Errores cualquiera comete, pero el verdadero problema es lidiar con las consecuencias de nuestros actos.

La imprudencia siempre será parte de la juventud, ya que al ser joven e inexperto siempre se vendrán cometiendo varios errores, y no es que sea necesariamente malo ya que es parte de crecer.

El aprender a lidiar con ellos y seguir adelante es el primer paso a la madurez, es cierto que muchas veces es complicado y más cuando cometes un error grandísimo siendo un adolescente.

El embarazo en la adolescencia hoy en día es algo común, y aunque suene mal lo que diré llega a arruinar el futuro de los padres ya que cargar con esa responsabilidad es algo serio y que no se tiene que llevar a la ligera.

Al no cuidarse y dejarse llevar por el momento y la imprudencia trae consecuencias fuertes que a la vez son un problema tanto para al afectado como para su familia.

Nos situamos con uno de nuestros protagonistas que se encontraba sentado en un banco de un parque con una mirada muerta. A su costado se encontraban muchas cuentas sin pagar además de algunas listas con cosas para el hogar.

Fuutarou —  (Cada vez hay más cosas que pagar aparte de que necesito comprar pañales, biberones y algunas cosas que les piden en la universidad a las chicas) — Pensó un poco abrumado, inmediatamente saco una caja de cigarrillos de su bolsillo para sacar uno, encenderlo e introducirlo en su boca para empezar a fumar — (Maldita sea...Esos trabajos que tengo no me servirán de nada, tuve que dejar la universidad para ganar un extra de dinero pero realmente no ayuda demasiado... Supongo que tendré que ver cómo me las arreglo y dejar de estresarme para no tener que fumar más) —

Era cierto, tuvo que dejar la universidad para dedicarse a trabajar y tener un sustento en su hogar además de apoyar en lo posible los estudios de las Nakano justo como se lo había prometido a una de ellas y como método para aligerar el estrés empezó a fumar.

Pero no era sencillo para el, siempre salía temprano de su hogar y regresaba muy tarde por lo cual no tenía demasiado tiempo para dialogar con las chicas a excepción de algunos domingos, y digo algunos porque no siempre descansa.

El hacerse cargo de un hogar y una familia no es tarea sencilla.

Después de tranquilizarse un rato por los efectos del cigarro decidió recoger todo y guardarlo en una pequeña maleta para dirigirse hacia un minimercado y hacer algunas compras.

Primero paso por las estanterías dónde podía encontrar cosas para bebes e inmediatamente tomo cinco paquetes de pañales, unos biberones y toallitas.

Luego fue por algunos suministros para que pudieran sobrevivir a la semana que siempre era complicada. Pero por suerte a su familia no le faltaba el alimento.

Al terminar de acumular algunos víveres se dirigió a la caja registradora para poder pagar todo.

Cajera — Serían 15.000 yenes joven — Cobro la encargada de la caja — ¿Pagará con tarjeta o efectivo? —

Fuutarou — (Mierda... Al parecer no almorzare de nueva cuenta mañana) — Pensó y saco un extra de sus bolsillos, que sería el dinero con el que costearía su almuerzo mañana — En efectivo, tome —

Cajera — ¿Se lo empacó en unas bolsas? —

Fuutarou — Si, por favor —

Muchas veces no almorzaba, ya que tenía que costear varias cosas para el hogar y lo que ganaba en el trabajo nunca era suficiente.

Después de recibir sus compras se retiró del minimercado y se dirigió a su hogar, que era una casa relativamente normal si ignoramos el hecho de que necesita mantenimiento en el techo y otras partes.

Tomo la llave y abrió la puerta para ingresar a su hogar e inmediatamente capto una bebé gateando por el lugar.

Fuutarou — ¿Mai? — Pronunció el nombre de la bebé que lo volteo a ver — ¿Qué haces despierta a estas horas? —

Mai — ¡P-Pa...baba! — Balbuceo mientras gateaba hacia su padre — ¡Dapa! ¡Dapa! —

Nino —  Mai te he dicho que no gatees por aquí — Cargo a la bebé que ahora estiraba sus brazitos en dirección a Fuutarou — Fuu-kun por fin llegas, al parecer Mai se me adelantó en recibirte —

Fuutarou —  Hola Nino — La saludo — ¿Por qué Mai no está en su cuna? —

Nino — No ha querido dormir — Respondió — Y creo saber el porqué -

Fuutarou —  Déjame cargarla — Dejo las compras en el piso — Seguramente quería ver a su padre —

Nino — Si, últimamente no te ve mucho — Le dió la pequeña a Fuutarou e inmediatamente ella empezó a sonreír — ¿Lo vez? —

Mai — ¡Dapa, dapa! — Exclamaba la infante con alegría — ¡Dapa! —

Fuutarou — Lo siento pequeña, pero papá ha estado ocupado — Empezó a mecer a Mai — ¿Cuando dirás bien "Papá"? —

Nino —  Dale su tiempo — Recogió  las compras — Aún es muy pequeña —

Fuutarou — Lo sé, pero me emociona la idea — Sonrió — Iré a dejarla en su cuna —

Nino solo le sonrió en respuesta y se apartó con las compras hacia la cocina. Fuutarou fue a la habitación de su pequeña donde había una cuna un poco más grande de lo habitual y en ella residían otras cuatro bebés.

Mai empezó a bostezar y finalmente se durmió, ocasionando que Fuutarou sonriera de forma tranquila y la acurrucara junto al resto.

Fuutarou —  (Estás son mis cinco pequeñas y mis motores para seguir adelante) — Sonrió, un poco más tranquilo al ver a sus hijas — (Desearía tener más tiempo para estar con ellas) —

En silencio se retiró de la habitación y la cerro, para dirigirse a la cocina donde estaba Nino acomodando las compras.

Fuutarou — ¿Te fue bien en la escuela de cocina? — Pregunto y tomo asiento en una pequeña silla — Miku me había contado que tuviste problemas con un tipo —

Nino —  Si, estaba intentando cortejarme el imbécil — Respondió un poco irritada al recordarlo — Pero ya lo deje en su lugar, ya tengo un novio y una hermosa hija —

Fuutarou — Me alegra escuchar eso —

Nino — Por cierto, Itsuki me ha preguntado mucho por ti — Se volteo y se cruzó de brazos — Prácticamente no te ha visto desde hace una semana -—

Fuutarou — Lo sé...— Se deprimió un poco —  Siempre salgo más temprano que ustedes, y las que más veo en las mañanas es a ti y a Miku —

Nino — Todas de echamos de menos —

Fuutarou — Lo sé...—

Nino — Mira, se que has tenido problemas con tu trabajo y te han extendido los horarios — Se sentó en sus piernas y lo abrazo — Pero no puedes dejarte consumir por eso, nosotras y las niñas te extrañamos —

Fuutarou —  (Ella no sabe que tengo demasiados trabajos para costear el alquiler de la casa y pagar las facturas... Además de la universidad de Itsuki y Yotsuba aún no termino de pagar la colegiatura de Nino y Miku en la escuela de cocina ) — Pensó y apartó la mirada — Yo... Prometo que el domingo podré estar con ustedes —

Nino — ¿Lo prometes? —

Fuutarou — ... Lo prometo —

Nino — Bien, así me gusta — Le beso la mejilla — Te aseguro que será un buen día —

Fuutarou — Cada día con ustedes es maravilloso, no lo duden —

Ichika —  Veo que andan coqueteando mucho, no es justo Fuutarou-kun — Ichika apareció en escena dando un pequeño y adorable bostezo — ¿No hay coqueteos para Onee-San? —

Nino — Iré a calentar tu cena — Se levantó sonriente — Vayan a la sala —

Fuutarou fue a la sala junto a Ichika para sentarse en un pequeño sofá junto a ella, quien parecía fingir cierta molestia por ver a Nino coqueteandole a Fuutarou en la cocina.

Ichika —  Que injusto eres Fuutarou-kun — Hizo una expresión de molestia — Te dije que me despertarás siempre cuando llegarás —

Fuutarou —  Lo siento, pero se que tú trabajo últimamente ha sido más pesado y no quiero molestarte, además te vez linda durmiendo —

Ichika — ¿Acaso lo dices porque lo hago desnuda? — Sonrió y dijo en un tono burlesco — ¡Kyaaa! Eres un pervertido, pero eso que me dices no me molesta Fuutarou-kun. A veces solo quiero recibirte con un abrazo o un beso —

Fuutarou — Eso me haría feliz, yo también merezco ser consentido ¿Sabes? —

Ichika —  Por eso debes despertarme siempre cuando llegues. Así podré consentirte a las espaldas de Nino — Se levantó del pequeño sofá — Kaede-chan te hecha mucho de menos, así que espero que cumplas con lo que le dijiste a Nino —

Fuutarou — Me esforzaré, te lo prometo —

Ichika — Bien, así me gusta tesoro — Le beso la mejilla — Volveré a la cama, te estaré esperando —

Ichika se retiró y a la vez Nino llegaba con la cena de Fuutarou, pero había un plato extra que al parecer era el de ella.

Nino — No cene con las demás porque quería esperarte — Le pasó su cena y se sentó junto a el —
— ¡Buen provecho! —

Fuutarou — Gracias, buen provecho —

Nino — Por cierto ¿Cómo vas con las cuentas de la casa? —

Fuutarou — ... Todo está bien, no te preocupes —

Nino — Sabes que si se te complica podemos trabajar medio tiempo para ayudar — Le sugirió en un tono  preocupado — Nunca me convenció del todo que te encargues por ti solo del hogar —

Fuutarou — Está bien, no es nada — Fingió una sonrisa — (Usualmente tenemos estas charlas y siempre les miento, a decir verdad estoy atrasado con el alquiler y los pagos de sus universidades) —

Nino — ¿Estás seguro? —

Fuutarou — Si, tu tranquila —

Después de eso Fuutarou cambio el tema por otras cosas triviales, y después de un rato de acabar la cena y lavar los trastes decidió irse a dormir.

Al llegar a su cuarto diviso la imagen de un armario y varios futones en el piso unidos entre si formando uno gigante.

Nino se recostó a un lado cerca de Ichika y Fuutarou en medio de ambas, por el resto del lugar estaban esparcidas Itsuki, Miku y Yotsuba que estaban totalmente dormidas.

Ichika —Sabes Fuutarou-kun, al final la idea de compartir habitación no fue mala — Dijo en voz baja — Así no harás travesuras sin que nos demos cuenta —

Nino —Solo tu piensas en eso Ichika — Se acurrucó en el pecho de Fuutarou — Buenas noches Fuu-kun, te amo —

Ichika — Jejeje, pasa bonita noche tesoro — Le beso la mejilla y también se acurrucó en el — Te amo —

Finalmente después de unos minutos ambas conciliaron el sueño, pero Fuutarou no corrió la misma suerte y quedó despierto pensando en todas las deudas que tenía.

Fuutarou — (Cada vez es más difícil pagar las deudas, el pensar en eso no me deja dormir en las noches) —  Pensó un poco exaltado — (Y además el tener que ocultarlo se hace más difícil, pero es por ellas y su futuro que hago esto. No puedo permitir que las niñas pasen por la misma necesidad que yo pasé) — La mayor fuente de problemas eran sus deudas, además de el exceso de insomnio que lo atormentaba. No dormía por pensar tanto en ello y era su tormenta el día y noche — (Esto no tenía que pasar... ¿Cómo todo pudo acabar tan mal?) —

Nota del autor.

Por fin... He aquí lo que sería la primera parte del "What If?" De responsabilidad al quíntuple, en este universo varias cosas cambiaron pero lo principal es que las Nakano no son tan pendejas y no abandonaron a sus hijas.

Pero varios factores que no fueron mencionados en el fic original cobran consecuencia aquí ¿Cómo y por qué pasó todo esto? ¿Qué cosas cambiaron?

Finalmente aquí la primera parte. ¿Pero por qué en One Shot? Porque depende de ustedes hacerla una historia real.

La historia se encuentra en desarrollo, y depende únicamente de ustedes su salida así que...

¿Qué tal les parece la idea? ¿Acaso merece una historia o Nelson?

¡Recuerden darme su opinión del OneShot!

No olviden votar para una actualización más rápida de estos divertidos relatos y sin más que decir les doy un abrazo psicológico y nos vemos en próximas actualizaciones.

¡Bye bye!