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Continuación "Premios Gullruten (Henjei) 1/2":

Inciso.—

Si has llegado hasta aquí y es la primera vez que lees un one-shot mío, solo quería avisarte que tienes dos partes anteriores a esta publicadas. Solo eso.

Continúa leyendo…




A todos nos tiemblan las piernas, pero creo que, con mucha diferencia yo soy el que peor lo está pasando.

Unos hombres vestidos con un traje negro abren las puertas, de repente cientos de focos se posan en mí y empiezan las fotos, los flashes a cegarme y miles de voces distintas a hablarme.

—¡Tarjei! ¡Tarjei!—Una mujer con un micrófono me coge del brazo y me conduce hacia una zona llena de cámaras y más personas.—Somos del periódico  afterposten, ¿como ha afectado a tu familia verte interpretando a un homosexual?  ¿ha sentado bien en tu entorno?

—No veo por qué tendría que sentar mal.

—¿Tus hermanos después del papel te ven con los mismos ojos?

—Si, ¡claro que sí! ¿por qué no tendrían...

—¿Es verdad que antes del papel de Isak tu familia tenía problemas económicos?

—¿De dónde sacáis eso?—Digo perplejo.

—¿Te constaban los problemas económicos de la familia?

—Yo...yo...—Empiezo a perder la paciencia y los nervios me juegan una mala pasada.

—Te estaba buscando, Tarjei.—Henrik aprieta mi hombro.—Nos están buscando por allá.—Apoya su mano en mi espalda y me lleva hacia otra hilera de periodistas.

—Acabo de...—Me paro en seco.—Necesito hablar con mis padres, yo...

—Ahora todo está bien. Su periódico es una basura. Mi padre siempre lo dice.

—En casa no seguimos mucho los periódicos ni nada del mundillo. Me siento muy estúpido ahora mismo.

—¡Chicos!—Se nos acerca otra periodista. Confio en que su espacio no me lo haga pasar tan mal como el anterior.

—¡Henrik!—Aparece otro periodista detrás nuestras con un micrófono y una cámara.— ¿que opina tu novia de que pases tiempo con tu pareja homosexual?

—No somos pareja en la realidad.—Me mira de refilón.—¿sinceramente? Lea no opina sobre el tema.—Se encoge de hombros.

—¿Que opina ella sobre que interpretes a un homosexual en la serie?

—Creo que el personaje de Even tiene más cosas de las que hablar. No deberíamos solo fijarnos en ese detalle.

—¿Habláis de la serie?

—No, no le gusta hablar del tema.

Me mantengo callado pero, a la vez, rezando por que esa periodista nunca se calle.

—¿Le gusta que te dediques al mundo de la interpretación?

—Nunca me ha demostrado lo contrario.

El móvil me vibra en el bolsillo. Miro a los lados y lo saco encontrándome con un mensaje de Lea.

« Dile que no hable más de mí. »

Guardo el móvil y actúo como si nada acabara de pasar.

—¿Y que opina sobre tu compañero?—Me mira sonriente.

—Supongo que lo mismo que yo, que es un buen chico, una persona divertidísima y extrovertida...—Se encoge de hombros.—No puedo decir nada malo de él, es más, no creo que nadie pueda hacerlo.—Nos sonreímos complices.

—Dinos a todos los televidentes, Isak...

—Tarjei.—Corrijo.—Todo el mundo me llama Isak, pero él y yo no tenemos mucho que ver.

—¿Que os diferencia y que os une?

—Isak es, por una parte, más lanzado que yo, pero por otra es mucho más introvertido...—Noto la mirada de Tarjei todo el rato encima mía.—Creo que a mí no me habría costado admitir que me gustan los chicos como a él.—Explico.—A nadie le debería costar admitir quien es.

—¿Y que os une?

—Creo que el hecho de que nos parecemos en el físico.—Río nervioso. Hablar con la prensa es intimidante. Dices algo fuera de contexto y ya te hacen toda clase de comentarios.

—Bueno, sobre lo que te iba a preguntar...—Echa un vistazo a un cuaderno.—¿Como fue el casting para elegir a Even? ¿Como llegaste a elegir a Henrik entre cientos de personas?

Me tomo un par de segundos para meditar la respuesta.

—En total vinieron setecientos chicos. En la primera audición Julie y Marie los veían y decidían si cumplía físicamente los requisitos. De todos los que audicionaron solo dejaron unos cien elegidos, luego hicieron una segunda con un fragmento del guión y descartaron a unos cuarenta...todo esto en la misma mañana.

—Supuestamente había que estar allí a las seis de la mañana haciendo cola.

—Calla que estoy hablando.—Me mira con los ojos entrecerrados.

—Vale, ya no hablaré más.—Bufa y se cruza de brazos haciendo pucheros. Está para comérselo.

—Bueno, como iba diciendo...—Le doy la mano. No quiero que esté enfadado conmigo.—Hicieron conmigo la prueba unos veinte...ninguno me gustaba, eran todos como muy...—Chasqueo los dedos en busca de la palabra.—Muy superficiales. Se notaba que buscaban fama y dinero, no darle vida a Even. Íbamos a dejarlo y...

—Perdona que te interrumpa, ¿pero que fragmento del guión tenían que aprenderse?

—Ay no me acuerdo...—Miro a Henrik en busca de ayuda mientras me rasco la nuca.

—Ese rato que Isak y Even están en la cocina hablando de la pierna de aluminio de Sonja.—Responde.

—Apareció este.—Lo miro por encima del hombro. Es demasiado alto.

—Yo me había levantado diez minutos antes de llegar allí.

—Espera, espera, ¿que?—El periodista está flipando.

—Me colé en las audiciones. Iba a ir a unas audiciones para otro papel, llegué pronto y...

—¿Para que papel era?

—No se, ni me acuerdo ya.—Responde al periodista.—Me confundieron con uno de los que hicieron los tres castings, me dieron el guión y le eché un ojo. En mi casa el único que veía Skam era mi hermano.—Ríe. Su sonrisa es tan hermosa...—Cogí rápido, lo llamé y le pregunté de todo sobre Isak. Me fue contando, me llamaron, entré a hacer la prueba...

—No tenía esperanzas con él. Iba muy campechano.

—Hicimos la prueba y...—Me mira directamente a los ojos. Nos sonreímos.—Tuvimos una conexión especial. Yo supe que tenía que ser su Even.

—Y yo que él tenía el papel. Le dije a Julie que no quería ver a nadie más, que él era para mí.

—Y aquí estamos.

No logro descifrar la expresión del periodista. No se si de ha quedado igual, si le ha sorprendido...

—Bueno, ¿y que tal ha sido...

—Perdonad.—Aparece uno de los guardaespaldas y nos coge por los brazos.—Se está haciendo tarde y hay más periodistas a los que atender.—Le lanza una mirada de advertencia al periodistas.

—Bueno, ha sido un placer.—Nos dice el periodista cortado, rascándose la nuca. Henrik y yo nos largamos de allí a la velocidad de la luz conducidos por nuestro guardaespaldas. Lo escuchamos mascullar enfadado porque nuestra historia le había ocupado todo el tiempo y aún tenía una larga lista o algo así.

Entre preguntas de los distintos periodistas de las distintas cadenas de televisión o revistas, flashes de cámara en nuestras caras y muchos fans pidiéndonos fotos a cada rato, no damos abasto.

Si nos dieran a elegir, obviamente nos quedaríamos charlando con los fans. Ellos no te van a dejar en un aprieto, la mayoría de ellos son amables.

—¡Chicos, aquí!—Nos indica una periodista de unos veintitantos años.

—Hola.—Saluda Henrik mostrándose educado. Yo en cambio prefiero limitarme a sonreír.

—¿Que tal el verano? ¿muchas fiestas? ¿salís juntos por ahí?—Sus preguntas nos pillan por sorpresa. Son muy relajadas para ser de una revista del corazón.

—Nos gusta la fiesta pero somos más de ir a dar un paseo por la montaña, con la familia...

—¿Nos?—Inquiere la periodista haciendo hincapié en que no he abierto la boca para hablar.

—Si, si, lo que dice es verdad.—Digo sin modificar mi postura. De brazos cruzados.—Henrik y yo hemos hablado mucho de todo en general y eso lo tenemos en común.

—¿Y salís...—Obvio que esa es la pregunta que más interesa.

—No como nos gustaría.—Responde Henrik. Se nota en la cara de la periodista que prefiere que hable yo. Henrik es más inteligente y más calculador con respecto a como vender exclusivas, en cambio yo, como dice él, al ser más joven, soy más inmaduro y simplemente sería sincero sin pensar en las consecuencias que traerán. Henrik se comporta como mi protector.

—Pero...¿pasa algo entre vosotros? ¿tenéis problemas?—Mira dramáticamente a la cámara.

—No, no.

—La diferencia de edad es la culpable.—La voz de Henrik queda por encima de la mía.

—Oh...

—Pero si que nos gustaría salir más por ahí. Cuando lo hacemos es genial.—Me mira sonriendo.—¿Verdad que sí?

—Sí.—Le respondo.— Nuestras quedadas aunque sean pocas son muy especiales.—Admito sin quitarle la vista de encima.

—¡Oh!—Exclama la periodista.—¿Que tal se os dan las frases de ligoteo?—En todo momento mira a la cámara. Un tipo nos da unas tarjetas con una frase, obviamente de ligoteo.

«¡Con esas piernas y ese par no necesitas abrir la boca para conquistarme!»

¿Realmente tenemos que hacer esto?

Busco la mirada de Henrik, quien mira la tarjeta con una expresión incrédula.

—Muchas gracias, pero de verdad, tenemos prisa. Esta clase de comentarios sobran en vuestro espacio y en las cabezas de todo el mundo.—Se despide educadamente, devuelve las tarjetas y me toma del brazo, obviamente tenso. Ya no volvemos a pararnos con ningún periodista ni con ningún fan.—Dime que te has dado cuenta, por favor, eres lo suficientemente maduro como para pillarlo.—Me conduce hacia el photocall.

—Nos iban a joder, te refieres a eso.

—Obvio que sí, imagínate que leemos eso en voz alta.—Masculla apretando mi hombro. Me hace bastante daño.—Iban a hacernos quedar como unos machistas.

—Todo se hubiera ido a la mierda.

—Sí.—Coge una bocanada de aire y lo expulsa.—Se me ponen los pelos de punta de solo pensar en la que se podría haber liado.—Está conteniendose. Ahora mismo, en privado, hubiera cogido un jarrón para hacerlo añicos.—¿Esque como pueden usar algo así? ¡para tener algo que decir en su puñetero...—Se calla a tiempo. Hay puestas algunas miradas sobre nosotros.—Y eso lo leen niños y niñas, ¡y les enseñan eso!

No se que hacer para calmarlo. Está muy frustrado y enfadado. Podría darle un abrazo, pero prefiero no hacerlo delante de tantos fotógrafos y periodistas con ansias de una exclusiva bomba.

—Chicos, aquí.—Nos indica el guardaespaldas.—Henrik, procura sonreír.—Advierte al ver su cara y abandona la zona para dejar la zona libre para nosotros y que nos fotografíen todo lo que ellos quieran.

Ahora nos encontramos en una sala similar a una de cine, o bueno, mejor dicho una de teatro, solo que no hay ni pantalla, ni telón.

—Tenemos que sentarnos allí.—Indica Henrik.

Marlon, David y Sacha nos esperan sentados en los sitios de al lado a los nuestros.

—¿Que le pasa a este?—Inquiere Marlon al ver a Henrik.—¿Que os han preguntado?

—De todo un poco.—Respondo. Holm prefiere mantenerse callado para no soltar burradas.—Una revista nos la iba a liar.

—¿Como?—Pregunta mi amigo David.

—Querían que dijeramos frases machistas.—Masculla Henrik, con los puños cerrados y los nudillos blancos.—La tía iba de buen rollo, ¡para eso!

Varias celebrities nos miran y se hacen las suecas. Parecemos niños en el patio de un colegio. Me gustaría decirles a todos que lo siento por solo haber hecho una serie y no ser un actor veterano en la profesión como ellos.

—Chicos, que empieza.—Advierte Marlon y se levanta al igual que todos los presentes, para aplaudir. Incito a Henrik a que también lo haga.

Anuncian todos los premios y nominaciones. Estamos muy ansiosos por ganar, y la verdad es que si no nos  llevamos nada a casa, me sentiré muy decepcionado conmigo mismo, porque no estoy cumpliendo con mis ambiciones, que son dar todo de mí para ser el mejor.

—Hey, a este estas nominado.—Me avisa David.

Todos nos reincorporamos en cuanto escuchamos mi nombre. Espero con tantas ansias ganar ese premio, sería genial ganar el premio al mejor actor. Dentro de lo que cabe, ese es el que más ansio, porque es para mí y solo para mí.

—¿Estas nervioso?—Me pregunta Henrik. Procuro negar, pero por dentro experimento una oleada de sensaciones diferentes.

De momento con ser tan buena actor como para que nadie note que estoy por llorar de los nervios, me sirve.

—Y el ganador es...—El actor, bajo el rol de presentador, se demora en abrir el sobre. Cierro los ojos deseando escuchar mi nombre, que todo el mundo aplauda mi nombre y que mis padre viendolo desde casa, orgullosos, puedan llamar a los abuelos para darles la noticia y estos lloren de la alegría.—¡Pal Sverre Hagen!

Es un golpe duro escuchar aplausos que podrían haber sido para ti. Realmente quiero irme ya a mí casa a ocultarle a todo el mundo que tanto me ha podido afectar la mala noticia. Se que si hago que mis sentimientos vean la luz, las cámaras me grabarán abatido, humillado...

Y no quiero eso.

—No pasa nada, aún nos quedan dos.—Me consuela Henrik con un breve apretón el hombro. Si él supiera que mi ambición va a más que eso, ni siquiera me daría consuelo.

Con suerte ganamos aquellos dos restantes. A la mejor escena del año con «Du er ikke alene» y a la mejor audiencia.

Pero por desgracia, aún no nos dejan ir. Tenemos que presentar un premio antes.

—¿Cuando tendremos que...—Le pregunto a Henrik.

—Espera.

—¿A que?

Miro hacia el escenario y me encuentro con que graban hacia todos los presentes con una cámara envuelta en un corazón en el que pone «kiss cam» Una pareja de actores se da un beso rápido en la mejilla. El público no hace más que aplaudir de forma constante, pero sin ninguna clase de emoción. Está claro que quieren sacarle provecho al espacio y hacer conocidos los premios a base de polémicas.

—Tarjei...—Yo, distraídamente, volví a centrarme en la pantalla.

Entonces hubo una ovación mayor por parte del público, por la de los presentadores y cuando quise darme cuenta, Marlon y David también se habían unido a ellos. Yo diría que más emocionados que cualquier otra persona. La cámara se acerca a gran velocidad a nosotros y mi corazón empieza a latir con más fuerza. Henrik me divisa, quiere hacerlo, solo hay que verlo en la cara. Yo diría que está ansioso por darme un beso y demostrarle a los de antes lo patético y pésimo que ha sido su beso en la mejilla. David y Marlon se posicionan presumiendo de tener el espectáculo a  tan solo medio metro de distancia.

Sus ojos azules se llenaron de ansias. Estos, me aportaron agallas, ganas y sobretodo vida para tomar yo la iniciativa, pero parece ser que Henrik también quería ser el primero en besar al otro, cosa que hicimos prácticamente a la vez. No pensé en nadie más que en lo devorables que son los labios de mi novio en la ficción. Ni siquiera en mis padres que estarán perplejos frente al televisor, ni en David y Marlon que aplauden como locos. Solamente en que sus labios húmedos y su lengua me vuelvan loco mientras se deslizan por mi boca.

Tanta pasión en solo un par de segundos, me saturan, incluso me producen una gran excitación y ansias de unos dos segundos más, pero debo conformarme con que su brazo rodee mis hombros mientras la cámara poco a poco se va alejando en la búsqueda de otro par de cebos caza-audiencias.


He tardado, espero que me comprendais, pero más vale tarde que nunca.

Ahora escribiré la parte de la fiesta que ellos se montaron, que sin duda es la parte con más incógnita de este días.

Espero que os haya gustado, podéis votarlo si quereis y comentar sobre el capítulo, sobre si os apetece que haga un one-shot de lo que sea...

Eso, que me comenteis lo que sea.

Leo vuestros comentarios y vuelvo a dar las gracias a esas personas que comentan diciendo que escribo muy bien y esas cosas. Sin duda me alegran el día leer comentarios así.

Ahora ya os dejo en paz que tengo mucho que escribir:

Atentamente: Someone called Mery.

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