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~Algo Sencillo~

La música suena, es suave, se toma los sonidos de unos suspensos antes de escucharse un suspiro y nuevamente escucharse la letra de la canción, muevo mi cabeza moviendo mi cadera, animándome poco a poco a bailar, el tono es frio y sensual, la seguridad de las letras dichas por la voz de quien lo canta provoca ansias, ánimos y el toque de adrenalina, esa que sin pensarlo hace que avances antes de darte cuenta, ya lo has hecho.

Me muevo en mi lugar, algunos me empujan al cruzar por mis lados pero me abstengo y soy lo bastante obstinada para querer apartarme así que cuando unas chicas riendo a carcajadas caminando de un lado a otro se tropiezan conmigo, por impulso e instinto las empujo, y si, ellas caen, y si, la música se detiene porque fue una total cadena de caídas; ellas intentaron no caer al sujetarse por brazos, ropa y cabellos con los primeros que estaban cerca y así fue que muchos estaban en el suelo con algunos bebidas derramadas en sus ropas o en el piso. Y si, me metí en problemas.

Soy buena huyendo de mis problemas, pero con una mierda que ya tengo un pequeño problema que solo tienen dos soluciones o quizás tres, pero no me pondré a pensar en ello en este momento en el que una de las chicas logra levantarse echa furia y aproximarse hasta mí, no retrocedo, estaré temblorosa o intentando calmar mi angustia, pero no me permito retroceder, o no, pero si me permito correr.

Como dije, soy buena huyendo de mis problemas.

Y no me siento orgullosa de ello.

Me siento divina al no permitir que mi bello cuerpo reciba algún maltrato o golpe.

Llego a un callejón al salir por la ventana del baño de varones cuando muchos me estaban persiguiendo, lo malo de ser famosa es que te siguen a todos lados.

"O porque simplemente querían que les pagues sus bebidas, la ropa de miles de dólares y el doctor al perder una uña o rasparse"

Cállate conciencia.

Y todo esto por quedarme en un lugar claramente frente al culpable que deposito su....

—Debo admitirlo, eso fue de locos. —Hablando del rey de roma aquí esta, al parecer me encontré sin esfuerzo alguno, respiro hondo y exhalo para mirarlo y hablar.

—Solo dame una respuesta a "este" sencillo problema. —él se encoge de hombros— ¡Black!

—Ese sencillo problema como lo llamas no es mi problema. —No parece ni una pizca que este bromeando, pero si sonríe con seguridad— Tienes una buena reputación, oh si, tus amigas no omitieron nada de tus andanzas. —frunzo el ceño.

—¿Mis andanzas?

—Tu famosa reputación de probar el buen polvo de tus retos. —Mierda, eso es cierto, pero no del todo, como dice, probar el polvazo, pero no follarlo, punto.

—Pero esto no es ningún reto, esto es serio, muy en serio. —digo perdiendo la paciencia.

Vuelve a encogerse de hombros sonriendo— Muy bien, entonces cuando aquel "en serio" este presente haremos lo correcto y verificaremos si eso es de mi incumbencia. —definitivamente sus palabras son hirientes al decirlo como si no fuera nada importante.

—¿Vas a abandonarme? —pregunto muy incrédula.

—No dije en ningún momento eso, solo dejé muy en claro que cuando el sencillo problema esté presente, haremos lo correcto haciendo ya sabes que cosa. —me guiña un ojo y se acerca tomando mi mentón y acariciar mi mejilla— Cuídense y llámame cuando el este presente. —deja un rápido beso sobre mis labios y se va.

Estoy muy quieta, abrumada, sin poder creerme cono acaba de terminar este asunto, definitivamente estoy muy segura que el es el culpable, yo lo sé.

—Oh mierda. —me apoyo en la pared del callejón— Mierda. —me dejo resbalar al suelo, mi trasero siente el frio del suelo, me abrazo sin poder pestañar— Esto no puede estar pasándome. —mi cabello cae como cortinas por mi rostro al inclinarme, el cielo no me apoya y gruñe, bueno, en realidad avisa que esta por echarse a llorar como yo.

—Sabía que te encontraría aquí. —sus pasos se aproximan, sus zapatos se visualizan al estar frente a mí y se agacha, esta vez levanta mi rostro— El rímel se esparce por tus mejillas, pareces una mujer acaban de dejar. —bromea, sin embargo, no me causa gracia así que efectúo una mueca—
¿Hablaste con él?

—Si.

—¿Y? —insiste.

Resoplo y veo de mala gana los orbes azules de mi mejor amiga— Tuvo buena puntería y el premio no fue de su agrado y solo se encogió de hombros diciendo que lo llame cuando el premio aparezca.

—¡Perro! Es un bastardo cobarde. —se sienta a mi lado y me abraza por el costado.

—No sé qué hacer. —Me sincero.

Apoyo mi barbilla sobre mis rodillas para darme cuenta que hay una tercera persona apoyada en la pared de al frente—Hola futura mama. —saluda.

Quiero golpearlo.

—¡Goku!

—¿Qué? No he dicho ninguna mentira, escucha señorita olvida ponerse condones, siempre existen los condones, ¡condones!

—¡Los condones femeninos son incómodos!

—Era esa incomodidad a estar con una panza hinchada y pujar por tu vagina a un espécimen a los nueve meses.

—¡Iuhg!, ¡cállate! Bulma dile algo. —ella tiene una mueca, claramente de disgusto.

—Él hubiera utilizado el condón, ya sabes, lo que se ponen en el pen...

—Nos quedó claro Goku. —Bulma le arroja una pequeña piedra del suelo, él la esquiva y chasquea sus labios— vamos a tu casa, necesitas descansar después del desmadre que armaste en el club. —eso casi me hace esbozar una sonrisa.

Nos levantamos del suelo, estoy sumida en mis pensamientos, por un instante viene a mi mente las palabras de Goku, el de pujar.

—Es seguro que me dolerá. —murmuro.

—Mas le vale a la criatura ser una princesa que un niño, estarías con la copia del estupido que te abandonó. —Bulma le da un fuerte codazo al estar cerca suyo, el jadeo y la mirada con el entrecejo fruncido.

—¿Por qué siempre luces molesto? —Pregunto mirándolo.

—Simple, no me gusta el hecho de ver personas respirando.

—En resumen, odias a todos.

—Si.

—¿Incluso a mi bebé?

—Si eso incluye a que te veré ojerosa, con pañales llenos de popo, llantos y mas llantos, si.

—¡Santos cielos! ¡Al fin conocemos a la primera persona que odia a un bebé! —elevo mis brazos con exageración, él sigue con su cara de odiar a todos.

Vuelve a chasquear sus labios y me mira unos segundos, sus ojos verdosos no tienen esa chispa de diversión, simplemente el pesimismo es todo lo que puedes recibir y mirar en este tipo.

—Traje para el Uber o taxi, esto es por cortesía pero ¿quieren que las acompañe a sus casas?, no quiero ser responsable de que al día siguiente salgan en las noticias estando desaparecidas o descuartizadas.

—Oh santos cielos eres el rey del pesimismo —digo— por supuesto que nos acompañas.

—Eso significa que compartiré el mismo aire que ustedes por media hora, esto es genial, ¡yeih! —maldito pesimismo que posee pero logró hacerme sonreír.

Un mes después

— Solo dime, ¿porque me incluyes en sus cosas? —el bufa por enésima vez, cabe mencionar que seguidas veces, si, no es de su agrado estar en este lugar pero ¡oigan!, me encanta exasperarlo.

—Razones; una, no haces nada, dos; ¿no querrás que juzguen a la mamá de tu sobrino o sobrina, no?

— ¿Eso debería alegrarme? Pues muy bien —sonríe pero sin la alegría, literal, más parece una mueca que una sonrisa— estoy feliz.

Jadeo indignada— ¡Tu! En serio te superas cada día más —coloco mis palmas sobre mi aun plano vientre— bendición, no escuches al pesimista de tu tío.

Resopla divertido y me apunta— ¿Haz llamado bendición al espermatozoide creciente?

—¡No lo llames así! —me quejo dándole un leve golpe, él se ríe y pronto se escucha mi nombre.

—Es su turno, ¿él es el papá? —pregunta anotando en su libreta pareciendo muy tranquila.

—Ya quisiera ella que le haya donado mi esper... —la enfermera enarca sus cejas cuando lo interrumpo jalando su brazo.

—Sí, es el, vamos Goku. — refunfuña resoplando y prácticamente lo arrastro hacia la sala de la ginecóloga.

Él es un pesado aclarando que no tuvo sexo conmigo y que el bebé no es suyo pero que está amenazado por su familia y la mía para que diga que es el padre ya que el padre siendo su primo no se digna en hacerse responsable de lo malogrado que estaba el condón que usaron en una promoción de dos por uno, por ultimo agrega levantando sus brazos y en un grito sin ganas dice —Ayúdeme.

—Me queda claro, felicitaciones por su embarazo señorita y me alegra que no haya decidido deshacerse del feto, padre sustituto necesito que llene este formulario. —arruga sus cejas y le doy un codazo en el estómago que lo obliga a caminar y agarrar las hojas que ella extendió.

Por muy sarcástico y aburrido que sea es el único que de cierta manera me hace reír mucho con sus creativas palabras, nos estamos entendiendo, es un buen amigo y aunque a veces dice cosas que podrían ofender a algunas personas, sé que no lo dice en serio y todo en él es no me importa pero me debes y aunque estés con tu domingo siete me debes. Son diversos pagos que no involucran economía sino más bien una ayuda, aunque se digna a llamarlo el pago por lo que le debo al pedirle muchos favores, y si, en lo que va del primer mes le he pedido muchos.

La doctora me explica algunas cosas del embarazo luego me indica que me recueste en la camilla, suspenda mi vestido pero como es con botones delanteros lo desabotono viendo al único hombre muy concentrado en rellenar el formulario, quedo en un sujetador naranja con estampados de mariposas, siento escalofríos cuando coloca una gel fría en mi vientre, se sienta a mi lado y pasa un artefacto o cosa por la gel por debajo de mi obligo.

—Mire, es este punto de aquí. —Veo hacia la pantalla donde ella apunta un punto, yo solo veo rayas de blanco y negro, se mueve y pronto da clic a algo y se escucha un sonido— son los latidos de su corazón. —me quedo unos segundos viendo la pantalla, creo haber encontrado a mi bendición, es apenas un punto, un punto muy enorme para que tenga corazón— aún es muy pronto para saber su sexo. —Me informa algunas cosas más, Goku ha dejado de escribir para ver la pantalla, sé que puede escuchar sus latidos, parece estar muy concentrado en la pantalla.

Y para mi sorpresa, una pequeña sonrisa sin nada de sarcasmo se forma en sus labios.

Se levanta del asiento y se dirige a mi lado— ¿Cuántas semanas tiene? —enarco una de mis cejas por esa pregunta de su parte, la doctora revisa unos papeles y responde.

—Doce semanas. —el solo asiente, achico mis ojos, me parece que él está ocultando algo.

—Tengo una pregunta doctora. —Vuelve a hablar. Ella lo mira dándole un asentimiento para que continúe— ¿es cierto que tendrá ganas de tener relaciones sexuales? ¿Cuándo se puede formular leche en sus senos vacíos? —todo lo pregunta viéndome, vuelvo a jadear indignada, ella se ríe y nos responde con total profesionalismo.

Días Después

—Así que señorita de besos que te la paran es tu "novia" —digo acostada en su cama de lado comiéndome unos doritos con el ceño un poco fruncido.

Continúa tecleando en su laptop alguna tarea que se ha retrasado por andar de caluriento con la señorita que acaba de irse muy indignada de que la hayan dejado con las ganas cuando decidí visitarlo trepando su ventana ya que su puerta estaba con seguro.

—Es mi amiga. —solo responde eso, comienzo a enojarme porque no me mira y solo está escribiendo sin nada de culpa o vergüenza.

Aprieto mis labios inflando mis mejillas. —Yo también soy tu amiga. —termino por decir.

—Algo muy distinto, estoy amarrado a ti y no me queda de otra que soportarte, ella es solo una amiga de besos compartidos que no volveré a ver más. —me siento en su cama agarrando una de sus almohadas y arrojárselo justo cuando bebía su vaso de café caliente, lo después es que he cometido algo muy malo.

El maldice con fuerza, maldice muchas cosas que, al estar muy sensible hacen que sienta enormes ganas de llorar pero aprieto mis dientes y me mantengo firme cuando alza su laptop que se niega a encender al estar chorreando el café, luego lo tira al suelo y coloca una mano sobre su frente dándome la espalda para murmurar, me cruzo de brazos, esa laptop debió costar mucho.

Luego respiro hondo y exhala girándose— Esta bien, no estoy amarrado a ti, esa chica no me gusta y no hay alguien que me interesa y si permito que te quedes y ella se vaya dice mucho ¿no?, ahora, tienes mucha suerte que guarde mi tarea en mi cuenta electrónica y la laptop tenga garantía, así que agarra tu abrigo, vamos por unas hamburguesas, tú pagas, señorita celosa. —parece que no estamos mal.

—Lo siento.

Suspira y se ubica delante de mí haciendo a un lado mi flequillo y darme un beso en la frente. —Lamento decir esas groserías y hacerte sentir mal. —me da otro beso, siento mi piel erizarse al sentir su caliente respiración rozar mi mejilla al alejarse.

Un mes después

— ¿Por qué espiamos a papá sustituto?

—Porque está actuando muy raro. —respondo a Bulma camuflándome entre las personas de un lado a otro con gafas negras y gorro, si, nos vemos sospechosas.

—Hmm, diría que está en esa etapa que uno cambia, ¿no?

Bufo —No pongas tus tácticas psicológicas en esto, estamos hablando de nuestro amigo, el chico que odia a todos. —me escondo detrás de un árbol, ella resopla entre la gente, le hago señales para que se esconda, lo hace con toda la lentitud del mundo.

—El semestre terminó, está en sus días de descanso de tienda en tienda de cosas de bebes y tu insinúas disparates, está claro que está buscando cosas para él bebe. —Sí, ya sabemos que bendición es varón— de todas maneras, las flores que compro supongo que es para su cita, ¿recuerdas que hablo mucho de cierta universitaria? —Eso me hace inflar las mejillas— yo creo que está madurando.

—Lo quiero tal como está, no quiero que madure, ¡me niego! —avanzamos cuando el sale de una tienda con algunas bolsas en sus manos y las flores aun sujetándolos.

Si, él no está en su modo "odio a todo el mundo", está en un modo "raro" en la que saluda a todos como un completo ser normal. Eso es grave.

— ¿No deberías estar avanzando en tu tesis? —me pregunta pinchándome una mejilla.

—No puedo concentrarme cuando papá sustituto está raro, necesito conocer a la desgraciada que lo tiene muy sonriente y tranquilo.

Y luego de horas de perseguirlo lo perdemos y volvemos a mi casa, mi vientre ya ha crecido un poco, Bulma me acompaña a la cocina haciéndome una trenza mientras enciendo mi laptop para avanzar en mi tesis, como mucho últimamente, mis padres entran a la cocina y preguntan por mi estado, mientras mama cocina, papa habla con nosotras, y pocos minutos después la familia Son ingresa, entre ellos está el desgraciado que me embarazo, lo saludo con rapidez y luego su presencia pasa a segundo plano cuando una risa femenina y masculina se escuchan y justo entran; Goku y chica nueva que no conozco nos saludan.

No presto atención a mí alrededor hasta que cierta mano toca mi vientre, Black, me incomoda que nos toque así que doy un paso atrás frunciendo el ceño.

—Estas hermosa, empiezo a creer que de verdad cargas un hijo mío en ti. —intenta tocar otra vez cuando termina lo susurrado pero me alejo y es Goku junto a Bulma que me hacen estar detrás suyos mientras lo enfrentan.

Me siento extraña, me molesta la presencia de Black pero más la de Goku y esa. Oh cielos, estoy siendo inmadura. Retrocedo y sin más corro a mi habitación y me dejo caer en mi cama, me siento exhausta.

No tarda en hacerse presente mis dos amigos, aunque a uno ya no lo estoy viendo como tal. Se acuestan a mis dos lados mientras miramos el techo, así no mantenemos por varios minutos.

—La chica universitaria es mi media hermana —explica— por parte de mi parte, es muy agradable. Aun no me interesa nadie. —aclara.

—¿Por qué me lo aclaras?, es tu vida, no me incumbe. —suelto, aunque no puedo evitar sentirme aliviada por su aclaración.

—Black se fue, puedes volver a la sala,  los Son vinieron de visita. —Dice Bulma— Vamos no estés desanimada. —Besa mi cabello— Todo estará bien.

—Me siento cansada. —Bostezo estirando mi cuerpo sobre la cama.

—Entonces dejaremos que descanses, te traeré tu laptop. —Asiento cuando se levanta de la cama y se va.

—He pensado algunos nombres para el bebé. —lo miro de lado cuando decide sentarse con sus piernas cruzadas— Pregunté en algunas clínicas cuanto es la cantidad que se paga para el parto...

—Para —levanto una mano— escuchaste las opciones del bebé, el uno ya queda totalmente descartado, el dos, puede que me lo quede y el tres, el darlo en adopción.

—Jamás lo harías...

—Hablé con mis padres y Bulma. —me respaldo de mis brazos para elevarme un poco— es mi bebé, no tuyo, no debes hacer esas cosas.

Parece incrédulo por mis palabras, el sabor agrio en mi boca se instala al ver como arruga poco a poco su ceño— ¿Qué?

—Ni siquiera te gustan los bebés ni las embarazadas. —espeto.

Revuelve su pelo— No voy a negar eso pero hay excepciones, ustedes son mi excepción, no puedes dejarme fuera de esto. ¡Voy contigo a todos tus controles!

—¡Porque siempre te arrastro! —exclamo.

—Me gusta ir, me siento bien cuando estoy contigo. —exhala— Somos amigos.

—El asunto es que...me haces sentir extraña. —trago, me dejo caer de nuevo en mi cama, él se inclina sobre mi para verme a los ojos, lo cual me pone nerviosa.

—Milk, eres una embarazada que tiene muchos cambios hormonales, debes dormir un poco, hablaremos sobre el nombre del bebé, estoy seguro que no querrás ponerlo en adopción, yo lo sé. —como suele hacerlo, hace a un lado mi flequillo y deposita un beso sobre mi frente.

Suspiro al inhalar su perfume, mis mejillas hierven y no puedo apartar la mirada en sus labios cuando se aleja un poco, pero aun se mantiene cerca de mi rostro.

—Y también el porqué Bulma y tú me estaban siguiendo esta tarde. —respiro su aliento y contengo un jadeo cuando me besa en la mejilla— Debes patear a mami para que no acose a papá sustituto. —habla con la mirada sobre mi vientre y aspiro cuando coloca una mano.

Ahora esta es mi pregunta ¿por qué estoy tan malditamente sensible?, es solo un tacto sobre mi vientre, muchos me tocan y no hay reacción, pero con él si.

—Aun no patea.

—Pronto lo hará. —asegura— He leído algunas revistas de embarazos y...olvidé completamente que debo irme para que descanses. —resopla rodando sus ojos para si mismo sentándose de nuevo— Tú también me haces sentir Milk, y sé que no es extraño.

Antes de que pueda responderle Bulma ingresa con mi laptop, él se va, me muerdo la mejilla interna ante la interrogante que me dejó.

No puedo consiliar el sueño, veo la hora en mi celular, es muy de madrugada, las dos y media, los Son siguen en casa aunque solo los padres están compartiendo algunos tragos, Bulma se fue a su casa, Goku está en una de las habitaciones de huéspedes, y es ahí donde me dirijo al salir de mi habitación con mi corazón bombardeando sin límites, recargo mi cabeza en la puerta en la que él esta y me tomo unos segundos antes de ingresar y colocar seguro.

Él esta sentado en la cama con un ramo de rosas sobre sus rodillas, suspira y maldice, carraspeo y parece sorprenderse por mi presencia, él titubea, algo anormal en él, me río cuando rueda sus ojos y me extiende el ramo de rosas.

—Solo aceptalas, no diré nada cursi. —dice, camino aceptandolas pero las dejo sobre la mesita de noche— No volveré a comprarte rosas. —hace una mueca, vuelvo a reír por sus palabras, me quedo frente a él y rodeo su cuello con mis brazos.

—No vuelvas a asustarme.

—¿Con qué?

—Haz estado normal hoy día, Bulma dijo algo que estabas madurando.

—Yo soy maduro.

—Eres dos años menor que yo. —le recuerdo.

—Entonces llamaré a la ONU, claramente intentas besarme, aprovecharte de mí y dejarme usado. —refunfuña antes de terminar de cerrar los ojos y agarrar mi cintura para sentarme en sus piernas.

—Alguien esta despierto. —Susurro sobre sus labios.

—¿Te refieres al bebé o a mi entrepierna? —Me da pequeños besos sobre los labios, aspira apretujándome contra su cuerpo con delicadeza haciendo que mi piel se erizara.

—No hagas ruido o lo despertarás, ahora quiero disfrutar de ti. —esta vez succiono su labio, me hace girar contra la cama haciendo presión son nuestros labios.

—Es algo sencillo. —suspira cuando lo acerco a mi cuerpo y nuestros labios ya están conociéndose— Me gustas. —suelta, ubica una mano sobre mi mejilla y otra sobre mi trasero para apretarlo contra su erección.

—Me gustas. —repito capturando sus labios y sin poder evitarlo me aferro a esta sensación, a este deseo y sentimiento que me hace sentir muy bien con esto, con nosotros.

Tres meses después

Sé sincero, ¿estoy gorda?

—No, estas igual que una modelo; una esqueletica anoréxica. —le arrojo una papita a la boca que desde luego lo captura— Tienes a un bebé de ocho meses con algunas semanas en tu vientre, es natural que estés voluminosa. —pide que le arroje mas papitas, lo hago mientras caminamos por el vecindario.

—¿Es por eso que ya no me quieres dar mi sorpresa?

—Eres una pervertida, habrá mas pero después del parto y tu recuperación, por ahora no. —hago un puchero, él se divierte pinchando mis mejillas cuando las inflo, me abraza por encima de los hombros atrayéndome a su lado.

Como de mi bolsa de papas dándole de vez en cuando, hoy fue mi ultimo dia en la universidad, mi baja medica fue entregada por razones muy obvias, así que tendré muchas semanas libres mientras espero la llegada de mi bebé.

—Me duelen los pies.

—Deben estar hinchados, volvamos a tu casa, debes descansar...

—Estoy bien, pero si quiero descansar, aunque ya no encuentro postura adecuada para dormir, ¿puedes dormir conmigo? —le pido, se lo piensa dándome un rápido beso en los labios.

—De poder puedo, pero estarías muy acurrucada y a veces me aprietas mucho. —se encoge de hombros— Acepto, siempre y cuando me ayudes con unos análisis reflexivos.

—Hecho.

Cuando llegamos a mi casa, mi madre comprueba mi temperatura al verme muy sonrojada, ultimamente me aparecieron muchas pecas en las mejillas y sobre la nariz, mis mejillas se hicieron regordetas y si camino mucho mis pies se me hinchan, me es incómodo dormir por las noches y lo único que quiero es dormir.

—Tienes hambre corazón.

—No mami, solo tengo sueño, me siento cansada. —Besa por encima de mi nariz y acaricia mi gran barriga, olbise mencionar que la espalda y cadera de igual manera me incomodan.

—Vamos a tu habitación. —Me indica Goku, asiento.

Cuando llegamos me recuesto, exhalo, esto de estar embarazada no es fácil, Black me envió mensajes de que estaría el día del parto y aunque no se haya portado como un patán, me parece muy estupido su actuar, no se porque duda tanto que es el padre, fue el único con el que me acosté en ese círculo de tiempo y aunque siempre nos protegimos, siempre existe una falla, Goku es otro asunto, es mi novio y aunque a veces le causa escalofríos cuando el bebé patea, veo la alegría en sus ojos.

Piensa a futuro en un nosotros involucrando al bebé, y me decidí que voy a tenerlo conmigo, amo a mi bebé, lo siento crecer en mi interior, es un amor inexplicable, acaricio mi vientre, la sonrisa se me forma y siento mis ojos cristalizarse.

—Ya quiero que estés con nosotros Gohan. —Goku se quita sus zapatos y se acuesta a mi lado.

—¿Nuestra relación es seria Milk? —pregunta de pronto— me conoces de años.

—Y sé que no eres un mal sujeto pese a tus constantes sarcasmos al mundo y personas. —enredo mis piernas sobre las suyas y busco mi posición cómoda para dormir— Sí, nuestra relación es seria, muy seria. Aunque no cuenta la seriedad cuando miramos peppa pig y escuchamos la vaca lola y bailamos el asereje. —él ríe dándome la razón.

—Quiero que tenga mi apellido. —ubica su mano sobre mi vientre, justo encima del mío— Lo siento muy mío, siento mucho amor por nuestro pequeño.

Estoy sin palabras, tartamudeo sin encontrar mi voz para enunciar alguna respuesta o negación, me tomó muy de sorpresa, no sé que decir.

—Solo piensalo, ¿bien? —besa mi coronilla y justo me ubica sobre su pecho acariciando de arriba a abajo mi espalda.

Tararea en el silencio y poco a poco me permito dormir diciendo dos palabras importantes para sus oídos.— Te amo.

Asiente y responde— También te amo. —Y solo pasan unos minutos cuando lo siento.

Un calambre por mi espina dorsal y me siento poco a poco al sentirme acalorada, la respiración la siento pesada y Goku me pregunta que me pasa, ladeo mi cabeza y lo miró muy frustrada.

—Te dije que ya estaba ansioso por venir al mundo.

—Pe-pero...aun es pronto...

Cierro mis ojos y comienzo a sentir un dolor que va intensificándose cada vez más.— Va a nacer...llévame al hospital.  —Esta mirándome muy aturdido, grito su nombre y parece reaccionar por fin.

Llama a mis padres, alistamos unas cosas y sin importarme como estoy les exijo que duele como el demonio y que necesito ir a dar a luz a mi hijo en una clinica u hospital.

Un día después

No vuelvo a tener hijos.

Dolió demasiado, mucho.

Lo extraño de la situación es que Goku tuvo alguna situación urgente y cuando venía algo ocurrió, no se de su paradero y quien estuvo a mi lado sosteniendo mi mano fue Black, quien no se como diablos supo que estaba por dar a luz, no me importó su presencia, solo quería sujetar algo, no sentirme sola, y cuando mi bebé logró salir en mi ultima pujada, nunca en mi vida sentí un alivio como ese.

Me permitieron verlo, casí lloro al verlo, era una personita rosada muy arrugada, mi hijo.

Luego se lo llevaron, a mi me limpiaron y trasladaron a una habitación, Black estaba muy contento, no había maldad o algo de villanía en él, simplemente estaba muy feliz y no dejaba de decir que si era su bebé, nuestro bebé, me pusieron un suero e inyectaron algunas inyecciones, no tardaron en traerme a mi bebé, mi familia estaba muy alegre y con algunas ojeras de cansancio, si, el parto duró horas, nada como de las películas.

—No les digas que eres el papá biológico. —Parecía avergonzado al recordar como fue pero terminó por aceptar mi condición.

Esperé a Goku, comenzaba a preocuparme por su desaparición, este es nuestro momento, ¿dónde estará?

Mi bebé lloriqueo y le di toda mi atención cuando liberé uno de mis senos y le di de chupar— Comes como si no hubiera un fin, peppa pig. —le murmuro, sigue rosadito, la sonrisa me acompaña y no puedo decir nada que no sea que amo a esta pequeña personita, es hermoso.

Y cuando abre sus ojitos, enarcó una de mis cejas; son verdes con aquel gris que le acompañan a los recién nacidos, Black tiene ojos grises, yo oscuro, su familia tienen los mismos colores de ojos y la mía igual.

Es extraño, tiene pocos cabellos delgados, de un chocolate claro, o quizás rubio, no lo sé, pero luego me dedicaré a sus rasgos, porque de todas maneras es mi hijo.

—¡Alguien que me diga donde esta mi hijo y mi esposa! ¡su nombre es Milk! ¡alguien por favor me diga donde se encuentran! —Veo la puerta que Goku pasa corriendo, me rio por lo rápido que se va corriendo por el otro lado del pasillo escuchándose su voz, el guardia de seguridad cruza y mi madre va a dónde él.

—Papi ha llegado, tarde, pero ha llegado. —le susurro, hace puñitos con sus manitas aun succionando mi pezón, es incómodo pero creo que podría acostumbrarme.

—Milk, disculpame, me persiguieron unos policías por cruzar semáforo rojo, se me acabó la gasolina en medio de la calle, me pusieron una multa muy elevada y me equivoqué de hospital muchas veces. —y para creerle no hace falta facturas o fotos, porque parece sin aire, esta muy sudado y con falta de hidratación, se detiene a mi lado y sus ojos se posan en el pequeño que come como si el fin se acercara— Parece una papa rosada.

Mi familia evita reírse, suelto un suspiro viéndolo— Es peppa pig, no te preocupes, estás aquí, vivo, es lo que importa. —Mi bebé deja mi pezón y se agita pareciendo querer llorar, llevo mi pezón a su boca y vuelve a succionar— No lo sueltes si estarás de llorón. —beso su cabecita y cierro mis ojos.

—¿Natural o cesaría?

—Natural.

—Auchs, tienes mucha resistencia, mi novia es muy fuerte. —Siento su agarre en mi mano.

—Aqui llegó la tía. —Bulma hace su presencia con globos y una bolsa, ya se lo que trae ahí— Los chicos pueden salir, esto es un caso de chicas. —prácticamente echa a los hombres, y de muy mala gana a Black, Goku se opone a salirse pero le encargo a nuestro bebé que dejó de chupar para solo mirar arriba y apretar sus manitas y removerse como gusano, lo carga con nervios y suelto un jadeo de susto cuando Bulma se lo arrebata y se le formula lágrimas en sus ojos volviendo a entregárselo— tiene buena genéticas. —Concuerdo.

Mi madre y Bulma me ayudan a ponerme una toalla femenina, mi amiga peina un poco mi pelo y me dice que luzco hermosa, le agradezco y ellos vuelven a ingresar.

—Es mi imaginación o el bebé tiene ojos verdes, ¿sospechoso, no Milk?

—Yo sé con quién se me jodió el condón, Bulma.

Se encoje de hombros— Yo solo opiné. —dice, sonrío cuando me traen de nuevo a mi bebé, porque Goku se veía lo suficientemente asustado y nervioso cargándolo, sé que lo hará bien y confianza dentro de poco tiempo.

....

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