
Carlando🏎️ (57)
🔥Wedding edition🔥
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Carlos Sainz x Lando Norris
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900k??? CÓMO CREEEEES? Muchas gracias, oh my godddd.
Disfruten :)
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Claro que los conoce. Carlos Sainz y Lando Norris no son nombres que pasen desapercibidos. Es fan de las carreras, y reconoció de inmediato a los chicos.
Alison se interesó por ellos desde que los vio posar para las fotos en el gran jardín donde el evento tendría lugar. Ambos tan guapos y seguros de sí mismos. Era como si un magnetismo la obligara a no despegar su mirada de ellos. Se ven tan guapos vestidos de traje, tan formales, pero sonriendo y contando chistes que probablemente solo ellos entienden.
Quiso mentalizarse y elegir a uno de los dos.
Primero se interesó por el español, por sus perfectos labios, sus ojos soñadores y su cabello que no podía explicarlo, pero parecía sentirse como una nube. Aunque solo le bastó mirar unos centímetros a la derecha para quedar fascinada por el inglés también. Sus ojos aceitunados, su sonrisa divina y su semblante divertido.
Y no fue hasta que los vio sonreír para la cámara que simplemente lo supo: debía tenerlos a ambos.
Sus bragas mojándose casi instantáneamente solo al imaginarse cómo sería ser follada por semejantes hombres al mismo tiempo. Fantaseó con las posibilidades en su mente, jugando con la idea, imaginando cómo sería, qué es lo que haría.
Y se prometió a sí misma irse a casa con alguno.
-Wow, alerta de chica sexy.
-No seas obvio, cabrón!.- Carlos reprendió al inglés.- Creo que me está mirando.- se acomodó la corbata.
-Qué cursi, Carlitos, pero está mirándome a mí.
-Lando, por dios, tengo más experiencia, cualquiera con ojos podría darse cuenta.
-¿Experiencia, en serio? Si a esas vamos, yo soy más guapo.
-Que tierno eres, tal vez te deje invitarle un trago y platicar con ella antes de llevármela a la cama.
-¿Quieres apostar?
Carlos y Lando son mejores amigos. Han pasado por infinidad de cosas juntos y ambos sabían, a pesar de ser extremadamente competitivos, que nada ni nadie se podría interponer entre ellos y su amistad. Ni las carreras que habían compartido lado a lado habían logrado eso, entonces una apuesta de este tipo no significaría un problema para ellos. Lo sabían de antemano, nada va primero que su amistad.
Además, no es como si esa fuera la primera vez que lo hacían.
-¿Qué quieres perder?
-El que pierda va a dejar pasar al otro en la próxima carrera.
-Pff, hecho.- sellaron el trato con un apretón de manos.- Que el mejor hombre gane.
(...)
-Ana, felicidades por tu boda, de verdad te deseo lo mejor hoy y siempre.- la abracé con fuerza.
-Ali! Muchas gracias! Y qué felicidad que pudiste venir, significa mucho. Ya quiero que conozcas a Carlos, algo me dice que vas a caerle bien.
-Muero por conocerlo también.
-Te veré luego de la ceremonia, ¿sí?
Me quedé en la barra, esperando que el bar tender regresara para pedirle un trago cuando una presencia llegó a mi encuentro.
-Veo que conoces a la novia, ¿cómo te llamas?
Sonreí. Qué directo.
-Alison. Y tú eres Carlos Sainz.
-Uh, ¿una admiradora?
Negué con la cabeza.
-Yo no pero Ana sí. No paraba de hablar de ti durante el internado.
Asintió.
-Así que de ahí la conoces. Comenzaba a preguntarme porqué no conozco a la amiga más guapa de mi hermana.
-No me digas.
-Entonces si quieres podríamos ir a...
-Hola, preciosa, Lando Norris.- besó mi mejilla.
-Mucho gusto, Lando. Wow, dos pilotos de Fórmula 1 platicando conmigo, debe ser mi día de suerte.
-¿A quién apoyas?.- se apresuró a preguntar el español.
-A quien gane
Me di la vuelta para pedir un trago al bar tender, y no pude evitar notar que los chicos se hacían señas y cuchicheaban algo que no pude comprender.
-Okay, mira, la verdad es que hace rato vimos que nos estabas mirando.- se atrevió a decir Lando.
-Oh...
-Joder, Lando, te dije que eres un niño.- lo regañó Carlos.- Pero sí, nos dimos cuenta de que nos estabas viendo e hicimos una apuesta para saber a quién de los dos era.
Directo, directo. Me pregunto si en el sexo también es así.
-Ah! Quieren saber quién de los dos me gustó.
-Exacto.
-Pues, de hecho...- me acerqué a ellos y susurré cerca para que pudieran escucharme.- Los estaba viendo a ambos.- bebí mi shot de un solo trago y me fui de ahí disfrutando de verlos petrificados y plantados en el piso.
Estoy segura de que se van a acobardar y no van a poder sostenerme la mirada lo que resta de la noche, aunque me gustaría que probaran que estoy equivocada.
Me senté en el primer lugar que encontré disponible en la última fila, esperando a que la ceremonia comenzara, pero mi paz no duró mucho, no cuando ambos chicos se sentaron a cada lado mío.
-Volvimos, bonita.
-No me di cuenta.- respondí sin mirar a ninguno, tratando de que los nervios no fueran notorios en mi voz.
-Pronto no podrás evitarlo.- Lando deslizó su mano debajo de mi vestido, encontrándose con el borde de mi ropa interior.
Su tacto sobre mi piel logra erizarla y hacerme erguir la espalda, pero abrir ligeramente las piernas.
-La ceremonia todavía no inicia...- atiné a decir.
-Y ya estás así de mojada.- complementó Sainz con una sonrisa arrogante en su rostro.
Me removí en mi asiento.
-Solo para nosotros.- complementó el inglés.
-Así que disfruta estos últimos momentos de paz antes de que las cosas estén bajo nuestro control.
-No puedo esperar.- traté de sonar lo más relajada posible, pero los nervios y la excitación me consumen por completo, y sé que pueden sentirlo también.
Pasaron el resto de la boda jugando conmigo, masturbándome de un momento a otro, rozando mi piel sensible que se siente quemar bajo su tacto, adentrándose en mis pliegues a su antojo. Y yo que pensé que iban a ser tímidos al respecto. Toman turnos para atacar mi clitoris mientras el otro mete y saca sus dedos de mí, luego, casi como reloj, cambian después de un rato.
Saben perfectamente cómo jugar conmigo, explorando mis límites, aumentando sus movimientos cuando sienten mis paredes contraerse, pero luego regresan a una velocidad dolorosamente lenta, frustrando mi orgasmo. En algún momento de la boda habían hecho que casi me corriera ahí: en medio de ambos, a mitad de la ceremonia. Me aferré al brazo de Carlos y clavé mis uñas en el muslo de Lando tratando de buscar estabilidad, pero como dije, no me dejaron venirme ni una sola vez.
Ambos se miran mutuamente, orgullosos, extasiados de verme de esta forma.
Estamos en público en una boda, por el amor De Dios.
Finalmente la ceremonia llegó a su fin, felices para siempre, salud y enfermedad, puede besar a la novia, bla, bla bla.
Ana está viviendo el mejor momento de su vida y en unos instantes, yo tendré el mío.
-Un tequila, por favor.
Una mano se posicionó en mi espalda baja.
-¿Por qué cada vez que te veo estás bebiendo?- Carlos se recargó contra la superficie de granito, indicando que tomaría lo mismo que yo.
-¿Será porque solo me has visto dos veces?
-¿Dos? ¿Cuando te estaba follando con mis dedos no cuenta?.- no rompió contacto visual conmigo mientras bebía su trago.
-¿Dónde está tu amigo? Pensé que iban a ponerme bajo su control.- dije imitándolos.
-Preciosa, estás bajo nuestro control desde que marcamos territorio contigo en la ceremonia. Pero tienes razón, Lando nos está esperando.- alzó las llaves de su habitación.
-Eres el hermano de la novia y eres un Sainz, ¿no crees que van a buscarte?
-Pueden buscarme todo lo que quieran, voy a estar enterrado en ti dentro de 5 minutos.- se cercioró de que el bar tender no pudiera verlo para llevarse una botella entera de tequila.- Camina, bonita.
Pasamos por el gran jardín adornado festivamente, escondiéndonos de los fotógrafos y de sus familiares. Estábamos a punto de subir las escaleras cuando Carlos me hizo detenerme junto a la pared.
-Espera...
-¿Qué?
Me besó con fuerza, recorriendo sus manos a su antojo por mi espalda, bajándolas a mi trasero acorralándome contra el barandal de su casa. Fue un beso pasional, excitado.
-¿Eso por qué fue?
-Porque sin importar lo que pase esta noche en mi habitación, fuiste mía primero.
-No puedes evitar ser competitivo, ¿verdad?
-No tienes idea... pero la tendrás pronto.
Me dirigió a su cuarto, donde Lando nos esperaba con la mirada fija en la ventana.
-¿Por qué tardaron tanto?
-Tuve que hacer una parada técnica para conseguir valor líquido.- alzó el tequila.
-¿Necesitas valor?.- se burló.
-Yo no, ella sí.- me entregó la botella y me indicó que le diera un trago.
-¿Por qué?- pero tiene toda la razón, así que me apresuré a beberlo.
-Porque es la primera vez que vas a estar con dos al mismo tiempo.
-¿Cómo sabes?
-Es obvio.
Lando se acercó a mí.
-¿Qué te hizo?
-¿Qué?
-Carlos tiene una tendencia a... ser el primero y dejarlo en claro. Quiero saber cuánta ventaja me lleva.
-Solo me besó.
-Te viste lento esta vez.
-Es amiga de mi hermana, tengo ciertos códigos, ¿sabes?
-Pues estás a punto de coger con la amiga de tu hermana.- hice que le diera un trago a la botella, porque no quiero ser la única que está bebiendo.
-En eso tienes razón.- hizo un gesto con la cabeza mientras le daba otro trago. Dios, lo guapo que es.
-Conoces las reglas, Carlos... tienes que cumplir.
¿Reglas? ¿Habían hecho esto antes?
-¿Cuáles reglas?
-Como él se adelantó sin estar yo presente... tiene que pasar un buen rato solo mirándonos. Tal vez no pueda parecer la gran cosa, pero Carlos es muy competitivo, y le cuesta mucho trabajo quedarse quieto.
Le dediqué una mirada al español, que solo rodó los ojos.
-Quiero ver eso entonces...- puse mis manos sobre su pecho e hice que se sentara en la cama. Sus ojos clavándose en los míos, sin soltarlos, taladrándolos.
Carlos Sainz tiene la mirada más profunda que he visto en mi vida.
Me incorporé para dirigirme con Lando, quien se apresuró a besarme con fuerza, casi como lo había hecho Carlos hace solo un momento. Su lengua se abre paso entre mis labios, y sus manos exploran mi cuerpo sin pena alguna.
Lo siento detenerse en el cierre de mi vestido, y es apenas ahí que caigo en cuenta de lo que estoy a punto de hacer. Voy a tenerlos a los dos, hoy, aquí, en la boda de mi mejor amiga.
El cierre se desliza con facilidad, y pronto la tela cae sobre mi cuerpo, dejándome en ropa interior.
-Es casi como si supieras que esto pasaría.- soltó el inglés al ver mi ropa de encaje negro.
Me hizo girar con brusquedad, pero lo compensó poniendo sus manos firmes en mi cintura, pegándome a él mientras besa mi cuello. Sus besos erizan mi piel y me regalan una sensación diferente a cualquier cosa que haya experimentado antes. Dejo caer la cabeza sobre su hombro, y él aprovecha para besar mis hombros y clavículas también.
-Voy a hacer que valga la pena.- susurró en mi oído, haciéndome sentir como mantequilla derritiéndose sobre su tacto.
Su mano deslizándose por mi abdomen, jugueteando con el borde de mis bragas, enredándose en ellas, tentando con bajarlas un poco, pero tomándose su tiempo para hacerme temblar.
Le dedico una mirada al español, todavía sentado inquieto sobre las sábanas. Su mirada está puesta en mí... pero no me siento cohibida, no al verlo deshacer el nudo de su corbata mientras muerde su labio, para luego proceder a bajar el cierre de su bragueta.
Por dios, todo esto es demasiado y ni siquiera han comenzado conmigo, lo sé.
Mi atención se regresa a Lando cuando finalmente, mete su mano debajo de mis bragas, encontrándose con mi centro empapado debido a todo lo que está aconteciendo en esta misma habitación. Sus dedos no pierden el tiempo para adentrarse entre mis pliegues, se abren paso y dibujan figuras en mi zona más preciada, tan necesitada de tacto. No me penetra como tal, pero amenaza con hacerlo, posicionando la punta de sus dedos en mi entrada, solo para regresarlos a mi clitoris, donde ejerce una deliciosa presión que me hace sentir a punto del desborde.
-Estás muy mojada, ¿quieres que te folle ya?.- preguntó mordiendo suavemente mi cuello.
-Hazme lo que tú quieras...
-¿Esa oferta está disponible para mí también?
Carlos gatea sobre el colchón hasta llegar a mí. Está tan cerca de mi cuerpo que me es imposible contenerme de tocarlo. Enredo mis dedos en su cabello, y sonrío al darme cuenta de que se siente igual de suave como se ve. Hago un puño en él, y luego hago que me mire poniendo mi mano en su mentón.
Sus grandes ojos me miran desde abajo con lujuria. Sé que no podrá contenerse por mucho más tiempo, pero yo no conozco sus términos y condiciones. Y genuinamente, todos mis pensamientos fueron erradicados cuando Lando introduce dos dedos en mí, haciéndome sobresaltar y apoyarme en él con mi mano detrás de su cuello.
En los comentarios de McLaren siempre hay insinuaciones referentes a que, por su edad, Lando es inexperto en todos estos temas... pero esas personas no podrían estar más equivocadas, lo juro por todo.
Continuó estimulándome, jugando conmigo, curvando sus dedos en mi interior, masturbando mi centro. El chico sabe lo que hace.
Y estoy a punto de ceder ante el placer, de dejarme ir por primera vez en la noche, cuando siento mis bragas bajar con fuerza, y ni siquiera medio segundo después, la calidez de una boca pegada a mi centro.
Solté un gemido por el cambio de contacto, por la sorpresa de ver al español hincado frente a mí, con mi coño en su boca, mirándome con sus ojos enormes y su mirada seductora, produciendo sonidos eróticos y obscenos que vivirán por siempre en mi memoria.
Lo miré por un segundo, porque me correría en este preciso momento si sigo así. Nuevamente hago un puño con su cabello y lo acerco más a mi intimidad, porque lo necesito lo más cerca de mí como sea posible.
Ni siquiera me había dado cuenta de en qué momento Lando había retirado su contacto para darle paso a su compañero.
Sí, claro que habían hecho esto antes.
El inglés se apresura a desabrochar mi sostén para acunar mis pechos con sus manos. Jugando con mis pezones, pellizcándolos al ponerlos entre sus dedos.
Entre los dos me producen una sensación gloriosa, y en ese instante, me pareció ridículo que no había intentado esto antes. Todos deberían tener un trio, el placer es doble, los orgasmos son dobles, todo es doble.
La lengua de Carlos se mueve con rapidez, pero de vez en cuando, besa mi intimidad entes de volver a la acción. Recorre cada centímetro de mí, me penetra y separa mis piernas con sus manos para darle un mejor acceso, poniendo una de ellas sobre su hombro. Pero yo estoy segura de que están a punto de fallarme, porque estoy sintiendo tanto que sé que este orgasmo va a acabar conmigo.
Mi cuerpo comenzó a temblar, y los espasmos no tardaron en aparecer, pero las manos firmes de Carlos en mis piernas y de Lando en mi pecho me impidieron moverme.
-Vas a correrte cuando nosotros te digamos que puedes hacerlo, ¿oíste?.- regresó a su labor.
-Pero...
-Bonita, sé que puedes hacer eso por nosotros. Puedes hacerlo, ¿verdad?- Lando aumentó los movimientos de sus dedos en mis pezones.
-Po... por favor.
El español se separó de mí, y me pareció tremendamente atractivo verlo limpiarse los restos de mi excitación con la manga de su camisa.
-¿Qué dices, Lando? ¿Le damos permiso?
-Creo que ha sido buena con nosotros. Deja que lo haga.
Sonrió de lado, y regresó su lengua a mi centro, moviéndose con más fuerza, más rápido, más profundo.
-Puedes correrte cuando quieras.- soltó Lando en mi oido.- Solo tienes que tener presente que eres nuestra. No sólo esta noche... pero siempre.- sus labios regresaron a mi cuello.
Y no tuvo que decírmelo dos veces. Mi orgasmo me destruyó por completo, arrasando con todo de mí, explotando sobre la lengua de Carlos, que no muestra ningún problema con beberlo todo.
Y apenas estaba recuperándome de semejante sesión cuando Lando nos hizo recostar sobre la cama.
Perfectamente orquestado, se posicionó detrás de mí, y Carlos no perdió el tiempo para recostarse al frente.
-Te voy a coger, y tú vas a regresarle el favor a Carlos, ¿sí, cariño?
Asentí, y recibí una nalgada por parte de el inglés.
Quién diría que Lando Norris es así en el sexo.
Se enterró en mí... y comenzó rápido. Veo que la palabra lento no existe en el vocabulario de estos chicos. Su polla me llena por completo, tocando justo los lugares exactos para hacerme jadear, y Carlos aprovecha esto para tomarme de la cabeza y acercarme a su longitud.
Quiero hacerlo sentir bien, igual de bien que él me acaba de hacer sentir a mí.
Juego con su punta, y abofeteo mis mejillas con su polla al sacarla de mi boca. Puedo ver que eso lo excita mucho tomando en cuenta cómo deja caer su cabeza hacia atrás cuando lo hago. Dejo que mi lengua lo explore todo, me entretengo en sus venas remarcadas, que me recuerdan a las de sus manos, y disfruto de las sensaciones que se apoderan de mí.
Emito un tarareo provocado por una de las embestidas de Lando, y particularmente eso lo hizo sobresaltarse un poco. Me gusta.
Ambos chicos sueltan maldiciones a diestra y siniestra. Probablemente yo también lo estuviera haciendo si no tuviera la polla de Sainz atravesada en mi garganta. Lando se mueve bien, estaría jadeando su nombre en otras circunstancias, pero su agarre en mi cintura y su longitud encajando perfectamente con mi intimidad me hacen querer follarlo por siempre.
-Dime cuando te vayas a correr...
Negó con la cabeza.- No, tenemos otros planes para ti.
Después de un rato, me tomó de la coleta improvisada que había hecho y me retiró de él, recostándome de lado, dándole la espalda.
Lando comprendió lo que quería hacer, y se posicionó frente a mí, continuando con sus movimientos mientras Carlos se deslizaba en mi interior por detrás.
Solté un gemido gutural, porque toda la noche ambos chicos me han estado complaciendo como nunca nadie lo había hecho antes, pero una cosa es que me follen con sus dedos y lengua al mismo tiempo... y otra muy distinta es tenerlos a los dos enterrados en mí.
Me bombean por los dos lados, marcando un vaivén delicioso que me hace cerrar los ojos y perderme en las sensaciones.
Lando me besa con pasión, y sus dedos encuentran nuevamente mi centro. Carlos por su parte, se apoya en mi cintura para embestirme, y con su mano disponible me jala del cabello, dejando mi cuello descubierto para que sus labios se abran paso en él.
Finalmente, me corro por segunda vez en la noche, esta vez sobre la polla de Lando, lo que provoca que se venga él también. Jadea en busca de aire, pero continúa besándome mientras termina de montar su orgasmo.
Carlos no tardó mucho más, vaciándose en mi interior.
Siento sus fluidos resbalar por mi piel sensible.
Estoy sensible de todos lados.
-Eso fue...
-Shh, no hables, debes estar cansada.- Lando me tomó entre sus brazos.
-No sabes cómo me encantaría quedarme lo que resta de la noche, preciosa, pero tengo que regresar, mis padres deben estar vueltos locos buscándome para las fotos.- acomodó su camisa y volvió a hacerse su corbata.
-No te apures, sigues siendo mía esta noche.- el inglés me besó y nos cubrió a ambos con la sábana.
-Qué cabrón!- rió.- Bien, pero no será por mucho. Regreso al rato. Esta sigue siendo mi habitación.- me dedicó un guiño antes de salir.
La mejor noche de mi vida.
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-Andrómeda🏎
¿900k? ¿CÓMO PASÓ ESOOOO?
Primero que nada muchas gracias por tanto! Me alegra mucho saber que disfruten de estos shots tanto como yo disfruto hacerlos! Amo💜 Tenía escrito este shot desde que llegamos a los 600k, pero quise guardarlo para una ocasión especial.
¿Qué les pareció el cap? Espero que les haya gustado, quiero leerlo todo✨
Por cierto, yo sé que falta poquito, pero NO SABEN lo que tengo preparado para el millón👀 ¡Estoy emocionada!
Recuerden votar y gracias por leer❤️
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