Luego de que Mal, Jay, Evie y Carlos tuvieran una charla bastante significativa para ellos -en la cual le aseguraron a la líder del grupo que siempre estarían ahí para ella y que no debía cambiar solo porque ahora estaban en Auradon- los tres últimos​se incorporaron del suelo ya que debían hacer cosas antes del Cotillón.

Sin embargo, la chica de cabello morado no se levantó, así que cuando el ex ladrón del grupo se percató de esto; no dudó ni un momento en regresar hacia donde estaba su amiga para ahora volver a sentarse frente a ella.

-Ven al Cotillón esta noche, ¿si? -Le pidió Jay. -Si Ben no es lo suficientemente inteligente como para amarte y no puedes quedarte un día más, yo mismo te llevaré a la Isla mañana. -Añadió, Mal simplemente asintió con la cabeza y le mostró una sonrisa tan sincera como triste.

El villano también le sonrió y se incorporó para acto seguido retirarse junto a Carlos y Evie.

La Futura Dama de la Corte los vio partir y cuando finalmente los perdió de vista, suspiró hondo.

-Who put the villain in charge? -Dudó la ojiverde. -It's already hard to buy all the parts and learn to use them.

-Who put the world on my back and not in my hands? -Sollozó, mirando sus manos, tomó su mochila y se la colocó antes de levantarse para ahora empezar a caminar por el jardín; observando a algunos estudiantes que se encontraban a su alrededor, quienes reían y pasaban un buen rato al aire libre. -Just give me a chance...

-I listen to my mama, listen to my dad, listen to my friends. -Continuó mientras pensaba en su familia. Maléfica le había dicho que el amor era débil y ridículo, ahora sentía que su progenitora sí tenía razón en eso. Su padre, Hades, la odiaba tanto por haberle dado la espalda a su propio pueblo que ni siquiera quería verla -además de que él estaba encerrado en su guarida y Mal no tenía la llave ni el coraje para ir a visitarlo-, finalmente tanto Jay, Evie y Carlos eran felices en Auradon pero se habían arriesgado para ir a buscarla cuando ella regresó a su hogar, ellos habían intentado comprenderla. -Everyone relax!

-Everybody answers shit I didn't ask...-Gruñó ella al recordar todas las preguntas que había oído durante los últimos dos días: «Mal, ¿qué se siente ser la chica más envidiada de Auradon?», «Mal, ¿su madre aún es una lagartija?», «¿Estas tratando de hechizarme otra vez?», «Mal, ¿no me amas?»; sus ojos empezaron a brillar inmediatamente. -Think I'm reaching my limit.

-Can I exhale for a minute? Can I get this out in the open? -Murmuró, nostálgica, observando hacia el cielo. -Can I sit down for a second? Can I breathe? -Dicho esto, se dejó caer al suelo de rodillas y respiró hondo.

-Can I exhale for a minute? -Dudó, tratando de pensar en todo lo que la hacía feliz y las razones por las que podría quedarse en el reino pero nada parecía ser suficiente. -Can we talk it out, I don't get it?

Había pasado seis meses tratando de encajar, pero la presión seguía siendo demasiada y no podía seguir controlándose. No entendía como los ciudadanos de Auradon querían que se convirtiera en reina, ni comprendía por qué tenía que casarse para asumir el trono.

-Can I calm down for a moment? -Susurró y sus ojos dejaron de brillar, entonces se sintió un poco más tranquila. -Can I breathe for just one second?

Se levantó y continuó caminando en dirección a la frontera que separaba los dos territorios en los que había vivido.

-I put too much weight on words and glances, I, I put too much weight on situations. -Dijo mientras pensaba en como había sido tan fácil para ella guardar todos sus sentimientos durante meses hasta que finalmente le había gritado al descendiente de Cruella porque él no había sido capaz de comprenderla. -I, I put too much on myself thinking "I don't deserve what I've earned", but, yeah...

¿Merezco tanta atención solo por ser la novia de Ben? ¿Estoy lista para comprometerme con él? ¿Por qué siento que ya no soy dueña de mi vida?, pensó la chica de cabello morado, ¿merezco el odio de todos los villanos solo por haber seguido a mi corazón?

-I listen to the people, listen to the king. -Exclamó Mal mientras recordaba todas las veces en las que había huido de la prensa y como el hijo de Bella y Bestia la había tratado en su cita, luego de que ella intentará usar su magia en él. -Try to keep a sense of knowing who I am. -Dijo una vez que llegó a la frontera.

-I try to be an Auradon girl but I don't think I can. -Prosiguió, recordando todo lo que había hecho para encajar en el reino -todos los encantamientos que había usado para recordar eventos, había cambiado el color de su cabello con magia para parecer una princesa más-, pero a pesar de todos los esfuerzos que había hecho, Mal sentía que jamás sería una chica de Auradon y mucho menos una Dama de la Corte. -Think I'm reaching my limits, yeah.

Sus ojos volvieron a brillar intensamente, causándole un molesto dolor de cabeza.

Si los demás hijos de villanos habían logrado adaptarse a sus nuevas vidas, ¿por qué a ella le costaba tanto ser tan feliz en Auradon?

-Can I exhale for a minute? Can I get this out in the open? -Murmuró, dirigió su mirada hacia la Isla de los Perdidos y recordó el miedo que había sentido al ver a tantos piratas en el barco de Uma y lo asustada que se sentía cada vez que Harry acercaba a Ben a la tabla, amenazando con dejarlo caer si no entregaba la varita mágica. -Can I sit down for a second? Can I breathe? -Sollozó y se sentó en el suelo nuevamente.

-Can I exhale for a minute? -Dijo mientras pensaba en la conversación que había tenido con los VKs, tal vez ellos tenían razón. -Can we talk it out, I don't get it? -Suplicó, aún sin entender cómo podría estar lista para ser reina en tan poco tiempo.

-Can I calm down for a moment? -Dijo y suspiró hondo, entonces sus ojos dejaron de brillar, pero el dolor en su cabeza no cesó. -Can I breathe for just one second, baby? -Al decir esto, se levantó con cuidado pues tenía que regresar a Auradon Prep antes de que alguien más se preocupara por ella.

-Can I breathe? Can I breathe? Can I breathe? Can I breathe? -Suplicó antes de secarse las lágrimas con el dorso de su mano, empezó a caminar hacia la residencia nuevamente mientras pensaba en las palabras de su compañera de cuarto: «Nunca vamos a ser como la gente de aquí y eso está bien». -Can I breathe? Can I breathe? Can I breathe? Can I breathe?

Tal vez E tiene razón, pensó Mal, sé que puedo darle a Auradon una última oportunidad en el Cotillón Real. A pesar de todo lo que he vivido durante los últimos meses, tal vez sí pertenezco aquí.