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[005]

Anna se había pasado la mayor parte del día en la cocina. No era una mujer normal, eso lo sabía. Ella cazaba monstruos y estaba en una relación con dos hermanos. Estaba demasiado lejos de la normalidad.

Sin embargo cocinar era lo que más le gustaba hacer en su tiempo libre. Y ya que había logrado convencer a Dean y Sam de festejar el fin de año, lo haría como se debe.

Había preparado una cantidad generosa de comida. Desde canapés hasta pie de manzana, el favorito de Dean.

Se apoyó contra una de las columnas de la biblioteca mientras bebía un poco de champagne y miraba a su alrededor. Era una foto familiar perfecta. O casi.

Clarie, Emily y Charlie no dejaban de caminar alrededor de la mesa comiendo un poco de todo. Incluso estaban usando vinchas con el número 2019.

Alex y Jack se disputaban por que película ver en la pantalla que los hermanos habían instalado.

Cas estaba sentado en una esquina, vigilando atentamente a un Crowley que bromeaba con ¿Mary?. Le sorprendió esa unión pero al parecer se llevaban bastante bien.

Rowena bebía una copa de champagne mientras charlaba alegremente con Jody y Donna.

Eran la familia más disfuncional que  había visto en su vida y sin embargo estaba feliz.

—Debo decir que eres la anfitriona más generosa que he conocido —Dean habló cuando llegó a su lado y pasó una mano por su cintura acercandola a su cuerpo.

Anna sonrió mientras levantaba la cabeza y dejaba un corto beso en sus labios. —Más bien diría que no se calcular la comida. Creo que estaremos comiendo pan de maíz por semanas.

—Oye, no me quejo de eso —Dean se rio entre dientes—. Tú comida es increíble.

Anna sacudió la cabeza y sonrió mientras se enfrentó a Dean. Estaba usando un simple jean oscuro, con camisa azul y traje gris. Era raro no verlo con ropa de caza. —Debo decir, que adoro esta vestimenta Dean Winchester.

—Yo me siento un idiota —bromeó sonriente mientras apoyaba sus manos en su cintura—. Pero una pequeña pelirroja me amenazó. Algo de "mi hermana se esforzó por esta fiesta, no la arruinaras con tus camisas de franela".

Dean miró por encima de ella, hacia Emily que le dio un guiño y una sonrisa.

Anna siguió su mirada y no pudo evitar sonreír. —Si, Em puede ser un poco exigente en cuanto a la moda.

—¿Poco? Yo diría demasiado —Dean observó la habitación, viendo como todos sus invitados estaban ocupados. Era el momento—. Tenemos una sorpresa para ti.

Anna arqueó una ceja sorprendida. —¿Qué? ¿Dónde?

—Ven conmigo.

Dean le quitó la copa de su mano para apoyarla sobre la mesa, mientras comenzaban a caminar.

—Pero Dean, faltan muy poco para la medianoche —Anna se quejó mientras era casi arrastrada por la escalera hacia la salida.

No le hizo caso a sus protestas, simplemente la llevó afuera. Sam ya estaba esperándolos a ambos, apoyado contra el Impala que permanecía encendido.

—Sammy —Dean la soltó para dejarla ir con su hermano, mientras se dirigía al asiento del conductor—. ¿Tú también estas metido en esto? —preguntó Anna.

—Fue idea mía, para que quede claro. Ahora vamos, entra —abrió la puerta del pasajero, sosteniendola para que ella pudiera entrar.

—No comenzaré mi año en la ruta.

Anna se cruzó de brazos, negándose a entrar al auto.

—Princesa, no lo harás. Creeme.

—No.

Sam suspiró. —Anna, si no entras a ese auto, yo mismo me asegurare de poner tu bonito trasero en el.

La pelirroja sonrió al escuchar su tono de voz exigente. —Me encantaría eso —contestó con una sonrisa divertida.

Sam no tuvo tiempo a reaccionar porque ella ya se había acomodado junto a su hermano en el asiento delantero. Sonrió mientras subía al auto, no podía dejar de pensar en cuanto la amaba.

****

No fue un viaje largo. Unos veinte minutos habían resultado más que suficientes. Dean estacionó el Impala en el bosque.

Anna observó como ambos hermanos se bajaron, sin decir nada. Ella los siguió, vio como se dirigieron al maletero del auto, para retirar algunas cosas.

—¿Alguno podría decirme que sucede? —se quejó.

Dean fue el primero en aparecer. Tenía tres botellas de cerveza con él, tomó la mano de Anna, guiandola a la parte delantera del auto y apoyándose contra el.

Pasaron unos segundos antes de que Sam apareciera. Traía una manta lo suficientemente grande y cómoda como para que los tres se cubrieran.

Anna se recostó contra el costado de Sam. —¿Puedo preguntar que es todo esto?

—Solo queríamos comenzar el año con la persona que más nos importa —contestó Dean antes de darle un sorbo a su cerveza.

—Pero, ¿y Mary?¿Cas? —preguntó con el ceño fruncido.

—Los amamos —le aseguró Sam—. Pero no de la misma forma que te amamos.

—Nosotros amamos a nuestra madre y a Cas. Pero...

—Podríamos vivir sin ellos. En cambio, no podríamos hacerlo sin ti —finalizó Sam por Dean.

Anna se alejó de ambos, para enfrentarlos y mirarlos. —No, eso no es verdad. Son su familia y...

Casate con nosotros Anna.

Dean la interrumpió, dejándola sorprendida. Ella ya usaba el apellido Winchester. Era Anna Winchester para los que la conocían, pero nunca pensó en escuchar esa declaración.

Era técnicamente imposible casarse con dos personas, sobre todo si eran hermanos. Pero sabía que Dean no lo decía en ese sentido, un papel no significaría que ame más a uno que a otro. Él estaba utilizando la palabra casamiento para referirse a algo más.

Casarse para ellos era alejar todos sus temores e inseguridades. Significaba que siempre estarían juntos los tres, sin importar lo que pase.

Vio a Sam retirar una pequeña caja de su bolsillo. Cuando la abrió un anillo brilló en ella. El más hermoso que Anna había visto en su vida.

Era una sola pieza, pero que se podía dividir en tres partes. Estaba hecho totalmente de oro y estaba unido como si fuera un rompecabezas. Cada parte encajaba con la otra. Así como su relación.

—Yo...

Anna boqueó sorprendida mientras se acercó un paso hacia ellos. Cuando estuvo por hablar, un ruido resonó en el cielo. Los tres levantaron la cabeza para ver cómo los fuegos artificiales iluminaban la noche.

Cuando bajaron la mirada, ambos hermanos la observaban atentos. —Es año nuevo, creo que alguno de ustedes debería besarme.

Dean fue el más rápido en reaccionar. Se adelantó y tomándola de la cintura la beso profundamente. Las manos de Anna ahuecaron su mandíbula mientras respondía al beso. Cuando se separaron él apoyó su frente contra la de ella.

—Feliz año nuevo, bebé —murmuró Dean en sus labios.

El momento de felicidad se cortó cuando Sam empujó a su hermano.

—Es mi turno —aseguró Sam, sonriente.

Anna se puso de puntas de pie y entrelazó sus manos detrás del cuello de Sam, mientras lo besaba. Todo en él era más primitivo. Era un beso lleno de amor y necesidad por sentirla.

Un beso que incluso puso incómodo a Dean. Que bebió un trago de cerveza y miro al cielo.

Cuando Anna se separó de Sam, no pudo evitar sonreír. —Feliz año, princesa.

Se sobresaltó cuando sintió el cuerpo de Dean detrás de ella. Era la primera vez que ambos hermanos la sostenían de esa forma. Estaba en el medio y siendo apretada por ambos Winchester.

Sonrió de felicidad cuando recostó su cabeza contra el pecho de Dean. —Feliz año, mis amores.

Dean besó la superficie de su cabeza, mientras Sam la miraba con los ojos llenos de amor.

****

Los tres volvieron a acomodarse sobre el Impala. Cubiertos por la manta mientras bebían la cerveza y miraban las estrellas que brillaban más que nunca.

Anna estaba sentaba sobre el capot, los pies colgando. Una de sus manos acariciando el pelo de Sam, mientras la mano de Dean estaba sobre su muslo. Frotando círculos, distraídamente.

—Saben, todavía tengo que responder la pregunta —ambos hermanos se enderezaron, para mirarla atentamente—. No creo en los casamientos, ni tampoco me casare legalmente con uno de ustedes.

Dean intento hablar, pero ella no lo dejó. —Pero acepto ser la señora Winchester —ambos hermanos sonrieron—. Además, me gustaría usar un vestido blanco.

****





Feliz 2019 para todxs 🎆

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