Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Los secretos de Rosie & Carter [ESCENA ELIMINADA DE VILLAINS PROTECTION PROGRAM]

 [Transcurre en la parte 3 del capítulo 7 de VPP]

— ¿La futura reina Rosalinda está coqueteando con su mejor amiga? —Carter soltó una carcajada mientras colocaba las manos en la cintura de la castaña. —Me imagino la cara de espanto de la hija de Regina si pudiera vernos ahora. —Vuelve a reírse para luego abrazarla, colocando su mentón sobre el hombro de Rosie.

—Y mi mejor amiga me da consejos reales para complacer a Evie en la cama. —Se burló la prometida de Ben y dejó escapar una fuerte carcajada. —Creo que ella enloquecería si nos ve así. —Dijo entre risas mientras la rodeó con sus brazos.

—Pase lo que pase, siempre estaré para ti, Ro. —Aseguró la morocha.

—Pase lo que pase, siempre regresaras a mí, Car. —Insistió la futura reina de Auradon, sonriendo.

—Evie enloquecería más si supiera... —Murmuró Carter, separándose del abrazo y observando los ojos de su chica. —... si supiera nuestros secretos. —Dicho esto, tragó saliva con dificultad mientras miraba a su mejor amiga, estando perdida en sus pensamientos.

—Pero jamás los sabrá, nadie puede saberlos. —Susurró la castaña cuando se apartó de ella, mirándola, entonces comenzó a acariciar su mejilla. —Ni los VKs, ni Ben... porque si Mal se entera lo de tu madre... No sé qué será de nosotras.

—Ro... —La llamó la chica que provenía de Luisiana, recordando algo muy importante para ella. —... no me voy a ir. No puedo hacerlo, no sin mi diario. Lo tiene Mal y bajo ningún concepto puedo dejar que lo conserve si yo no estoy aquí.

—Car, estoy aquí, ¿si? Concéntrate en mí. —Murmuró la susodicha con voz dulce mientras comienza a chasquear sus dedos para que le preste atención. —Tienes que recuperarlo, sí quieres le ordenaré que te lo devuelva, no puede desobedecerme.

—No me gustaría que la hagas sentir impotente, después de todo no quiero hacerla sentir mal. —La morocha pestañeó varias veces para entonces mirar a su compañera de cuarto y sonreírle. —Esto es culpa mía por confiar en una villana. —Se lamenta.

— ¿Impotente? Carter, ella te está haciendo sufrir y en dos semanas tendrá que cumplir mis órdenes le guste o no porque voy a ser reina. —Dijo Rosalinda, seria, luego mordió su labio inferior. —Tal vez fue mala idea confiar en ellas pero ya no podemos retractarnos.

—En cuanto al tema de mi madre y nuestros secretos, no es muy conveniente que ellos lo sepan, ¿no te parece Rosalinda? —Habló la Consejera Real, sonriendo con picardía mientras se acercaba al cuello de su mejor amiga. —Me gusta tu perfume, es muy dulce.

—No, tu padre quiere protegerte y yo también, eso significa que ellos no pueden enterarse jamás. —Aseguró la castaña, suspiró hondo pero luego sonrió cuando ella se le aproximó. —Tú eres muy dulce, Car.

—Gracias, Ro. —Murmuró la hija del mayor Mason, aún estando muy cerca de su cuello. —Agh, daría cualquier cosa por olvidarme de este día de mierda... —Dicho esto, se mordió el labio inferior con fuerza.

 Rosie le sonrió ladeando la cabeza y tomó de la cintura a su mejor amiga para sentarla sobre ella, mientras la miraba.

—Deberías pensar en algo... —Empezó a hablar la castaña y se relamió lentamente el labio inferior mientras que su Consejera Real se acomodaba sobre ella y le pasaba los brazos alrededor de su cuello. —...que te guste mucho, ¿sabes?

—Mh, no se me ocurre nada, ¿tienes alguna idea? —Susurró Carter, acercándose a sus labios, fingiendo inocencia.

—Tengo muchas ideas... —Murmuró la futura reina de la misma manera, le lamió los labios de manera lenta, lo cual hizo sonreír a la morocha. —Creo que tienes los labios secos, mi amor... —Le dijo sonriendo y volvió a repetir la misma acción para luego besárselos con suavidad.

— ¿Ah sí? —La chica de Luisiana la miró alzando una ceja y ladeó su cabeza, sonrió cuando su compañera de habitación le lamió los labios. —Mh, sí, estoy bastante seca por toda la energía que gasté hoy, gritar tanto hizo que mis labios se secaran... —Le siguió el juego y le correspondió aquel beso.

—Ups, creo que me pasé, en vez de los labios voy a humedecer otra cosa... ¿No lo crees, linda? —Exclamó Rosie, divertida.

—Sí, creo que esto se va a añadir a nuestra lista de secretos... —Susurró la prima de Alex Russo, acomodándose nuevamente sobre ella, frotándose a propósito.

—Hey... —Comentó la castaña, volviendo a morderse el labio inferior al sentir como la chica se movía sobre ella. — ¿Qué se supone que estás haciéndome, Carter Mason? ¿Me intentas seducir? —La desafió, hablándole muy cerca de los labios mientras levantaba su blusa, jugando con aquella prenda.

—Mh, no sé, ¿tú qué crees? —Inquirió su compañera de misión mientras continuaba frotándose sobre ella. — ¿Qué se supone que estás haciéndome, Rosalinda Marie? ¿Dejando que tu Consejera Real te seduzca? —Le dijo de la misma manera mientras deslizaba las manos por su espalda, buscando el cierre de su vestido para desabrocharlo. La chica de Costa Luna le sonrió con picardía y le quitó la blusa, lanzándola bien lejos de su alcance.

—Creo que quieres que la reina te haga algo al respecto con la "humedad en los labios" que tienes... —Murmuró Rosie, desabrochándole el sujetador y quitándoselo para observar sus pechos. —Tu plan de seducción está marchando a la perfección... —Dijo en su oído y le mordió el lóbulo de la oreja mientras sus manos se dirigían a su espalda para bajarle un poco el atuendo y trazar círculos con sus uñas sobre aquella parte de su cuerpo.

—Mh, creo que mi reina comprende exactamente lo que necesito... —Aseguró la hija del mayor Mason, frotándose sobre ella. — ¿Ah sí? Me alegra, porque... opino sinceramente que mi reina tiene que saber cuan húmedos están mis labios, y luego debería... encargarse de eso, tener el control sobre mí. —Sugirió, dejando de moverse sobre ella y tomando una de las manos de su mejor amiga para colocarla sobre su falda, pidiéndole con una mirada que expresaba deseo lo mucho que necesitaba ser tocada.

—Me encargo de tu humedad entonces. —Accedió la castaña, estando muy cerca de sus labios para entonces levantarle la falda mientras se relamía los labios con deseo. —Voy a complacerte Car... —Añadió, deslizando su mano sobre las bragas de su compañera y notando lo excitada que ella estaba.

—Deseo que lo hagas. —Concordó la prima de Alex Russo, siguiendo con la mirada todos los movimientos de Rosie. —Mira lo que usted ha provocado en mí, Su Real Majestad. —Susurró y soltó un gemido cuando ella tocó su entrepierna por encima de sus bragas.

—Uff, estás muy húmeda... —Murmuró la reina de Costa Luna, quien continuaba brindándole caricias por encima de sus bragas. —Parece que la sensación de estar sobre la reina de Costa Luna te pone la temperatura alta... —Dijo con una sonrisa perversa para luego besar sus labios de manera provocadora.

—Sí, muy húmeda por ti, me subes la temperatura corporal... —Concordó la morocha para luego corresponderle aquel beso, deseaba más de ella y las dos lo sabían.

—Quítate eso de una vez. —Exigió su mejor amiga, señalándole la prenda que cubría su intimidad, volvió a besarla y se apartó; mirándola expectante. Carter se incorporó y le dio la espalda, se deshizo de las bragas lentamente mostrándole su trasero y cuando aquella prenda cayó al suelo, la chica de Luisiana se volteó; encarando a su compañera de habitación.

— ¿Y ahora qué, su majestad? —Inquirió la descendiente del mayor Mason, mordiéndose el labio inferior. Rosie la observaba con deseo.

—Ven, siéntate sobre mí. —Le ordenó la castaña, dando varias palmadas en sus propios muslos. —Quiero que abras bien las piernas, voy a hacerte mía totalmente. —Le habló con tono autoritario.

—Sí, cariño. —Accedió la chica que solía vender cebo en Luisiana y tomó asiento sobre ella con las piernas abiertas, estando excitada por la manera en la que ella le estaba hablando. —Hazme tuya, Ro, lo necesito, lo deseo tanto, lo imploro... —Le rogó mirándola a los ojos antes de besarla con pasión, mordió su labio inferior y lo soltó.

  Rosalinda acercó sus dedos a la entrepierna de su compañera de habitación y comenzó a moverlos, trazando círculos en su clítoris.

—Oh, Rosie...—Gimió la morocha, cerrando los ojos con fuerza y apretando los labios.

—Suplícale a tu reina Car, y no te atrevas a moverte... —Exigió la castaña. —Quiero escuchar tus suplicas ahora.

—Más, más, por favor, estoy perdiendo la paciencia, Rosie... Dame más, oh, merezco más, por favor. —Chilló la prima de Alex Russo, abriendo los ojos lentamente y acercando su rostro al de la futura reina de Auradon. — ¿Y qué si ya no te suplico, eh, qué harás? —La provocó, alzando una ceja.

—Así que vas a ponerme a prueba, Carter Mason. —Susurró la castaña con un semblante serio, así que llevó la mano que tenía en la entrepierna de su mejor amiga hacia su boca. — ¿Quieres ver lo que hago con esto? —Dudó antes de chuparse los dedos, tentándola.

—Sí, me encantan los desafíos. —Respondió la chica cebo, guiñándole el ojo para entonces observar atentamente sus movimientos. —Sí, sí quiero saberlo... —Afirmó y se mordió el labio inferior cuando la vio meterse la mano a la boca.

—Vas a suplicar te guste o no, y si no lo haces... —Prosiguió la reina de Costa Luna, tomándola de las caderas y haciéndola abrir más las piernas. —...te vas a quedar así de mojada como estás ahora y no te voy a tocar.

— ¡No puedes dejarme así, es ilegal en Costa Luna! —Se excusó la descendiente del mayor Mason, tan alarmada que solo pudo decir la primera estupidez que apareció en su cabeza. —Oh Rosie por favor hazme tuya, quiero sentir tus dedos recorriéndome, quiero que me penetres hasta que me quede sin voz; tócame, Ro por favor hazme tuya, necesito de ti y lo sabes, he sido buena contigo y merezco una recompensa... —Murmuró con desesperación.

— ¿Ilegal? La única que decide lo que es o no ilegal soy yo, la reina, y en este caso tan especial... —Susurró la castaña, llevando su mano derecha hacia el centro de su mejor amiga y penetrándola lentamente con tres dedos. —...lo único ilegal es que tú estés tan buena y deseable... —Finalizó la oración, acariciándole el clítoris mientras hacía un lento vaivén de movimientos.

—Sí, ilegal... —Repitió Carter, quien comenzó a jadear cuando ella se dispuso a penetrarla lentamente con tres dedos. —Oh, Ro, sí, de eso hablo, mh... Deberías ir presa por darme placer... Más rápido, lo merezco, hazlo más rápido y más fuerte, uhm... Rosie, por favor, dame más... —Imploró, muy desesperada.

— ¿Es un crimen tenerte tan excitada? —Inquirió la chica de Costa Luna, sin dejar de mover sus dedos velozmente dentro de ella, tanto penetrándola como estimulando su clítoris. —Quiero escucharte rogar por más, mi chica cebo.

—Sí lo es, te lo juro, lo es... —Aseguró la morocha mientras jadeaba. —Demonios, Rosie, mm... ¡Ah, sí, más, así, quiero más, oh! —Gimió, echando su cabeza hacia atrás debido a la excitación que sentía gracias a su compañera de misión.

—Te estás mojando mucho y eso me tienta pero... ¿Qué pasaría si me detengo ahora y te dejo así de empapada? —Sugirió la castaña, quien adoraba jugar con ella de esa forma tan perversa, entonces la prima de Alex Russo levantó la cabeza para mirarla.

—No, no debes detenerte, no puedes dejarme así; quiero que me hagas llegar, por favor, haré cualquier cosa para que me hagas llegar al clímax pero no te detengas, no merezco tanta tortura, no seas cruel con tu mejor amiga. —Pidió Carter, haciendo pucheros.

—Claro que no te voy a dejar así, bebé. —Dijo Rosie. —Te voy a hacer llegar al orgasmo como nunca, mi amor... —Le murmuró sin dejar de penetrarla mientras acariciaba su clítoris.

—Oh sí, eres la reina más buena que he conocido. —La halagó la morocha y volvió a jadear cuando la escuchó llamarla por aquel apodo. —Oh sí, quiero que me hagas correrme, más...

—Oh por Dios amo tus gemidos, córrete por mi. —Le ordenó la chica de Costa Luna, impaciente. —Vamos Car, quiero escucharte gritar cuando te haga llegar al clímax.

¡Ro, no puedo aguantar más, pero me tienes tan excitada que no quiero que esto se termine nunca! —Admitió la prima de Alex Russo entre gemidos, intentando controlarse durante un poco más de tiempo, empezó a resistirse cuando sus piernas comenzaron a temblar. —Rosie... 

—Shhh. —La calló la castaña, moviendo sus dedos más rápido y con más fuerza que antes pues deseaba hacerla llegar. —Ya no te resistas, bebé, déjate llevar por tu reina y mójate más. —Murmuró antes de besarle los labios lentamente, siendo correspondida con mucha pasión y deseo.

—Oh, sí, me mojaré más por ti, Ro... Ya casi llego, solo un poco más... —Gimió Carter mientras sus piernas continuaban temblando, clavó las uñas en la espalda de su mejor amiga cuando no pudo aguantar más y comenzó a llegar al orgasmo. — ¡Rosie!

 Jamás hablarían sobre lo que acababan de hacer –a menos que estuvieran solas– pues ya era completamente normal para ellas tener ese tipo de intimidad.

  Rosie & Carter guardaban muchos secretos oscuros que no podían ser expuestos.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro