te tristeza.
-Me alegra que lo hayas logrado.
La chica miró un reloj que estaba en la pared frente a ella. Ya eran casi las tres de la mañana.
-Ya es tarde- dijo ella- Será mejor que regrese a casa.
Charlie no quería que se marchara, quería estar con ella sólo un poco más.
-Sí- dijo él- Igual, tengo que ir a la madriguera.
Ninguno sabía qué decir exactamente, y es que Charlie siempre había estado enamorado de la chica y Camille estaba en la misma situación, le encantaba ese pelirrojo.
Camille se sentía muy incómoda, dio media vuelta y tomó su capa, miró a Charlie por arriba de su hombro.
-Cuando estes libre... puedes venir a mi casa- dijo con una pequeña sonrisa- Siempre estoy sola y me haría bien un poco de compañía.
Charlie se sonrojó bastante, y una gran sonrisa apareció en su rostro.
-Allí estaré.
***
Camille se encontraba corriendo a través de la espesura del bosque, intentaba llegar a su casa y faltaba poco.
Vio la puerta a unos metros y trató de correr más rápido, cuando llegó abrió la puerta con torpeza y una vez dentro la azotó.
Intentó recuperar el aliento, recargó su frente en la puerta y trató de regular su respiración.
Unas manos la tomaron de la cintura y ella soltó un tremendo grito, estaba realmente muerta de miedo.
Charlie comenzó a reir y Camille golpeaba el pecho del pelirrojo.
-Hiciste trampa- dijo Camille aún sin recuperar el aliento y con la cara completamente roja por correr.
-No es verdad...- Charlie tenía cara culpable.
-Te dije que no podías aparecerte- ella no para de reír al igual que Charlie.
-Bueno... tal vez sólo tomé un pequeño atajo- dijo Charlie resignado.
Las manos de Charlie seguían en la cintura de la castaña y este la atraía cada vez más a su pecho.
Camille no podía enojarse con él y menos cuando la miraba de esa forma.
-Bueno, te perdono- dijo ella y sin quererlo miró los labios del contrario. Camille pasó ambas manos por el pecho del chico hasta llegar a sus hombros.
El corazón de Charlie se aceleraba con aquel contacto, mano de Camille tocaba a Charlie como si este se fuera a romper y al pelirrojo le encantaba aquella delicadeza.
Sus rostros se acercaban cada vez más, ámbos lo deseaban. Unir sus labios.
Llamaron a la puerta y Camille alejó a Charlie de un empujón. Se dio media vuelta y abrió la puerta en la que había estado recargada. Apartó su cabello de la cara y gracias a Merlín ya no estaba tan roja.
La castaña sonrió al encontrarse con Bill el hermano mayor de Charlie y Fleur, su novia.
-Hola- dijo Bill mirando a su amiga y después notó la presencia de su hemano menor, lo cual le causó una pequeña sorpresa- lo lamento, ¿no es buen momento?
-Para nada, sólo estabamos...- cómo le iba a explicar a Bill que ella y Charlie se habían estado viendo a escondidas los últimos meses y hace un rato estaban dando un paseo por el bosque cuando empujó a Charlie y lo retó pare ver quien llegaba antes a la casa corriendo sin hacer una aparición, bueno, era algo incómodo- ... no importa. Pasen.
Camille se hizo a un lado y dejó pasar a la pareja.
-De hecho me alegra que estés aquí- le dijo Bill a su hermano.
Pasaron a la sala de la casa y Bill y Fleur miraron a la pareja con una gran sonrisa.
-¿Qué sucede?- preguntó Camille con los brazos cruzados, mientras se sentaba en uno de los descansa brazos del sillón
-Bueno...- comenzó Bill.
-Venimos a traerles esto- finalizó Fleur y le entregó a la castaña un sobre bastante bonito. Enseguida le entregó uno similar a Charlie.
-Nos vamos a casar- anunció Bill besando la cabeza de su ahora prometida.
Camille soltó un pequeño grito de emoción y abrazo a los prometidos, Charlie hizo lo mismo, excepto por el grito.
-Felicidades- dijo ella- Me alegra tanto que lo hagan, sobre todo ahora. Será lindo ver alegría.
-Gracias- dijo Bill y tomó la mano de Fleur- pero ahora nos vamos, aún tenemos que entregar varias invitaciones.
-Genial- dijo Camille y los acompañó hasta la puerta.
-Por cierto- dijo Bill mirando a su hermano, que se encontraba detrás de Camille- No olviden usar protección.
Bill soltó una carcajada y Camille casi se ahoga con su propia saliva.
Los prometidos desaparecieron.
Camille cerró la puerta de la casa y miró a Charlie con una sonrisa.
-¿En qué estabamos?- preguntó ella.
Charlie sonrió, su mirada estaba llena de lujuria.
-En esto.
Tomó las mejillas de su chica y la besó de una manera muy apasionada. Camille saltó y enrolló sus piernas en la cintura de su compañero, Charlie sin romper el beso tomó los muslos de ella para evitar que cayera y se dirigió a la habitación.
Y no olvidó el consejo de su hermano, usar protección.
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