–oye Gatito Helado –lo llamó amigablemente la joven de cabellos cortos y ondulados, el minino mencionado volteo a ver a la joven que lo clamaba, la ignoró por completo y volteo para no seguir viéndola, su dueño que se encontraba sentado en la mesa observando, se acercó a ellos

–oh vamos Gatito Helado, tienes que acostumbrarte a ella –logró voltear al minino en vista a ellos, el helado solo quiso seguir descansando en su fría pero confortable nevera, su dueño cerró la máquina, dejando dormir a su mascota

–supongo que nunca me querrá –se sentó en una de las sillas que se encontraban al lado de aquella mesa, Miguel Ángel se sentó a su lado

–ya se acostumbrara, ya lo verás –intenta consolarla mientras le acaricia la mano

–ojalá...

–¡vamos a patinar! –se levantó y jaló a la chica de la manga de su polera

–pero... sabes que yo soy torpe en esa madera con ruedas

–si te caes, te haré cosquillas

–no es un buen trato... –no la escucho y la jalo hacia los caminos de las alcantarillas, entre esos puntos se encontraba sus patinetas, sujeto uno y se lo entrego a la joven, la cual iba tratando de manejar aquel juguete de maderas, entre risas y heridas, por la torpeza de la joven, terminaron la mañana jugando, cuando sonó el teléfono de la chica, ella lo revisó, recordando que tenía clases en la tarde

–¿qué pasa?

–tengo que irme a la academia

–ouh... no te vayas

–sabes que tengo que hacerlo –el rostro del chico cambiar unos gestos tristes– oye no te pongas así –acaricio sus mejillas– ¿qué tal si en la noche vemos unas películas en mi casa?

–¿tus papás no se espantarán al verme?

–están en casa de mi abuela en California, así que no habrán problemas con ellos

–¡vale! –sonrió a lo grande, mostrando aquella encantadora sonrisa colgate- ¿a qué hora?

–a las ocho, ¿te parece?

–a las ocho –la chica le dio un corto beso

–nos vemos –salió corriendo apurada del lugar, el mutante acomodo las patinetas a un lado del camino y regreso a su casa

[...]

–¿porque sonríes tanto? –preguntó su hermano sentándose a su lado, viendo como el menor preparaba un pastel para su chica

–mi novia me invito a ver una película en su casa esta noche –dio un pequeño suspiro mientras Raphael una estupidez cibernética

–¡¿no sabes lo que eso significa?! –lo sacudió un poco haciendo que sus pupilas rodarán y mirarán en diferentes direcciones, el pequeño lo empujo delicadamente

–no, ¿qué significa?

–ella quiere que tengan relaciones –Leo que se encontraba cerca a la nevera tomando un poco de agua escupió de su vaso

–¡¿qué?! –gritó exaltado el de ojos azules

–su novia lo invito a ver películas

–y solo eso es lo que haremos –comentó ruborizado mientras Raphael corrió por un largo minuto hacía su habitación- no creo que ella tenga esos planes

–no lo sé, ten cuidado hermano –Miguel Ángel se cruzó de brazos, mirando a los lados, era incomodo hablar de ese tema para él, y más si era con sus hermanos, Raphael pronto volvió con algo entre manos

–ten por si acaso –le entrego un preservativo, para luego salir riendo junto con Leo de la cocina, él sonrojado lo guardo en su cinturón de cuero y siguió preparando el pastel

[...]

Golpeó la ventana con cierta suavidad, a los tantos minutos lo recibió la chica, llevaba puesto lo que consistía una polera y un short de color rosa pastel, el mutante paso junto con el dulce que había preparado para ella

–¿qué traes en esa caja?

–un pastel de tu sabor favorito –le entrego la caja

–¿en serio? –abrió la caja para después cerrarla y depositar un beso en la mejilla del mutante- muchas gracias! –ambos se sentaron en el sofá, ella encendió el televisor, ambos escogieron la película que iban a ver, la joven se acomodó en el regazo de Miguel Ángel, a lo que él le fue acariciándole el cabello, por la mitad de la película la abrazo de la cintura como acurrucándose, algo que le pareció tierno a su chica, le dio un beso en la nariz, a lo que él la besó en los labios, sus besos siempre resultaban suaves, tiernos, como siguiendo un juego, era típico de la chica revisar el cinturón de Mikey, cuando hallaba su celular, salía corriendo con él para revisar las fotos que había en ella, esta vez sintió algo distinto, una envoltura que ella no había pensado encontrar en él

–¿qu-qué haces tú con esto? –pregunto nerviosa sujetando el preservativo, se sentó en posición normal en el sofá, Miguel Ángel copio el acto

–yo... ahmmm –se sonrojo mucho- pensé que tú querías que tuviéramos...

–¿por qué?

–es que a mí me dijeron que si una chica te invitaba a ver películas era porque quería tener... eso –dijo más sonrojado de lo que estaba, cubriendo su rostro

–¿no sabes nada de eso, no es así?

–no... –dijo en un hilo de voz, se quedaron un largo rato en silencio, o al menos sus voces, pues la televisión aún seguían prendida, las suaves manos de la joven aún permanecían apoyadas en las piernas del contrario, quien iba sintiendo el calor que éstas radiaban, las tomó con gentileza mientras sus labios dibujaban una sonrisa enternecedora, la cual fue correspondida por la joven, rodeó su cuello con sus manos, acariciando por arriba de su caparazón, sus besos volvieron a ser tan suaves

–vayamos arriba –susurro ella jalándolo más a su cuerpo, antes de que él la cargará entre sus brazos, antes de que la llevará a su habitación a perderse entre sus emociones, a perder aquella inocencia.

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nota eternamente importante: denme nombres y/o personajes y tomen agua