V: Mi paciente (Chaudrey)
Lo intensos rayos del sol pasaron a través de las ventanas dándole justo en la cara a una Audrey dormida, ella lentamente los abrió para luego tomar la almohada más cercana y taparse la cara con ella, si tener ganas de despertar.
Finalmente, luego de unos largos minutos, logró reunir la suficiente voluntad para pararse de su cama y finalmente prepararse para ese día.
Agarró su celular y lo prendió para ver si tenía algún mensaje o notificación.
Se extrañó al no encontrar de entre todas sus notificaciones al diario mensaje de "buenos días" que usualmente le mandaba su novio, Chad.
No le quizo dar mucha importancia, probablemente se había quedado dormido o algo.
Finalmente se preparó y arregló para ir a desayunar con sus amigos.
Al llegar se dió cuenta que faltaba una presencia.
—¿Donde está Chad?—preguntó Audrey confundida.
—Hola para ti también Audrey—dice Mal rodando los ojos.
—¿Porque Chad no está acá?—volvió a preguntar ignorando completamente a Mal.
—¿No te dijeron? Amaneció resfriado.—respondió Jane.
—¿Que? ¿Porque?
—Al parecer el muy idiota estuvo afuera asta tarde y no le pasó por la cabeza ponerse suéter.—respondió Lonnie poniendo los ojos en blanco.
Audrey se preocupó, Chad rara vez se enfermaba, pero cuando lo hacía, se enfermaba muy fuerte.
—¿Y quien estará con el? No pueden dejarlo solo.—exclama Audrey.
—Dougui está con el ahora, pero después tendrá que irse y dejar a Chad solo—respondió Evie.
—¿Están locos? ¿Dejarán a Chad en ese estado? ¡No lo va a soportar!
—Audrey, creo que estas sobre actuando las cosas—dijo Ben.
—No me importa, iré con el.
—Pero Audrey, aún tienes clases—le recuerda Carlos.
—Voy a faltar, debo estar con Chad.—sin más, Audrey siguió su camino hacia la habitación de Chad, su Chad.
—Wow...es la primera vez que veo a Audrey haciendo algo así por Chad...o por cualquier persona en general—comenta Mal.
—X2–dijo Evie.
—X3–dijo Lonnie.
—X4–dijo Ben.
—Bueno, ya se entendió la idea—dijo Jane.
Audrey caminó por los largos pasillos de la preparatoria asta detenerse justo enfrente de la habitación de Chad y Doug.
Acercó su nudillo a la puerta con la intención de tocar pero antes de hacerlo se detuvo ¿realmente valía la pena faltar a clases solo por Chad?.
—Ahhhh, veo la luz—escuchó los quejidos de Chad desde adentro.
No lo dudó más y tocó un par de veces la puerta.
—Esta abierto—escuchó la voz de Doug.
Audrey abrió lentamente la puerta y vio a Chad, agonizando, todo rojo con un paño húmedo en la frente, estaba sin camisa pero aún llevaba la parte de abajo del pijama.
—¿Esto es el cielo? ¿Eres un ángel?—pregunta Chad mirando a Audrey desde la distancia.
—Soy Audrey.
—Audrey, princesa, no me queda mucho tiempo—delira Chad—grábate bien estas palabras, porque pueden que sean las últimas que diga.
En eso Chad empieza a decir todo un testamento sin sentido, Doug y Audrey solo lo ignoran y conversan mientras el habla.
—Tiene 40º de fiebre y el pobre ya está delirando—explica Doug—lo cuidaría, pero tengo que ir a clases y-
—Yo lo cuido—lo interrumpe Audrey.
—Pero ¿no tienes que ir a clases?
—Pues, hoy no tengo ningún examen ni trabajo, así que voy a faltar.—dice Audrey sentándose a la orilla de la cama donde Chad estaba recostado—Además, el es mi novio—Le empieza a acariciar sus rizos dorados, lo cual parece relajar a Chad, el amaba cuando Audrey lo acariciaba así—es lo menos que puedo hacer por el.
—Es muy noble de tu parte.
—Lo se, ahora vete, puedo con el.
—Ok, si necesitas ayuda, llámanos a nosotros...o a los primeros auxilios.
Finalmente Doug sale por la puerta y la cierra dejando solos a Audrey y Chad.
—Princesa, ¿te vas a quedar conmigo?—pregunta Chad esperanzado.
—Todo el día si es necesarios, por hoy, serás mi paciente.
Chad en agradecimiento toma la mano de Audrey y le da un suave beso.
Audrey sonríe, le encantaba las muestras de afecto que Chad le brindaba diario, la hacía sentirse querida, la hacían sentir completa, no podía pedir más, lo amaba mucho.
—Duerme un rato ¿Si Chad? Así se te bajará la fiebre.—dice Audrey.
—Pero no te irás de mi lado ¿cierto?
—Te aseguro que cuando despiertes, aún estaré aquí contigo.
—Bien...—Chad cierra los ojos y no mucho tiempo después se queda dormido mientras sentía como Audrey le acariciaba su cabello.
Cuando finalmente Audrey siente a Chad dormirse ella suspira.
Se puso a recordar todo su tiempo de relación con Chad, no aquella relación dónde solo lo usó, si no su más reciente y seria relación, donde ella comprendió sus verdaderos sentimientos hacia Chad y ambos decidieron volver a intentarlo.
Chad era un gran novio, era cariñoso, servicial, incapaz de ser infiel, siempre sabía como y cuando hacerla sentir mejor cuando estaba triste, siempre tenía un elogio para ella y nada más para ella, estaba bastante segura de que Chad era capaz de saltar desde un acantilado por ella, o mejor, sería capaz dé raparse la cabeza por ella.
Chad aportaba todo eso a la relación, pero ¿ella que? Solo estaba ahí, siendo mimada por Chad, pero nada más; no sabía como hacer la mitad de cosas que Chad hacía por ella.
Amaba a Chad, quería demostrárselo, pero no sabía como.
Más o menos unas 2 horas después Chad despertó.
—Al fin despiertas.—Audrey besa la cabeza de Chad y este mismo sonríe.
—Así me gusta despertar.
—Siéntate, debo tomarte la temperatura.
Chad la obedece y se sienta, Audrey saca un termómetro eléctrico de un cajón y lo pone en la frente de Chad—38º, te bajó algo la fiebre, pero aún tienes que estar en cama.—Chad asiente—ya vuelvo, te buscaré un vaso de agua y algo de comer.
Audrey se intento parar pero Chad le tira ligeramente el brazo—dijiste que no te irías.
—Vamos Chad, es por tu bien.—dice Audrey sonriendo.
Chad le jala un poco más fuerte provocando que Audrey caiga a la cama quedando cara a cara con Chad, ella ríe.
—Quédate—suplicó.
Audrey sonríe—lo haría, pero no has comido nada, volveré en menos de 5 minutos.
—5 minutos es mucho.
—Bien, vuelvo en menos de 3 minutos.
Chad, ya convencido asiente. Audrey se para de la cama.
Audrey se sentía algo culpable, ¿porque ella no podía ser tan cariñosa con Chad como Chad lo era con ella? Audrey sentía que unos simples besos en la mejilla y una que otra caricia no eran las muestras de afecto que Chad merecía para ser tan buen novio.
Chad, a pesar de haber crecido vanidoso y algo manipulador, también creció siendo alguien tierno y cariñoso, con la gente que quiere, claro.
Pero a ella fue criada mayormente por su abuela, solo le enseñó a ser la primera en absolutamente todo, la más bella, la más delicada, la más inteligente, la mejor vestida, la más perfecta, nunca le enseñaron a ser cariñosa, a dar muestras de cariño reales, ni siquiera con la familia.
Ella nunca se enamoró de Ben, si no de su corona, en el tiempo que tuvo un noviazgo con el en ningún momento le demostró alguna muestra de cariño que si tuviera sentimientos.
Pero Chad no iba a heredar ninguna corona, ella se había enamorado de el, de su persona, de su personalidad, que a pesar de ser algo estúpido, seguía siendo tierno.
Poco rato después de ir por comida para Chad, volvió a la habitación con una bandeja, tenía una sopa caliente, una manzana fresca y roja y una botella de agua.
—Aquí tienes Chad—dijo Audrey poniendo la bandeja en el regazo de Chad y luego se sienta junto a el.
—Gracias princesa—Chad le da un beso en la mejilla, intentando alejarse un poco de su boca para no contagiarla.
—Bien, come.
Chad, antes de empezar a comer, toma su manzana y la acerca a Audrey.
—Toma.
—¿Porque? Pensé que te gustaban las manzanas.
—No es eso, tu no has comido, no quiero que tengas hambre.
—Ay vamos, no tengo nada de hambre—cuando Audrey terminó esa frase, su estómago delator gruñó, dando la clara señal de que tenía hambre.—bueno, tengo un poco de hambre, pero lograré aguantar. Por favor Chad, come.
Chad niega—no comeré ni beberé nada asta que tu comas.
A Audrey no le queda más opción que aceptar la manzana—gracias Chad.
—Cualquier cosa por mi princesa rosa.
Audrey sonríe, conmovida y culpable, las muestras de cariño que Chad le daba solo le hacían recordar que ella era incapaz de devolvérselas.
Cuando ambos terminaron sus respectivas comidas Audrey dejó la bandeja de lado para luego volver con Chad.
—¿Necesitas algo? ¿Más agua, mantas?—pregunta Audrey.
—Con tal de que tu estés aquí, no necesito nada más—ni estando enfermo deja de hacer sentir bien a su princesa rosa.
—Eres muy tierno.
Chad le besa la mejilla—no sabes cuanto me gustaría besar tus hermosos y suaves labios, princesa, pero no quiero que sufras la misma tortura que yo—se lamenta Chad.
Audrey solo atina a soltar una pequeña risa y a ruborizarse ligeramente.
Un rato después, Chad volvió a dormir, esta vez de forma en la que su cabeza estaba apoyada sobre las piernas de Audrey.
—¿Como puedo demostrarte lo mucho que te amo?—susurra Audrey, acariciando suavemente el rostro de un Chad dormido.
Tras algunos minutos Audrey también se queda dormida, con la cabeza de Chad aún apoyada en sus piernas.
Paso el rato y Audrey abre lentamente los ojos mira hacía abajo y ve a Chad despierto.
—¿Como dormiste, princesa?
—Bien...¿cuanto tiempo llevas despierto?.
—Algunos minutos, no te quería despertar, te ves hermosa durmiendo.
Audrey le regala una muy sincera sonrisa y le empieza a acariciar los costados de su rostro.
—Te amo—dijo Chad—¿no te lo he dicho?.
—Todo el tiempo.
—No importa cuántas veces te lo diga, princesa, porque cada vez que te veo, me gustas más que la última vez.
Hubo unos cuantos segundos donde solo hubo silencio.
—¿Porque?...—preguntó Audrey con apenas un hilo de voz.
—¿Porque que prince-
—¿PORQUE ME AMAS? Yo no te trataba bien, te usé, te manipule, te ignoré, no te valoré como merecías, te traté horrible...pero por más mala que fui contigo... jamás dejaste de amarme...¿porque?.—sus ojos se empezaron a cristalizar.
Chad quedó en shock, no se había dado cuenta lo mucho que Audrey estaba afectaba por el pasado; el la amaba y ella a él, pensó que eso bastaba para que su princesa rosa deje el pasado atrás.
—Princesa...se que no fuiste...la mejor en el pasado, pero desde que te vi supe que eras la indicada para mi. Ambos cometimos errores en el pasado, pero eso solo hizo que nuestra relación se fortalecieran...se que a veces puedo llegar a ser un idiota y llega a parecer que no pienso, pero no necesito ser inteligente para saber que eres la indicada, Audrey.
Chad alza su mano asta acariciar el costado del rostro de su princesa para luego con su dedo pulgar secarle una lagrimita que se escurría por su hermoso rostro.
Audrey cierra los ojos dejando escapar unas cuantas lagrimas, sentía demasiadas emociones en ese momento.
Chad decide cambiar de posición, quedando al lado de Audrey y abrazándola, le da un beso en su sien.
Audrey se secó sus lágrimas para luego decir.
—Te amo.
Lo crean o no, en los pocos meses de la relación de Chad y Audrey, ella nunca le dijo esas dos simples pero significativas palabras, si había dicho palabras de afecto como "eres muy lindo" o "eres el mejor novio" pero nunca "te amo", ya que eso de el amos verdadero era algo completamente nuevo para ella.
Solo esas dos palabras bastaron para que Chad sonriera, no le importaba su estado, su fiebre, en ese momento solo quería estar la más ceca posible de ella.
—También te amo, mi princesa rosa.
Audrey sin poder aguantar mucho más, toma el rostro de Chad y le planta un lujurioso beso en los labios, el no tarda demasiado tiempo en corresponder.
Estaba perfectamente consiente de que Chad seguía resfriado y que había una alta probabilidad de contagiarse, pero no le importaba, realmente necesitaba estar así con Chad, demostrarle lo mucho que lo amaba.
El beso era lujurioso, suave, despacio, no se molestaron en profundizar el contacto, su único objetivo era sentirse entre ellos, pero no querían (ni podían) pasarse de solo besos.
Después de casi un minuto ambos se separan, jadeantes, pero aún así sus narices quedan rozando y sus respiraciones chocan entre si.
—Princesa—jadea Chad—¿te das cuenta que puede que te haya acabado de contagiar?.
—Ese es el menor de mis problemas, Chad. Además ¿no eras tu el quería besar mi "hermosos y suaves" labios?—pregunta juguetona.
—Mmm..si tienes razón—Chad besa la punta de la nariz de Audrey
Audrey lo vuelve a besar, con un poco más de lujuria que el último beso pero no de forma intensa.
Pero sin previo aviso, el picaporte de la puerta empieza a moverse, Chad y Audrey apenas logran separarse y hacer como si nada hubiera pasado antes de que la puerta se abriera.
—¡Doug!—exclamó Audrey—ll-llegaste temprano.
—Hoy las clases terminaron antes—explicó Doug—¿Como esta Chad?
—Bien, le bajó casi toda la fiebre.
—Vaya, eres buena enfermera.
—Lo se—presumió Audrey hechando su cabello atrás como toda una diva.
—Bien, si quieres puedes irte, yo cuido de Chad, aunque de todas formas tu abuela sabe que faltaste, y no está muy feliz.
—Está bien, nos vemos mi príncipe—Audrey besa rápido la mejilla de Chad y luego sale cerrando la puerta tras ella.
Tres días después.
Audrey despierta con dolor de cabeza y estaba sudada y roja. Fatigada ve su celular y se da cuenta que son las 8:13AM y de los muchos mensajes que le mandó Chad, preocupado por no verla.
En ese momento su abuela abre bruscamente la puerta haciendo que Audrey de un pequeño saltito.
—¡Audrey Beauty! ¿¡Porque no te estas preparando!?—grito la reina Leah
—Abuela, n-no me siento muy bien—dice Audrey poniendo una mano sobre su cabeza.
—Pues tómate unas pastillas o algo, pero irás a la escuela—dice la reina Leah.
—Mamá—Aurora llegó y miró con desaprobación a su madre—dijiste que ya no serías tan dura con Audrey—se acerca a su hija y le pone una mano en su frente—ay querida, tienes fiebre. Hoy no irás a la escuela.
"Debí haberlo visto venir, ese beso no salió nada gratis" piensa Audrey.
Aurora se encarga de tomarle la temperatura, de poner un paño húmedo en la frente de Audrey y de darle un remedio para la garganta.
—Asegúrate de descansar querida—Aurora besa la frente de Audrey para luego irse.
Audrey agarra su celular de su mesita de noche y le escribe a Chad su situación para luego dejar en celular de lado y mirar a un punto fijo en el techo.
Menos de 10 minutos después Audrey siente como alguien toca su puerta.
—Puede pasar.
En eso Chad abre la puerta.
—¿Chad? ¿Que estás haciendo aquí?.
—Recibí tu mensaje.
Audrey sonríe débilmente.
Chad va hacia ella y se acerca a su rostro para besarle la mejilla.
—Si te vas a quedar conmigo intenta no acercarte mucho a mi boca—dice Audrey agarrando la mano de Chad—no quiero contagiarte.
Chad solo acerca la mano de Audrey a su rostro y le da un beso.
—Lo que ordene mi paciente.
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Sinceramente a mi me encanta el Chaudrey pero en las novelas que veo casi nunca hay momentos del ship :( por eso hice este one shot dedicado únicamente este ship.
Se despide Consuelo3456~
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