-Zahiero-
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El sonido de la rueda del ratón al ser girada en un ritmo casi continuo ha sido el único ruido de la habitación color morado fuerte por varios minutos.
-Agh no encuentro nada- Se quejo la única persona del cuarto siendo está la pelivioleta, siendo la causante de el sonido plásticoso de dicho objeto.
La susodicha observa con enojo su ventana el cual estaba siendo opacada por una cortinas de tonos morados y un diseño de estrellas -Y ya se está haciendo de noche- Menciona en un tono aburrido y amargado.
La chica suelta el raton mientras se recarga en la silla de oficina haciendo rechinar está misma por su inclinación, lanza un suspiro quejumbroso al voltear a su techo.
/Esto no pasaba desde hace meses/ Se repetía varias veces en su subconsciente -Ya no hacen cosas del espacio o que?- Preguntaba al aire, obviamente no recibiendo respuesta alguna.
La pelivioleta suspira de nuevo, con un mirar más calmado revisa su cuarto en general /Se que ya tengo casi todo pero...se que hay más/
Fijaba su vista en cada objeto llamativo de su habitación, nombrando algunas serían, lámparas de estrellas, pósters de galaxias y hasta réplicas a escala reductora de planetas /Quizá...otro planeta que se haya descubierto...nah revise en varios sitios y aún no han descubierto otro/ Negaba para si misma.
La chica se levanta del asiento y se acerca a su closet, abriéndolo de par en par /Talvez otra ropa con diseño espacial?/ Toma cada prenda que está en el armario siendo chamarras, playeras, blusas y gabardinas, de colores morados o azules.
-Tampoco, ya compré todos en la mayoría de tiendas de la ciudad- Se decía rascando su cuello en desesperación.
/De hecho debería comprar otro ropero, uno más grande/ Pensaba al ver con más detalle su mueble /Bah será para otra ocasión/
La pelivioleta caminaba por todo su cuarto en su búsqueda por encontrar algo que para la chica faltará en su fanatismo por tener la mayor colección de el espacio, fallando en el proceso cuando ella bufo en cólera.
-Sabes que, al diablo si no encuentro algo en línea lo buscaré a la antigua- Hablo la joven en un tono determinado, está apaga su monitor así como también las luces de algunas tiras LED de su recamara.
Con algo de furia abrió el cajón de su mesa de noche, tomando un cuaderno con brillantina amarilla en su portada y un plumón del mismo color -A ver si encuentro algo rápido y no tardarme horas- Decía con su enojo aún presente en su habla.
Abrió la puerta de su cuarto con rapidez, seguido de con el mismo ritmo caminar hasta la mesa de estar de la sala /Aun tengo que avisar a mi primo que estaré fuera/
El mencionado se le escucha roncar haciendo que la joven riera con burla, bajando su irritación ante lo divertido que fue ese sonido desde su perspectiva.
La pelivioleta deja el cuaderno en el mueble para escribir con algo de velocidad en la hoja:
~Querido primo, me iré una horas para...no tengo porque especificar, ya lo sabes de igual modo~. 💫
La carcajada de la chica se hizo sonar mientras terminaba de anotar y dibujar su peculiar aviso, arrancando la hoja y dejándola sobre la mesa con un objeto encima para hacer presión sobre el papel, con la intención de que no volará con la mínima ráfaga de aire.
-Ahora a dejar esto de regreso- Decía mientras veía los dos objetos en sus manos, llendo de regreso a su recamara y guardarlos dónde los tomo con anterioridad.
Al estar lista para irse un soplido de viento entra por una ventana entreabierta, llegando a impactar a los brazos de la chica haciendo que se estremezca.
/Había olvidado que ya estamos en invierno/ La joven abre la puerta principal de su hogar no sin antes agarrar de su perchero compartido un suéter de felpa color púrpura fosforescente /Esto servirá/
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El tarareo melodioso de la pelivioleta se hace sonar por la vereda en la que está camina, la chica mira frecuentemente el nocturno cielo encontrando satisfacción cada vez que lo hace /Algún día espero estar recorriendo las estrellas/
Un suspiro soñador corta su tonada /Veré si despu/ Su mente regresa a la realidad cuando su cara choca con un poste, sacándole un susto que la hace retroceder.
Una pequeña gota de sudor se desliza por la mejilla de la joven mientras sonreía con burla hacia ella misma -Debo dejar de alucinar mientras camino- Dijo al aire llamando la atención de algunos peatones que la vieron con extrañeza.
/Maldita sea lo dije en voz alta/ Se tapa ligeramente el rostro con su suéter, cubriendo el rubor por la vergüenza que provoco, retomando su camino a un paso más rápido con la esperanza de dejar de ser el centro de atención.
La joven recorrió siete cuadras casi corriendo hasta frenar en seco, derrapando un poco sus botas por la acera /Espero no haber llamado más la atención por eso/ Lanzaba bocazas de aire al casi sofocarse en el camino.
Un suspiro suave y reparador sale de su boca al ya recuperar su aliento y compostura /Listo...listo puedo...seguir supongo/
El chirrido agudo de caucho de unos tennis la hace asustarse, debido al ritmo rápido que sonaban así como también que el ruido el cuestión se iba acercando a su posición /Alguien...me siguió?/ Su corazón bombeaba en un compás más acelerado que al que cuando estaba corriendo, denotando su evidente miedo.
El sonido anterior se vio acompañado por unos suspiros ahogados de la persona que poseía ese calzado notando su cansancio, sacando de su temor a la pelivioleta ahora teniendo un rostro que reflejaba curiosidad /Esos...ruiditos solo los puede hacer.../
La joven sonrie con emoción, mirando a la causante de aquellas bocanadas -Que sorpresa verte por aquí Vindi- Hablo con un timbre de alegría.
La mencionada rie con su mismo tono sofocado -Je...sorpresa je es je...verte a...ti je...a esta hora- Rio cada palabra en un hablado fatigante, la susodicha se limpia su cara con el cuello de su camisa manga larga -Porque será?- Pregunta ya recuperándose.
La contraria carcajea -Si, no es normal para mí estar a estas horas fuera- Acepto con honestidad a lo dicho por la otra -Aunque también podría hacerte la misma pregunta a ti- Contraatacó con la misma duda.
La pelimagenta se sobresalta -Okey me atrapaste con esa- Rie falsamente -Diria que salí para...no lo sé- Declaró posando sus manos detrás de su espalda mientras se tronaba la espalda.
La pelivioleta arquea una ceja en incredulidad -No lo...sabes- Sonrió burlesca, seguido de retomar su caminar tomando sin previo aviso la oreja de la contraria para jalarla a su lado.
-Oye tarada ya te iba a seguir, no tenías que hacer eso- Bufo la de menor tamaño, enrojeciendo su rostro en signo de molestia, siendo visto por su acompañante quien no paraba de reír -No te rías, no es gracioso-
La contraria se limpia una lágrima que iba apareciendo al haber contraído sus ojos debido a su risotada reciente -Ok ok pequeña, es solo que no puedo evitar no hacer eso- Afirmo mientras tosia entre palabras.
La pelicuernos se cruza de brazos -Estoy segura que voy a crecer más lo juro- Refutó mientras la señalaba con el dedo, haciendo que otra risada saliera de la contraria -No te rías te dije- Grito en furia.
La pelivioleta tose, rompiendo su risa en el proceso -Ya con dieciocho años y aún no me llegas ni a mi pecho, se me hace que ya no se podrá- Explico con gracia, colocando su mano en el pelo de la menor, midiendo la altura de ella con la suya -Vez a penas me llegas al estómago- Rio bajo al ver su mano en su abdomen -Hasta un niño de diez es más al- Es interrumpida por la contraria.
-Es genética tonta- Renegó la pelimagenta en colera, haciendo soltar una risa temblorosa a la contraria -Ya mejor vayamos a lo que íbamos a hacer, no me quiero poner a repartir puñetazos a diestra y siniestra- Exclamó con las manos enrojecidas al empuñarlas fuertemente, para seguido comenzar a trotar, dejando atrás a la de mayor tamaño.
La pelivioleta tose dejando sus risas de lado -Ok ok Vindi, oye espérame- Menciono en un alarido, intentando alcanzar a la pequeña.
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-Y luego lo pille robando mi laptop, puedes creerlo?- Sentenció la menor en enojo mientras hacía movimientos con las manos en signo de molestia -Tanto rencor me tenía desde el último día de las bromas?- Relincho.
-Bueno...también tu eres la culpable por hacerle una broma tan pesada como esa- Dijo la contraria en defensa hacia el pelicetrino del cual la pelimagenta estaba quejándose.
El comentario de la joven hizo que la pequeña la mirara mal -So...solo digo- Tartamudeo la mayor.
La de mejor estatura deja su mirada fulminante detrás -Lo bueno es que al menos ese tarado me la regreso- Aclaro con un alivio en su voz -Lo agarre de saco de boxeo, fue fácil que me la regresará- Explico mientras tapaba su boca evitando no reír tan fuerte.
La pelivioleta rie incómoda /Al menos la fuerza compensa su altura/ En un intento por evitar el contacto visual en esa situación, la joven posa sus retinas en varios locales, la mayoría no llamándole la atención, hasta que topo con uno de temática espacial, con emoción desvío su caminar a la acera del frente, dejando hablando sola a la menor.
La pelimagenta sigue su charla sin saber que su amiga ya no estaba cerca -Y Me encontré algo raro en...- La expresión de la pequeña expreso sorpresa al ver a su acompañante alejarse al otro bache -Cuando llegaste ahí?...- Cuestiono en voz alta -Y segundo es una falta de respeto ignorar a alguien- Bufo mientras corría a la acera donde estaba su compañera.
/Aunque...no soy la correcta para reclamar respeto/ Rasco su cabeza en ironía -Y bien- Se detuvo al estar al lado de la pelivioleta la cual estaba algo embobada mirando un artículo en el escaparate de la tienda -Amm...Maia?...que te hizo ignorarme-
Con curiosidad la pelimagenta observo dicha vitrina solo para quedar también embobada al ver el dichoso objeto.
El artículo no era más que un kit de pinturas y acuarelas de distintos colores fosforescentes, claramente como era de noche se podía apreciar más esa característica.
Ambas chicas se miran repentinamente, quedándose en ese estado por varios segundos hasta que las dos entraron al establecimiento con rapidez.
Al llegar al mostrador y consiguiente al vendedor la dupla habla a la vez -Quiero comprar el kit de acuarelas que está en la repisa- Las chicas se vuelven a ver está vez con una mirada más molesta.
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Yo lo necesito más que tu tonta- Refutó la pelivioleta en voz alta, encarando a la de menor tamaño.
-Pff nunca te he visto dibujar, y yo voy a entrar a clases de pintura así que yo lo necesito más que tú- Contraatacó la pelicuernos en el mismo timbre a la contraria.
-Enserio que ustedes me van a sacar de quicio- Respondió la vendedora que no era ni más ni menos que la pelimorada.
-Oh hola Taylor no nos dimos cuenta que trabajabas aquí- Hablo amablemente la de tonos violetas, dejando de lado su contienda con la pequeña.
-Que te dije de llamarme así?- Se quejo la peliafro mientras ponía su mano en el mostrador como soporte para su cabeza.
-Perdon, pero no puedes negar que ese apodo es lindo- Sonrió con gracia la pelivioleta, lo que causó un bufido de molestia a la contraria.
-Y si que no te reconocimos, vaya...vayas pintas que tienes- Carcajeo la pelimagenta.
La pelimorada arqueo su cara en una de enojo -El dueño de este lugar no se le ocurrió una mejor idea que pedir que me hiciera una coleta por higiene, como si pudiera con el pelo que tengo- Mientras con sus manos se reacomodaba el listón de su cabello el cual estaba demasiado tenso.
-Pero...se...te ve lindo- Defendió a la contraria la de tonos lilas, siendo respondida por una mirada confundida de la pelimorada.
-Y porque no te quejaste de la ropa?- Cuestiono con burla la menor viendo el conjunto que poseía la de rulos.
-Tsk, al menos está ropa es holgada, o bueno yo la pedí así- Afirmo dejando su moño ya ajustado -Ni loca me pongo algo más apretado-
-Pero si no tienes na- La pelimagenta iba a mencionar un chiste pero fue callada por la contraria, la cual tapo su boca con la palma de su mano.
-Es bueno que intentes encontrar trabajo Taila- Hablo emocionada la pelivioleta.
Una sonrisa se posa en los labios de la peliafro /No tienes derecho de hablar de mi físico enana plana, tu estás peor/ Dejando escapar una risa.
La pelimagenta se destapa su boca con rapidez -Ahora...en que nos quedamos?- Pregunto con un timbre de confusión.
-En ver quién se da en la madre primero por esa cosa- Decía con obviedad la pelimorada apuntando con su pulgar la vitrina de la entrada.
Ambas clientas se dan cuenta al unisono -Oh ya- Repitieron a la vez, para seguir con su discusión, siendo visto por la vendedora la cual observaba con diversión.
/Debería decirles que hay más de ese artículo en bodega?/ Se rascaba su mentón la pelirulos en duda, mientras escuchaba de fondo la pelea de la dupla.
/Nah paso/ Mientras acostaba su cabeza sobre la mesa.
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