Quisiera poder romperme, romperme de tal manera que no quede nada de mí en pie. No quiero levantarme, no si es de esta manera. No quiero que me vean arrástrame por el suelo cuando esté hecha pedazos, pero ¿sabes que sí quiero?, quiero que seas tú quien me destruya por dentro nuevamente.

Me miré hoy después de tanto en el espejo y ¿sabes que descubrí? que nuevamente alguien lo logró, alguien logró quebrar un pedazo de mí. Juro que no soy yo la que se refleja en el espejo esa sonrisa que enamora a cualquiera no es mía, hay tanto maquillaje cubriendome, escondiendo todo lo que en el fondo quisiera que los que me rodean vean, mi verdadero yo, ese que se está rompiendose de a poco.

Quisiera estar hecha pedazos, quisiera estar tan rota para así poder volver aquellas madrugadas tan frías, oscuras y solitarias en las que con lágrimas en los ojos comenzaba a juntar todas las piezas de mí e intentaban volver a reconstruirme poco a poco, pero a pesar de que anhelo tanto esas madrugadas sé que están lejos de llegar porque tu mano sostiene la mía y se niega a soltarme aún sabiendo que es la única manera de salvarnos.

Por extraño y loco que esto pueda sonar he olvidado cómo llorar, quisiera volver a llorar a gritos o en silencio, no importa porque sé que nadie me escuchara, quisiera volver a tocar fondo una vez más, a estar hundida y sin salida, no me importa pues ya sé todo lo que esto implica. Si no me crees puedes ver mis brazos y mis piernas aún cargan las cicatrices que quedaron de la última vez, al igual que las cicatrices de todas las veces anteriores todas esas veces que no puedo olvidar en las que en compañía de la soledad encontraba mi refugio.

Nadie entiende. Todos creen que estoy loca, pero cuando les pido ayuda, porque les he pedido ayuda a gritos nadie está ahí, nadie me escucha, nadie sabe el millón de veces que luchado conmigo misma para no irme, para no perderme, para mantenerme en pie.

Después de todo...

Sólo quiero volver a mí.