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Nada

¿Qué harías  si de un momento a otro lo pierdes todo?

Aquel hombre que lo pierde todo, se queda en un silencio tenue de una lucha solitaria, ahogándose en un mar de dolor que muchas veces no es expresado. Siendo incapaces de pedir ayuda por ser vistos como débiles.

Se envuelven en una armadura qué muchos llamamos "Masculinidad"

Muchos hombres creemos que llorar es un símbolo de debilidad. Sin embargo, lo que hacemos es negar nuestra propia humanidad.

Nos perdemos en oscuridad, muchos nos convencemos de que derramar una mínima lagrima es un acto vergonzoso. Ignorando que en aquella vulnerabilidad están los fragmentos rotos de la sanación.

"Puedo solo" Son solo dos palabras vacías.

(...)

El amanecer había llegado, y con ello un nuevo día.

Pero a diferencia de otras historias, aquí no hay nada. Solo soledad y un silencio bastante peculiar. .

Una adolescente de 18 años abría los ojos lentamente, notando como a su alrededor no había nadie lo cual la angustio un poco.

— Tal vez volvió a salir — Se dijo así misma, mientras se tallaba los ojos y observaba a su alredor.

Estaba en una casa rodante, qué no parecía estar en las mejores condiciones pero era mejor que estar afuera. Eso era un hecho.

La chica simplemente tomo un cuchillo que estaba en una mesita, y salió del vehículo para observar a su alrededor.

Estaba haciendo bastante frío, y no parecía haber nadie más a la distancia.

Noto que una fogata estaba encendida a unos cuantos centímetros, pero en ella no había nada.

Ella se sentó en un tronco y se dispuso a pensar un poco. No había muchos momentos en los que se pudiese reflexionar tan a gusto y menos en la situación en la que estaba.

Al pasar de algunos minutos, un chico de su misma edad se sentó delante de ella y empezó a afilar un hacha qué traía con él.

— Veo que saliste antes del amanecer de nuevo — Dio su observación.

— Dudo que quieras hacerlo tu —Respondió, vacilante.

La chica se sintió un poco triste, pues él había estado comportándose así desde hace bastante tiempo, cuando todo comenzó.

— Pero... Es peligroso que vayas solo — La chica trató de entablar una conversación — Puedo serte de ayuda —

— Miku, no pienso discutir más esto contigo —

— Esta bien, Fuutarou — Se rindió — ¿No encontraste algo interesante? —

— Solo algunos de ellos, nada más —

Y esa fue la única conversación que tuvieron durante horas, ya que luego de que Fuutarou afilara el hacha encendió el vehículo y se fueron de allí.

El mundo había padecido por una extraña pandemia que degeneraba el cuerpo y su organismo, ocasionando una muerte rápida, sin embargo esto solo era el principio, ya que minutos después de morir la gente que parece el virus regresa, pero no como era antes.

Se dice que su cerebro de alguna forma mantiene vivo el cuerpo, pero con una sola necesidad... Alimentarse.

Fuutarou y Miku escaparon del caos que había en la ciudad, adentrandose en zonas de campo, que aunque si bien estaban plagadas por "Ellos" era mucho mejor que la ciudad.

Aunque ambos, no conversaban mucho. Puesto a que Fuutarou parecía estar molesto con la propia presencia de Miku allí.

Aunque no hayan tenido problemas, algo cambió después de que sucedieran varias cosas.

A mitad del camino, pararon en una gasolinera para reponer el tanque. Ambos salieron aunque Fuutarou totalmente enfocado fue directo al grano e intentar sacar la  gasolina de los tanques.

Miku decidió investigar adentro para ver si había algo de comida, ya que no habían comido nada desde hace dos días.

Estaba deprimida, no por el hecho de lo que estaba pasando con el mundo, si no que, a pesar de estar acompañada de sentía sola, como un estorbo.

Al entrar a el establecimiento escucho  varios quejidos. Por lo cual se puso en alerta y se puso en guardia.

En el mostrador estaba una de esas cosas, pero parecía no poder moverse por alguna razón.

Al acercarse noto que el cuerpo de esa cosa estaba atravesado por un machete oxidado qué estaba pegado a la pared.

Ella se sintió algo asqueada por el olor que desprendia lo que solía ser ese hombre.

— Lo siento — Ella tomo el cuchillo y lo apuñaló en la cabeza, acabando con la vida de eso — Lamento ser yo... —

Al tener todo despejado, noto que la mayoría del lugar estaba saqueado. Lo cual no era raro ya que varias personas huyeron de las ciudades cuando todo comenzó.

Pero para su suerte, encontró algunas bolsas de pan, tomates y carne enlatada.

— ¿Se puede saber que estas haciendo? — Fuutarou se apareció detrás de ella, sacándole un susto.

— ¡No hagas eso! — Miku se sobresalto —  Por un momento pensé que... —

— Ahorratelo —  Él la interrumpió.

— Solo buscaba comida, y tuve suerte — La chica, con felicidad le muestra lo que encontró — Podemos comer —

El chico simplemente la vio a los ojos unos segundos y luego se retiro.

Ella lo siguió, entró a él vehículo que en cuestión de segundos arrancó afuera de la gasolinera.

Noto como en la parte trasera habían varias garrafas de gasolina, parece que Fuutarou tuvo suerte.

(...)

Tras algunos kilómetros, encontraron una pequeña finca que parecía estar en buenas condiciones. Lo suficiente para tomar un descanso y realizar algún plan.

Eso tenía pensado Miku, sin embargo saber lo que pensaba Fuutarou era otra cosa.

Él había cambiado mucho.

Fuutarou había limpiado el lugar, no habían infectados pero tampoco animales.

Decidieron no descargar nada, y pasar ahí el resto del día para partir el próximo.

La chica, entre sus pensamientos pensó que quizás Fuutarou estaba así por el hambre, así que con lo que encontró intento prepararle algunos sandwiches para que compartieran.

Tenían algo de agua, así que con eso podrían refrescarse.

Lo único que debía calentar o asar era la carne, y lo hizo con una fogata.

Había aprendido mucho en el tiempo que ha pasado fuera de la ciudad.

— H-Hice e-e..esto — Miku ofreció los sandwiches muy nerviosa — P-Por favor... Come —

El chico acepto, y comió junto a ella pero en silencio.

Así solía ser siempre, esto solo provocaba más tristeza en Miku.

¿Por qué no le habla? ¿Por qué se comportaba de esa forma con ella?

Estaba deprimida, y eso era evidente cuando poco a poco dejaba de sonreír.

Pasaron días, no se fueron de la finca, permaneieron allí ya que Fuutarou no tenía intención de irse, todos los días daba una vuelta al perímetro y volvía para sentarse en una silla.

Miku a cambio, encontró una pequeña despensa qué los ha estado alimentando, parecía que ella era la única que quería vivir.

— (Me siento tan inútil... No puedo ayudarlo) — Pensó Miku, quien cada vez se sentía peor por sentirse ignorada y hasta despreciada — (Parece que le estorbo... Quizás debería irme y dejarlo en paz) —

Sollozo en silencio, evitando ser escuchada por Fuutarou qué hacía vigilancia.

Parecía pensar, que ella de alguna forma le molestaba a Fuutarou. Se sentía como una carga, y ella no quería darle problemas.

Decidió irse.

Tomó una bolsa de pan y una pequeña mochila, escabullendose en silencio para salir poco a poco de la finca.

Al estar fuera del alcance de Fuutarou, corrió... Simplemente corrió mientras las lágrimas bajaban lentamente de su hermoso rostro.

No quería irse, quería estar con él pero... Si solo era un estorbo, Fuutarou estaría mejor sin ella.

— ¡Miku, espera! — Fuutarou grito, corriendo detrás de ella.

Ella lo ignoro y quiso seguir, pero por su baja resistencia terminó bajando el ritmo, lo que provocó que fuera alcanzada y sujetada por el chico.

— ¡S-Suéltame! — Intento librarse Miku, evitando ver a Fuutarou al rostro.

— ¡¿Por qué te vas de esa manera?! ¡¿Sabes lo peligroso que es?! — Fuutarou la regaño.

— ¡N-No te importa lo que me pase! —

— ¡Claro que me importa! — Fuutarou inesperadamente la abrazo — ¡Eres todo lo que me queda! —

La chica se sorprendió, y empezó a sollozar mientras era consolada por su amigo.

(...)

Ambos volvieron, pero nuevamente el silencio estaba apoderado del lugar.

Fuutarou esta vez tenía una expresión de tristeza en su rostro. Esto era nuevo para Miku ya que nunca lo había visto así.

Pero de alguna forma, se sentía tranquila al ver que por fin su rostro expresaba algo, pero no lo que deseaba.

— Te prometo que conseguiré más cosas, que no volverás a pasar hambre pero... No me dejes solo, te seré más útil— Fuutarou pidió.

Esto tomo por sorpresa a Miku, ya que ella afirmaba que era la inútil en todo esto.

— Fuutarou, haz hecho mucho por mi pero... — Miku tomo un poco de determinación y le hablo — Pienso que me odias y que soy un estorbo para ti —

— No es eso, es sólo que.... —

— ¿Solo que? —

— Nada —

— Fuutarou, estoy harta... — Miku empezó a sollozar nuevamente — Y-Yo s-se que el mundo se fue a la mierda... S-Se que hemos perdido mucho pero ¡Siento como si me odiaras! ¡Cómo si yo...! —

— No es eso Miku, creeme que lo que menos quiero es perderte — Fuutarou respondió afligido por las palabras de Miku —  No quise hacerte sentir así, solo quiero protegerte —

— ¡Deja de darme excusas! Yo puedo protegerme así misma, no me trates como si fuera una tonta carga —

— ¡Solo no quiero perderte como perdí a Yotsuba y a las demás! — Fuutarou grito — ¡¿Es tanto pedir eso?! Fui débil ¡¿y que paso?! —

— ¡Que nos separaramos no fue tú culpa! — Miku grito — ¡No podíamos hacer nada para evitarlo! —

Cuando todo comenzó, un accidente sucedió. Algo explotó.

Eso los separó, Fuutarou y Miku sobrevivieron de milagro pero parece que sus familias no corrieron con la misma suerte.

Y Fuutarou se culpa por no haber prevenido eso, de no haber salvado a su familia, a sus amigas y su novia.

Apenas llevaba dos meses con Yotsuba, y la perdió rápidamente.

—Solo no quiero perder a nadie más, no quería mostrarme débil —

— Fuutarou. Puedes confiar en mi — Miku lo tomo de las manos — No soy Yotsuba, pero puedes desahogarte, yo también me preocupo por ti y.... Te quiero —

Fuutarou se quebró y lloro, siendo apoyado por la castaña quien también no pudo evitar derramar algunas lágrimas. Puesto a que, este recuerdo era doloroso para ambos.

— Llorar no te hace débil, te hace humano — Miku se separó de él — Y lo que más siempre me gustó de ti, es que nunca te reservabas nada —

— Miku, eso no está bien... Yo, salía con tu hermana —

— Eso lo se perfectamente, pero solo quería decírtelo — Miku sonrió apenada — Se que nunca tuve una oportunidad contra ella, además respeto que tu.. Ya sabes, la sigas queriendo —

—  Siempre las quise a todas, pero solo podía elegir a una — Fuutarou respondió.

— Respeto eso... Me basta con que dejes de portarte como si me odiaras  — Miku se cubrió el rostro — Eso duele —

—  (No pensé como te sentías y te lastime... Pensar que en aquel entonces, les había dicho a las cinco que me gustaban...) — Pensó para si mismo — (Ella siempre ha sido así, pero a recogido carácter y debo de decir que... Me gusta este lado de ella, aunque también extraño como solía ser antes) —

— ¿P-Podrias dejar de verme? Es vergonzoso —

— (Siempre ha sido muy tímida, me preocupaba bastante por ella como lo hice con Yotsuba antes, cielos... Nunca podré superar esto) — Fuutarou se acerco lentamente al rostro de Miku.

Miku quedo en shock, hasta que Fuutarou por inercia la beso.

Ella correspondió al inicio pero luego lo apartó.

— Fuutarou, no.... — Miku se apartó, y oculto nuevamente su rostro — No está bien, yo no te gustó... —

— Miku... —

— Y-Yo... Se que no te gustó de esa manera, te estas dejando llevar por el momento — Miku dijo — Yo quiero pero... No, no de esta manera —

— Miku... Siempre haz sido especial para mi, quizás no pude expresarlo correctamente antes porque yo... Amaba a Yotsuba, pero, pensando en todo lo que nos ha pasado, el como intentabas cada vez más animarme y a veces hasta me dabas de tu comida, mierda... Simplemente no puedo dejarte ir —

— ¿Qué quieres decir? —

— Miku, probablemente solo seamos tu y yo, pero no es por eso. Realmente me gustas, es decir... No como con Yotsuba, es diferente, me gustas ahora. Me gusta lo que veo, me gusta que simplemente seas tu... —

— No, debes estar confundido —

— Con Yotsuba era diferente, pero tu... Eres tu, por eso me gustas — Fuutarou se sincero un poco — Siempre ha sido así, con tus hermanas o contigo, pero ahora que estamos los dos puedo ser sinceri. Me gustas tanto que estoy diespuesto a asumir las consecuencias, desde que estamos solos haces que mi mundo sea más hermoso y que por momentos k8w problemas desaparezcan. Quiero verte feliz, porque cuando sonríes me inspiras calma... Simplemente me gustas, así que... ¿Tu te sientes igual? —

— Y-Ya sabes la respuesta — Miku sonrojada lo vio a los ojos — P-Pero no me convences, necesitas más que palabras para demostrarlo —

Y hecho y dicho, así fue.

Todo empezó con un beso, y terminó con los gemidos de Miku haciendo eco por todo el lugar. Ya que en ese entonces ambos se habían vuelto uno.

La adversidad los volvió cercanos, y en medio de todo este caos ambos encontrarían el camino.

A la mañana, solo se observaban con una sonrisa, Miku se cubría con una pequeña sabana su cuerpo desnudo, y Fuutarou igual.

— Te amo —
Miku fue la primera en hablar.

— Y yo a ti, ahora solo somos tu y yo contra este apestoso mundo —

— Mientras seas tu, este mundo tiene algo de luz —

(...)

— ¿Aun piensas en eso Yotsuba? —Nino se acerco a ella.

— Tengo un ligero presentimiento, eso es todo — Respondió, mientras veía con sus binoculares a la lejania una gran orda — Esperemos lo mejor —

Nota del autor.

Nada que agregar.

Oneshot a medias peroooo.

Pronto se viene uno bonito con Miku, esperenlo!!!

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