Advertencia: Este One shot solo tiene contenido adulto. Así que para las personas que no toleran el lemon, es mejor no leer para evitar traumas y/o pérdidas de infancia. No me hago responsable si no llegan a obedecer este aviso y terminan traumados.
Otra cosa, esta es la primera vez que escribo este tipo de contenido, así que no creo que sea el tipo de lemon que ustedes esperan... No sé, depende de que tan mente perver tengan cada uno de ustedes. :v

Como cada noche, llega el dueño de la enorme casa después de un largo día en su trabajo.

Un hombre de 27 años, dueño del estudio de grabaciones más famoso de Canterlot. Algo que siempre quiso tener y ahora, que al fin pudo lograr su sueño, se siente el hombre más miserable del mundo. Tiene su propia empresa, dinero de sobre, su propia casa, sirvientes que están a su disposición y sobre todo una esposa. Una esposa el cual creyó amar, aquella mujer que dibujo un futuro brillante, pero lo único que le ha traído es frustración y desesperación.

Tiene todo lo que al hombre le da felicidad; obvio, nos referimos a lo material. Porque en sí, Flash Sentry es un hombre pobre de amor y soledad de sobra. Ahí es donde vemos el típico caso donde muestra que el dinero no te da toda la felicidad.

Como dije al principio, llega a su hogar, si es que se lo debería llamar así. Su esposa no lo recibe, ya se le había hecho costumbre no verla en la puerta de la casa con una enorme sonrisa de bienvenida, ya ni recuerda cual fue el último día que su esposa hacía eso.

La primera sirvienta que aparece es quien le ayuda con su saco y maletín.

-¿Donde está Sunset? -Pregunta secamente.

-La Sra. Sentry ya está en su habitación durmiendo. -Responde ella sumisa.

Flash no era el tipo de jefe arrogante y sobreexplotador, pero él siempre exigía respeto ante todo. Suficiente con tolerar los constantes insultos que su esposa le grita cada día.

-Bien. -Asintió. -Estaré en mi estudio, no quiero que nadie me moleste. No estoy con ánimos de escuchar a alguien, y me refiero a Sunset si llega a despertar, ¿entendido?

-Sí, Sr. Sentry.

El ojiazul iba a seguir su camino, pero algo que le vino a la mente de inmediato, lo detuvo.

-Manda a Sparkle a que lleve una botella de vino a mi estudio. -Le exigió.

-De inmediato. -La sirvienta corrió hacia la cocina, donde de seguro, Sparkle se encuentra en estos momentos.

Flash se dirigió a su estudio, se sentó en su silla detrás del escritorio para luego servirse una copa de vino y finalmente relajarse.

-La necesito. -Pensó mientras le daba un pequeño sorbo a su copa.

La botella de vino era sólo una excusa, lo único que quería era ver a Twilight Sparkle en su estudio.

La puerta es tocada, al cabo de unos segundos. Una chica de 22 años, alta, ojos violeta y cabello azul oscuro entra por aquella puerta con la botella de vino en sus manos.

-Aquí le traigo el vino, señor. -Dijo la chica con voz suave y baja mientras dejaba la botella sobre su escritorio.

El jefe se la quedó mirando por un largo rato mientras admiraba cada detalle de su delgado cuerpo. Su uniforme ayudaba a que algunas partes del cuerpo se apreciaran a simple vista.

Flash Sentry sólo quería tocar y saborear cada minúscula parte de su cuerpo, pues a él le daba placer y lujuria con tan sólo el hecho de admirar lo que tanto él desea.

Él se para de su asiento. La chica, nerviosa, baja de inmediato su mirada. Ya se lo esperaba, sabía que la botella de vino solo era una excusa.

Llega a estar al frente de ella; con su mano, alza lentamente su mirada. Le muestra una pequeña sonrisa.

-Me vuelves loco. -Acerca su rostro con la intensión de unir sus labios con los de ella. Labios que él ama saborear y que nunca se cansa de tocarlos.

Twilight, solo se deja besar mientras las manos de su jefe recorren todo su cuerpo... No es la primera vez que sucede eso. La verdad es que cada vez que Flash Sentry se siente más miserable de lo que ya es, busca a Twilight para sentir placer.

El beso aumenta su intensidad. La chica, ya excitada, le corresponde de inmediato. Por más que Twilight quiere mostrarse fuerte ante él, siempre cae rendida pidiendo entre gemidos que esto continúe, algo que excita a Flash y lo ínsita a que esto se lleve a cabo.

Sus lenguas jugaban, las manos de Sparkle agarraban con fuerza el cabello de su jefe. Sentry acariciaba los muslos de la empleada. La respiración cada vez se les dificultaba.

Flash la cargó hasta llevarla a su escritorio, ahí la acostó. Varias cosas cayeron, pero eso no los detenía.

Después de largos minutos de no separar sus labios, él se detuvo sin despegar su vista de ella mientras respiraba agitadamente, apenas retrocedió unos pocos pasos. Ella quedó en la misma posición sin dejar de observar a su jefe que tanto la vuelve loca... Twilight se incorpora para finalmente quedar sentada. Su mirada pedía a gritos que él siguiera con lo suyo, odiaba cuando él le hacia eso. Dejarla con las ganas, y Flash, sabiendo eso, lo hacia a propósito. Pues él ama cuándo ella lo desea con intensidad, al menos en ese momento se siente amado por alguien.

La sirvienta, ya harta de la espera, agarra su camisa atrayéndolo hacia ella.

-Tranquila. -Ríe con lujuria. Ella hace lo mismo.

Twilight es una chica el cual se muestra ante todos calmada y muy tranquila. Pero cuando el Sr. Sentry la busca para tener sexo, provoca que el lado erótico de ella salga a la luz.

Flash empieza a desabrochar lentamente la camisa que ella llevaba puesta dejando al descubierto la única prenda que cubría sus pechos, el brasier. Los apasionados besos no cesaban. Twilight, a diferencia de él, desabrochaba con desesperación la prenda que cubría el formado torso de Flash. Amaba sentir aquel cuerpo escultural. Desde aquella vez que su jefe le quitó la virginidad, se sintió completamente atraída hacia aquel cuerpo que ella ve perfecto.

Sentry lleva sus manos hacia la espalda de ella hasta que finalmente llega a su objetivo, desabrocha el brasier, las tiras de éste caen lentamente por los brazos de Twilight dejando a la completa disposición de que Flash empezará a jugar con sus pechos. Una de sus manos apretaba con fuerza haciendo que Twilight sintiera más placer que dolor, sus gemidos era lo que más se escuchaba en aquel cuarto oscuro.

Los apasionados besos de Sentry viajaron por su cuello, Twilight no desaprovechó el momento de quitarle el pantalón que llevaba puesto. Ella poco a poco fue cayendo hacia atrás hasta que volvió terminar acostada, pero esta vez Flash encima de ella.

Aquel cosquilleo que ella tanto disfruta sentir empezó a aparecer cuando sintió los labios de su jefe tocando sus pechos mientras que éste poco a poco le quitaba la poca ropa que a ella le quedaba. Hasta que finalmente ella terminó complemente desnuda.

Flash ya conocía su cuerpo, pero nunca se cansa de observarlo. Aquel cuerpo perfecto que él tanto ama disfrutar y tocar. Su mano viaja hacia aquella parte que le regala excitación.

Respiraba con placer el hecho de que su jefe empezó a acariciar su parte intima. Aquella sensación que la hacia sentir mujer y le hacia liberar la lujuria escondida a través de los fuertes gemidos que soltaba a medida que el ritmo de sus dedos aumentaba con fuerza. La excitación de los dos cruzaron el límite.

Flash ya no esperaba más, la última prenda que lo cubría terminó siendo alejada de su cuerpo. Aquel miembro erecto finalmente entró a la cavidad femenina de Twilight. Lentitud es lo que ella menos quería. Se aferraba al cuerpo de su jefe mientras repetía su nombre en su oído. Flash entendió aquella indirecta, así que sus embestidas empezaron con violencia, eso era lo que ella exigía... Tanto él como ella se movían al ritmo, sus gemidos se escapaban involuntariamente.

El escritorio era pequeño para sus tamaños, pero de algún modo ellos encontraban la forma de estar cómodos. Llegaron al primer orgasmo, Flash rió con un poco de dificultad.

-Eres... mía. -Fue lo que él alcanzó a decir.

-Solo tuya. -Le dijo ella.

Twilight disfrutaba esto, disfrutaba el hecho de que aquel hombre miserable le muestre de lo que en realidad esta hecho... A pesar de que Flash es el único hombre con quien ha estado, ella está segura de que no hay otro que la llene de placer al momento de tener sexo como él. De eso ella está segura.

El acto siguió por más tiempo y fuerza, sus cuerpos sudados y calientes eran lo que más los reconfortaba. El cansancio empezó a aparecer. Y lo que finalmente los terminó deteniendo, fue aquella botella de vino que cayó debido a los constantes movimientos que ellos provocaban en el escritorio.
Flash cayó rendido encima de ella, su cabeza apoyada sobre su hombro. Twilight lo abrazaba mientras sus manos acariciaban su piel sudada. Todas las veces que ellos lo hacían, terminaban como un momento único. Y este no es la excepción.

-Twilight... Perdón por aquella vez. -Murmura su jefe.

Twilight enseguida recuerda aquella noche donde Flash, estando ebrio, la obligó a acostarse con él. Apenas tenía 18 años... ¿La violó? Sí, digamos que sí. Pero lo que ella nunca creyó imaginar, fue terminar disfrutando su primera vez y que nazca en ella el increíble placer que puede provocar el sexo.

Flash no recuerda; pero, al igual que hace unos momentos, aquella primera vez, Twilight pedía a gritos que su jefe la haga solo suya.

Ella agarró su rostro y lo único que hizo fue darle un corto beso para finalmente mostrarle una sonrisa dándole a entender de que todo está bien.

Rencor es lo que ella nunca sintió ni siente hacia aquel hombre que la deja satisfecha después de aquellas noches que lo terminan haciendo con desesperación.

;-; espero que les haya gustado.

Att: danielazaca