🔥Happy birthday, Seb🔥

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(Parte 2 de: Red Bull Era)

Disfruten :)

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Ah, miren eso, el pendejo mayor cumple años hoy! Veo al público repleto de jerseys azules y banderas con el logo de Red Bull agitándose en la multitud, deseándole un feliz cumpleaños.

24 años siendo el pendejo más grande del mundo.

-¿No vas a felicitarme?- dijo al emparejarse a mi lado y caminar conmigo sin despegar su mirada de mí.

-Pensé que solo desbloqueabas nuevas formas de ser un imbécil después de las carreras.- levanté mi muñeca para verla hora en mi reloj.- Faltan un par de horas para eso todavía.

Y ese hubiera sido el momento adecuado para que respondiera algo todavía más grosero e inteligente y comenzar así con nuestra discusión semanal, pero solo sonrió como si realmente le hubiera deseado un feliz cumpleaños.

Desde ese encuentro que tuvimos en el podio hace un par de semanas se porta diferente conmigo. Deja pasar mis comentarios, se limita a rodar los ojos cuando lo insulto, y ya no tiene problema con sentarse a mi lado en las ruedas de prensa. Pero justo por eso dejó de ser divertido. Si los dos lo hacemos es un juego mutuo, si solo lo hago yo simplemente soy una bully sin motivo con él.

Tanto su equipo como el mío se mostraban igual de sorprendidos. Pero no yo, porque es un arrogante de lo peor en busca de cualquier tipo de atención, y yo no voy a dársela.

-La verdad es que esperaría un poquito más de entusiasmo por parte de mi novia.

Ah sí. Eso. Me molesta con esa palabra desde que pasó lo que pasó. Poniendo su mano en mi cintura cuando nadie ve, o deslizando su mano sobre mi muslo cuando finge que se le cae su botella de agua. No me incomoda ni me molesta porque sé que no lo hace en serio y solo lo hace para provocarme.

A pesar de todo, Vettel jamás ha dicho ni un solo comentario respecto a que soy mujer y estoy... bueno... aquí. Me jode como a cualquier otra persona.

-Pues ve a buscarla, porque de mí no vas a obtener nada más.

Me tomó de la cintura y nos llevó hacia uno de los pasillos entre scuderias, pegándome contra la pared, separando mis piernas con su rodilla, ejerciendo la presión perfecta para hacerme jadear en cuanto hizo contacto con mi centro.

-La estoy viendo...- una de sus manos se instaló en mi cintura, acercándome hacia su entrepierna.-... la estoy tocando también.

Qué cabrón. Pero yo también puedo jugar su estúpido juego.

-Oh, ya veo. Seb quiere que lo felicite en su día especial.- su mano contra la pared metálica, manteniéndome aprisionada entre su cuerpo.

-Más que nada, sí.

-Y... ¿quisieras... algo más?.- mis manos bajando la cremallera de su traje, haciéndolo carraspear y mirar a nuestro alrededor. Me pregunto cómo se vería esta escena desde afuera; una chica de Mercedes en traje negro, con las manos metidas en el traje del chico de azul; un Red Bull. Y no cualquiera; el Red Bull. El chico prodigio, el Golden boy, campeón del mundo.

-Todo lo que quieras darme voy a tomarlo con gusto, bonita.

-¿Quieres repetir lo del podio por tu cumpleaños?- deslicé mi mano dentro de su ropa interior hasta tocar su longitud. Me causó gracia la forma en que se sobresaltó cuando hice contacto con él.- ¿Ese quieres que sea tu regalo?

-Ajá...- jadeó con los labios entreabiertos, demasiado concentrado en mi mano subiendo y bajando por su polla.

-Quieres... ¿follarme como aquella vez? ¿Tenerme solo para ti, en un lugar que compartimos cada semana... tan público?

-Sí, sí...

Tiene los ojos cerrados y la cabeza echada hacia atrás en este punto. Su cuerpo se retuerce y suelta gemidos y jadeos. Aumento mi velocidad al sentir su líquido pre seminal escurrir por su punta, y aprovecho para pasar mi pulgar por ella, dibujando círculos mientras lo esparzo por toda su longitud.

Está a punto de llegar, ridículamente cerca, a solo segundos.

-Bien, creo que puedes seguir desde aquí.- saqué mi mano de su traje y lo empujé lo suficiente para hacerlo retroceder un par de pasos.

Su cara de confusión se transformó en uno de ira. Bien, aquí vamos de nuevo, las cosas volviendo a la normalidad, las piezas cayendo en su lugar. Aquí vienen los insultos correspondidos y contratos para no estar en el mismo lugar al mismo tiempo.

-Termina lo que empezaste.

-Todo esto lo empezaste tú. Sé que eres un pendejo, Vettel, pero confío en que esto sí lo vas a poder hacer bien.

Me disponía a irme, dejándolo excitado y con la mente en cualquier lado antes de la carrera, pero me toma del brazo y me hace regresar a donde estaba.

-Eso fue maleducado, pero voy a dejarlo pasar. Te propongo una apuesta.

¿Va a dejarlo pasar? ¿Por qué?

-¿Una apuesta?

Asintió. Sus ojos brillan como árbol de navidad. ¿Qué tiene en mente?

-Ajá.

-Contigo jamás.

-Sí, sí, tienes razón. Fue estúpido de mi parte... creer que tenías las agallas para aceptar algo como esto, sobretodo si es conmigo.

-¿Disculpa?

-Tienes miedo, está bien. O sea, si lo tienes en cada carrera es normal que lo sientas aquí también. No pasa nada.- acomodó un mechón de mi cabello detrás de mi oreja.

Alison, sabes lo que está haciendo. Te está molestando, es todo, no caigas en algo tan infantil y estúpido como eso.

-Yo no le tengo miedo a nada.

-A esto claramente sí.

-Eres un arrogante de lo puto peor. ¿Cuál es la apuesta?

Sonrió de lado. Me tiene donde me quiere. Caí en su juego y es muy tarde para retractarme ahora.

-El que pierda va a hacer lo que el otro pida.

-Estás loco.

-Aun no sé cómo es que Mercedes te dio un contrato si le tienes tanto miedo a todo, por dios.

-Conociéndote, vas a pedirme que me tire de un puente.

-¿Por qué le pediría a mi novia semejante cosa?.- acarició mi rostro con el dorso de su mano.

-Agh, bien! Pero nada ilegal, te conozco.- quité su contacto de mi piel.

-Conociéndote, quien me pediría algo ilegal serías tú. ¿Tenemos un trato entonces?.- acercó su mano.

A la mierda.

-Tenemos un trato.

-Bien, no puedo esperar. Tengo mil cosas en mente.

-Cállate. Te veré en el podio, el segundo lugar se va a ver bien en ti.

-Y estoy seguro de que verte en 4 va a ser glorioso también.

Sonreí sin que me viera. Estos no son los comentarios que solíamos intercambiar... pero no sé. Creo que me gustan.

(...)

Nunca estoy nerviosa antes de una carrera, y hoy mucho menos. Estoy harta de que Vettel siempre se esté regodeando con su puto trofeo de primer lugar en el paddock. Por cosas del destino, siempre quedamos P1 y P2. Se volvió un uno y uno recurrente. Semana tras semana. P3 variaba, pero los dos primeros lugares éramos él y yo. Cada vez.

Inclusive los medios bromeaban diciendo que debajo de nuestra enemistad, nos poníamos de acuerdo para quedar así, pero la verdad es que por una cosa o por otra, así sucedían las carreras.

Desafortunadamente para mí, esta vez yo me quedé con el P2.

Puta madre.

Lo odio. Pero odio aun más el hecho de que me puse feliz por un segundo al caer en cuenta de que él había conseguido la victoria el día de su cumpleaños.

-Oh, voy a disfrutarte como no tienes una idea esta noche.- susurró en mi oído cuando pasó a mi lado para rociarme en champaña.

Joder. ¿En qué me metí?

(...)

Pendejo Vettel:

Te veo en el lugar de siempre.

Ali❤️:

Tuvimos sexo una sola vez ahí, ¿y ya le llamas nuestro lugar?

Pendejo Vettel:

Shh. Planeo hacerlo recurrente.

No, espera. Pensándolo mejor, te veo en mi cuarto. Habitación 58.

No necesitas llevar nada, ni siquiera ropa😏.

Ali❤️:

Eres un pendejo :)

Tardé más mentalizándome en tocar a su puerta de lo que le tomó a él abrirla.

-Oh, trajiste ropa puesta. Bueno, valía la pena el intento.- se hizo a un lado para dejarme pasar.

-Comienzo a sentirme utilizada.

-¿Por qué?

-Porque me mandaste un mensaje sospechoso para que viniera a tu cuarto, miraste a los dos lados del pasillo para asegurarte de que nadie me viera entrar y cerraste la puerta ridículamente rápido... solo te falta pagarme!

-Bueno, no quieres que nadie nos vea juntos, ¿no?

-¿Cómo quieres hacer esto esta vez?

Soltó una carcajada.

-¿Por qué crees que lo que quiero hacer contigo es algo sexual? O sea, sí lo es, ¿pero por qué lo piensas?

-Terminemos con esto ya.

-¿Sabes qué? Me tienes cansado con tu puta actitud de niña malcriada que finge que estar conmigo no le gusta...- me aventó contra la cama, poniendo una mano en mi pecho, haciéndome caer sobre las almohadas.

-Ah, ¿estoy fingiendo?

-Entonces voy a dejártelo fácil.- se recostó en la parte posterior del colchón. Su mano sosteniendo su cabeza.- Tócate.

-¿Perdón?

-Finges diciendo que no te gusto, que no te caigo bien, bla, bla, bla, que por cierto, esa noche me gritabas todo lo contrario... pero lo repites tanto que quiero ayudarte con eso. Vas a tocarte tú misma, hazlo como te gusta.

-¿Por qué?

-Porque si lo haces así, tal vez relaciones ese placer conmigo y finalmente estés abierta a llevarnos mejor.

-¿Qué pasa contigo últimamente?

-Nada. ¿Vas a hacerlo o no? ¡Espera! No tienes opción, porque perdiste una apuesta...- gateó hasta quedar encima de mí solo para susurrar en mi oído.- Y tú eres una chica buena que cumple con su palabra. Entonces empieza.- tomó mi mano y la acercó a mi centro, pero comenzó a moverla él mismo cuando vio que no hice nada con ella.

-Me acabas de dar una mejor idea.- regresó a su posición original, al pie del colchón- Te vas a tocar, pero yo voy a decirte qué hacer. ¿Te parece?

Asentí, porque... la verdad no sé porqué.

-Bien... empieza como lo haces regularmente.

Lo obedecí sin poner resistencia. Cortesía por ser su cumpleaños, supongo.

Cerré los ojos para concentrarme mejor, porque sentir su mirada recorriéndome no me ayuda mucho. Los deslicé entre mis pliegues, dibujando un medio círculo con cada uno de ellos. Rodeando mis labios y juntándose en el centro, tocando mi clitoris, formando círculos a su alrededor

-Mete dos...- demandó.

Escuché el sonido de tela frotándose con rapidez, y no tuve que abrir los ojos para adivinar qué es lo que estaba haciendo, pero lo hice.

Seb está masturbándose también. Moviendo su mano frenéticamente de arriba a abajo. Gimiendo con su propio contacto.

-Shh, sigue con lo tuyo. Yo estoy terminando lo que tú dejaste inconcluso esta mañana...

¿Por qué me siento tan... en confianza con él? Siempre ha sido Sebastian Pendejo Vettel, ¿y ahora estamos haciendo esto uno frente al otro?

Pero necesito llegar con desesperación, entonces le hago caso y meto dos de mis dedos en mi entrada, y comienzo a moverlos como lo hago cuando estoy sola; como indicándole a alguien que regrese hacia mí. Y gracias a esa nueva posición, aprovecho para seguir atormentando mi clitoris.

Esas sensaciones combinadas, junto al sonido de la fricción de Sebastian con su polla, me mantienen al borde.

Estaba a punto de ceder ante el orgasmo, a punto de ser destruída gracias a mis dedos y a sus instrucciones, cuando su mano aprisionando mi muñeca me hizo detener mis movimientos y abrir los ojos, solo para encontrarme con los suyos desbordando excitación y lujuria, penetrando cada centímetro de los míos.

-¿Te has tocado pensando en mí?

Sí, pero no quiero que lo sepas.

-Estás loco.

-No me digas... y soy un pendejo también, ¿verdad?

-Ah mira, ya estás aprendiendo.

Sonrió de lado, esta vez reemplazando mis dedos por los suyos, robándome un gemido por el cambio de contacto. Y me doy cuenta por la estúpida sonrisa arrogante que se abre paso en su rostro que le excita tenerme de este modo.

-Vettel, ¿qué haces?

-Dime si te has tocado pensando en mí y voy a hacerte algo mucho mejor que esto.

Sus dedos comenzaron a moverse, curvándose en mi interior y aplastando mi clitoris de una forma satisfactoria que nunca nadie me había hecho sentir. Ni siquiera yo misma.

-Yo...

-Entiendo que me odiabas pero... después de lo que pasó la última vez, después de que follamos en ese balcón... ¿lo has hecho pensado en mí?

-¿Y tú?

-¿Realmente necesitas preguntar? Por supuesto que sí. Cada noche desde que pasó.

Literalmente pude sentir mis paredes apretarse y contraerse un poco más alrededor de sus dedos. Ahí está su respuesta, y lo entendió él también cuando soltó una risita arrogante.

-Okay, tu cuerpo ya me respondió, pero quiero escucharlo de ti. Necesito saber si piensas en esa noche tanto como yo...- sus movimientos aumentando su velocidad me hicieron cerrar los ojos ante el placer. Las lágrimas comienzan a arremolinarse en mis ojos, amenazado con derramarse sobre mis mejillas.-... si piensas en cómo te cogí contra el barandal, imaginando que todos podían vernos, sabiendo que cualquier persona podía encontrarnos...

Dios mío, jamás pensé que Sebastian Vettel podía hacerme sentir de esta forma.

Estaba demasiado concentrada en sus palabras, pero aún así escuché a lo lejos el sonido de su pantalón desabrocharse, y acto seguido, siento su punta deslizarse por mi coño.

Tal vez es el hecho de que estoy muy mojada, pero eso se sintió delicioso, como nada que haya sentido antes.

-¿Te has tocado pensando en mí? No pienso volver a preguntar...

-Agh, puta madre, ¡sí! Varias veces desde que eso pasó, ¿okay?

-Es todo lo que necesitaba saber...

Se deslizó por completo. Se posicionó encima de mí, pero sin poner su cuerpo realmente. Sebastian Vettel follándome en su cama, en su cuarto, en su cumpleaños. Qué extraña combinación. Definitivamente no es algo que haya visto venir, pero no voy a decirle que no a eso.

Continúa bombeándome con fuerza, embistiéndome como si fuera lo último que haría en el mundo. Su polla me llena bastante bien, inclusive puedo sentirme apretándome alrededor de su longitud. Escucho sus gemidos contra mi oreja, y la forma en que su cuerpo choca con el mío una y otra vez.

Algo tiene Vettel que me hace gemir y gritar de forma diferente a cuando lo hago estando con alguien más... o sola.

-Quiero que te corras en mí mientras gritas mi maldito nombre.

Y lo hice de inmediato. Probablemente me hubiera avergonzado con la rapidez de mi orgasmo, pero ya lo había aplazado hace solo un momento. Se corrió instantes después, descargando su caliente semen sobre mi abdomen. Y eso, a pesar de todo, me excitó un poco más.

Podría jurar que sus vecinos de cuarto conocieron el nombre de Sebastian Vettel esa noche.

-Feliz cumpleaños, Seb.- digo, y de repente no podía recordar absolutamente nada de porqué solía repudiarlo tanto. En serio, ¿por qué?

Sonrió ampliamente. ¿Acabamos de hacer todo esto, y eso fue lo que lo hizo sonreír así?

Se dejó caer a mi lado, y ninguno dijo nada por los siguientes minutos.

-Bueno, pues... espero que hayas disfrutado tu regalo.

-Oh, lo disfruté. Mucho, de hecho. Pero ese no fue mi regalo.

-¿Disculpa?

-Esta fuiste tú cumpliendo con nuestra apuesta. Pero sigue siendo mi cumpleaños y no veo mi regalo por ninguna parte.

-Puta madre, Seb, me vas a volver loca.

-Yo lo veo como un avance.- lo miré.- Acabas de llamarme Seb y no pendejo. Ese es un avance monumental contigo.

No me había dado cuenta.

-Bien, pero piénsalo rápido, porque tu cumpleaños termina en una hora.

-No necesito pensarlo, quiero que te quedes a cenar.

-¿Cenar, contigo?

-No, Alison, con Mickey Mouse.

No pude evitar soltar una carcajada... y ni siquiera sé por qué. No es como que haya sido muy gracioso.

-Okay, una cena.

Sonrió.

-Una cena.

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-Andrómeda🏎

Uuuuuy, la verdad es que me gustó mucho! Me doy cuenta de que me terminan gustando más los shots de "improviso". Este, por ejemplo, lo escribí hoy mismo por el cumple de Seb :)

Muchísimas gracias por +700k lecturas! Cada día me sorprenden más y estamos más cerca del millón... que por cierto, ese shot no las va a hacer soportar ni con el puro título💋

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