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~Tanto~

MILK

Quisiera decir que amarlo fue tan maravilloso y difícil como todas las parejas, digo, es lo normal ¿No?, todos tenemos nuestros propios problemas pero la razón por la que quiero relatar esto es para soltar, y te hablaré de algo real, quizás parezca muy descabellado o ridículo e incluso exagerado, pero esto me ocurrió, soltando un suspiro, inicio. Me he aferrado a ese sentimiento durante los pasados cinco meses, no, en realidad para ser realista, me aferré a la esperanza durante mucho tiempo y ya me siento lo suficientemente cansada para seguir guardándolo y pensarlo, cuando soy la única que sigo esperando algo que jamás llegará.

Digo, que puedo esperar de una persona que solo me daba migajas de su tiempo, si, fue lindo al inicio, como todo buen inicio, joder, tenía trece años cuando ocurrió el primer intercambio de palabras.

En aquel tiempo, él lucía muy pálido, un poco de mi altura y su cabello azabache apuntaba a diferentes direcciones, estábamos en la sala del cine, literalmente solos, las personas no solían venir a ver películas entre semana y mucho más siendo verano, así que con un poco de mis ahorros y querer aislarme por unas horas de mi familia compré una entrada y elegí cualquier película, unas palomitas de maíz con mantequilla en un bote grande con una soda, así que me fui a la penúltima fila en un rincón, la sala estaba vacía al igual que los asientos, ya estaba oscuro y sabía que me perdí los tráiler de próximas películas, me senté de lado con mis piernas colgando en el apoyabrazos y comencé a ver la película.

Estaba sola, y me gustaba eso.

Cuando terminó la película las luces se encendieron mientras los créditos aún estaban en la pantalla grande, entonces escuché una maldición poco audible y espié entre los cabezales de los asientos en busca de aquel sonido, no fue difícil encontrarlo, estaba a dos filas abajo del mío en el lado izquierdo, fácilmente lo confundí con una mujer, digo, usar una sudadera rosa con la capucha puesta no ayudaba a identificarlo, me acerqué a su persona y desde atrás coloqué mis manos sobre sus hombros, mientras emití un; Buh.

Inmediatamente gritó del susto y se dio la vuelta mientras yo reí por aquel pequeño acto. Seamos sinceros, lo que emití no asustaría ni a una mosca, pero tal parece que a esa persona si, y bueno, ahí vi sus ojos a través de sus lentes, su rostro era con rastros infantiles, labios húmedos con un poco de rosa, y su capucha cayó dejando ver sus rebeldes cabellos. Era un chico.

Mis mejillas subieron de temperatura y mis labios se entreabrieron, fue entonces que divise sobre sus muslos una laptop, en Word con el título de Biología.

―¿Reproducción asexual en los seres unicelulares? ¿Eh? —Cerró rápido su laptop apretando sus labios en un mohín.

—Es mi tarea.

—Pero son vacaciones de verano.

—Buen punto tonta. —Guardó su laptop dentro de la mochila que estaba en el asiento de a lado, se la colocó sobre su hombros, se levantó y añadió.— Tienes cara y voz de niña. —eso me hizo fruncir el entrecejo pero él ya estaba bajando las escaleras

—¿Cara y voz de niña?, soy una adolescente, idiota. —Lo seguí de inmediato para aclararle que no era una niña.

—En realidad estas en la etapa de la pubertad, tonta.— siguió avanzando, por supuesto igual yo, casi pasándole los talones.

—Tú pareces una niña, flacucho.

—Oh, qué gran argumento de defensa, bravo, bravo, bravo. —Dijo aplaudiendo sin perder la mirada al frente, sin siquiera dignarse a verme, pero que maleducado.

Salimos de la sala para pasar por el que vendía las palomitas el cual nos deseó un buen día y que volviéramos pronto, bajamos las escaleras del cine y salimos directo al pasillo peatonal.

—Dime, porque viniste al cine solo. —Tuve curiosidad, pero no interés, cosas muy diferentes.

Él suspiró en cansancio y respondió alzando su mano llamando un taxi.—Solo quería un poco de respiro de la tonta sociedad pero al parecer, —me miró con desinterés— eso no fue posible.

Y entró al taxi que se había detenido y se marchó.

Sonreí de lado, parece ser que compartíamos el mismo objetivo en ese momento.

Poco después cumplí los catorce, seguido me autorizaron crearme una cuenta en Facebook, sí, que maravilla, al crearlo y luego de meses sin saber de ese chico del cine, volvió a presentarse en mi vida, bueno, me envió solicitud de amistad a través de dicha aplicación, lo acepté y no tardó en enviarme mensaje. Estaba feliz.

No nos veíamos, pero si nos enviabamos mensajes, así fue por un año, solo amistad, una amistad que me hizo sonreír demasiado, y se ganó mi confianza con tanta facilidad que actualmente, desearía no habérsela dado.

Me acostumbré a sus críticas, a su desinterés por las personas, pero si era muy estudioso, usaba lentes por la miopía, por supuesto, si hacía sus deberes sin ningún error ortográfico hasta muy tarde de la noche y en la laptop, admiré demasiado su responsabilidad y no tardé en darme cuenta que ya no esperaba de una manera sana sus mensajes, porque me emocionaba cuando respondía y molestaba cuando no.

Entonces, a los quince años con algunos años, nos vimos en persona de nuevo, no fue planeado, fue simple casualidad, yo lo llamé destino, pero vi en sus expresión sorpresa al verme.

—Cuatro ojos.

—Hola pollito, no haz crecido nada. —tú si haz crecido mucho.

—Que cruel eres. —me crucé de brazos e hice un mohín escuchando su risa, es la primera vez que lo oigo reír.

Cargaba una mochila, y para ser claros, nos encontramos en una plaza justo cuando iba a comprarme una hamburguesa en un puesto de la esquina. No esperé que nos encontraramos pero si me gustó que así fuera, tan casual y que la vida haga fluir los momentos.

Nuestros momentos.

—Es mi imaginación, o haz perdido peso en vez de ganarla, pollito.

—¡Soy Milk, Milk!

Elevé la voz enojándome un poco, yo no era ni parecía un pollo.

—Da igual, responde pollito. —descansó su antebrazo sobre mi cabeza, apreté mis labios y solté un último suspiro.

—Quizas si he bajado un poco de peso. —admití.

—Hmm, sin embargo ibas a comer una hamburguesa.

—Voy a comer una hamburguesa, idiota. —Caminé hasta el puesto pidiendo una hamburguesa, mientras me lo preparan, Goku pide el suyo.

Es tan malditamente alto.
A diferencia de mí, su cuerpo comenzó a ganar masa en el sentido de músculos, su rostro es un poco redondo pero es claro que cambiará de forma, ya que parece ser que su crecimiento no se ha detenido.

Cuando nos dan nuestras hamburguesas, caminamos hasta una banca y nos sentamos, yo dándome la comodidad de sentarse de piernas cruzados y de lados para verlo.

Goku era muy lindo en el sentido físico.

—Pediste una hamburguesa y luego le agregaste salsa de maní picante, ¿no te arde?. —Preguntó una vez comencé a comer, negué mientras tragué.

—No me habías comentado que ganaste unos centímetros de más, Son.

Se encogió de hombros,—Me pareció irrelevante decirlo. —dio una mordida al suyo de nuevo con la mirada desinteresada y vista al frente.

¿Por qué no me miras a los ojos, Goku?.

—¿Cómo te va con tus estudios? —Se le formó una sonrisa y dejando de lado su hamburguesa, bajo su mochila de los hombros y sacó su laptop.

—Excelente, estaba por ir a sacar unas copias de mi próxima exposición, aunque las copias están a cargo de uno de los integrantes de mi grupo pero como son unos flojos e irresponsables, lo haré yo, estoy siendo precavido. —Encendió su computadora y entró a word, mostrándome lo que iba a exponer.

Poco me interesaba lo que expondría, pero estaba emocionado y contento así que una sonrisa se presentó en mis labios y decidí comentar sobre su tema, esa tarde, conversamos mucho, y sentí una calidez profunda en mi ser mientras lo miraba hablando sobre sus gustos, vi sus gestos y expresiones, pero en ninguna de esas se atrevió a mirarme a los ojos.

Era tan satisfactorio para mi corazón, tenerlo cerca y sentir una conexión natural y lleno de vida entre nosotros, pero un poco doloroso en el punto de que no se acercaba ni me miraba, es como si estuviera poniendo escudos entre nosotros, a la defensiva de su asechor quien a la vez, estaba a su lado, y sentía tanto por su persona.

Por eso cuando el sol comenzaba a ocultarse, me armé de valor por el desesperado latir de mi corazón,— Mira, el atardecer es demasiado hermoso.—apunté, él giró el rostro mirando unos largos segundos el sol, los últimos rastros de su ocultación.

Entonces aproveché sus segundos de distracción para aproximarme, cerré su laptop y cuando él se dio cuenta volvió su rostro hacia mí con su entrecejo fruncido pero no supe más de su expresión cuando pasé mi mano sobre su nuca y la otra la posé sobre su mentón para acercarlo a mí y unir nuestros labios.

Sus labios eran suaves y fácil de deslizarla, no supe más, mi mente se fue de viaje tomando el control de la situación mi corazón que ansiaba sentir el suyo latir con mucha rapidez como lo está el mío en este momento, no me alejo ni intento apartarme, sus manos no tocaban mi cintura como en las películas, pero si dio inicio para que moviera sus labios contra los míos con un poco de presión, y como me puso eso.

Fue húmedo y cálido, su respiración se mezclaba con el mío, lo beso con tanto sentimiento guardado, mi estomago me da a saber sobre el cosquilleo al que titulan muchos como mariposas, nuestros labios se mueven en una sincronía delicada y suave, entonces fue cuando tome la distancia para mirarnos.

Pero el tenia los ojos cerrados, su pecho subía y bajaba sin hacer esfuerzo en recuperar su respiración, apoyo su frente contra la mía y solo susurro. —¿Qué edad tienes?

No entendí el porque su pregunta, pero respondí. —A tres meses de cumplir los dieciséis.

Se relamió los labios y solo asintió. —¿La ONU no vendrá por mí, o sí?

—¿Por qué?

Esto era tan raro, he tenido anteriores besos, pero esta situación no se comparaba con nada cuando terminaba un beso, —Porque soy mayor que tú.

No pude más, Goku y sus argumentos tontos me hicieron reír en confianza, luego alcance ver su sonrisa sobre sus labios, el momento se volvió romántico y tierno cuando el sol termino por ocultarse, esto es bueno, no fue incomodo al menos. Con él, esto era fácil, era natural. O eso creí.

Saben, debemos pensar a quienes les daremos el privilegio de besar nuestros labios, porque una vez lo haga, podría ser adictivo, y eso nos hace empalagosa y es demasiado irritable y molesto para ellos, eso lo entendí muy tarde.

Esa vez lo bese muchas veces, no lo obligue, no lo sentí querer alejarme, pero tampoco percibía su anhelo de tocarme, en el modo de sujétame y acariciarme, si, me correspondía, si, me apegue mucho a él, si, fue demasiado cercano que termine por abrazarlo y esconderme en el hueco de su cuello y hombro, me sentí demasiado bien y muy feliz, el lo estaba permitiendo, era voluntario, me di cuenta, que lo quería demasiado.

—Te quiero Goku. —lo abrace más, sentía mis mejillas muy calientes y mi corazón bombardear a mil, no sé cómo lo tomaría, pero mis palabras son sinceras, mi declaración era muy importante para mí. Sea cual sea su respuesta, me afectaría.

—Yo también te quiero, Milk...—supe que quería argumentar algo más, sin embargo, no lo dijo.

Su respuesta me hizo tan feliz.

Nos conocimos más en persona, salíamos a lugares, Goku con su distancia por supuesto, sabia que mostrar afecto no era lo suyo, pero si lo mío, así que en las citas yo sujetaba sus manos y le robaba algunos besos, era bonito, y lleno de risas, por supuesto algunas veces me molestaba por su actitud, pero nada que no podamos solucionar.

Pero esto solo duro unos tres meses, porque un día luego de llegar de clases y enviarle un mensaje, no respondió. Pese a estar en línea.

Pensé que respondería después así que con un poco de amargura conviví con mis hermanos hasta llegar la noche, di las buenas noches a mi familia y me fui a mi habitación para lanzarme a mi cama y agarrar mi celular en el proceso, encendí y me conecte al WiFi de la casa con la esperanza de su respuesta, tenía unas entradas para el cine y quería pasar lo que dure la película con el en la oscuridad.

Respondió, diciendo que estaba ocupado haciendo sus tareas a último momento.

Eso fue extraño, ya que el era demasiado responsable, así que no le creí y le respondí; Mientes, y si es cierto, pruébalo.

Si, fue una respuesta muy exagerada que te hacia voltear los ojos, pero lo probo, me envió una foto de su laptop en donde estaba escribiendo algo.

No respondí, supe que tampoco me diría algo, ya que muchas veces me ha dicho que no lo moleste cuando esta haciendo sus deberes, miento, nunca lo dijo, pero era bastante obvio leerlo entre líneas.

A mi parecer, yo era una persona importante en su vida, era su novia después de todo, aunque no me lo haya pedido, así que le di su espacio y tiempo, no lo presione, yo tenia en claro que estaría ocupado los próximos días pero que también me daría mi dosis de sus palabras.

Si, sus palabras. Ya no nos veíamos como anteriormente, esto debido a nuestros estudios que nos exigían más.

Entonces los meses transcurrieron, y mi paciencia fue decayendo al punto que me molestaba el hecho de que no respondiera mis mensajes, estaba histérica y tenia muchas ganas de llorar, así que cuando se cumplieron seis meses sin verlo ni que me respondiera, supe que no éramos nada. Quizás nunca lo fuimos. Te hubieras escuchado demasiado bien, Milk.

Cuando un chico me invito a salir, no dude en aceptar, salí con él a una fiesta, una de sus amigos, y volví a verlo.

Goku había ganado mas físico, ya no usaba sus lentes, se veía seguro de si mismo, que me causo nauseas cuando estaba besando a una chica en uno de los rincones del establecimiento.

Mi corazón se estrujo, dolió demasiado, quería ser fuerte, creí que yo estaba bien emocionalmente, pero estaban pasando tantos sucesos por mi vida que verlo con una chica y que aun me gustara no fue bueno, solo fue la gota que derramo el vaso, salí de la fiesta para tomar un respiro.

Ni siquiera sabia donde estaba el chico que me invito a salir, pero tampoco me interesaba saberlo.

Todo el mundo cambia, pero ¿Por qué yo no?, ¿Por qué me siento de esta manera?, como si no encajara en ninguna parte y sentir todas las miradas juzgándome. No entendía nada.

Estaba sola, y estaba vez no me gusto.

—Ingrese a la Universidad. —Era su voz, Guao, su voz sonaba tan maduro.

No respondí, me abracé los brazos, y sentí un remolino frio envolviéndome.

—Cuando me besaste, quede muy sorprendido sabes, no sabia que hacer, digo, ya tenía novia en esos momentos, pero, estabas tan feliz que yo...no hice nada mas que corresponderte, se suponía que solo seria un beso. No más.

Estábamos en el porche, y decidí sentarme en los escalones con la mirada al cielo nocturno, el no tardo en sentarse, de nuevo, con su típica distancia prudente a mi lado.

—Creí que te gustaba.

—Solo te veía como una amiga.

Esto me pareció tan cliché.

—Gracias por tu sinceridad. —pasé mis manos por mi cabello suelto y cerré fuertemente mis ojos, mi pecho me dolía tanto, mi garganta se sentía tan apretada.

—Ella con la que me viste besar, era mi novia cuando tú me besaste.

—¿Era?

—Es mi prometida actualmente.

Me mostró su anillo cuando abrí los ojos, relamí mis labios y me sentí tan estúpida.

—¿Por qué no fuiste sincero conmigo? ¿Por qué me dijiste que me querías esa vez? —Goku apretó sus manos contra sus rodillas.

—Solo quería ser amable, no tenía amigos y tú eras la persona más cercana a la que consideraba como una amiga, pero...luego me diste a entender, que solo yo te miraba como una amiga. —la nota de su voz fue un poco tensa y nerviosa. Supe que no estaba acostumbrado a ser sincero.

—Por eso no me tocabas.

—No quería hacerlo.

—¿Por qué salías conmigo y dejabas que te besara?

—No tengo idea.

Idiota.

—Respóndeme algo, pero que sea honesto.

—Está bien.

Me prepare, mas sin embargo no estaba lista. —¿Por qué no me quieres?

Mis ojos ardían, sabia que estaba apunto de llorar. Pero su respuesta jamás llego porque él se levantó, y sin decir nada, se fue, sabiendo que yo esperaba su respuesta.

He de decirles algo, ¿Por qué nos aferramos tanto a alguien?, sabiendo su naturaleza, teniendo en cuenta su actitud, porque joder, lo quiero demasiado, y ni siquiera supe que se había graduado pese a que alguna vez me dijo que lo festejaríamos juntos, me hizo unos dibujos cuando cumplí dieciséis pese a que ya no conversábamos mucho, si, le reclamaba aquello, con mucha frecuencia, quería decirle que estaba lastimándome al no hacer nada, quería estar a su lado, escuchar su voz ver su rostro, sentir su piel, dependía tanto de sus gestos que eran migajas de su tiempo, quería que me diga que me quería, solo escuchar su voz, quería que me abrazara.

Pero como dije en un principio, todos tenemos nuestros propios problemas, y hoy, al revisar su perfil por ultima vez, deje caer mis lagrimas mientras lo eliminaba de mis amigos y bloqueaba, elimine su contacto, me deshice de todo suyo, sabiendo que yo no era necesario en su vida, y como dolía joder.

....

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